Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

—¿Acaso no piensas ayudarme?— Tsunade lo escucho sin interés y le dió otro sorbo a su botella— Te estoy hablando, no me ignores.

—Me da igual si ella muere, no es nada mío— Obito golpeó con ambas manos la mesa en donde estaban Tsunade y Shizune, los platos saltaron y las bebidas se derramaron.

Rin dió un paso atrás sorprendida por si actitud, intento tranquilizarlo pero Kakashi se le adelanto— Obito esa no es la manera.

—Usted— el Uchiha apretó sus manos para controlarse— Usted es una— Rin tomo su hombro en señal de apoyo— Es una maldita— Tsunade por fin se digno a verlo— Mi esposa y mi hijo se debaten entre la vida y la muerte, pero a usted eso no le importa.

—¿Por qué debería?, No es la primera ni la última persona que muera en este mundo— Shizune abrazo más al cerdito que llevaba en brazos— Además, ¿Para que quieres traer más niños a esta absurda vida?, Solo los envían a morir en estúpidas guerras.

—No puede asegurar eso, yo no pondría la vida de mi hijo en riesgo.

—Desaparece de mi vista, no tengo intención de ayudarte.

—En Konoha la tienen en un buen concepto, la mejor ninja médico que se haya visto— le dijo con ironía— Pero todos están equivocados, es una egoísta, sabe que es la única esperanza que tienen dos personas para vivir y no piensa ayudarles por culpa de sus malditos traumas del pasado.

Tsunade lo miro furiosa— Eso no te hace mejor que yo.

—Se equivoca, yo sí soy mejor que usted en algo— Tsunade arqueo una ceja— Yo nunca abandonaría a un compañero.

—Tu esposa y tu hijo no son mis compañeros.

—Lo son, porque todos somos de Konoha.

—Ya te dije que no pienso ayudarte.

—Entonces la voy a obligar— Obito activo su Mangekyou Sharingan, tomo el hombro de Tsunade y desapareció con ella en un remolino.

Shizune pego un brinco asustada, Kakashi y Rin se miraron entre ellos— Descuida ella estará bien, Obito la debió llevar a la aldea.

Tsunade miró la casa frente a ella y después al Uchiha que no había dejado de molestarla en todo el día, trato de contenerse pero aún así le dió un golpe en el hombro, él no se quejó— ¿A dónde me trajiste?

—Estas en Konoha, bienvenida a mi casa.

Ella lo miró sin creer nada, no era posible que la trasladará a su aldea en minutos, se suponía que ambos se encontraban a kilómetros de distancia.

Obito abrió la puerta de su casa, era de noche y por eso llamo para verificar si su familia aún estaba despierta, Hanako fue quien corrió a recibirlo.

—¿Dónde está Hinata?— su hija sollozo y lo abrazo.

—Shisui, Itachi y el tío Fugaku se la llevaron por la mañana, no he sabido nada de Okasan, ellos dijeron que esperara en casa a que regresarás— Hanako se dió cuenta de la persona que estaba detrás de su padre y limpio sus ojos con la manga de su chaqueta— ¿Usted es Tsunade Senju?, ¿Vino a salvar a mi mamá?

Tsunade quiso negarlo de inmediato, pero el brillo de esperanza en los ojos de esa niña le recordaron a su hermano— Si soy yo y precisamente a eso he venido— Obito volteó a verla con esperanza— ¿Nos vamos ya?, No hay que perder tiempo. 

Él asintió y las llevo a ambas con su técnica al hospital, Tsunade pidió informes de la paciente en recepción, los médicos de inmediato la hicieron pasar, Obito y Hanako se reunieron con Shisui, Itachi y Fugaku en la sala de espera.

—¿Qué sucedió?— la preocupación se le notaba, Itachi desvió la mirada, Shisui negó con la cabeza, Fugaku se acercó a él y tomo su hombro.

—Tu hijo ya nació, es un niño— Obito suspiro aliviado, aunque el semblante serio de su tío lo preocupo nuevamente— Lo siento, Hinata no aguanto, llevan unos minutos tratando de reanimarla.

Hanako lloro en silencio, Shisui se acercó a consolarla. Obito quedó en shock con la noticia.

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Hinata despertó en un lugar muy diferente al que recordaba, había mucha luz y parecía estar vacío. Miro sus manos y se dió cuenta de que eran un poco más pequeñas, se sentó en el suelo y se miró con más detalle, la sorpresa llegó de inmediato al percatarse que llevaba puesta la chaqueta que usaba a los dieciséis, su cabello era igual de largo que a esas edad. En ese momento descubrió que tenía de nuevo su cuerpo de dieciséis años.

—Te estaba esperando— Hinata miró al frente, siguiendo la voz que había escuchado, sus ojos no tardaron en llenarse de lágrimas. Él se sentó frente a ella y sonrió.

—¿Qué es este lugar?

—No lo sé con certeza, pero llevo tiempo buscándote.

—¿Tiempo?— Hinata lo miro con detenimiento, él se miraba como la primera vez que lo conoció, se atrevería a decir que llevaba la misma ropa— Obito no entiendo nada.

—Primero que nada quería pedirte perdón, es mi culpa que estés muerta, no me dí cuenta de que Madara en realidad no se dirigía a mi— la azabache lo miro completamente sorprendida, él era a quien había salvado cuando lo encontró herido, la persona de quien se enamoró, no dudó en lanzarse a sus brazos.

