Capítulo XXVIII: Tobi descubre la verdad.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

El hijo de Kakashi y Rin nació en el mes de abril, era un niño de cabello plateado y ojos café oscuro, casi negros. Su nombre era Kiyoshi Hatake.

Rin regreso después de unos meses a sus entrenamientos médicos, Sakura e Ino se habían unido a las enseñanzas de Tsunade, constantemente convivía con ellas.

—Deben tener más confianza en ustedes, pronto lo van a lograr— Rin caminaba de regreso a casa junto con sus nuevas compañeras de entrenamiento.

—Gracias Rin-sensei— agradecieron ambas niñas.

—No es nada.

—¿Cómo están Kakashi-sensei y usted?— pregunto Ino con interés, Sakura la miró esperando su respuesta.

—Estamos bien, Kakashi está muy feliz porque Kiyoshi ya tiene cinco meses.

—Su hijo es muy tierno y se parece bastante a Kakashi-sensei— dijo Sakura emocionada.

—Gracias.

—¿Cómo se enamoraron?

Rin se sonrojo por la pregunta de Ino— Bueno a mi desde chica me gusto Kakashi, un día se lo confesé pero él me rechazó, después de mucho tiempo Kakashi me pidió una cita— ella sonrió contenta al recordar— Desde ese momento todo cambio.

—Que lindo, no pensé que Kakashi-sensei iba a tener novia alguna vez, como siempre prefiere leer esos libros que lleva en la mano— comento Sakura.

La castaña se sonrojo más— Por favor no lean los libros de Kakashi, no son para niñas de su edad.

—¿De qué tratan?

—Pues— rió nerviosa— Son temas más apropiados para mayores de edad.

—Rin-sensei tenemos que irnos, prometimos ayudar a mi madre con la florería— le dijo Ino después de un rato.

La castaña asintió y se despidió de ellas.

Al llegar a casa fue recibida por Kakashi— No hagas tanto ruido por favor, acabo de dormir a Kiyoshi.

—Esta bien, ¿Cómo la pasaron?

—Es muy tranquilo, excepto cuando se trata de dormir— Kakashi rasco su cuello y río ligeramente.

—Lo haces muy bien.

—Gracias.

Rin miró al suelo un momento y luego se acercó a él, Kakashi rodeó con sus brazos su cintura y la beso. Ella aún sentía como se derretía en sus brazos, lo amaba demasiado, con él se sentía segura y feliz.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Un año había pasado desde el nacimiento del hijo de Kakashi y Rin. La aldea estaba pasando por tiempos pacíficos, de tranquilidad y prosperidad. Los días eran cálidos, el sol iluminaba todo aunque no con tanta intensidad. En la oficina de la Hokage, solo había cinco personas. Una centrada frente a su escritorio, otra detrás de ella y tres del otro lado del escritorio.

—Les tengo una misión— hablo Tsunade a los tres Chūnin frente a ella— El hijo de alguien muy importante que recién hizo negocios con Konoha llegó para pasar unos días antes de ir a su verdadero destino, quiero que lo vigilen y protejan en todo momento, no necesitan a Shisui para esto ya que los tres son Chūnin.

—Hai— contestaron Jun, Akane y Hanako.

—Bien, él tiene dieciséis igual que ustedes, háganlo sentir como un amigo más— ellos asintieron— Puedes pasar Kiyoshi.

La puerta se abrió y un chico alto y delgado entro haciendo una corta reverencia, Akane y Hanako se sonrojaron, él en verdad era guapo— Mucho gusto— Kiyoshi poseía el cabello rubio y ojos marrones.

—Ellos serán tu escolta, tendrán que tomar turnos para hacerlo pero de eso se pondrán de acuerdo después— explico Tsunade— Ya pueden retirarse.

Los chicos bajaron en silencio y siguieron caminando— Mi nombre es Akane— se presentó— Él es mi novio Jun y ella mi mejor amiga Hanako.

—Es un placer conocerlos— dijo cortésmente.

—¿Te gustaría ir a alguna parte en especial?— pregunto Jun con la seriedad de siempre.

—Me gustaría visitar el centro de la aldea, quiero ver los puestos.

—Hanako te puede acompañar— la ojiperla volteó a verla de inmediato— Por favor Hanako, Jun y yo teníamos una cita para hoy.

—Lo podemos posponer— menciono su amigo— No debemos dejarle todo a Hanako.

Akane lo miro con los ojos entrecerrados.

—Esta bien yo lo llevaré, pero no deben dejarme sola de nuevo— la pelinegra salto feliz y tomo del brazo a su novio.

—Nos vemos luego Hanako y Kiyoshi.

El rubio sonrió nervioso— ¿No querían estar conmigo?

Hanako negó rápidamente— No es eso, Akane quería tener su cita con Jun porque cumplirán un año de noviazgo.

—Entiendo, ¿Entonces mañana nos pondremos de acuerdo con los turnos?

—Por supuesto, hoy Akane y Jun tomaron el día libre, tú y yo haremos lo mismo.

