Capítulo V: Guerra y desesperación.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.
Hinata regreso a la aldea después de unos días, los guardias de la entrada la vieron totalmente sorprendidos, la dejaron pasar y se fue directamente a la oficina de la Hokage.
Toco la puerta y no pasó hasta que escucho un adelante, ella solo miró a Tsunade con la cara llena de lágrimas, la rubia se puso de pie y camino hasta estar frente a ella.
—¿Qué sucedió?
—Él está bien, pero no pude salvarlo— murmuró, Tsunade la miró sin entender.
—¿Salvarlo de que?
—Es de la aldea pero no quiere regresar.
Sakura entro sin avisar, los libros que llevaba en la mano se le cayeron al suelo al ver a Hinata, se cubrió la boca con sus manos y fue corriendo a darle un abrazo— Que bueno es saber que estás bien.
—Me da gusto verte Sakura-san.
— Estábamos muy preocupados por ti.
—Sakura, porque no te llevas a Hinata a comer, debe estar muy cansada— le sugirió la rubia, Sakura asintió y levantó los libros que había tirado para ponerlos en el escritorio— Hinata, después seguiremos hablando, la guerra será dentro de un mes, según nuestros cálculos.
Sakura tomo la mano de su amiga y se la llevó.
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La Hyūga caminaba de regreso a su casa, la persona que estaba en la puerta del Clan la miró con alegría.
—Hinata-sama, está viva.
La ojiperla parpadeo confundida— No entiendo.
—Tsunade-sama la buscó pero no la encontró, su padre, su hermana y su primo ya la daban por muerta, han estado sufriendo su perdida.
—No lo sabía— un nudo se formó en su garganta.
—Vaya con ellos, se pondrán muy felices al saber que está bien.
Ella asintió y se fue al cuarto donde su padre pasaba las tardes, tocó pero él tardó en responder, abrió la puerta y entró sin saber que decir, Hiashi alzó la vista y la miró en estado de shock, su mano tembló, se puso de pie y camino lentamente a ella, la abrazó para comprobar que no era su imaginación.
—Estás viva.
—Lamento haberlo preocupado.
—Me da mucho gusto que estés bien.
Hinata se separó de su padre despacio, no estaba acostumbrada a esas muestras de cariño— Tengo que ir con Hanabi y Neji, debo decirles que estoy bien.
—Regresa pronto, por favor.
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Hinata estaba sentada en su cama junto con su hermana, Hanabi quería pasar el mayor tiempo posible con ella antes de que se fuera a la guerra. Unas semanas más y ya no la vería por un buen rato.
Hanabi le contaba sobre una amiga nueva que había hecho, Hinata sonreía por su relato hasta que cubrió su boca y se fue corriendo al baño.
La castaña la siguió rápidamente, le recogió el cabello y dejó que su hermana siguiera vomitando.
Durante los días siguientes esa rutina comenzó a repetirse, después de las comidas Hinata se iba de inmediato, Hanabi agradecía que su padre aún no se diera cuenta.
Cuando Hinata entrenaba con Neji, los mareos no la dejaban de invadir.
Hanabi se puso a investigar sobre los síntomas de su hermana, creía saber que le pasaba, pero era algo prácticamente imposible.
Hinata salió del baño de su habitación con una toalla en la mano, termino de secar su boca y la dejo sobre una pequeña mesa, su hermana la observó con mucha atención.
—¿Tu periodo se ha retrasado?
—Si, ya está atrasado.
Hanabi suspiro y le pasó una caja, Hinata se sonrojo al darse cuenta de lo que era.
—Hazte la prueba.
La ojiperla negó varias veces al ver el resultado, su hermana menor frotó su espalda con cariño.
—No le diré a nadie.
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Los días para la guerra eran cada vez menos, Sakura estaba revisando y entregando los resultados de los exámenes médicos que les habían realizado antes de ir al campo de batalla.
Entro al consultorio donde se encontraba Hinata, leyó rápidamente los resultados y no podía creerlo.
—Lo siento Hinata, no puedo enviarte a la guerra.
—¿Por qué?
—Estas...
