Capítulo IV: Tú mi salvación.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

—Pues empieza a creerlo niña— Obito hizo otro intento por ponerse de pie, pero Hinata lo recostó nuevamente con gentileza— ¿Qué no entiendes?, Ayudaste a un criminal, uno que solo busca vengarse de tu aldea.

Hinata negó con la cabeza— Usted me está mintiendo, no puede ser Madara Uchiha— Hinata miró su mano y tuvo el impulso de tomarla, pero debía controlarse, él estaba despierto y las cosas ya no serían como antes— Madara murió hace años.

—La realidad no siempre es lo que aparenta y lo que te hacen creer no es por completo la verdad.

La Hyūga lo escucho con atención, pero volvió a negar— No es Madara, ni siquiera se parece a él.

—¿Y tú cómo lo has visto?

—En los libros de la academia.

—¿Y si los libros te están engañado?

Hinata se volteó por algunas ramas que tenía reunidas desde la noche anterior y comenzó a hacer una fogata— El Byakugan lo mira todo, no hay nada que le pueda ocultar, cuando lo observo a los ojos, me doy cuenta de que me está mintiendo.

Obito la miró molesto— Tú no sabes nada sobre mi.

—Entonces déjeme saber más sobre usted— Hinata sonrió, él desvió la mirada y no respondió— No dejaré que se vaya hasta que esté completamente curado.

—En algún momento tendrás que dormir— el Uchiha se quedó sin palabras, ella se recostó a su lado con aquella sonrisa boba, acarició su cabello y lo abrazó después de cerrar los ojos.

—Por eso dormiré con usted, así me daré cuenta si intenta escapar— Hinata se aferró a él con cuidado, no quería lastimarlo.

—Haz lo que quieras, hagas lo que hagas yo me iré de aquí.

—¿Para qué se quiere ir?

—Tengo unos asuntos pendientes— su cuerpo se tenso cuando ella acarició su mejilla derecha, ¿Qué se creía esa niña?

—La venganza no es buena, solo le hace más daño, no quiero que la oscuridad se adueñe de su vida— Hinata lo miro fijamente, su corazón dió un brinco y se obligó a si mismo a mantenerse tranquilo, cubrió con su mano la de ella y la alejo de su cara, la regreso al lugar donde estaba y no la soltó.

—Es demasiado tarde para eso, la oscuridad ya es parte de mi vida.

—Entonces yo lo voy a salvar de esa oscuridad— Hinata lo abrazó de nuevo y se acomodó más cerca de él.

Obito no hizo nada por alejarla, no podía creer lo débil que se encontraba, ni si quiera lograba quitarse a una niña de encima. Ese Zetsu lo pagaría caro.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Por la mañana la primera en despertar fue Hinata, saco algunas cosas de las bolsas que tiró en el suelo la noche en que él despertó y empezó a preparar una sopa.

Ahora que había despertado tenía que alimentarlo correctamente.

Dejo el agua hirviendo y se fue a lavar la cara en el río. Al regresar se dió cuenta de que aún dormía, se acercó a él y beso su frente.

—Estará bien, yo lo voy a cuidar, no dejaré que se vaya por el mal camino.

Obito fingía estar durmiendo, de esa manera logro descubrir que aquella chica se había fijado en él de una manera algo peculiar.

—¿Cómo se llamará?

—Obito— le respondió y abrió por completo los ojos, ella se sonrojo y retrocedió avergonzada.

—¿Cuánto tiempo lleva despierto?

—Me acabas de despertar con esa pregunta— la Hyūga desvió su mirada a la sopa, no se atrevía a verlo.

—Yo me llamo Hinata Hyūga, de Konoha— él suspiro molesto— ¿De qué aldea es usted?

—Era de Konoha.

—¿Era?, ¿Cuál es su nombre completo?

—Obito Uchiha— no sabía porque le respondía, esa niña le producía una paz a la que no debía acostumbrarse.

—Uchiha— repitió pensativa— Quiere decir que es otro de los sobrevivientes de la masacre, a Sasuke-kun le agradaría conocerlo.

—Te equivocas, yo no soy un sobreviviente.

—Pero

—Yo fui el que ayudo con la masacre.

Hinata lo miro sin poder creerlo, no lo imaginaba como una mala persona— ¿Por qué?

—Asuntos pendientes.

—Deje de decir eso, dígame la verdad, no lo podré ayudar si no me dice lo que le pasa.

—Yo no quiero tu ayuda— le grito, pero se detuvo cuando miro sus ojos temerosos— No se puede salvar a quien no quiere ser salvado.

Hinata reviso la sopa y la retiro de la fogata al comprobar que estaba lista— No me importa si no quiere ser salvado, yo lo voy a traer de regreso a Konoha.