—¿Te refieres a que tenemos una cita?— pregunto causando que el rostro de Hanako se volviera rojo.

—N-no me refería a eso, lo que quise decir es que nosotros iremos a pasear al centro— explicó nerviosa— Como lo pediste.

—Me parece bien.

Ambos caminaron por los distintos puestos de Konoha, Hanako le explicaba lo que vendían en cada tienda y Kiyoshi escogía si entraban o buscaban otra atracción.

—Tus ojos son muy bonitos, no había visto otros así.

—Gracias Kiyoshi.

—¿Son característicos de tu familia?

—No, yo pertenezco al Clan Uchiha— dijo orgullosa— En mi Clan la mayoría tiene ojos negros.

—¿Los tuyos son únicos?

—No precisamente, mis ojos los heredé de mi madre.

—Ya veo, la familia de tu mamá tiene los ojos de ese color.

—Si, mi mamá es del Clan Hyūga.

—En donde vivo nadie tiene unos ojos como los tuyos, he visto personas con ojos rojos pero nunca así— Hanako desvió la mirada sin saber que decir— Lo siento no quise incomodarte, es solo que estoy algo impresionado.

—Esta bien— ninguno dijo otra palabra, el camino fue más lento. 

Ella le siguió mostrando los puestos cuando llegaron al centro de la aldea, un local de postres hizo que la ojiperla detuviera su paso— Mira ese en ese lugar venden unas galletas deliciosas, ¿No te gustaría probarlas?

—Si, me encantaría.

Shisui Uchiha regresaba de una misión difícil, decidió pasar antes a una de las tiendas de armas de la aldea para comprar las que le hacían falta. En el trascurso de encontró con Akane y Jun, fue algo muy gracioso ver cómo la pelinegra le gritaba algunas cosas a su novio y después jalaba de su chaqueta.

—Ese amor te terminará matando Jun— su alumno no contesto, Akane lo apunto furiosa al comprender la broma.

—¿Qué dice?

—Que no deberías tratarlo así.

—Es que Jun siempre está de amargado.

—Lo que pasa es que no estoy de acuerdo con lo que hiciste— Jun cruzó sus brazos— No lo miras porque llevo lentes pero tengo una mirada de desaprobación.

—Odio esos lentes— murmuró su novia.

Shisui se rió, ellos en verdad eran tan contrarios y a la vez perfectos juntos— No entiendo muy bien de lo que hablan.

—Jun está molesto porque dejamos a Hanako con su nuevo noviecito para ir a nuestra cita de aniversario.

La sonrisa se borró de su rostro— ¿Novio?

Se trata de un chico.

El Aburame negó— No digas esas cosas Akane, nos dieron una misión y los tres debíamos cuidar a un chico, pero Akane le pidió a Hanako que ella tomara nuestro turno y no me parece justo que ella haga el trabajo mientras nosotros nos divertimos.

Shisui permaneció serio, divagando entre sus pensamientos.

—No tiene nada de malo que pasemos tiempo juntos, además Hanako lo acepto, viste como lo miraba de seguro quería tiempo a solas— sugirió guiñándole un ojo.

—Eres un caso perdido.

—Que no tiene nada de malo, ¿Verdad Shisui-sensei?

—Si— murmuró, no había presentado mucha atención a su conversación— Yo tomaré su lugar este día para que puedan divertirse sin preocupaciones, solo díganme dónde está Hanako.

—Es usted increíble Shisui-sensei— exclamó la Inuzuka emocionada— Ellos están en el centro de la aldea, ahí los dejamos.

—Bien, diviértanse— el Uchiha se despidió con un tono de voz ausente, Akane miró como se iba con una risa traviesa.

—¿Sabes lo que acabas de hacer?— Jun la observó fijamente.

—Vamos Jun, un poco de celos no matarán a nadie.

Kiyoshi y Hanako seguían comprando galletas, el chico de cabello rubio le pidió que lo acompañara a su casa y que tomara el resto del día libre, como había llegado por la mañana estaba algo cansado y le apetecía descansar.

—Hanako— Shisui la llamo, su rostro era inexpresivo, había pasado un buen rato buscándola, miró de abajo hacia arriba al chico a su lado y no disimulo su disgusto.

—Shisui-sensei, ¿Qué hace aquí?

—Voy a suplantar a Jun y Akane, solo por este día— el rubio le sonrió amable, pero Shisui miró hacia otra parte molesto.

—No es necesario, Kiyoshi ya quiere descansar así que lo acompañaré al lugar donde se está quedando.

—Es un gusto conocerlo, mi nombre es Kiyoshi— se presentó con una sonrisa.

—Shisui Uchiha— le respondió sin interés.

—Shisui-sensei, yo puedo sola.

—No es una opción— el camino a la posada donde se quedaba Kiyoshi fue incómodo para los tres, ninguno hablo hasta que llegó el momento de despedirse.

Hanako espero a que el rubio desapareciera de su rango de visión, sintió como Shisui tomaba su mano y la jalaba algo brusco para continuar caminando.