—No lo digas— la interrumpió alarmada— Nadie debe saberlo.
—No lo podrás ocultar toda la vida.
—Déjame ir Sakura-san, por favor.
—Pero te podrían hacer daño.
—No dejaré que nada malo nos pase— le dijo con una mano en su vientre.
—Hinata, no es una buena idea.
—Por favor— sus ojos suplicantes la hicieron ceder al final.
—Pero dejaras que te revise todos los días— le advirtió su amiga sin estar demasiado convencida.
—Sí, muchas gracias Sakura-san.
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Las batallas que le habían tocado no fueron tan peligrosas, Sakura siempre la curaba al final del día.
Cuando los llamaron para reunirse en un solo lugar, supo que una batalla más grande que las anteriores se estaba llevando a cabo.
Se sorprendió de ver a Madara Uchiha arriba de un ser muy extraño, busco con la mirada a Obito, pero él no estaba. Se sintió tranquila al saber que no regreso con Madara.
La azabache hacía todo lo que podía para proteger a Naruto, él era la clave para ganar la guerra, por eso no le daba miedo perder la vida, lo único que le preocupaba era el ser que crecía dentro de ella.
Madara hablo sobre hacer que Naruto cayera en la desesperación, lanzó un ataque y todos se defendieron como pudieron, unas estacas invadieron el campo de batalla, Hiashi, Neji y Hinata desviaban la mayor parte para que Naruto no quedará herido.
Pero hubo un ataque al que sus técnicas no llegarían a tiempo, Hinata corrió hasta quedar frente a Naruto, estaba dispuesta a dar su vida, solo esperaba que su bebé la perdonará por su actitud tan irresponsable.
Espero que las estacas la atravesarán, pero eso nunca sucedió, giró su cabeza y se dió cuenta de que Neji también se había atravesado en la trayectoria de las estacas, pero estas nunca llegaron, el castaño observo como desaparecían en una especie de remolino.
Hinata alzó la vista al frente y sus ojos se llenaron de lágrimas, espero a que el ataque terminara para correr y lanzarse a sus brazos.
—Obito— él rodeó su cintura, Hinata lo abrazaba con fuerza, no la había abandonado, regreso.
Kakashi volteó a ver la escena cuando escucho el nombre de su antiguo amigo. Quedó sorprendido al verlo, ¿Por qué Hinata lo conocía?, ¿Cómo era posible que siguiera vivo?, Él había sido el culpable de su muerte y la de Rin.
Hinata se separó un momento para verlo a la cara— Tu ojo— murmuró viendo el Rinegan que tenía ahora en uno de sus ojos.
—No podía dejar que Madara se quedará con ellos, lamento haberte abandonado— la Hyūga negó con una sonrisa.
Kakashi se acercó para comprobar que fuera él— Obito.
—Kakashi— le respondió sin interés.
—¿Por qué no regresaste a la aldea?
—Es una historia muy larga, no creo que haya tiempo para contarla.
—Así que por ella me traicionaste— Obito observo a Madara.
—Fuiste tú quien me traicionó primero, ¿Qué no te lo a dicho Zetsu?
—Eres un mal agradecido, al parecer debo enseñarte modales.
Obito se preparó al ver que Madara se acercaba con velocidad a él, utilizó el Kamui para que pasará a través de su cuerpo, pero el grito que escucho detrás le hizo saber que no era a él a quien quería atacar.
Se volteó para ver lo que sucedía, su corazón dejo de latir por un momento, Madara había atravesado a Hinata por en medio de su pecho.
Ella no estaba viendo a Madara, lo estaba observando a él, escupió sangre y luego dejo que se deslizara por sus labios, cerró los ojos y Madara saco la mano de ella, Obito miraba como su cuerpo caía al suelo sin vida.
Camino despacio hasta ella y la tomo en sus brazos, acarició su rostro sin importar que sus manos se llenaran de su propia sangre.
Naruto, Neji y Hiashi miraban con horror la escena.
Sakura corrió hasta ella para intentar salvarla, pero ya no tenía pulso, miró a Madara molesta e intento atacarlo, pero Kakashi la detuvo antes de que se acercará— ¿Cómo se atrevió?, Ella estaba embarazada.
