Capítulo XXXIV: Izumi Uchiha.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Itachi-kun, Itachi-kun, Itachi-kun.

La mañana era fresca, el sol había salido hace unas horas llenando toda la aldea con sus brillantes rayos. Itachi e Izumi estaban sentados en el muelle de un lago, donde la gente prácticamente no pasaba. De ese modo nadie los molestaba.

—Mira prepare estos dulces para ti— Izumi abrió el recipiente donde llevaba los dulces y se los mostró a su amigo, Itachi los observo sonrojado— Dijiste que te gustaban, quise compartir contigo.

Itachi tomo uno de los dulces, la niña de siete años miraba atenta, esperando que él lo probará y le dijera algo, el Uchiha detuvo el trascurso del dulce que llevaba a su boca, tomo el bento que su mamá le había preparado y se lo extendió sin mirarla— Yo también quiero compartir contigo.

Ella tomó el bento, sus mejillas se colorearon de un rosa claro— Gracias Itachi-kun.

El pelinegro probó el dulce, este traía más azúcar del que acostumbraba, Izumi lo observó atenta, Itachi forzó una sonrisa y se pasó el dulce— Eso estuvo delicioso.

—¿De verdad?, Es las primera vez que preparo dulces.

—Pues estos están muy bien elaborados— Itachi tomo otro dulce y sonrió— Serás una gran cocinera.

—Oh no, yo no— comento apenada— Okasan me ayudó. 

—Pero hiciste un esfuerzo.

—Si, es cierto.

Itachi-kun, sálvame.

El pequeño Itachi siguió a Izumi después del entrenamiento que tuvieron, ella últimamente actuaba extraño y él estaba preocupado.

Izumi estaba parada en la orilla del muelle, no sabía nadar bien, por eso lo hacía, retrocedió varios pasos y corrió con todas sus fuerzas hacia al frente. Tomo aire antes de saltar al agua, intentaba subir pero no lo lograba, el agua entro en su nariz, grito pero de inmediato cerró la boca al sentir que el agua inundaba su cavidad bucal. Sus intentos por salir eran desesperados.

El Uchiha que observaba todo no lo dudo, salto al agua en busca de su amiga, la tomo con uno de sus brazos y la llevo hasta la orilla. Izumi escupió agua, tosió fuertemente y después inhaló para llenar de aire sus pulmones.

—¿Por qué hiciste eso?

—Mira Itachi-kun— Izumi le mostró su Sharingan con una aspa, ella sonreía pero su amigo la miraba preocupado.

—¿Lo hiciste por el Sharingan?

—Solo quiero que mis padres estén orgullosos.

Itachi tomo su hombro— Ellos ya están orgullosos.

—¿Eso crees?

—Cualquiera estaría orgulloso de ti.

—¿Tú lo estás?— Izumi lo miro a los ojos.

Él se sonrojo— Si, yo también lo estoy.

Ella lo abrazó, Itachi correspondió, dejo que Izumi se aferra a él como si fuera lo único de lo que podía sostenerse— Muchas gracias Itachi-kun.

Itachi-kun, me gustas.

—¿Quién es la niña que llevas en tus brazos?— Izumi se agachó para poder ver mejor a la pequeña, la niña le sonrió.

—Es Hanako-chan, la hija de Obito— Itachi acercó su dedo a la niña, ella lo apretó con su mamita— Hinata-san dejo que la sacará de su casa, ella y Shisui estaban limpiando mientras Obito está en una misión y el polvo puede lastimar la nariz de Hanako-chan, los bebés son más sensibles— le explicó.

Izumi asintió— No sabía que ya había nacido, mis papás ya no dejan que le hable a Obito— ella paseo su dedo por los labios de la bebé— Otôsan dice que pervierte a las niñas.

Itachi se rió un poco— Obito no es malo, ayuda a los ancianos.

—Es lo que yo le digo a papá.

—Tal vez no te dejen hablar con Obito, pero puedes ver a su hija.

—¿Me dejas cargarla?

El Uchiha dudo un momento— No lo sé, Hanako-chan es muy tranquila y deja que todos la carguen— él hizo más fuerte el agarre a la bebé— ¿No vas a dejarla caer?

—No lo haré, te lo prometo.

Itachi sonrió— Ten mucho cuidado con su cabecita— Izumi asintió emocionada, tomo a la niña con cuidado.

—Es tan bonita— Hanako reía haciendo que el corazón de Izumi se acelerará, la niña era muy pequeña e indefensa, linda y adorable. Cuándo ella fuera grande sería una buena Kunoichi, de esa manera protegería a su aldea y a los niños, deseaba que no tuvieran que realizar misiones peligrosas como las de Itachi y Shisui.

