Capítulo 35: Amistad rota y encuentros inesperados
OCTAVIA
He logrado mantenerme en silencio durante una semana y eso tratándose de mí, es mucho. Lo único que quiero hacer es poder contárselo a alguien sin temor de que Caden le haga daño, pero me temo que conoce a todos mis amigos.
Aun así eso no me detuvo de hacer una visita exprés a los chicos. Ahora me encuentro en el departamento que comparten Dash y Elijah.
Tampoco podré decirles nada, pero al menos mantendrán mi mente ocupada en otras cosas.
–Muy bien, ahora quiero que me digas qué es lo que te pasa y quiero la verdad –comenta Elijah sentándose a mi lado
– ¿Cuándo dijiste que volvía Dash? –pregunto en un intento de hacer que cambie de tema
Hace menos de una hora estuve con las chicas y Bash, quien está buscando el lugar perfecto para grabar el video, mientras que con las chicas ensayamos para una presentación que tenemos en menos de un mes.
Fui a casa a ducharme y luego vine para acá, pero para mí desgracia Elijah está demasiado preguntón y no tengo ánimo para responder ninguna de sus preguntas.
No me gusta mentirles a las chicas y sé que Tessa ya está empezando a sospechar, es difícil actuar como si nada cuando sé que si hago enojar a Caden, él puede lastimarlas.
–No lo sé, supongo que en una o dos horas. Hasta entonces estarás aquí conmigo –no tengo ni idea de que expresión pongo, porque luego agrega –antes te encantaba pasar tiempo a solas conmigo
Como si necesitara ese recuerdo.
Lo cierto es que Elijah siempre fue mi hermano favorito, no sé si porque fue a él a quien conocí primero o por esa atracción que siempre tuve por él, pero ahora se siente distinto.
– ¿Aun no conoces a otra chica a quien prefieras atormentar?
– ¿Tanto como a ti? No. Eres mi favorita
Casi sonrío, porque me trae viejos recuerdos.
–Hablo enserio. ¿No has conocido a nadie nuevo? Ambos sabemos que no te deben faltar pretendientes
Elijah sigue igual de guapo que siempre y me molesta no sentir nada cuando lo tengo tan cerca de mí. Incluso me siento fatal por no tener una buena excusa que darle a Jesse, a quien he tenido que mentirle diciendo que estaba enferma y que por eso no nos podíamos ver.
Lo peor es que cree que sí estoy resfriada.
–Nadie que llame verdaderamente mi atención –responde acercándose aún más hacia mí
Me llega el olor de su perfume que antes me encantaba, ahora es solo un aroma más entre tantos. Mientras más lo pienso más ganas tengo de darme un cabezazo contra la pared.
¿Por qué justo ahora debo pensar en Jesse?
–Creo que estás demasiado cerca –digo empujando su pecho con la mano, haciéndolo sonreír
–Antes no tenías ningún problema con eso, ¿o me equivoco?
–Ahora no puedo, tengo la cabeza en otra parte
Elijah me observa con atención y casi temo que se percate de lo de Caden, pero solo dice:
– ¿Acaso estás saliendo con alguien? ¿Es eso?
–No salgo con nadie, pero creí que nosotros éramos amigos. Sólo amigos –digo haciendo énfasis en la última palabra
–Wow, cuando quieres puedes ser muy cruel. Mi pobre corazón no aguantará este rechazo –dice llevándose una mano dramáticamente hacia el lugar y haciéndome reír
–Creí que ya estabas acostumbrado, no es la primera vez que lo hago
–Ahí sí te pasaste. Recuerdo que en varias ocasiones tú me buscaste a mí y de hecho a escondidas de Dash
Eso es cierto, pero fue en el pasado antes de conocer a... Jesse.
Entonces sin venir mucho a cuento, hago una de las estupideces más grandes que pude haber hecho.
Beso a Elijah. Y no es un beso corto e inocente que pueda decir que fue un accidente. Es un beso largo y húmedo en el que incluso participan nuestras lenguas. Y a pesar de que no fue malo, no sentí lo mismo que cuando beso a Jesse.
Que decepción.
