Capítulo 12: Nuevo futuro: Aro ( 3/5)
Las canastas para Kelsey eran algo simple de toda la vida. Posición, postura, y lanzarla bien. Esas eran los aprendizajes que le inculcó su profesor de educación física a la hora de practicar su deporte favorito: Básquetbol. También seguía otros deportes, pero ningún otro le apasionaba como el básquet lo hacía.
¿Su ídolo de ese entonces? Muchos dirían Shaq, pero a él le gustaba demasiado Chris Webber en su posición de "Pívot". Quería ser como él cuando participe en partidos profesionales de la NBA.
Ahora mismo, se encontraba practicando algo frustrado, ¿la razón? No podía embocar el balón en la canasta. No siempre fallaba, y eso le extrañaba más que nada. Fallar era humano, Henry se lo enseñó desde muy pequeño, pero él no quería admitir una falla así de fácil. Era terco y cara dura de naturaleza.
Le gustaba aplicar el ejemplo que Basil siempre decía de él, indicándole que era como un cactus en un desierto. Aún indefenso, y sin agua, puede sobrevivir en cualquier lugar.
- Hola Kel -. La voz de Basil lo sacó de su laguna de pensamientos. Se volteó para ver a su amigo saludándolo, ladeando la mano con exageración y una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Basil, ¿Cómo estás?! -. Le preguntó con cierta alegría al notar al chico de las flores. Basil acortó distancias y se acercó a Kel.
- Jaja, estoy bien, ¿cómo está yendo todo en casa? -. Mintió un poco con cómo estaba el rubio, pero ocultó la mentira con una ligera sonrisa.
- Oh, bueno, ya sabes, ha estado todo tranquilo. Henry salió de compras y volverá para cocinar algo -.
- ¿De nuevo? ¿Tus padres están ocupados todo el día o qué? -.
- Quizás. Es complicado encontrar una escuela que me pueda aceptar teniendo en cuenta como soy en general -. Suspiró derrotado, mientras se sentaba en una banca que estaba cerca de allí.
Desde que descubrió su pasión por el deporte, logró convencer a sus progenitores de dejar la escuela a medio camino para dedicarse, a tiempo completo, a la práctica para entrar en un club de la NBA algún día. Era su sueño, a fin de cuentas. Ya lo imaginaba, él jugando contra Shaq con cientos de personas mirando y sacando fotos. Sería un sueño hecho realidad.
... Pero Kelsey termina pensando más en lo que pasará en vez de enfocarse en su presente y su alrededor. No sólo era complicado encontrar un lugar donde aceptaran a Kel para jugar en la NBA, si no que, aparte a eso, la situación económica no les era muy favorable a la hora de querer inscribirlos. No había mucho dinero.
Tenían que pagar la universidad de Hero, la luz, el cable, ropa, comida..., habían muchas cosas simplemente para poner todas en un segundo plano y encargarse de Kelsey únicamente. Lo máximo que podían llegar a hacer era buscar una a un precio accesible y ahorrar demasiado dinero para la hora que puedan costear los gastos.
- ¿Siguen sin encontrar una? -. Kel negó con la cabeza. - Bueno, eso es mala suerte... ¿Y si trabajas aunque sea por medio tiempo para ayudar con los gastos y costos...? -. Preguntó, encogiéndose de hombros.
- Lo haría, pero me rechazaron en todos lados. Gino's no quiere, Othermart tampoco, la señora de los dulces menos... ¡No hay nada aquí para trabajar! -. Exclamó molesto. - Dicen que soy "incapaz" de realizar esos trabajos. No son complicados para mí, ¿a que no, Basil? -.
...
Basil lo miró con una cara neutral, analizando lo que acababa de decir Kel. Se levantó se alejó lentamente, mientras el gigante lo seguía con una idea de qué estaba tratando de decir aún sin palabras.
- Bien, ya entendí, eso es un no -. Respondió el joven basquetbolista. - Pero tampoco es para que me subestimen de esa manera -.
