Capítulo 34: El comienzo de la pesadilla
OCTAVIA
–Entonces, ¿crees que puedas venir más tarde? –me pregunta Jesse
–Puede ser, veré que tan llena tengo mi agenda y te confirmo en la tarde. Soy una persona muy ocupada, tienes suerte que justo haya podido venir ayer –Sé que no me cree, porque me observa con una sonrisa, aun así me sigue la corriente
–Bien, entonces esperaré tu mensaje... Supongo que nos estamos viendo
El problema es que no me apetece mucho irme de ahí, lo he pasado muy bien y si fuera por mí me quedaría un poco más. Aunque me digo que lo podré ver por la tarde y empiezo a dirigirme hasta la puerta.
–Sí, nos vemos...
Y antes de que pueda abrir la puerta, lo escucho llamarme. Me doy la vuelta y solo unos segundos son necesarios para que vaya hasta él y lo bese. Quiero mi beso de despedida y al parecer Jesse también, nos besamos unos segundos hasta que me alejo un poco de él para poder mirarlo
Todo esto ya debería asustarme, pero no puedo tener suficiente de él y esta vez no es la excepción.
–Dime que vendrás...
–Haré lo posible por venir. Y ahora ya debería irme
No quiero, pero debo hacerlo.
Ya tengo puesto mi abrigo con el que llegué anoche y ahora iré a casa. Debo pensar muy bien en lo que se supone que estoy haciendo. Porque no tengo ni idea de si esto significa algo.
Con un poco de frustración me despido de él una vez más y salgo de su habitación.
Esta vez él no me detiene y yo no volteo a verlo.
Con algo de suerte, podré volver por la tarde.
(...)
Una vez que ya estoy en la calle, no dejo de pensar en él y la noche que pasamos. Me gustó, sería una gran mentirosa si no lo reconociera, pero...
¿Eso nos convierte en algo?
Voy tan ensimismada pensando en lo que acaba de ocurrir estas últimas horas que no he sido capaz de darme cuenta de que habían personas siguiéndome.
Ya es muy tarde cuando me doy cuenta de que estoy en un callejón sin salida y ni siquiera alcanzo a gritar para pedir ayuda cuando siento como alguien intenta sedarme y caigo inconsciente.
(...)
–Despierta Octavia, no tengo todo el día para esto
Me molesta bastante la cabeza, pero al escuchar esa voz intento abrir los ojos lo más rápido que puedo. Sé que donde quiera que esté, no estoy segura. Debo salir de aquí.
Lo primero que veo es a Caden, me encuentro en un auto con él en dirección a Dios sabe dónde.
Volteo a ver la puerta e intento abrirla, pero no puedo.
–Ni pienses en abrir esa puerta, tiene puesto el seguro –dice él sonando aburrido
– ¿Qué pasó? ¿Por qué me tienes secuestrada? –como acabo de despertar no sueno tan molesta como quiero.
Me molesta hasta hablar, me tranquilizo solo un poco cuando veo que Caden detiene el auto.
Estamos en una carretera fuera de la ciudad, en donde para mi desgracia somos el único vehículo a la vista.
–En primer lugar, no estás secuestrada. Sólo estamos dando un paseo...
– ¡Me tienes aquí en contra de mi voluntad! Eso cuenta como secuestro. ¡Dime que quieres antes de que consiga matarte aquí mismo!
No olvido lo de Gabe y quizás sea mi única oportunidad de poder hacer algo. No puedo creer que enserio me esté planteando hacerle daño a alguien.
–Quiero hablar contigo. Eso es todo –responde sonando molesto
–Muy bien, habla... –así me dará tiempo para pensar cómo salir de aquí
–Sea lo que sea que estés tramando, no lo harás. Yo tengo ahora todo el poder que necesito para que me obedezcas. ¿O acaso tu hermano no te envío mi mensaje? La próxima vez, podría enviar a más de un hombre a golpearlo, ¿eso es lo que quieres?
Una parte de mí lo sabía, pero que ahora me lo esté restregando en la cara como si nada...
– ¡Sabía que eras tú! –Y antes de que siquiera pueda pensar en si es una buena idea, le doy una fuerte bofetada – ¡No vas a volverte a acercar a Gabe! ¡Déjalo en paz!
Caden me sonríe, como si hubiera estado esperando esa reacción de mi parte y creo que será mejor quedarme quieta. Sólo por ahora.