Elijah me mira sorprendido y no sé muy bien cómo explicarle por qué lo besé. No pienso hablar con Jesse de él, ambos no lograron congeniar mucho.
Elijah sigue observándome cuando por fin llega Dash alegre al departamento, hablando maravillas de su nueva novia. Diciendo una vez más que es el verdadero amor de su vida.
(...)
Comemos comida china, que es una de las favoritas de Dasher y yo sigo sin poder mirar a la cara a Elijah luego de besarlo.
No sé cómo explicarle que solo lo besé para saber si me gusta o no Jesse. Y que llegué a la conclusión de que prefiero mil veces que quien me bese sea Jesse y no él.
–Muy bien, algo pasó entre ustedes. Hablen ahora, ¿acaso se acostaron mientras estuvieron solos o qué? –pregunta sin ningún tipo de discreción Dasher mirándonos de a uno
–Para nada –respondo yo porque Elijah se mantiene en silencio
–Para serles completamente sincero siempre pensé que o bien ustedes se casaban y serían felices o alguno terminaría con el corazón roto y no sé qué pensar al ver a Elijah así
–No tiene el corazón roto, ni siquiera le gusto –respondo sonando a la defensiva
Esta vez Elijah sí que me mira y a pesar de que nos conocemos hace años, no sé cómo interpretar su mirada
–Claro, porque tú debes de conocer mis sentimientos mucho mejor que yo. Lo mejor sería que le explicaras a Dasher el por qué acabas de besarme para luego mirarme como si hubiera sido lo peor que te ha pasado
Su declaración me deja sin palabras, porque no creí que se las diría a su hermano y ahora me siento peor porque está claro que sí que lo lastimé.
Elijah se levanta y se va a su habitación.
– ¿Enserio nunca te diste cuenta de que le gustabas? Prácticamente babea cada vez que te ve
–Ya me siento mal, ¿sí? Iré a hablar con él antes de que se haga ideas erróneas
–Muy bien, yo por mientras comeré aquí solo. Ni se preocupen por mí
Ni siquiera volteo a verlo, porque sé que lo hace con la intención de molestarnos. Y ahora me preparo para la conversación que he postergado durante meses con Elijah, porque algo me decía que le gustaba, pero era más fácil creer que solo me veía como a una amiga.
(...)
Lo veo sentado en un rincón de su cama y antes de que pueda decir algo, él habla:
–No tienes que preocuparte por mí, estoy bien. Siempre he sabido que no te sientes de la misma manera. Sólo quiero saber algo –dice a la vez que se da vuelta para mirarme -¿Por qué me besaste ahí dentro?
Esa es una muy buena pregunta.
–Yo... quería saber si sentía algo al hacerlo. No es un secreto que siempre me pareciste atractivo y supongo que de alguna forma... me gustabas y hoy...
–No sentiste nada –responde por mí y hace una expresión que me hace sentir la peor persona del planeta
–No es tu culpa, lamento si te herí. No fue mi intención, de verdad...
– ¿Y qué creíste que iba a pasar si me besabas?
–No lo sé, tal vez que sentiría algo y entonces...
– ¿Entonces qué? Lo mínimo que merezco es la verdad
–Y entonces sabría que no me gusta Jesse y...
Mi respuesta no hace más que molestarlo y con razón, creo que a mí tampoco me gustaría que me usen para saber si le gusta otra persona.
– ¿Todo esto para saber si te gusta ese chico? Espero que haya valido la pena y al menos lo descubrieras –responde sin humor
Y aunque tal vez no quiera mi cercanía justo ahora, me acerco a él para poder conversar y pedirle disculpas.
–Lo siento mucho. De verdad no fue mi intención lastimarte y quiero que sepas que sí disfrute del beso y...
–Vaya, que gran consuelo saber eso.
Me frustro aún más porque no encuentro las palabras correctas y termino explotando un poco.
– ¿Tienes a tantas mujeres atrás de ti y prefieres fijarte en mí? Yo no tengo nada que me haga tan especial, créeme.
– ¿Enserio crees que yo escogí sentirme así? Si fuera por mí hace tiempo habrías dejado de gustarme, pero no he podido hacerlo. Supongo que creí que en algún momento te darías cuenta de que podríamos funcionar... Al menos eso decía Dash...
