Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Hiruzen Sarutobi platicaba con Minato Namikaze sobre cuestiones de la aldea, el tercero sabía que cuando llegara el momento de retirarse, Minato sería su sucesor.

Los suaves toques de la puerta los hicieron dejar de hablar por un instante, Minato se puso de pie y se posicionó a lado derecho del Hokage.

—Adelante.

Obito abrió la puerta y asomó su cabeza, miró a su sensei y al Hokage con nerviosismo.

—Hola Obito, ¿Qué te trae por aquí?— el rubio sonrió amable, su pupilo bajo la mirada y apretó la puerta.

—Minato-sensei, me encontré algo, mejor dicho alguien, quiere hablar con el Hokage.

—Pues hazlo pasar— le dijo Hiruzen.

Obito se volteó y tomo la mano de la chica que esperaba detrás de él —Vamos Hinata— ambos entraron a la oficina.

El Hokage la observó atento, la niña vestía el uniforme de Konoha, incluso tenía una banda, sus ojos la delataban como una Hyūga, pero no recordaba haberla visto antes.

—¿Quién eres pequeña?

—Soy Hinata Hyūga— ella hizo una reverencia— Hija de Hiashi Hyūga.

—Hiashi no tiene hijos— le dijo Minato confundido.

—Yo no soy de este lugar, más bien dicho de este tiempo, pertenezco a Konoha pero por alguna razón me encuentro aquí, quiero que me ayuden a regresar a mi tiempo, por favor— Obito la observó sin poder creer nada de lo que decía, admitía que ella parecía buena persona, pero lo que contaba sonaba demasiado extraño, Minato e Hiruzen se miraron entre ellos.

—Obito, espera afuera— le pidió su maestro, el Uchiha asintió y se despidió de Hinata antes de salir, cerró la puerta y se quedó parado para ver si lograba escuchar algo.

—¿A qué te refieres con tu tiempo?— el tercer Hokage se dirigió a ella de manera más seria.

—A donde yo pertenezco, Konoha se encuentra en guerra, su enemigo es tan peligroso que todas las naciones ninja decidieron formar una alianza.

—¿Qué enemigo?— hablo esta vez Minato.

—Madara Uchiha.

—Pero él está muerto.

—Es lo que nos hizo creer a todos, en realidad sólo espero a que alguien estuviera de acuerdo con sus planes para morir y ser revivido después.

—Supongamos que en es verdad lo que nos cuentas, quiere decir que de alguna manera te fuiste al pasado, ¿Estoy en lo correcto?— la Hyūga asintió, Hiruzen siguió hablando— ¿Cómo sucedió?

—No estoy segura, yo estaba en el campo de batalla cuando Madara me atravesó, quedé inconsciente y desperté aquí, pienso que uso alguna técnica de la que ni él mismo sabía los resultados.

—Danos pruebas de que en verdad vienes del futuro— le pidió Minato sin dejar su amabilidad.

—Usted será el cuarto Hokage.

El rubio abrió sus ojos en total sorpresa, Hiruzen pareció más convencido de todo lo que ella decía, el ya había pensado en Minato como el cuarto Hokage, pero era algo que no le había dicho a nadie.

—Y es solo cuestión de tiempo para que Konoha entre en guerra— Hinata agradeció que Obito le hubiera contado su historia y la de Konoha, Minato también pareció creerle, eran pocos los que sabían que la aldea estaba en problemas con otras naciones.

—Así que es verdad lo que dices— Hiruzen cruzó sus manos frente a su rostro y apoyo su mentón en ellas— Intentaremos regresarte a tu tiempo, pero tal vez tardemos, no conocemos nada que te haga regresar— Hinata bajo la mirada con tristeza.

—Lo mejor será pedirle a los Hyūga que te dejen quedar con ellos, después de todo, Hiashi es tu padre— opino Minato.

—Ellos no aceptarán, en mi estado soy una vergüenza para el Clan— respondió con la mirada baja.

—¿Por qué lo dices?— el rubio la miró sin entender.

—Yo estoy embarazada— los dos hombres la miraron impactados, el chico detrás de la puerta escuchaba sin creerlo.

—Pero si eres solo una niña.

—Tengo dieciocho años— intentó defenderse.

—Es verdad que el Clan Hyūga no te aceptará, pero debemos intentarlo— el Hokage mando a llamar al actual líder del Clan, Hiashi Hyūga.

Cuando él llegó junto con su padre, Obito se quitó de la puerta para que no se dieran cuenta de que estaba escuchando.

Ambos Hyūga entraron y el Hokage les explico toda la situación.

—No, el Clan Hyūga no se hará cargo de ella, menos en ese estado— respondió de manera fría, Hinata miró a su abuelo con pena, sabía que esa sería su respuesta.