—Si, lo es.

—¿A quién se parece?, No he visto bien a su mamá.

—Hinata-san nos mostró unas fotos de Obito cuando era más pequeño, como Hanako-chan tiene el cabello corto por ser una bebé, su parecido es más a Obito— Izumi escuchaba con atención— Aunque tiene los ojos de Hinata-san.

—Aunque ahora parezca un niño, cuando sea más grande va ser una niña muy bonita, ¿Verdad Hanako-chan?— la pequeña se rió y alzó sus manos.

—Le agradas— Itachi sonrió, su amiga lo imitó.

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Izumi regresaba a su casa, ya era de noche, no era horario para que una niña de ocho años estuviera fuera de su hogar, pero había querido comprar leche y pan para comer en la mañana con sus padres. Ambos salieron a una misión y prometieron regresar pronto.

La puerta de su casa estaba entreabierta, algunas luces estaban encendidas, ella se emocionó de inmediato. Sus padres habían llegado.

Cerro la puerta con llave después de entrar, dejo la leche en el refrigerador y el pan en la mesa y subió las escaleras de puntillas, quería darles una sorpresa.

En la habitación de sus padres no se escuchaba nada, todo demasiado silencioso para su propio gusto, ¿Estarían dormidos?, No sonaba convincente, ellos no dormirían hasta que ella estuviera en casa. Entro al cuarto y los miró ahí, dormidos, dió un paso para acercarse pero un ruido la alertó, alguien más estaba en la habitación. Le grito a sus padres desesperada, ambos se incorporaron de inmediato solo para ser atravesados en el pecho por una katana. 

Los ojos de Izumi cambiaron, con la poca luz que entraba a la habitación pudo distinguir las bandas de los agresores de sus padres, Kirigakure. Los ninjas quisieron darle el mismo destino que sus padres, pero sus armas pasaron a través de Izumi, sus ojos sangraron y los ninjas de Kirigakure ardieron en llamas negras.

Ella dió un paso hacia atrás atemorizada. Lo único que se escuchaba en la habitación eran los gritos de los hombres que estaban siendo quemados. Izumi avanzo hasta llegar a sus padres, ellos no reaccionaban, por más que los sacudió no abrieron sus ojos, trato de sentir su pulso, no lo encontró.

Al funeral de sus padres asistió todo el Clan, incluyendo la Hyūga que vivía con Obito y su hija. La gente le hablaba pero ella no escuchaba. Fue la única que se quedó hasta que el sol se oculto. 

Se sintió sola, ¿Qué sentido tenía acabar con la guerra si más gente seguiría muriendo?, ¿Por qué ella quedaba huérfana?, Siempre había sido una buena niña, ¿Qué hizo para merecer eso?

Itachi había dicho que todo iría bien. Pero no era cierto, él lo decía porque no sabía que se sentía estar solo. Hundiéndose lentamente en la oscuridad. 

Como todos los días después de comer un poco, fue a la tumba de sus padres. Esta vez había algo diferente, una flor estaba sobre cada piedra en donde se leía el nombre tallado de sus padres.

Sentía la mirada de alguien, activo su Sharingan y vio hacía arriba, lo miro en la rama de un árbol, un sujeto completamente blanco, nunca vio alguien igual.

—¿Quién eres?

—Vengo por ti— el sujeto blanco bajo de un salto y le sonrió.

Izumi se puso en guardia— ¿De qué aldea eres?

—No pertenezco a una aldea.

—¿Entonces de quién sigues ordenes?

—Oh eso, de Madara-sama.

La niña lo miro fijamente— ¿Madara?

—Madara Uchiha.

—No intentes jugar conmigo, Madara murió hace años.

—Eso no es cierto, él está vivo, la prueba de eso soy yo, Madara-sama me creo.

—No voy a dejar que me lleves.

—No te llevaré a la fuerza, Madara-sama dijo que vendrías por tu cuenta.

—Estas loco.

—Tus padres— murmuró viendo las tumbas— Yo no se mucho sobre lo que hacen los humanos, pero Madara-sama me dejó un mensaje para ti, si quieres verlos de vuelta, ve con él.

Izumi se tensó— ¿Y como voy a saber dónde se encuentra?

—Yo vendré por ti, te daremos un tiempo para pensar en tu respuesta— el Zetzu fue desapareciendo, parecía como si la tierra lo absorbiera.

Ver de nuevo a sus padres, era lo que más quería, el sujeto blanco nunca dijo donde debía esperarlo. Izumi regresaba todos los días a las tumbas de sus padres, esta vez esperando ver al hombre que la llevaría hasta sus padres. 

Cuándo él volvió no lo hizo solo, está vez eran dos, uno de ellos tocó su hombro y se convirtió en una réplica exacta de Izumi.