¿Cómo se supone que pueda arreglar este lío con Elijah? Mi intención jamás fue lastimarlo y eso es lo que terminé haciendo.
–Nosotros... nosotros jamás habríamos funcionado. Somos muy parecidos. Si pudiera hacer algo para hacerte sentir mejor, lo haría. De verdad... te quiero
Entonces nuevamente vuelvo a sentir su boca sobre la mía. Me está besando.
Y yo debería apartarme de él y decirle que esto no es una buena idea y que solo conseguirá lastimarse más, pero en lugar de hacer eso, le correspondo el beso. Siento que acaricia mi rostro con su pulgar a la vez que profundiza aún más el beso.
Luego de unos segundos, nos alejamos y lo único que dice es:
–Por favor, vete de aquí Octavia. No puedo verte ahora.
(...)
Cuando le explico un poco de lo ocurrido a Dasher, él me dice que no me preocupe que él se encargara de hacer entrar en razón a su hermano y que yo me vaya tranquila.
Me voy con la sensación de ser la peor amiga del mundo, pero al menos logro llegar a casa sin ningún incidente.
Mis padres salieron a comprar y la verdad es que me pone nerviosa pensar que en cualquier momento les podrá pasar algo o que tal vez me llamen de la ambulancia por culpa de Caden. Si me han notado rara, no me lo han hecho saber y de mis golpes, estos casi se han ido. Aunque también es gracias al maquillaje.
Paso por afuera de la habitación de Gabe y me tranquilizo al oírlo hablar por teléfono con alguien. En otra ocasión quizás habría escuchado tras la puerta, pero ya no tengo energía para eso, solo me basta con saber que está bien.
Llego a mi habitación y hablo un poco con las chicas sobre nuestra vestimenta para la presentación más cercana que tenemos.
Luego, abro la aplicación por la que hablo con James y me desahogo un poco con él, no le cuento todo lo ocurrido con Elijah, pero si una parte.
Su consejo es que le dé un poco de tiempo a Elijah y que luego podremos conversar.
Veo el chat que tengo con Jesse y su último mensaje es preguntándome cómo me siento del resfriado, le respondo que estoy mucho mejor y él me dice que se irá en dos días más.
Yo no le respondo nada de inmediato, porque no puedo decirle que nos juntemos. Y por lo visto Jesse se aburre de esperar mi respuesta y ya no recibo nada más de él.
Paso una de las tardes más aburridas, porque no se me ocurre mucho más que hacer si estoy sola.
Veo algunas revistas y pienso de qué color podría teñirme el cabello, ya me estoy aburriendo de llevarlo de este color más claro. Tal vez un nuevo look me vendría bien.
Cuando llegan mis padres de hacer las compras, al menos me entretengo ayudándolos a cocinar y me lo paso bien escuchando como mi padre se pone a contar el cómo mamá casi se pone a discutir con una señora en la fila del supermercado.
Para cuando vuelvo a ver mi celular, veo que hay un mensaje de Dasher. Me está invitando a salir más tarde. Dice que intentara hacer que Elijah también vaya, pero que es muy poco probable que acepte.
Como no veo que Caden muestre señales de vida, me arriesgo a pasarlo bien un rato y acepto su invitación.
(...)
–Estoy muy segura de que la invitación de Elijah no te incluía a ti –le digo a Gabe quien está sentado de copiloto a mi lado
Mamá me prestó su auto y por ahora no veo nada peligroso.
–No seas tan amargada, ¿sí? Además yo iré a encontrarme con alguien. No notarás que estoy ahí –responde tranquilo
Dash me dijo que podríamos salir a divertirnos un rato a un club nocturno de un conocido, así que no tendríamos que pagar por la entrada.
Voy durante todo el camino escuchando a Gabe cantar casi todas las canciones que suenan en la radio y de pronto noto lo feliz que se ve. Me pregunto si será tratara de mi amiga o si pasó página y le gusta otra chica. Por supuesto que debo averiguar eso.