—Pero que tonterías dices.

—En Konoha lo deben estar extrañando, tiene que regresar.

—No hay nadie en Konoha que me importe.

Hinata busco uno de los platos que traía y le sirvió la sopa— Tenga cuidado porque está caliente— le pasó el plato con una sonrisa y el lo tomo con molestia.

—No necesito comer.

—Por favor coma algo— la Hyūga lo miro con ojos suplicantes, Obito termino aceptando.

La azabache se sirvió un plato para ella y le pasó una pequeña cuchara.

Comieron en silencio, Hinata tomo los trastes sucios y se los llevo para lavarlos al río, regreso y lo miro sentado mirando al vacío.

Obito no sabía que seguía haciendo en ese lugar, podía usar el Kamui para irse, pero había algo en su interior que lo obligaba a quedarse.

—Sabe— Hinata llamo su atención, ella doblaba la ropa limpia y la acomodaba en su lugar— No quisiera estar afuera, una guerra está por comenzar, pero eso es algo débil de mi parte, ¿Verdad?, Estoy huyendo, pero no es porque me de miedo ir, solo no quiero enfrentar a mis amigos, deben pensar que cometí una traición a sus ideas.

—Huir no es la respuesta— sonaba irónico viniendo de él, quien había huido y buscado la manera fácil de superar su perdida.

—Supongo que no lo es.

—¿Cuánto tiempo llevas cuidado de mi?

Hinata lo miro con una sonrisa— Creo que se cumplirán dos meses.

—¿Por qué lo haces?

—Yo estoy feliz de ayudarlo, quiero que esté bien y que venga conmigo— Hinata se acercó y tomo su mano, pero el huyó de contacto y miró hacia otro lado frustrado.

—Eso no va a suceder— la miró de reojo y sintió lastima al verla triste, su rechazo la estaba lastimado, pero debía dejar las cosas claras entre ellos— No me hables con tanto respeto, ¿Entendiste?

Ella asintió y se alejó unos metros. Busco ropa limpia entre su mochila y saco un cambio para ella y otro para el Uchiha.

—¿Quiere— él la miró con una ceja alzada, Hinata entendió que quería que le hablará sin tanto formalismo— ¿Quieres tomar un baño?, El agua del río es muy agradable.

—No tengo otro cambio de ropa.

—En eso te equivocas, hace tiempo te compre ropa.

—No hagas eso.

—¿Hacer que?

—Preocuparte por mi, no debiste gastar tu dinero en cosas como esa.

Ella solo sonrió— Para mí no es una molestia, así que lo seguiré haciendo.

Hinata tomo la ropa y otras toalla y lo ayudo a ponerse de pie, Obito camino como pudo y apoyando la mayor parte de su peso en ella.

Al llegar al río, Hinata lo ayudo a sentarse en el suelo, cerca de la orilla. 

—Si quieres puedes meterte a bañar primero, aquí hay ropa, una toalla y jabón, yo estaré detrás de aquel árbol para no ver— le dijo apuntando el pequeño pino que había a una distancia considerable.

—Esta bien.

—Si necesitas ayuda, solo háblame.

Hinata se retiró y espero a que el terminara su baño para cambiar de lugares, cuando ella también termino fue a sentarse a su lado, ambos miraban el cielo despejado.

—Puedo hacerte una pregunta.

—Dime.

—¿Cómo te hiciste las cicatrices de tu rostro?— Hinata lo miro de reojo, el apretó sus manos y suspiro.

—Es una historia muy larga.

—Puedes decirme, todo lo que te paso en el pasado me interesa, de esa manera te podré ayudar.

Pasaron toda esa tarde hablando, Obito le contaba todo lo que había pasado, incluso cuales fueron los motivos por los que Itachi había matado a todo su Clan con excepción de Sasuke, porque se unió a Madara y como fue que uso su nombre para seguir con sus planes.

Su vida había cambiado cuando su única luz desapareció.

Miraba como ella lloraba en silencio y se abrazaba a si misma, cuando terminó de hablar, se preguntó porque le decía su historia. Nadie debía saber la verdad, pero ella lo hacía querer contar todo para librarse del peso que cargaba sobre sus hombros.

Hinata se acercó y lo abrazó, él no hizo nada, la Hyūga acariciaba su cabello— Por eso siempre tienes pesadillas, haz sufrido mucho.

El rodeo con sus brazos su cintura y la apretó más contra su cuerpo, aquella muestra de afecto le daba tranquilidad.

—Mientras yo esté aquí, no dejaré que nada malo te suceda de nuevo.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

El tercer mes estaba por cumplirse, Tsunade le dijo que la guerra estaba a menos de dos meses de iniciar.