–Me aburrí de ser paciente contigo, está claro que no aprendes. Lo que hice con tu hermano es algo que puede repetirse con tus padres, tus amigas e incluso con ese chico con quien pasaste la noche... Así que ahora me vas a escuchar y te quedarás en silencio, ¿sí?
No me gusta hacia donde se dirige esta conversación y mucho menos que sepa con quien pasé la noche. ¿No tiene nada mejor que hacer que vigilarme?
–No vas a meterte con las chicas, mucho menos con mis padres. ¡¿Estás loco?!
–Querida Octavia, los accidentes son cosas que pasan... –dice divertido –Y cualquiera de ellos puede ser víctima de uno. Lamento que no puedas protegerlos... ¡Oh! Espera, sí que puedes. Sólo debes callarte y hacerme caso
Intento tomar mi celular del bolsillo, para poder llamar a alguien. Sólo necesito encontrarlo.
– ¿Acaso buscabas esto? –Pregunta mostrándomelo –No creías que te lo iba a dejar, ¿o sí? No soy ningún imbécil
– ¿Qué es lo que quieres?
–Quiero que te enamores de mí...
La risa se escapa de mí como si hubiera escuchado el mejor de los chistes, porque lo es. Sueña si cree que podría fijarme en alguien tan desequilibrado como él.
–Eso no pasará, estas mal de la cabeza y sigues casado con Blair...
–Ríete ahora, veremos quien se divierte al final cuando decida quien de tu familia o amigos va a ser mi siguiente víctima. Tessa me parece perfecta...
– ¡Juro que si le haces algo a ella te mato! No te quiero cerca de nosotras –es la primera vez que me planteo de verdad lastimar a alguien, pero que Caden esté aquí tan tranquilo hablando de eso me pone los nervios de punta.
Sé que habla de verdad, ya Gabe ha tenido dos accidentes provocados por él.
–Puedo darte todos mis ahorros, de verdad que sí y no...
–No hay nada material que puedas darme que no tenga ya. Te quiero a ti, es tan fácil como eso. Tal vez empezamos por mal pie, pero si me das una oportunidad te puedes enamorar de mí. No soy tan malo como crees
–Eso.... nunca va a suceder. ¡¿Ves lo que me has hecho?! Ni siquiera sé lo que vio Blair en ti
–Blair me lo puso todo muy fácil, la pobre solo quería a alguien que le endulzara el oído. Casi siento pena por...
Y vuelvo a darle otra bofetada. No me importan las consecuencias, no soporto que hable así de ella, pero esta vez él me devuelve el golpe y me obligo a mantener silencio.
No le voy a dar el gusto de saber que me dolió, no quiero ni saber cómo me quedó el rostro. Sólo sé que me arde la cara.
–Cómo te iba diciendo, quiero salir contigo. Ya sabes lo que soy capaz de hacer y que no son amenazas vacías. Hay muchas personas dispuestas a hacer lo que sea a cambio de dinero. Puedo provocar que Gabe sufra otro accidente que esta vez sí tenga secuelas, o tal vez Tessa o incluso el imbécil ese de Jesse. No me gusta ese tipo, te quiero lejos de él... Si los vuelvo a ver juntos...
– ¡Tu no me dices con quien puedo hablar y con quien no! ¡No eres mi maldito padre!
–Muy bien, pero si luego te enteras que tuvo un accidente o que lo asaltan...
– ¡Déjalo fuera de esto! –me enferma pensar que a Jesse pueda ocurrirle algo parecido a lo que le pasó a Gabe.
–No me gusta que lo defiendas tanto y mucho menos que me grites. Que yo sepa tú nunca has tenido novio desde Jason... Te he estado investigando y jamás has salido con alguien... te gusta ese imbécil, ¿es eso? Vamos puedes estar con alguien mejor
–Eso no es de tu incumbencia y no hables de Jason. ¡Déjame en paz!
–Puede que no estés enamorada de Jesse, pero te importa lo suficiente para que te preocupes por su bienestar. Aunque no solo lo tengo a él vigilado, también a sus amigos y su familia. Sé que uno de ellos tiene hijos, ¿no?
No puedo creer lo que estoy escuchando, está más loco de lo que creía y yo debo salir de aquí.