—¿Por qué haces eso?

—Madara-sama te contara su plan y ya no tendrás porque regresar a la aldea— le explicó el sujeto que había conocido primero— Será mejor que piensen que estás muerta, solo hay una falla, es probable que si intentan investigar la razón de tu muerte descubran que ese cuerpo no es tuyo.

—Yo tengo una solución a eso— Izumi activo su Mangekyou Sharingan, tocó al Zetsu que se transformó en ella. Era buen momento para poner en práctica algo que leyó en el monumento de piedra del Santuario Nakano.

Ese día Izumi Uchiha murió en manos de su mejor amigo Itachi y ese día también conoció a Madara Uchiha. Él le dijo todo su plan, sus motivos y la forma en que ella podía ayudarlo. Incluso puso en ella células del primer Hokage. Solo le pedía una condición, tendría que revivirlo. Era la parte del trato que Izumi no estaba dispuesta a llevar a cabo.

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El día que Nagato y Konan se unieron a ella. Izumi pidió algo para que demostrarán su lealtad, quería que ellos matarán a Danzō Shimura. Ella sabía que después del ataque que realizó a Konoha los Uchiha estaban inquietos. Izumi nunca dejaba de observar a Itachi, no le agradaba que Danzō lo amenazara y ella terminaría con eso. 

Nagato y Konan aceptaron, tenían algo pendiente con él. Algunos meses después de que Danzō dejara Konoha, fue asesinado a manos de sus nuevos cómplices.

Era cierto que amaba a Itachi, pero debía concentrarse. Le dejo pistas para que se diera cuenta de su identidad. Él lo hizo, la descubrió, Izumi lo negó y lo convenció para que se uniera a ella. Tenerlo cerca le ayudaba a seguir. Después de sus padres, Itachi era la persona más importante.

Cuando Itachi se unió a Akatsuki, ella pensó algo, dejaría creer a todos que era un hombre, era difícil por su complexión, pero de esa manera podría usar el nombre de Madara Uchiha, todos le iban a creer.

Le dolió mucho su tración. Regresar de la pelea de Sasuke y Deidara solo para descubrir que Hinata había escapado. Lo debió sospechar, ellos siempre fueron buenos amigos. Zetsu le dijo que Itachi salió con Kisame ella no descanso hasta que los encontró.

Su ira la cegó, tanto que se descuido e Itachi aprovecho para quitar su máscara. ¿Qué habrá penado de ella?, Aunque ya no importó, asesinarlo fue difícil. Era algo que nunca creyó que haría. Pero era lo que tenía que hacer, si Itachi sabía quién era en realidad no la dejaría seguir con su plan.

El hecho de que Kabuto reviviera a Madara arruinó sus planes, tenía que eliminar el sello que él le puso en su corazón para poder convertirse en la Jinchūriki del diez colas. 

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—Se supone que tú estabas muerta— murmuró Obito.

—¿Quién es?— pregunto Naruto— Díganme quien es ella.

—Es Izumi Uchiha— le respondió Kakashi— Una antigua compañera de Itachi.

—Tú— Obito se dirigió a ella molesto— Hiciste sufrir a Itachi con tu supuesta muerte.

—Eso no me interesa— aseguró Izumi.

—¿Por qué estás haciendo esto?— Shisui aún no quitaba su vista de ella.

—Voy a crear un mundo mejor, uno donde los niños no pierdan a sus padres, donde no haya guerras, todos serán felices.

—Quieres un mundo sin guerras y creas una— Naruto hablo con ironía— Estás equivocada.

—No, los equivocados son ustedes.

Madara llegó y se posicionó a lado de Izumi, los ninjas de Konoha y Killer Bee retrocedieron unos pasos, si Madara estaba en ese lugar, ¿Qué les había pasado a los Kages?

—¿Te estás divirtiendo?— Izumi no respondió— ¿Por qué no has atrapado al Hachibi y al Kyūbi?

—Son más difíciles de lo que esperaba, todas las aldeas han decidido protegerlos, he atrapado algo de su chakra, solo eso.

—Es mejor que los capturemos, de esa manera el desarrollo será completo.

—Ya lo sé.

—¿Por qué me has revivido de esta manera?

—No te pensaba revivir así, lo que pasa es que Nagato me traicionó, todo por ese niño— Madara se dió cuenta por la dirección de su vista, que hablaba de uno de los Jinchūriki.

—Espero que tengas un buen plan.

Izumi no respondió.

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Bueno, sé que muchos ya se lo imaginaban, aún así, ¿Qué les pareció?

Yo siento que fue algo predecible 😅

Dejen sus votos y comentarios ❤️

Hasta la próxima actualización ❣️

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