Obito se recuperaba rápidamente, Hinata sabía que cuando él estuviera bien por completo se iría, eso le provocaba un vacío en el corazón.

Por más que intentaba él no quería regresar con ella a Konoha. Le hablaba todos los días sobre no volver al mal camino, pero el Uchiha seguía sumido en su oscuridad.

—Me iré esta noche— Hinata dejo de doblar la ropa y lo miro con temor.

—No, por favor.

—Ya estoy bien, tu necesitas regresar a tu aldea.

—También es tu aldea— Hinata se acercó más a él, Obito estaba sentado en el suelo, recargando su espalda en la pared.

—Ya no pertenezco a ese lugar.

La ojiperla tomo su mano y lo miro con los ojos vidriosos, a Obito se le detuvo el corazón al verla en ese estado, admitía que había desarrollado algún tipo de sentimiento por ella, era por eso que se quería alejar lo antes posible.

—Por favor, regresa conmigo a Konoha, te necesito.

—Lo mejor es que te alejes de mi— Obito se puso de pie y tomo algo de ropa para irse a dar un baño.

Hinata se quedó en la cueva, pensado en una manera para convencerlo.

Él decía que no tenía a nadie que le importará en Konoha, ¿Y si ella se convertía en la razón para que regresará?

Él no volvió hasta la noche, se quedó sentado cerca de la fogata y después se recostó un rato, tenía que irse antes de que se arrepintiera.

Sintió como alguien se sentaba en su regazo y abrió los ojos para ver a Hinata con un intenso rubor en las mejillas.

—¿Qué haces?

—Regresa conmigo a Konoha.

—Ya hablamos de esto.

—Si te vas regresaras al mal camino, no quiero eso para ti.

—No me harás cambiar de opinión.

Obito quiso sentarse para bajarla con cuidado, pero todos sus movimientos se detuvieron cuando Hinata tomo el cierre de su chaqueta y lo bajo por completo.

Se quitó la chaqueta junto con la blusa de red que traía y las arrojó al suelo. Obito no supo como reaccionar, Hinata beso sus labios mientras desabrochaba su sujetador.

Consiguió quitarle la playera y recorrió con sus manos todo su abdomen. Él no reaccionaba y eso la atemorizaba.

Desabrocho su pantalón y se lo quito junto con sus bragas, su rostro se volvió rojo, bajo un poco el pantalón y la ropa interior del Uchiha, la erección que tenía la hizo sonrojar aún más, frotó su miembro un poco y se acomodó para que la penetrara.

Sus lágrimas salieron y se quedó inmóvil, la sangre que salió de ella le hizo saber a Obito que era su primera vez.

—¿Por qué haces esto?

—Porque me importas, quiero que regreses a Konoha, dices que no tienes nada en la aldea, entonces me convertiré en alguien importante para ti, así tendrás un motivo para regresar— intento que el dolor no le quebrara la voz, pero ya no lo soportaba.

—No deberías hacer esto, te estás entregando a un criminal.

Hinata comenzó a moverse, las penetraciones eran lentas, usaba sus manos para apoyarse en su abdomen, el placer tardó en ser remplazo del dolor— T-te equívocas... Y-yo no me es-estoy entregando a u-un criminal... Me estoy entregando a O-obito Uchiha... Un Shinobi de Konoha, al-alguien que no quiero que se p-pierda de nuevo.

Sus lágrimas seguían saliendo, le dolía que el no correspondiera a sus sentimientos. 

Obito limpio sus ojos y tomo su cintura, comenzó a marcar su ritmo, Hinata lo miraba sorprendida, él la estaba tomando.

Sus gemidos sonaban por toda la cueva, cuando Hinata sintió una mezcla de sensaciones y creía que ya no podría más, él terminó dentro de ella y se quedó quieto, la azabache respiro entrecortada y se movió hasta recostarse a su lado.

Busco la manta que compró desde que comenzó a hacer frío y los cubrió con ella.

—Vuelve a Konoha, por favor.

—Hinata.

—Por lo menos, no regreses al plan de Madara.

—Te prometo que no volveré con él.

Hinata lo abrazó con fuerza y se quedó dormida.

Cuando despertó en la mañana, Obito no estaba a su lado, se cubrió con la manta y lo busco por toda la cueva, activo el Byakugan y no lo encontró por ningún lugar, se hincó en el suelo y lloró como hace tiempo que ya no lo hacía.

La había abandonado, solo esperaba que cumpliera con su promesa y no regresará con Madara.

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Ya la dejo sola con la bendición ok no xD

Espero que les guste 🤗

Dejen sus votos y comentarios ❤️

Hasta luego 💖

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