– ¡Ayuda! ¡Ayuda! –grito mientras golpeo el vidrio del auto, pero no hay nadie que pueda ayudarme. Ni siquiera pude romper el vidrio.
–No conseguirás nada Octavia, estamos solos. No creerás que elegí este lugar sin ningún motivo, ¿o sí? Quiero que tengamos una cita
– ¡Yo jamás saldré contigo! ¡Déjame de una maldita vez!
– ¿Sabes? Cualquiera en mi lugar, ya te habría mandado a callar, pero a mí me gustas así. Pero te advierto que incluso yo tengo un límite. Mantente callada y limítate a obedecer
Me cuesta darme cuenta de mi situación. En la mañana estaba junto a Jesse tan tranquila y feliz y ahora estoy aquí encerrada en un auto con un lunático.
¿Por qué me pasan estas cosas a mí?
–Haré cualquier cosa con tal de que dejes a mi familia y amigas fuera de esto –respondo una vez que me doy cuenta de que no tengo otra salida. Al menos por el momento.
–Sé que si empezamos de cero, te puedo gustar. Ya te dije que no soy tan malo como piensas
Casi, casi me río en su cara, pero actuando así no voy a llegar a ningún lugar.
–Seguro que sí –respondo mirando hacia la ventana
–Me esforzaré en ser alguien que merezcas, lo digo de verdad –dice acariciándome la cara. Con la misma mano con la que me golpeó
–Blair... Aun estás casado con Blair, debes dejarla. ¿Cómo quieres salir conmigo si estás casado con ella? –pregunto siguiendo su retorcido juego
–Eres lista, ahí tienes un punto. Pero lamento decirte que no puedo dejarla. Gracias a ella me entero de todo lo que hacen, no me gusta, pero me sirve seguir con ella. Nosotros tendremos que juntarnos de noche, no pienso dejar que la gente invente rumores sobre mí y mi querida esposa.
Detesto la manera en la que se expresa de Blair y quisiera poder hacer algo más, pero sigo usando el abrigo y el vestido de ayer y ni siquiera tengo mi celular. No hay mucho que pueda hacer ahora.
–Entonces qué, ¿seré algo así como tu amante? Lo siento, pero no puedo aceptar eso...
–Déjate de tonterías de una vez. Harás lo que yo te diga cuando yo te lo ordene, de lo contrario cualquier persona a la que quieras... ya sabes. Los accidentes ocurren. Aunque tú puedes mantenerlos a salvo. Claro, sólo si me obedeces a mí. ¿Has entendido?
–Enfermo de mierda –digo en voz baja
– ¿Disculpa? Creo que no te oí bien
– ¡Eres un enfermo de mierda! –y esta vez no le doy una bofetada, sino que me muevo de mi asiento e intento ahorcarlo con mis manos.
Estoy casi encima de él, ahorcándolo. Aunque luego él empieza a jalar fuerte de mi cabello y en un momento casi lo tengo encima de mí.
– ¡Te dije que no me volvieras a gritar! ¡¿Te gusta esto?! –pregunta a la vez que me aprieta la garganta a mí, al igual que intente hacerlo yo
Jamás me había sentido tan cerca de la muerte como en este momento, no puedo respirar nada y por mi mente pasan las cosas que jamás lograré hacer si muero justo ahora.
Finalmente me suelta y se sienta en su asiento.
–Si me hicieras caso... esto no habría pasado. No juegues así conmigo. ¡Dios! No pretendía hacerte daño. ¡Todo esto es tú culpa! –dice mirándome
Yo aún estoy intentando conseguir respirar con normalidad, mientras él parece a punto de un colapso de nervios.
Se mantiene un rato en silencio y luego sin decirme nada, empieza a manejar otra vez.
Volvemos a la ciudad en silencio y me aterra que sepa el lugar exacto de donde vivo. Aunque me deja unas cuadras más atrás de mi casa.
–Si le dices a alguien de esto... –dice señalando todo su auto –Verás que no solo tu hermanito va a sufrir las consecuencias. No quiero que tus amigas me miren con sospecha ni que el inútil de Sebastian me haga tantas preguntas como si estuviera en un interrogatorio. Tampoco quiero cerca al entrometido de Dave. Si sospecho que alguno de ellos lo sabe, atente a las consecuencias, porque no me voy a quedar de brazos cruzados. Y ya sabes mantente alejada de Jesse. No quiero verlos más juntos...
