Capítulo 15: Repasando el pasado
[ Meses atrás ].
.
.
.
Sunny y Rowan llegaban tarde al colegio por culpa del último al no haber llamado al elevador. El joven Suzuki no había parado de maldecir en el camino con palabras no tan mal sonantes, pero sí algunas sin sentido. Rowan sabía que su amigo era un poco enojón.
- En serio, ¿por qué insultaste a la reina Isabel? Ella me cae bien -. Expresó el pelinegro con parecido a Basil hacia su amigo.
- Que te caiga bien no quiere decir que sea buena persona. Eso califica para todos nosotros. No todos somos buenas personas, y menos yo -.
- ¿Por? ... Bueno, no es que tu ojo amenace demasiado, pero yo no te considero mala persona. Claro, al menos que hayan cosas que no sepa -. Se encogió de hombros, restándole importancia a lo dicho por Sunny.
El ex-violinista lo miró, con una ceja alzada. Era verdad, él no sabía la verdad de lo que había hecho a su hermana. De hecho, nunca se cuestionó que tuviera cambios de personalidad constantes, simplemente se acostumbró a las semanas y llamaba a "Omori" como "Edgy". No sabía que significaba eso ni su contraparte ni él. Solo lo dijo un día y se quedó implantado allí.
- ... Aún me quedaron adjetivos despectivos contra tu persona -. Sunny observó a Rowan con molestia.
- Oh, lo siento, negra nieves, lamento que llegue tarde su alteza. ¿Querías una disculpa? Ahí la tienes -.
Sunny tuvo que admitirlo; Rowan era admirablemente fácil de odiar. No es solo por su actitud tan pedante algunas veces, si no que, al mismo tiempo, se tomaba todo a broma sin querer ver o saber las consecuencias. No es que fuera un mal amigo, era simplemente alguien muy... ¿despreocupado? Sí, esa era la palabra. Se preocupaba por el futuro de su mejor amigo a fin de cuentas.
- Hmp. Podría aceptarla, pero no me convence mucho -.
- Pues ese es tu problema. No me jodas y sigamos, que a este paso sí que llegaremos tarde -. Rowan aumentó el paso junto a Sunny.
- ¿Qué hora es a fin de cuentas? Cuando yo la ví, estábamos llegando tarde por tres minutos. ¿Ahora? -.
Rowan se detuvo y arremangó la manga de su camisa. En su muñeca izquierda había un reloj que, al ver la hora, se quedó mirando la misma totalmente serio. Sunny se estaba desesperando debido a que no paraba de ojear su reloj, y tampoco se movía del lugar.
- ¿Y bien...? -. Preguntó de brazos cruzados el Suzuki menor.
- ... No sé, nunca he usado relojes sin números. No me gustan cuando tienen estos palos uno más grande que el otro -.
La paciencia de Sunny parecía que iba a estallar en algún momento con él. Si no se pudiera controlar cómo lo ha hecho estos dos años allí, ya lo habría empujado por las escaleras o algo parecido... sí, no creo que empujar a otra persona por las escaleras sea la forma de afrontar los problemas.
Pero hablaba en serio, Rowan lo sacaba de quicio a él, y a cualquier otra persona quiso suponer.
.
.
.
- ¿Se durmieron las bellas durmientes o qué? -. Preguntó con burla Abby.
Abby, en ese tiempo, se hizo bastante más cercana del dúo dinámico de Sunny y Rowan. Si bien Sunny tenía unos malos primeros recuerdos de cuando ella le intentó robar, no era nada que charlar un poco arreglase. Desde que se juntaban más y más, Sunny pudo entender la naturaleza de la chica que tuvo la mala suerte de ser hermana de Rowan.
No robaba por placer o porque quisiera, solo lo hacía para pagar una deuda..., nah, de hecho, si lo hacía porque quería. Solo que le costó admitirlo sin crear un trasfondo innecesario de la nada. No le gustaba admitir sus errores y lo escondía entre la mentira.
Sunny la miró con una cara agotada, sin querer dirigirle la palabra por un buen rato. Abby levantó la ceja, con cierta diversión y gracia. Era en esos meses en los que Rowan se ponía irremediablemente muy pesado y cancino para cualquiera.
- ¡Oh, no, es solo que un cierto tarado olvidó llamar el elevador! -. Exclamó con cierto sarcasmo, mientras miraba de reojo a Rowan.
- ¿Y yo qué hice? -. Se señaló, con una cara inocente, no queriendo aceptar la culpa.
- ¿Te atreves a acusar a mí hermano, Suzuki? -. Abby lo miró, con una falsa seriedad. Sunny, sin miedo alguna a la chica, asintio. Abby, con una sonrisa divertida, le respondió. - Pues déjame decirte que estás en todo tú derecho de golpearlo. Te lo permito -.
- Gracias, ya lo estaba deseando -.
- ¡Oye, yo soy el hermano mayor! -. Exclamó Rowan, poniendo la mano en la cabeza de su hermana.
- Lo sé, pero nos sacas de quicio. Además, soy más responsable y madura que tú -. Respondió, sacándole la lengua. - ¿O quieres que cuente la vez en la que confundiste a un hombre con una mujer y-? -.
- ¡Calla! ... Ganaste esta vez -. Resignado, se sentó al lado de Sunny, mientras este último lo vió extrañado.
- Hm. En el receso cuéntame eso -. Abby levantó la ceja, divertida. - Ya sé, te pagaré para que me lo digas -. La menor solo pudo sonreír con los ojos cerrados.