—¿Embarazada?— repitió Obito sin poder creerlo— Hinata y yo íbamos
—No pierdes el tiempo— Madara lo interrumpió y miró todo con una sonrisa— Pensé que ya te habías acostumbrado a perder a tus seres queridos, de nada sirvió haber hecho que matarán a la otra niña si al final me pensabas traicionar.
—Rin— dijo Kakashi mientras lo miraba detenidamente.
Madara hizo unos sellos que Obito no alcanzo a ver, el cuerpo de Hinata brillo ligeramente y comenzó a desaparecer de manera lenta.
—Te confieso que ni siquiera yo sé que hace este jutsu, lo descubrí hace mucho tiempo y nunca lo puse en práctica— Obito tocaba su cuerpo pero este seguía desapareciendo— Mira el lado bueno, su cuerpo ya no estorbará.
Toco su cara por última vez antes de que su cuerpo dejará de verse, se levantó furioso y fue contra Madara.
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Obito se había levantado un poco tarde esa mañana, se dió un baño rápido y comió antes de irse.
Contaba sus armas en el camino y sonrió al notar que había llegado a su destino, ese era su bosque favorito para entrenar. A sus dieciséis años era un ninja muy habilidoso, y eso se lo debía a sus entrenamientos con Minato.
Algo brillando cerca de unos árboles llamo su atención, camino a ese lugar y miró el cuerpo de una chica mayor que él por algunos años.
Tenía una vestimenta parecida a la de su maestro Minato, su cabello era largo, pero nunca la había visto en la aldea, se puso de rodillas frente a ella y movió su hombro para ver si despertaba.
Tardó en que ella reaccionará, se sorprendió al ver sus ojos, era una Hyūga.
Hinata despertó asustada, miró al chico frente a ella y después todo a su alrededor, no era el lugar en el que estaba antes, pero su cuerpo parecía el mismo, justo como cuando Madara la atravesó.
Toco la parte en donde la habían atacado, pero su ropa estaba intacta, abrió su chaleco y bajo un poco su blusa para ver si no tenía ningún daño, curiosamente estaba bien.
Obito desvió la vista sonrojado cuando ella bajo su blusa, la miró de reojo pero la chica había dejado de ver su pecho.
Hinata activo el Byakugan y comprobó que nada malo le había pasado a su bebé.
—Eres de Konoha, ¿Verdad?— Hinata señaló la banda del chico.
—Si, mi nombre es Obito Uchiha— el se señaló con entusiasmo y una gran sonrisa— Voy a ser Hokage.
Ella abrió sus ojos sorprendida— ¿Obito?— él asintió contento, Hinata se dió cuenta de que estaba hablando con el padre de su bebé, solo que ahora estaba más pequeño, eso la tenía totalmente confundida— ¿En dónde estoy?
—Estas en Konoha, ¿Te encuentras bien?
Hinata negó con la cabeza— ¿Quien es el Hokage?
Obito la observó confundido— Tu deberías saberlo, eres una ninja de Konoha— el pelinegro miró que ella parecía asustada— El Hokage es Hiruzen Sarutobi.
Hinata lo tomo por los hombros y se acercó a él, Obito se sonrojo fuertemente al tenerla tan cerca— Llévame con el Hokage, por favor.
El Uchiha asintió y se puso de pie, la ayudo a levantarse para llevarla a la oficina del Hokage, ella miraba todo a su alrededor asustada, se aferró a su brazo haciendo que el rostro de Obito se pusiera rojo.
—¿Y cuál es tu nombre?
—Me llamo Hinata Hyūga.
—Tranquila, no te pasará nada malo, mientras estés conmigo estarás segura— ella asintió y se sonrojo al ver su sonrisa.
—Gracias Obito-kun— Hinata tomo su brazo con más fuerza.
El Uchiha acarició su mano para darle apoyo.
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Espero les guste 🤗
Al final Hinata se queda de dieciséis, lo que la hace más grande que Obito por tres años en este momento xd
Dejen sus votos y comentarios ❤️
Nos vemos en la próxima actualización 👀
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