Parte 4

No descanso cuando regreso a la fortaleza después del desalojo de las personas, mucho menos durmió, puede que crear un plan sea fácil, pero hacerlo totalmente solo es otra cosa muy diferente. 

El primer plan sonaba sencillo, entrar al almacén personal del Dr. Blakk en la fortaleza donde tiene su oro justo al lado del almacén de babosas, pero para su mala suerte solo dos personas saben el código para abrir las puertas, el mismo Blakk y Maurice, aparte de los inconvenientes de seguridad como las cámaras, censores y alarmas.

Pero el es alguien que busca varias vías, por lo que esta el segundo plan, ir directo al banco en la caverna Rustica, usar un permiso con la firma de Blakk y sacar la mayor cantidad de dinero. 

Es el plan mas sencillo y seguro, había conservado uno de los trajes de guardia por si acaso, y tenia un permiso en papel, ya le es fácil falsificar la firma de Blakk; pensó que tal vez debería tomar un acceso de seguridad de uno de los guardias para ser mas efectivo, pero eso seria meter en problemas a dicho guardia, por lo que descarto esa idea.

Ahora se aseguraba de no levantar sospechas al salir del complejo departamental, con el traje de guardia ocultando por completo su identidad y una bolsa de viajes en la espalda, aunque ya estaba amaneciendo solo algunos guardias se colocan el traje antes de llegar a la fortaleza; como no había mucha gente a su alrededor le fue fácil salir del complejo, tomar su meca y marcharse directo al banco.

Al llegar y para su fortuna no había nadie en la fila, por lo que fue directo a caja en la sección privada donde solo un contador con cara de aburrimiento lo miro brevemente. Sin dar explicaciones entrego el permiso con la firma falsa, el cajero ni se molesto en observar mejor el permiso.

— Bodega numero 3. 

Una de las puertas de acero reforzado que tenia el cajero atrás en el fondo se abrió lentamente, justo la que tenia el numero 3 en un cartel blanco con el numero en negro.

— Puedes pasar. —indiferente, tocando el botón que daba paso a la siguiente sección, la reja que daba paso a las bodegas se abrió al instante.

¿Para que me moleste en que la firma falsa fuera perfecta?.

Rodó los ojos fastidiado, cuando el Dr. Blakk se entere... Si es que se da cuenta que le falto dinero, demolerá este banco. 

Entro a la bodega donde el oro se encontraba organizado, las partes mas pequeñas en monedas de oro estaban en bolsas un poco mas grandes que su puño, las bolsas mas grandes estaban a un lado, con solo verlas le empezó a doler la espalda, y una caja fuerte pegada a la pared con una exagerada fortaleza de hierro donde seguro estaban guardadas los lingotes de oro.

Sacudió su cabeza, evitando ver tanto resplandor dorado con recelo, es el sueño de cualquiera después de todo. Rápido abrió la bolsa de viajes y comenzó a llenarla con las bolsas pequeñas de oro, en un descuido abrió una haciendo que las monedas salieran rodando a todos lados, se maldijo a si mismo, pero siguió llenando la bolsa hasta que ya sintió que era demasiado peso para el. Cerro la bolsa y también recogió las monedas de oro tiradas, rápidamente salió de la bodega y después del banco, se monto en su meca y acelerando, hasta que salió de la caverna y solo lo rodeaba bosque.

— ¡Uf!. —dejo salir el aire como soplador de hojas, estaba nervioso, pero admite que se sintió bien, Locke se coloco en su hombro gruñendo a lo bajo:— Bien, no se cuanto oro tengo en esta bolsa, pero creo que seria suficiente, ¿no?. —la malvada chillo, el se limito a sonreír:— Bueno... Ahora nos queda buscar a las personas.

Entre los guardias se puede aprender una que otras cosas, por lo que gracias a ellos supo que las personas que fueron desalojadas estaban reunidas en una casa a las afueras de la caverna Campo Callado.




¿Cómo podría ayudar a la gente?, aun no lo sabe, pero debía hacer algo. 

