¿Qué hacen?
Akeno estaba un tanto distante desde el reencuentro que tuvo con ese ente... Había un secreto que solamente Rias conocía y claramente ella podía recordar como había empezado ésto.
Solo era una niña que su única falla fue haber nacido de un cruce mal visto, realmente nunca olvidaría a su madre asesinada por su propia familia y su padre llegando tarde a salvarla.
Sabía que no era necesario e importante recordar a los muertos... Pero aún le dolía en el alma no poder hacer algo, e inconcientemente derramó lágrimas mientras abría sus ojos Rojos con dos aspas alrededor de su pupila.
Si tan solo hubiera sido más fuerte en ese momento, quizás su madre seguiría viva y su vida no hubiera sido mala... Total, cosas como conocer a Rias, pelear contra Kokabiel o incluso conocer a Issei, eran muy propensas a suceder... Pero nunca sabrá que hubiera pasado si su madre aún viviera... En cuanto termino de recapacitar, ella solamente suspiró para luego recapacitar en una frase dicha por ese ser.
-¿Tener a Issei para mí sóla?-
Desde que conocía al muchacho, le parecía divertido tocarle los cojones... Para ella era patético y ridículo su amor por las mujeres de pechos grandes, era realmente un pequeño pervertido (aunque el se auto nombra uno grande) que siempre que puede, espía a las mujeres en los vestidores o en las regaderas.
Aunque también admitía que tenía una excelente moral el chico... Podía ser un pervertido, pero siempre que la situación lo requiere deja su perversión de lado para ser serio y analizar la estrategia.
Aún recordaba como cuando vio el harem de Raiser, este parecía más serio que alegre... "Si, puede que una parte de mi envidie la suerte de los nobles por tener la oportunidad de un harem... Pero un verdadero hombre no presume el privilegio y tampoco exhibe o toca a sus compañeras como si de objetos se tratasen"... Esas palabras fueron las que más marcaron su mente, pues veía en Issei a un buen hombre que es pervertido, pero que no ve únicamente a las mujeres como objetos, sino como personas.
Y al ver toda la complejidad, valor e ingenio del adolescente cuando peleó contra sus oponentes... Vio a Issei con otros ojos, no era un compañero y ya, también era un amigo fiel y un rival que alentar.
Akeno obviamente ganaba toda pelea que luche... Pero Issei era un chico carente de poder mágico que la llevaba al límite únicamente usando su combate cuerpo a cuerpo y el poco control que tenga de su chakra... Era peculiar entre ellos, eran amigos y rivales, si se enoja con ella no busca excusas para justificar su inferioridad ante ella... Sino que hace más esfuerzo para ganarle... Y ella misma reconocía que Issei era incluso más propenso a ser más fuerte que ella.
Solo necesitaba instrucción y con esto que va enseñándole, era muy posible que pronto la alcance o superé... Claro, eso sí se lo permitía.
En ese momento, ella solo sonrió con arrogancia, pues ella tenía un arma secreta que Issei no tenía....sus ojos... Los ojos que heredó de su madre y los que le salvan de todo... Podía predecir todo lo que sucedería y no tenía límites de uso, solo debe usarlos cuando está en problemas y boom, sus oponentes caen en una ilusión o todo su entorno parece ir en camara lenta.
Akeno seguiría divagando en todos los escenarios... Pero una voz la regresa al mundo real.
-¿Akeno?-dijo Rias mientras Akeno volteo con sus ojos activos, sorprendiendo un poco a Riasm
-Rias, no esperaba encontrarte aquí-dijo ella y la pelirroja solo suspira.
-bueno, más que venir por sorpresa... Decidí buscarte a ti y a Issei... Cuando venía de camino encontré a Issei murmurando cosas sobre clones y ganarte el tres días, por lo que seguí adelante hasta que te vi perdida en tus pensamientos-dijo ella y Akeno se sonrojó.