–Bien
– ¿Qué dirás ahora cuando te vean llegar así de desastrosa? –me pregunta mientras pasa una de sus manos por mi cara
–Que bebí demasiado y me caí por las escaleras
–Al parecer tienes algo por las escaleras, ¿no? Tienes suerte de que no te haya hecho nada por ponerte a buscar entre mis cosas. No quiero que eso vuelva a repetirse, tengo cámaras en todas partes. Sabré si vuelves a hacerlo
Me duele la cabeza, el rostro y tengo ganas de vomitar. Jamás creí que Caden pudiera llegar a este extremo, pero no soportaría que alguien sufra por mi culpa.
Con Gabe fue suficiente.
–No lo volveré a hacer. Ahora...
–Ahora, me darás mi beso de despedida
–Es una broma, ¿verdad? Dijiste que querías tener una cita conmigo, no beso antes de la primera cita –no se me ocurre otra excusa para alejarme de él. No lo quiero cerca de mí, tuve suficiente por hoy.
Él parece pensarlo un momento y al menos me deja ir. Aunque me recuerda que dentro de unos días tendremos nuestra cita y que me enviara un mensaje con las indicaciones.
Yo bajo del auto lo más tapada que puedo y camino hasta llegar a la puerta de mi casa.
Al menos no veo a mis padres ni a Gabe, seguramente salieron. Así que puedo entrar en completo silencio sin tener que darle explicaciones a nadie sobre lo que me acaba de ocurrir.
Me encierro en mi habitación sin siquiera mirarme al espejo y recién en ese momento me permito llorar un poco.
(...)
Lo que queda de tarde, la paso acostada en mi cama. Les digo a mis padres que lo pasé bien en casa de Tessa, pero que tengo un poco de resaca y a las chicas les digo que estoy un poco resfriada.
Es una suerte de que Bash haya tenido compromisos familiares con Barbara por lo que hoy no fue necesario vernos.
Mañana veré que mentira les digo, pero por ahora no tengo ganas de hablar con nadie. Quiero estar sola.
Ni siquiera he visto los mensajes que me han llegado de Jesse. Seguramente para saber si podremos vernos o no y me molesta pensar que por culpa de Caden tendré que decirle que no.
Ayer lo pasé muy bien con él. Me gustó su compañía, la cena que tenía preparada y todo lo que ocurrió después, incluso cuando tuve que ponerme su polera de Michael Jackson, pero luego de lo de Caden, no creo que pueda seguir viéndolo.
Y eso me molesta, jamás he dejado que nadie tome las decisiones por mí, pero si ahora admitió que él estuvo detrás de los accidentes de Gabe, a Jesse podría pasarle lo mismo y no quiero eso.
No pude hacer mucho por Jason cuando supe que estaba enfermo y sé que las situaciones son diferentes, pero si está en mí poder cuidarlos de Caden, eso haré.
Aunque eso implique renunciar a lo que sea que haya podido ocurrir entre Jesse y yo.
Creo que me gustas. Aun puedo escuchar a Jesse diciéndome esas palabras y me pregunto si me lo dijo de verdad o fue producto del momento tan intenso en el que nos encontrábamos, pero no puedo quitarme esa frase de la cabeza ni a él.
Yo también pude responderle algo, pero me pilló tan de sorpresa que no supe cómo actuar. Hace tiempo nadie me decía esas palabras, aunque yo tampoco me había involucrado más de una o dos veces con el mismo chico para evitar precisamente estas cosas.
Finalmente igual acabaron pasando y de la peor manera, porque ni siquiera puedo explicarle el por qué le tendré que dejar de hablar.
Jesse no se merece que le haga esto, aunque prefiero esta opción a verlo herido o en urgencias gracias a Caden.
Esta mañana cuando me despedí de Jesse estaba tan tranquila y feliz. Tan ajena a que Caden me estaba siguiendo... Y ahora no sé de qué manera actuar y como hacerle frente.
Me siento tan frustrada y molesta conmigo misma.
Si tan solo hubiera sido más precavida... Tal vez me hubiera dado cuenta que alguien me seguía y habría podido hacer algo, pero no... Iba pensando como una idiota en Jesse.
Decido que quiero descansar y me tapo bien con las mantas. Dejo mi celular en silencio y trato de olvidar todos los problemas que me esperan por un rato.
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