- Yo creo que... te tienen en mucha estima, Kel. Sin ofender -. Aunque sonase un poco mal y duro, era realmente acertado a la realidad de Kel.
Esa era toda su vida. Un chico no tan inteligente a veces, que era muy subestimado por sus capacidades mentales. No era tonto, eso estaba claro, tenía una inteligencia por el promedio y eso le bastaba. Tampoco quería ser un Albert Einstein por toda su vida, así que agradeció ser un ciudadano promedio.
Pero, en pocas palabras, la vida de Kel era un circo. Déjenme explicar la metáfora. Imagínense que tienen un talento oculto en el que son demasiado buenos, pero por cosas de la vida no termina de despegar en aquello en lo que es bueno y termina estando en un circo. Él es la atracción principal, y todos los demás son quienes lo subestiman. Todos cuestionan sus decisiones e ideas, para decir que las suyas son mejores y más simples.
Esa era la realidad de Kel. Una subestimación constante a su yo actual, sin importar lo que hizo anteriormente. Era cruel, pero estaba bien con ello.
- Hay veces que odio que me llamen tonto sin decírmelo, ¿sabes? -. Se cruzó de brazos, mientras lo seguía.
- No eres tonto, quizás... las otras personas no valoran tus capacidades. Se centran en el exterior y no en el interior... -. Basil miró su mano. Linda frase para alguien bueno por fuera, pero un monstruo por dentro.
- ... Sí, creo que tienes razón -. Confirmó los pensamientos de su algo.
El ambiente entre ambos no era pesado ni nada. Era uno normal, cuando estás con unos amigos. Kelsey miró a Basil, y notó lo mucho que había crecido, no solo en tamaño y en edad, si no que también mentalmente. Desde que había sacado a Sunny de su casa y lo salvaron de Aubrey y los Hooligans, siempre fue un niño miedosos...
Bueno, siempre fue un tanto miedoso ante el exterior. Era bastante reacio a salir luego de la muerte tan abrupta de Mari, y tenía sentido. Cómo había dicho Aubrey antes, cuando estaba toda la pandilla, "era su propia manera de llevar las cosas sobre aquél deceso desafortunado". Kel miró adelante, pensando más en profundidad.
Sunny siempre fue su mejor amigo desde pequeño. Cuando Hero y él se mudaron con su familia a Farawaytown, junto a Mari fueron sus primeros acercamientos con los vecinos. Lo recordaba como si fuese ayer...
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[ Flashback ]
[ Años atrás ]
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Kel salía de la casa recién comprada junto a Hero. Ambos estaban básicamente perdidos por todas las cosas que habían allí y no sabían por dónde empezar. Hero sí, ya que era el mayor y más determinado a la hora de hacer las cosas. Kel, en cambio, era más... hiperactivo en hacer las cosas en un instante y nada más.
- ¡Hero, Hero, vamos al parque! -. Exclamaba emocionado el joven moreno, mientras saltaba alegre.
- Ya sabes lo que dijo mamá, Kel, hay que conocer el vecindario y saludar a los vecinos. No es tiempo para juegos ahora. Ya jugaremos, pero no hoy -. Le explicó en un tono tranquilo, tratando de calmar a su hermano.
- Awww, tú eres muy aburrido Hero -. Infló sus mejillas, no queriendo hacer la idea que propuso su madre.
El hermano mayor se rió por unos segundos, antes de caminar a la casa que se encontraba a la derecha de la suya. Kelsey se apresuró detrás de él.
- ¡E-Espera! -. El niño de tez morena le siguió el paso, corriendo tras él. - Bien, haremos lo que mamá dijo, pero después vamos al parque -.
- Hecho -. Sin objeciones, siguió con su camino con una sonrisa. Era fácil convencer a Kel.
Al llegar a la casa, Kel miró el buzón. "Suzuki", el apellido de la familia estaba impregnado en letras en él. No le tomó importancia y miró a la casa. Era tan grande como la suya y bastante imponente en cuanto altura. No sabía por qué, pero algo parecía tener la casa que lo hacía tener una sensación... ¿alegre?.