Hiashi no dejaba de ver a la niña, era idéntica a su esposa, no tenía duda de que fuera su hija.

—Pero— intento replicar Minato, pero el padre de Hiashi lo interrumpió con brusquedad.

—Si eso es todo nos retiramos— el Hyūga se retiró sin mirar atrás, Hiashi lo siguió sin decir una palabra, Hinata iba detrás de ellos, salió de la oficina y camino hasta enmedio del pasillo.

Hiashi se detuvo y se regreso cuando perdió de vista a su padre, tomo los hombros de Hinata y le susurro al oído— Cuando necesites algo búscame.

Hinata lo miro irse y camino de regreso a la oficina, Obito la detuvo a mitad del camino e hizo que lo viera a los ojos.

—¿Es verdad lo que dijeron?, Estas embarazada y tú Clan no piensa apoyarte— al pelinegro le partía el corazón verla, estaba tan sola como él.

—Si, es verdad.

—¿Quién es su padre?

Hinata desvió la mirada— Un Uchiha que conocí.

Obito se quedó sin palabras, ella regreso a la oficina del Hokage y cerró la puerta, un Uchiha era el responsable de que su Clan le diera la espalda y un Uchiha sería quien se hiciera cargo de ella y su bebé.

—Tendremos que conseguirte un lugar para vivir— dijo el tercero pensativo— Y alguien que te vigilé, solo para asegurarnos.

A Minato se le iluminó el rostro cuando una idea llegó a su mente— Que sea Obito quien la vigilé, sería una buena idea, él necesita compañía después de lo que pasó.

Hiruzen lo medito por un rato— Hazlo pasar.

Minato fue a hablarle, el pelinegro se asustó cuando su sensei abrió la puerta y lo descubrió escuchando todo, pasó a la oficina y se paró frente al Hokage.

—Obito te daré tu primer misión de rango S— al Uchiha le brillaron los ojos de la emoción, ni Kakashi tenía aún misiones de ese rango— Te vas a encargar de vigilar a Hinata en todo momento, no dejaras que nadie descubra la verdad sobre ella.

—¿Cuál verdad?— interrumpió al Hokage.

—Se que estabas escuchando todo— Obito se rió nervioso— Si puedes ayúdale a conseguir un lugar donde pueda quedarse— él asintió, Hiruzen sonrió y se dirigió a Hinata— Te daré algo de dinero para que no te falte nada, supongo que no tienes, ¿Verdad?

—Solo tengo este cambio de ropa— le confesó apenada.

—Bueno, eso sería todo, se pueden retirar.

Ambos afirmaron con la cabeza, Minato miró con una sonrisa a Obito— Suerte, recuerda que nadie debe enterarse de tu misión.

—Claro sensei, hasta luego.

Obito tomo la mano de Hinata y se la llevó a la salida, la Hyūga solo alcanzó a decir un gracias antes de salir. 

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—¿A dónde vamos?— Hinata seguía a Obito, miraba todo alrededor, la aldea era ligeramente diferente, el Uchiha la volteó a ver y sonrió.

—Vamos a mi casa, a partir de hoy te quedarás conmigo— ella se sonrojo, el Uchiha tardó en comprender la razón por la que Hinata se puso tan nerviosa— En mi casa hay varias habitaciones, tu podrás escoger la que quieras.

—Lamento causarte tantas molestias— la Hyūga miró al suelo con melancolía.

—No me causas problemas, descuida.

—¿Tu familia estará de acuerdo en que yo me quedé?

Obito encogió sus hombros— Vivo solo.

—Lo siento, no debí preguntar.

—No hay problema, tú no sabías— el trato de sonreír— Antes vivía con mi abuela, pero nos dejo hace poco.

—Espero que ella pueda estar descansando.

Obito asintió— Aunque creo que sí le deberé pedir permiso al tío Fugaku para que te quedes, a él no le agradan mucho los Hyūga.

—Fugaku es el líder del Clan Uchiha, ¿Verdad?

—Si y a veces suele ser muy gruñón— Hinata se rió y el la observó con una sonrisa.

Ellos continuaron caminando, Obito le mostraba los lugares que le parecían más importantes, intentaba hacerla reír en ocasiones y le prometió llevarla a comer cuando le pagarán por su próxima misión.

—Mira ya llegamos— anuncio feliz, cruzaron la entrada del distrito Uchiha y Obito tomo su mano, necesitaba entrar en su papel para que el líder del Clan le creyera su mentira, Hinata no supo que decir, sus mejillas se volvieron rojas, las miradas que recibían de parte de los Uchiha que paseaban por la calle la ponían nerviosa— Mira esa es mi casa, pero primero iremos con el tío Fugaku— le dijo apuntando una casa con algunas plantas en la entrada.

—Es muy bonita— comento amablemente.