—¿A dónde vamos?— Shisui tardó en contestarle.

—Te llevo a casa.

—¿Esta molesto?

Otro silencio se instalo entre ambos, la ojiperla intentaba seguir el ritmo de su maestro pero iba más rápido que en otras ocasiones.

—¿Por qué está molesto?

No obtuvo respuesta, decidió quedarse callada para que a Shisui se le pasara el enojo y ambos pudieran hablar al llegar a casa. El Uchiha se desvió a los campos de entrenamiento, Hanako quiso preguntar pero le dió algo de temor, él la soltó hasta que se aseguró de que estuvieran solos.

—¿Quieres saber porque estoy molesto?— ella asintió tímidamente— Bien, hablemos.

—¿Hice algo que lo molestara?

—No, en realidad, creo que no.

—¿Entonces?

—Estoy molesto conmigo.

—¿Por qué?

Shisui se acercó más a ella, tomo su barbilla y la beso, Hanako abrió sus ojos por completo, no podía creer lo que pasaba, él la besaba pero no era como la primera vez, en esta ocasión no hubo delicadeza. Cerró sus ojos y correspondió como pudo, Shisui era rápido y ella con su inexperiencia no lograba seguirle el ritmo.

—Lo siento pero no puedo— Shisui se separó de ella y camino hacia otro lado.

La ojiperla tocó sus labios confundida— ¿Qué fue eso?

—No debí hacer eso, tampoco debí ser tu primer beso.

Ella volteó a verlo, pero él le daba la espalda— ¿Acaso se arrepiente?

—No es eso— Shisui se sentó en el suelo, frustrado— Estoy traicionando a Itachi.

—¿Qué?

—Él antes amaba a Izumi, pero ella murió, Itachi no se fijo en otra chica después de eso— Hanako se sentó a su lado cuando él se lo pidió— Luego tú tuviste interés en él, Itachi pensó en corresponder a tus sentimientos.

—No entiendo.

—No puedo estar contigo, no puedo traicionar a Itachi de esa forma.

—Shisui-sensei, usted— ella se sonrojo, se armo de valor cuando sus miradas se cruzaron— Me gusta mucho.

—Sería más fácil si no te hubieras fijado en Itachi primero.

—Pero eso fue en el pasado— Hanako miró el suelo— Itachi nunca se fijo en mi, me lo demostró cuando abandono la aldea.

—No sabes porque Itachi se fué.

—¿Y usted si?

Shisui permaneció callado, no podía decirle la verdad— No, tampoco lo sé, pero lo conozco mucho mejor que tú, lo que les dijo a Sasuke y a ti fueron solo mentiras.

—Pero es parte del pasado, Sasuke y yo seguimos adelante, de diferentes maneras, él se fue para hacerse más fuerte— el Uchiha la miró a los ojos una vez más— Y yo quiero intentar algo nuevo con usted.

—¿Estas enamorada de mi?

—Si usted no lo quiere intentar, no tendría sentido enamorarme.

Shisui beso su frente— Será mejor que no se lo digas a nadie, al menos no por ahora.

—¿Me está correspondiendo?

—Si, lo estoy haciendo.

Hanako lo abrazó feliz, Shisui rodeó su cintura para acercarla más, ella se perdió en sus ojos, sus pestañas eran largas y rizadas ¿Era normal que fueran tan lindas?, él frotó su mejilla con la mano izquierda y la beso de nuevo. La ojiperla sentía que podría desvanecer, su corazón latía rápidamente y no había otra cosa que le importara en ese momento.

Su padre estaría realmente molesto pero prefirió no pensar en eso. 

—¿Otro más?

Ella recorrió con sus dedos su oscuro cabello, era ligeramente ondulado y eso le encantaba, lo acerco un poco.

—Otro.

Shisui volvió a besarla.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

—Así que se trata de ella.

Zetzu asintió— Hay algo que me llamo mucho la atención, ella nunca fue vista, a los doce años de edad de pronto fue expulsada, los registros de la aldea la tienen hasta ese día, como si hubiera nacido y no la registraran hasta doce años después.

—¿Qué quieres decir?

—Es como si apareciera de la nada, desde que llegó a Konoha, la aldea siempre a estado un paso adelante de todos, como si tuvieran alguien que les diera información, en este caso alguien que les dice lo que pasará— en todo momento era Zetsu negro el que hablaba.

—Parece que tendré que hacer una visita a Konoha— él se puso su máscara nuevamente.

—Es peligroso Madara-sama, Obito Uchiha siempre está con ella, él es alguien que le puede causar problemas, además ella no es débil.

—Entonces reúne más información para estar seguros, no dejes de vigilar sus movimientos, cuando creas conveniente me dirás.

—Como ordene Madara-sama.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Hinata leyó el pequeño mensaje de Itachi sin entender muy bien.

Tenga mucho cuidado Hinata-san.

—¿Estas bien Okasan?— Hizashi se acercó a ella.

—Si— aseguró— ¿Quieres ir a entrenar o preparamos un postre?

—Quiero seguir entrenando contigo Okasan.

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