Parte 3

Paso casi una semana para poder olvidar del todo el asunto de la maestra, con esto a logrado ser mas eficiente en los recados y misiones del Dr. Blakk, es un gran alivio, se siente mas a salvo de que le pase lo mismo que a Diablos Nachos, aunque el demonio se lo tenia bien merecido. 

Al entrar a la oficina vio a su jefe sentado mirando una tableta, junto a el y como siempre, Maurice tomaba notas de lo que sea que decía Blakk.

— Hasta que llegas. —soltó Blakk irritado, no es buena señal:— Toma el tren numero 36, ya esta preparado... El numero 5 VIP necesita un nuevo motor Maurice. —mirando un momento al pelirrojo que de inmediato anoto lo dicho.

— ... ¿Y?.

Esperando recibir mas información, pero el castaño lo miro fijamente con el ceño fruncido, una clara advertencia de que debe irse; cuando Blakk esta de mal humor es peligroso, en serio que lo es.

Rápido asintió, saliendo de la oficina tomo el ascensor y directamente bajo a la estación de tren tras la fortaleza, como dijo el Dr. Blakk, un tren estaba casi listo para marcharse, de inmediato entro y fue a la sala de control, percatándose que estaba lleno de guardias armados, supuso que van a la guerra pero.. ¿Contra quien?.

Ir a la sala de control no sirvió de mucho, los guardias estaban igual de perdidos, pero de todas formas hicieron avanzar el tren a la dirección asignada. Aun sin entender nada siguió el protocolo y se preparo para lo que sea, para mas sorpresa, alguien mas entro a la sala de controles.

— ¿Y tu que haces aquí, Maurice?. —cruzándose de brazos.

— El Dr. Blakk quiere asegurarse de que hagas esto bien. —mirando su tableta sin molestarse a mirar al rubio.

— Bueno, pues por lo menos dinos que haremos. —dice uno de los guardias que manejan el tren.

Maurice en silencio se acerco a los operadores.

— Una zona reducida que no quieren aceptar el contrato del Dr. Blakk, ahora saben que deben convencerlos de firmar... Les guste o no. —el pelirrojo abandono la cabina después de lo dicho, dejando a los operadores y al mismo Twist desconcertados.

No es la gran cosa, solo es asustarlos, ya lo a visto antes, si no aceptan a la primera con un buen susto si, ¿pero es en realidad necesario tantos guardias?. 

Pasado al menos una hora de viaje el tren comenzó a frenar, pudo ver desde el frente que solo son un par de casas viejas, por lo que les debe ser fácil "convencer" a estas personas. El tren paro en seco en medio del camino.

tenia que ser frio he indiferente, paso una mano por su rostro y trato de relajar sus músculos antes de salir de la cabina de control, Maurice lo espero con la tableta en mano.

— Este es el contrato. —entregando la tableta.

Twist le dio un breve vistazo al documento digital:— .. ¿No vienes conmigo?.

— No me gusta ver a la gente llorar. —dijo a secas, entrando a la cabina de pasajeros. 

Twist no supo entender con exactitud, pero salió del tren sin buscarle significado.

Los guardias armados lo siguieron hasta entrar mas a la zona rural, se adentro por su cuenta donde un grupo de personas los miraban con preocupación, ancianos y familias con niños.

Era un grupo bastante pequeño, así que, con firmeza alzo la voz.

— ¡¿Quien es su líder?!. 

De entre el grupo se acerco un hombre, bastante alto y corpulento, el pelo algo largo y de un castaño rojizo, una barba de candado y patillas, bestia de lanzador, pero no poseía municiones en la bandolera ni lanzadora, seguramente para evitar una confrontación.

— Ya sabe a que vinimos, firmen. —acercando la tableta al hombre.

— ... Muchacho. —con su mirada fija en Twist, una mirada cargada de decepción:— .. Estas casas son nuestro único hogar, las construimos con nuestras propias manos.

Debido al mortificante silencio pudo escuchar claramente el llanto de algunas de las personas en el grupo, comprendiendo ahora lo que había dicho Maurice; debía concentrarse en mirar al hombre aunque la pena este cada segundo mas pesada en su cuerpo, tenia que hacer esto, sino, estaría en problemas con el Dr. Blakk.