Llegamos al estacionamiento y apenas nos dejan entrar Gabe se despide de mí y dice que mi enviara un mensaje cuando se vaya de aquí.
–Creo que jamás había visto a tu hermano tan feliz –comenta Dasher a mi lado
–Dijo que se vería con alguien, pero no me dijo con quién... ¿Está muy mal Elijah?
–No, créeme. Lo he visto en circunstancias peores. Se le pasará. Ven, vamos. Quiero que conozcas a los chicos
Sigo a Dasher entre las demás personas y llegamos a una mesa casi ubicada en una esquina del local. Hay varios chicos y chicas rodeándola.
Dasher me presenta y en menos de cinco minutos, ya debo procesar el nombre de mínimo diez personas. Algunos de ellos pertenecen al medio y otros no los logro reconocer.
Aunque entre tantas personas, hay un rostro que sí se me hace muy conocido. Es una de las hermanas de Madison, pero no sé cuál de las dos es. También me pudieron haber afectado los dos vasos que me he bebido.
La chica Dankworth me mira y me hace un gesto en señal de reconocimiento, está sentada en el regazo de un chico que no tengo idea de quién es.
– ¡Octavia! Un gusto verte por aquí, ¿no vinieron las demás chicas contigo? –dice ella acercándose a mi
Y yo que sigo sin saber si es Elena o Bella, sólo respondo:
– ¡Hola... tú! No, no están por aquí. O eso creo. Veo que estás bien acompañada –digo señalando al chico que nos está mirando
–Soy Elena, noté que me confundiste con mis hermanas –responde divertida –Y sí, se podría decir que estoy bien acompañada. Es mi... prometido –dice señalando su anillo de compromiso
– ¿Prometido? ¿Te vas a casar?
– ¡Sí! Lo sé, es raro. Yo amaba mi vida de soltera, pero al parecer la vida tenía otros planes para mí. ¡James! Ven a saludar y trae a tu amiguito también
Dasher pone atención al igual que yo, a los dos chicos que contrastan totalmente con la sonrisa de Elena.
Ni siquiera sé cuál es su prometido. Ambos están completamente vestidos de negro y traen una cara que ni en el funeral más triste había visto. Intento no juzgarlos tan rápido, tal vez han tenido un mal día.
–Un placer, soy James –se acerca el primer chico en levantarse saludándonos a mí y a Dasher –Y este de aquí es... ¡Aa...Ay! –pero no alcanza a terminar de hablar, porque el otro chico lo golpea en el brazo y luego me mira a mí
–Soy Arthur, un placer. James, creo que estornudaste muy fuerte, ¿otra vez esas molestas alergias?
–Claro, fueron las alergias... –dice mirando a su amigo con molestia –En fin... discúlpenme. Iré al baño –se despide de nosotros
Elena observa cómo se va su prometido y luego vuelve su vista hacia el supuesto Arthur. Que ahora sabemos, no se llama así.
Ella retoma rápidamente la conversación y su acompañante interviene de vez en cuando. Le pregunto un poco por Madie, porque será una de nuestras bailarinas en nuestra presentación y así se me pasa un poco el tiempo hasta que me retiro para ir al baño.
Hay muchas personas bailando, bebiendo y disfrutando. No tengo idea de la hora que es, pero francamente he bebido tanto que incluso me han contagiado esa felicidad.
Nada puede arruinar mi ánimo hasta que veo una escena que me deja algo confusa. Intento decirme a mí misma que es una alucinación, porque entre tanta gente es imposible que justo lo viera a él.
Eso solo ocurre en las películas con el propósito de hacerte enojar con algún personaje, así que me acerco un poco más a ellos.
Y entonces compruebo que sí se trata de Jesse.
Se encuentra bailando con otra chica, la hace girar y al finalizar ella lo besa.
Tendría que irme antes de que me vea, porque recuerdo que yo le dije que estaba resfriada, pero antes de pensar en eso, se me escapa una sola palabra.
Aunque suena más como a una pregunta, como si aún no comprendiera del todo cómo es que es él:
– ¿Jesse?
Él parece escucharme de algún modo y en cuanto nuestras miradas se cruzan, no sé quién de los dos se ve más sorprendido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top