Aunque fuera una reunión de amigos "normales", la diversión siempre se acaba hasta cierto punto. El profesor, calvo por gran parte de su cabeza, y con una barba casi vikinga hizo su presencia. Sunny no odiaba a este profesor, le caía bien. Lo que sí odiaba del mismo era su materia...
- Bien, saquen sus libros de Física cuántica, en la página... -.
Sunny quería intercambiar con Omori para no querer escuchar esa clase, pero parecía que no estaba disponible...
Odiaba su bendita suerte.
...
Fue la clase más dura que tuvo en su vida. No solo sentía que el profesor era un maldito a posta la mayoría de las veces, ganándose parcialmente el odio de los alumnos del salón, si no que también daba exámen sorpresa cuando menos lo esperabas. Hoy, por suerte, no hubo ninguna, pero sí en otros días. Rowan y Abby aprobaban con las justas, ¿y él? Casi siendo un destacado. A veces, sentía que Mari tenía razón cuando decía que era un "genio". Nunca le creyó, pero viéndolo desde esta perspectiva más madura... no estuvo tan errada.
Ahora, el trío de alumnos se encontraba subiendo las escaleras para almorzar en el techo. Amaban ese maldito lugar. Sí, podían ocurrir casos de suicidio por lo bajo de las vallas de allí, pero no importaba si el mismo viento fuerte daba todos los malditos días de la semana. Mientras fuera uno agradable, iría allí arriba siempre.
- ¿Me dices que confundió a un hombre con una mujer y casi lo besa? -. Preguntó en voz alta, mientras subían las escaleras. Rowan solo lanzó un quejido al aire. Abby mantenía una velocidad lenta junto a Sunny, debido a que, este último, tenía aún un miedo latente por estas.
- Aw, sí, pensaba que había conseguido el verdadero amor... pero resultó siendo un hombre en un traje de Sailor Moon -. No odiaba el anime, pero de estaba volviendo un ambiente muy raro de gente con algunos... eh, gustos peculiares.
- ¡Ja, Ja, Ja, puedo escucharlos! -. Rowan bufó, molesto por lo que hablaban a sus espaldas.
- ¡Lo sabemos! -. Exclamó el dúo para molestia de Rowan.
Sunny subía lentamente las escaleras junto a Abby. Ninguno de los dos hermanos preguntaron el miedo irracional a estas, pero parecía que poco a poco se iba acostumbrando, pero no tan rápido. Lo hacía de manera lenta.
- Hey, Sunny -. Llamó la atención del azabache la chica delincuente.
Sunny la miró. Ciertamente tenía un aire a Aubrey, pero no sabía exactamente en qué, ya que eran parecidas en casi todo. - Te escucho, dispara -.
- ¿Por qué le temes a las escaleras? -.
La pregunta hizo que el cuerpo de Sunny temblase un poco, pero no fue nada grave. Rowan movió un poco las orejas y disminuyó la velocidad con la que subía las escaleras solo para escucharlos hablar.
- ¿Eh? -.
- Bueno, subes tan lento las escaleras que hasta una tortuga en silla de ruedas va más rápido que tú -. Agregó Abby.
Sunny parpadeó levemente y suspiró. No esperaba que tuviera que contarles la verdad de lo que hizo tan pronto. De todos modos se iban a enterar, ¿no?.
- Arriba se los digo -.
Acatando la órden, los tres llegaron al tejado, al lugar donde los dioses comían..., bueno, no, así lo habían nombrado Abby y Rowan en una mañana cualquiera. En serio, tenían un ego bastante grande para nombrar este lugar así.
Sunny se sentó en un lado, mientras Rowan tomó asiento en su lado derecho y Abby en el izquierdo, respectivamente. Sunny suspiró.
- ¿Por dónde empezar? -.
.
.
.
-
... Y, desde que les conté la verdad, me hicieron a un lado. Ninguno de ellos me llamó, incluso Basil. Pero desde ese día, odio las escaleras. Esa es toda la historia -.
Silencio. Abby y Rowan lo miraban con una cara... neutral. No estaban enojados, molestos, ni nada, solo neutrales. Rowan se encogió de hombros y se estiró los brazos.
- Bueno, eso da igual, al final estás con unos "verdaderos" amigos -. Rowan le sonrió, sospechosamente.
- Sí, aparte, ¿a quién le importa eso? A mí no, desde luego -. Dijo Abby, comiendo de su almuerzo sin preocuparse.
... Sunny se vió ciertamente confuso. ¿No lo iban a golpear mientras le decían asesino? ¿Tampoco lo iban a denunciar?
- ¿No me tienen miedo, odio? ¿Nada? -.
- ¿Por qué lo haría? Era tú hermana la que mataste. No la conozco de nada, parecía buena persona, pero que pena que se haya muerto. ¿Qué quieres que diga? -.
- ¿No decir que mí hermana está muerta así como si nada? -. Un ligero tick en su ojo apareció, mirando a su mejor amigo actualmente.
- Bueno, puedo cumplir ese deseo -. Rowan cerró sus labios, con cierta gracia. - En caso de que hubieras matado a, no sé, mí tonta y poco atractiva hermana, ahí la historia cambiaría -.
- Te odio mucho -. Respondió Abby, mientras tomaba la mano de Sunny y hacía que golpease a Rowan.
- ¡Auch! ... Yo también te odio -. Respondió Rowan, con gracia.
Sunny solo miraba hacia adelante, sin saber que pensar sobre estos dos amigos que tenía. Los dos eran buenos compañeros, de eso no tenía ninguna duda, pero habían veces en la que era muy... raros.
Sunny suspiró sin ganas, mientras los dos hermanos comían a su lado.
¿En qué se convirtió su vida...?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top