—Obito pensé que no te miraría así de nuevo— él correspondió a su abrazo.

—¿Es verdad lo que dijo Sakura?, Estabas embarazada.

Hinata lo miro a los ojos— Si.

—Lo lamento, debí protegerlos mejor.

—Espera todo está sucediendo muy rápido, ¿Por qué estamos aquí?

—Tu debiste llegar aquí cuando Madara te asesino, yo terminé muerto al finalizar la guerra, ayude al equipo de Kakashi pero preferí sacrificarme por Naruto, aunque descuida sé que ellos lograron sellar a Kaguya y sacar a todos del Tsukuyomi infinito.

—¿Morimos?

—No importa, ahora estamos juntos— Obito le extendió su mano, ella la tomo— Hay alguien que quiero presentarte.

La ojiperla se resistió un momento— Madara no me mató.

—¿Qué dices?

—No se precisamente que fue lo que me hizo, cuando atravesó mi cuerpo sentí un fuerte dolor y caí al suelo, lo recuerdo, pero cuando desperté no estaba en el campo de batalla.

—¿Despertaste?

—Si, en Konoha pero varios años atrás, te volví a conocer, solo que más pequeño.

—Espero no haber hecho algo de lo que deba avergonzarme.

Ella sonrió— Al contrario, fuiste un gran apoyo.

—Tal vez solo soñaste.

—No, fue real, de verdad.

—Solo estás algo alterada, pero ya no debes preocuparte por nada, yo estoy contigo.

Hinata tomo su rostro entre sus manos— Es verdad, de alguna manera viaje al pasado, tuvimos a nuestra Hija.

—¿Hija?, ¿Fue una niña?

Ella asintió— Su nombre es Hanako.

—Hanako— repitió— Cuando era pequeño y me imaginaba como Hokage y con una gran familia, siempre quise tener una hija y ponerle así.

—Ella ya tiene nueve años y acabamos de tener otro hijo pero— Hinata recordó el poco tiempo que miró a su bebé, como perdía la consciencia y los médicos no dejaban de dar distintas ordenes a las enfermeras— Pero yo no aguanté el parto y morí. 

—Te creo, ¿De acuerdo?

—¿En verdad?

—Kakashi y yo estuvimos teniendo pequeños recuerdos durante toda la guerra, desde que Madara te atravesó aparecías en varios momentos de nuestro pasado.

—¿Entonces todo volverá a la normalidad?

—No lo sé, supongo que cambiaste algunas cosas.

—Obito, nuestros hijos— Hinata dejo que él tomará sus manos— Hanako está muy pequeña y nuestro bebé acaba de nacer, no puedo dejarlos solos, también necesitan a su mamá.

—Entiendo— él le sonrió, pero Hinata pudo ver a través de esos profundos ojos negros.

—Tampoco quiero dejarte aquí, no puedo abandonarte.

—Hay una forma de que no me abandones aquí.

—¿Cuál?

—No dejes que muera en la guerra, si lo haces yo nunca habré terminado en este lugar.

—Lo haré, te lo prometo.

—Hinata, ya me salvaste en dos ocasiones, no dejaste que muriera y también me rescataste de la oscuridad en la que estaba, ¿Me salvarían una vez más?

Hinata lo abrazó con todas sus fuerzas— Las veces que sean necesarias.

—Eso me alegra— Obito beso sus labios con dulzura— Ahora buscaré una manera de sacarte de aquí.

—¿Cómo?

El Uchiha beso su frente— Espero que tardes mucho en llegar a este lugar de nuevo.

La enfermera se dió cuenta de que la máquina volvía a contar los latidos de la paciente— Tsunade-sama está funcionando, ella está reaccionando.

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Obito estaba en las incubadoras observando a su hijo, era pequeño y muy adorable, se parecía en todo a Hinata, parpadeo para evitar derramar lágrimas. Debía ser fuerte por sus hijos.

Hanako corrió por los pasillos del hospital hasta llegar al lugar en donde su padre se encontraba— Otôsan.

—No grites Hanako-chan, despertarás a los bebés— le hablo en voz baja.

—Okasan está viva, Tsunade-sama logro hacer que reaccione.

Obito sintió que su corazón se aceleró con la noticia.

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—Me preocupaste mucho Hinata, sentí que te perdía— le confesó cargando al pequeño Hizashi y sentándose a su lado en la cama.

—Lo siento mucho Obito.

—No me hagas eso de nuevo— pidió preocupado, Hinata recargo su cabeza sobre su hombro.

—No te preocupes.

—Esta vez el pequeño Hizashi heredó mis ojos— Hinata sonrió contenta por la emoción de su esposo.

—Es bueno tenerte en mi vida.

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—¿Entonces?— Itachi miró al único ojo visible de la persona frente a él.

—Me unire a tu organización, solo quiero tiempo para perfeccionar los poderes de mis ojos.

—Y pasar tiempo con tu pequeño hermano, es lo que imaginé— Itachi no dijo nada, el enmascarado lo observó fijamente— Vendré dentro de cuatro años por tí.

—Dime como debo llamarte, no eres Madara y tampoco ella.

—Para ti es Tobi— él comenzó a desaparecer— Nos vemos luego Itachi.

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