Hero tocó la puerta, y Kel se colocó rápidamente detrás de él, como si fuera un maniquí.
- Recuerda, vamos a saludar y conocer a los vecinos. Luego nos vamos -. Le comentó el plan a su hermano, quien solo asintió con la cabeza con hiperactividad.
El picaporte se giró, dejando entreabierta la puerta. Unas manos pequeñas se asomaron en el costado de aquél rectángulo de madera refinada. Una pequeña cabeza tímida se asomó, con su cabello color ónix.
Kel vió por primera vez a Sunny, su vecino, quién le abrió la puerta aún con timidez. Irónico.
- H-Hola -. Saludó Sunny, mientras terminaba de abrir la puerta entera, dejando ver a un pequeño Sunny completo. En sus piernas había un gato azabache, que se frotaba contra las mismas, exigiendo una muestra egoísta de cariño. - ¿O-Ocurre algo? -.
- ¿Eh? Oh, bueno, solo vinimos a conocer a nuestros vecinos. Somos nuevos en el vecindario -. Hero habló primero, con una sonrisa reconfortante.
- ¿Son nuestros... vecinos? -. Ladeó, confuso por lo que dijo.
Kelsey se aprovechó de que la puerta se encontraba abierta y entró a la casa, ilusionado por el gran espacio que había allí. Se reía, incrédulo.
- ¡Wow, hay mucho espacio aquí! -.
- ¡Kel, no hagas eso! -. Regañó el hermano mayor, mientras entraba a la casa también. - M-Me disculpo por entrar y por la actitud de mí hermano -.
Sunny no dijo nada, solo asintió con cierta inseguridad.
- Sunny..., ¿qué ocurre? -. Una voz femenina hizo que la inseguridad de Sunny se esfumara, y se sintiera seguro.
Hero dirigió su mirada a la fuente de la voz, y quedó flechado al instante. La chica que bajaba de las escaleras sin preocupación a caerse, miró a los dos chicos sin entender nada de lo que ocurría en ese instante. Mari, la hermana mayor, se hizo presente.
- ¡Hola! -. Saludó Kel, con una sonrisa amplia.
- ... -. Mari miró a Kel con cierta gracia por cómo se presentó sin ningún miedo. Luego, su vista se dirigió a Henry. Solo le sonrió con cierta pizca de diversión y miró, finalmente, a su hermano menor. - Sunny..., ¿quiénes son ellos? -.
- ... -. Miró a su hermana levemente avergonzado por la situación y solo pudo atinar a decir algo en voz baja, pero perfectamente audible. - ... vecinos -.
Ahora Mari entendía. Se rió un poco por la situación, y les sonrió. Una que irradiaba felicidad.
- ¿Qué les parece si nos conocemos mejor yendo al parque? -.
Desde ese momento y ese día, fue en el que Kel conoció a Sunny y su hermana mayor, Mari.
Conoció a su mejor amigo de toda la vida...
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[ Actualidad ]
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Aún se preguntaba la razón del por qué Sunny había asesinado a Mari. No tenía sentido aún cuando le daba cientos de vueltas. Él la amaba, la asesinó a sangre fría y les hizo creer a todos que era un suicidio. ¿Era solamente un buen actor? ¿O lo desarrollo a medida que crecía? Por la razón que fuera, no cambiaba que Mari estuviera muerta. Los errores no se borran tan fácil, pensó Kel.
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Aún con todos los errores de Sunny y las cosas inhumanas que hizo, lo extrañaba. Extrañaba a su amigo muy en el fondo...
- Espera, ¿a dónde estamos yendo exactamente? -. Se preguntó, sin saber a dónde iban.
- Tengo que hacerle una visita a una delincuente cristiana. Ya para estar los tres, porque estoy totalmente aburrido -.
Los dos iban con una misión ahora en su mente. ¡Buscar a Aubrey!
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