— Señor, le sugiero que firme, ahora.

— ... No.

Twist frunció el ceño al hombre, acercando mas la tableta:— Es mejor que firme, le aseguro que le beneficiara, a todos. —tratando de convencerlo, pero el hombre volvió a negar.

— ¡¿Por que nos hacen esto?, nosotros no le hicimos nada al Dr. Blakk!. 

Twist miro tras de si y observo a los guardias, estos comenzaron a avanzar preparando sus lanzadoras, no podía dejar que se acerquen o esto será una masacre.

— ¡Dile al Dr. Blakk que busque otro lugar para hacer su ridícula estación!. Aquí hay familias que necesitan su hogar... —no tenia otra opción, las personas se horrorizaron cuando saco su lanzadora y le apunto en la cara al hombre.

— ¡¡Firme ahora!!. —le temblaba ambas manos, tanto la tableta como la lanzadora.

El hombre le dedico una mirada pasiva, tranquila, como si supiera que en realidad el rubio estaba haciendo esto por obligación, como si fuera otra victima.

— ... ¿Dónde viviremos?.

Twist escucho ya muy cerca a los guardias sacar sus lanzadoras, miro suplicante al hombre.

— Firme antes de que lleguen los guardias, ¿quiere que estas personas salgan heridas?. —el hombre miro tras de si, la gente con miedo se había alejado, volvió a mirar la tableta y con un suspiro cansado lo tomo, la firma fue rápida y precisa.

Twist pudo respirar, soltando un gran suspiro que no sabia estaba reteniendo. Tomando la tableta miro ya mas calmado al hombre.

— Con el dinero del contrato podrán vivir mejor que esto, estoy seguro. —el hombre soltó una carcajada burlona antes de darle la espalda para ir con las personas.

Los guardias llegaron y al ver que el trato estaba hecho escoltaron a la gente a las afueras de la caverna y casi al instante comenzaron a demoler las casas. 

Se sentía mejor ahora, no por el desalojo, claro que no, sino por el hecho de que no lastimo a nadie y quiere creer que por lo menos les hizo un bien a las personas; miro como demolían una de las casas, estas aun tenían objetos de valor y mueblería, pero poco les importo a los demoledores. 

— Bien hecho Twist, estoy seguro que el Dr. Blakk estará satisfecho con esto. —menciono Maurice mientras se colocaba junto a el rubio a mirar la demolición.

— ... Eso espero.

— Y fue buena idea lo del beneficio, aunque parecía que no estaban dispuestos a aceptarlo.

Twist miro confundido al pelirrojo:— ¿A que te refieres con que si fuera verdad?. —la mirada fija del pelirrojo en la demolición, sin voltear a mirarlo le causaba molestia:— ¿Cuánto ofreció el Dr. Blakk por el terreno?.

— ... Nada. 

Al escuchar eso un gran peso golpeo todo su cuerpo, de cierta manera, se sintió como recibir de nuevo aquel disparo de la Maestra Invencible.

— ... ¡¿Como que nada?!. 

— Dinero o no, no nos incumbe. —indiferente.

Se mordió fuerte el labio inferior para evitar gritar, no podía creer la falta de empatía del pelirrojo ante esta situación, acaban de dejar sin hogar ni dinero a familias. Maurice se fue directo al tren, Twist en cambio miro con angustia la ultima casa que quedaba en pie ser destruida. 

De repente un sonido muy fuerte resonó en sus odios, esto ya es el colmo, ya no quería hacer esto, no podía hacerlo otra vez. 

Eli tenia razón, fue un estúpido, arrogante, un total idiota al dejarse llevar por su odio hacia los Shane, no fue Eli quien causo la muerte de su padre, no debió desquitarse con el, era su amigo, el único que tenia, y lo hecho a perder todo.

Pero a pesar de ya no tener una oportunidad no se quedara con los brazos cruzados, claro que no, ya no será el títere del Dr. Blakk, ahora los usara a el y a los demás como tal. Tenia que tranquilizarse un poco, ya mas confiado fue directo al tren para marcharse del ya abandonado lugar.

La primera cosa que hará es ayudar a esas personas, debía hacerlo, no podía quedarse de brazos cruzados después de dejarlos sin hogar. 

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