El pelinegro se ponía nervioso con cada paso, su destino estaba más cerca de lo que pensaba, la casa de Fugaku se encontraba justo enfrente de él, abrió el portón y dejó que Hinata pasará primero. Toco la puerta y se alivio al ver que era Mikoto la que abría.

—Obito, ¿Qué te trae por aquí?— la señora miró a la niña que lo acompañaba y después sus manos entrelazadas.

—Quiero hablar con el tío Fugaku.

—Acaba de llegar hace poco, pasen— Mikoto los dejo pasar y los llevo a una de las habitaciones, ella camino hasta quedar a lado de su esposo y miró a los niños con atención.

—¿Qué sucede Obito?— la voz de Fugaku era fría, el pelinegro trago grueso antes de hablar.

—Ella es Hinata Hyūga, quiero que le den permiso para que se quede en mi casa— le pidió haciendo una reverencia, Hinata lo imitó.

—No te miro el sello en la frente, quiere decir que eres una Hyūga de la rama principal.

—Si, soy hija de Hiashi Hyūga— le contesto nerviosa.

—Entonces si eres hija de Hiashi, ¿Por qué no te quedas con él?

—Es mi culpa tío, la expulsaron de su Clan porque se enteraron de que esta saliendo conmigo— Hinata lo miro impresionada, era algo que no esperaba, sus mejillas se volvieron a poner rojas y él apretó su mano con más fuerza.

—No creo que sea algo malo que sea tu novia— Mikoto les sonrió— Tal vez Fugaku y yo podamos hablar con Hiashi para que acepten su relación— el Uchiha mayor asintió de acuerdo.

—No creo que acepten a Hinata en su Clan— les respondió intentando calmar sus nervios, estaba seguro de lo que iba hacer, él se haría cargo de todo.

—¿Por qué no?

—Yo— Obito desvió un momento la mirada y luego volvió a verlos— Yo embaracé a Hinata.

El matrimonio Uchiha quedó completamente sorprendido, Hinata lo miro de igual manera, Obito no se atrevió a verla.

—¿Qué dijiste?— Fugaku alzó la voz, Mikoto tomo su mano para calmarlo— Pero si son sólo es unos adolescentes.

—Lo sé, fue un descuido de mi parte, pero me haré responsable— el líder del Clan suspiro.

—Los Uchiha no abandonan a otros Uchiha— Fugaku los miró más tranquilo— Por eso dejaré que se quede, pero no quiero otra de estas sorpresas Obito.

El mencionado asintió— ¿Ya podemos retirarnos?, Quiero instalar a Hinata antes de que sea de noche.

—Si eso era todo pueden irse.

—Gracias, le prometo que no le voy a causar más problemas— Obito jalo del brazo a Hinata y la saco de la casa lo antes posible.

El Uchiha cerró con llave la puerta de su casa cuando entraron, soltó su mano y respiro profundamente.

—¿Por qué lo hiciste?, No debiste, no quiero causarte más problemas— Hinata intento que la mirará, pero Obito le estaba dando la espalda.

—El padre de tu bebé es un Uchiha, entonces un Uchiha tenía que hacerse responsable.

—Pero, yo no quiero arruinar tu vida— Obito se volteó a verla cuando escucho sus sollozos— Tu estás enamorado de otra chica, no quiero que la pierdas por mi culpa.

Él la abrazó y frotó su espalda— No arruinas nada— ya le había dado vueltas a ese asunto, era verdad que amaba a Rin, pero ella no lo miraba con otros ojos, era su luz pero ella no brillaba por él.

—No debí llegar a tu vida— murmuró.

—Al contrario, ahora que llegaste me darás una familia.

—Perdóname.

—Pero ya no llores por favor— ella limpio sus ojos, Obito tomo su mano y la llevo a su habitación, abrió su armario y saco algunas playeras blancas— Tengo ropa que ya no me queda, tu cuerpo es diferente al mío, pero aún así algo te debe quedar, mañana podremos ir a comprar ropa de tu gusto.

—Gracias— Hinata tomo las playeras.

—Te puedo pedir un favor.

—Si, dime.

—¿Mañana puedes levantarme temprano?, Es que tengo entrenamiento con mi equipo y no quiero llegar tarde— le explicó con una risa nerviosa.

—Tranquilo, yo te despierto— le dijo con una sonrisa.

—Muchas gracias— Obito la tomo de los hombros y camino al pasillo— Ven te mostraré las habitaciones para que escojas una.

Hinata había escogido la habitación de a lado, le había deseado una buena noche antes de irse a dormir, se quitó toda su ropa y se dió un baño. 

Se volvió a poner su ropa interior y se vistió con la playera blanca que Obito le había prestado.

Cepillo su cabello y lo seco con la toalla antes de acostarse.

Tenía tantas cosas en que pensar.

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