Desde temprano se encontraba en una casa abandonada, ayudando a la gente a reconstruirla para convertirla en su actual refugio. 

Desde ayer estas pobres personas no tienen hogar, no pudo evitar que Blakk desalojara a estas personas. A hecho de todo para ayudar, dar oro, conseguir comida y ropa, tratar de conseguir mas materiales y herramientas para la reconstruccion, pero no es suficiente para ellos. No le queda de otra que dar su mano para cualquier cosa.

— Muchas gracias por tu ayuda Eli, lamento que seamos una perdida de tiempo. —Eli desvió la mirada del montón de madera recolectada hacia el líder del grupo, el hombre con mano firme la coloco sobre su hombro.

— No diga eso señor... Yo lamento no estar para evitar lo de sus hogares. 

— No te culpes por algo que no podías evitar. —mirando el monto de madera, el hombre se mostró inseguro:— .. Creo que necesitaremos mas madera. —cruzándose de brazos.

— Descuide, iré a buscar mas. —antes de que el mayor se negara salió corriendo hacia los arboles mas cercanos.

En el camino pudo escuchar la campana que resonó por los alrededores de la casa, significando la hora del almuerzo, las personas que estaban construyendo o haciendo labores dejaron sus oficios y de adentraron a la casa; Eli no quería molestar, así que se dispuso a buscar suficiente madera mientras las personas se reunían.

Escucho una meca cerca de su posición, aunque le resulto raro al principio, puesto que la gente ni mecas tenían, supuse que era uno de ellos que venia con provisiones, no fue hasta que alzo la mirada hacia el sonido del motor de la meca que salto de sorpresa, dejando caer los troncos que había recogido.

¿Un guardia de Blakk?, ¿que hacia aquí un guardia?, ¿y que llevaba en esa bolsa que sonaba tan raro?.

Preocupado corrió cuesta abajo y de cerca siguió al guardia, este estaciono la meca cerca de la entrada, miro a su alrededor antes de entrar a la casa. Sabia que debía detenerlo, quien sabe que estaba planeando Blakk al mandar a un guardia aquí, pero quería saber que estaba pasando, por lo que se escabullo y se inclino ante una de las ventanas de la sala donde las personas se reunían, cerca para escuchar perfectamente todo.

Como era de esperar, la gente se asusto al ver al guardia entrar así sin mas, después de todo, no tenían con que defenderse.

El líder señalo con desdén y furia al guardia:— ¡¡¿Qué no le basto a Blakk quitarnos nuestros hogares?!!. —molesto se acerco al guardia:— ¡¡Ahora envía a sus sirvientes a molestarnos!!. ¡¡Lárgate, regresa por donde viniste!!.

El guardia no dijo nada, se quito la bolsa que tenia en la espalda la cual cayo en seco en el suelo, después de un breve suspiro de alivio la abrió, al levantarse la pateo, dejando salir un poco de oro. 

Tanto la gente como Eli miraron asombrados el oro.

¿Qué esta pasando aquí en realidad?, Blakk jamás haría algo así, esto solo podía ser... ¿El guardia lo hizo por su cuenta?, ¿de verdad lo esta haciendo por su propia voluntad?. 

Antes de buscar algún sentido a sus preguntas el guardia dijo unas disculpas y salió de la casa con la intención de marcharse.

Eli no podía dejar que se fuera, no así, por lo que siguió con cautela hasta estar un poco mas adentro del bosque, debía hablar con el. Ya dentro del bosque se acerco con sigilo antes de que se montara en la meca-perro.

— ¡¡Alto!!.

Apunto su lanzadora a las espaldas del guardia, este se detuvo al instante, levantando las manos, después de todo no estaba armado, lo cual es raro en un guardia de Blakk. Lo rodeo y se paro frente a este, lo observo por unos momentos dudoso.

— ... Descuida.. Solo quiero hablar contigo. —guardando su lanzadora.

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Ptt: publico hoy porque mañana tengo un viaje para un torneo de ajedrez y puede que llegue bien tarde u.u 

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