-estupido Issei-dijo Akeno avergonzada.
-por cierto... ¿Qué hacías aquí con Issei?... Digo, lo que hagan ustedes fuera de las actividades del club o el inframundo, pues no es de mi incumbencia mientras no afecte sus labores como demonios... Pero, verlos tan aislados de la escuela o el edificio del club es algo, peculiar-dijo Rias mientras Akeno le observó con una expresión algo sería (como todo uchiha).
-¿Y qué tiene de extraño eso Rias?-dijo Akeno mientras Rias se sintió levemente intimidada por esos ojos... Pero era ya una cosa normal verlos, total, antes de Koneko ella tuvo primero a su fría reina de ojos locos.
-nada en particular... Solo que cualquier otro estudiante lo mal pensaría... Digo... Una chica y un chico, se van a un lugar lejos de la sociedad... Solos, sin que alguien los molesté... Por bastante tiempo se desaparecen y aparecen cansados, y sudados... ¿Doy mi punto?-dijo ella con cierta picardía mientras Akeno al escucharla, capta la idea y se pone más roja que el cabello de su ama.
-¡Deja de plasmar una escena de ese tipo... Yo que ganaría si hiciera esas cosas con un adolescente sin talento mágico!-dijo muy avergonzada.
-no losé tu dime... Después de todo, eres la que se pone de provocadora con él y lo llevas a este lugar-dijo Rias con una sonrisa gatuna y Akeno solo baja la mirada mientras seguía sonrojada, pero echaba vapor de la vergüenza.
-estupida Rias pervertida y exhibicionista-murmuro Akeno avergonzada.
-aunque bueno... También vine para saber... ¿Qué hacen tú e Issei aquí?-dijo Rias mientras Akeno le vio con molestía y vergüenza-ya no estoy jugando Akeno... Ddraig me dio a conocer un dato interesante, pues parece ser que desde hace ya un tiempo detecta un gran poder de ti e Issei-dijo ella para que Akeno se pusiera seria.
-no sabe exactamente que es está fuerza, más sin embargo, el creciente poder de Issei va en aumento y no es preocupante, pero es muy curioso-decía Rias y Akeno se puso más sería-asi que... ¿Me puedes decir que hacen tú e Issei?-dijo ella y Akeno se acercó un poco.
-solo entrenamos Rias, no hay nada raro o peculiar-dijo ella mientras pasa al lado de la pelirroja-pero ya verás el resultado, solo no vuelvas a mencionarlo que es algo secreto-dijo Akeno y Rias realiza la misma expresión de seriedad.
-creeme, no sería importante si no fuera a afectar al equipo... Pero esto nos afectará directamente, así que mejor piensa lo que haces... Pues cuando todos se enteren, exigirán explicaciones-dijo ella mientras Akeno se iba-y procura no ser vista con esos ojos... Sería un gran inconveniente si los Himejima descubren que estás aquí... Incluso, si las demás facciones se enteran de eso-dijo Rias mientras Akeno se detiene y voltea a verla.
*Esta imagen no es mía, solo la encontré por internet*
-gracias por tu preocupación Rias, pero no me digas algo tan necesario como si no lo supiera-dijo ella para que al momento de parpadear, sus ojos eran normales.
-deberias dirigirte con menos hostilidad a tu amiga... No es como que estuviera haciéndote un mal por algo que se te olvidaba-dijo ella volteando mientras ambas féminas se veían con seriedad.
Así estuvieron un rato, hasta que Akeno retomo su camino y Rias estaba allí mientras veía la dirección donde su amiga se fue.
-[si no fuera porque eres mayor en rango, juraría que te hubiera amenazado]-dijo Ddraig quien se manifestaba en la mano de Rias.
-no te mentiré, esa mirada penetrante y fría si me intimida-dijo ella con un poco de ñañaras.
-[no eres la única, realmente yo no siento tal cosa... Pero uno de mis portadores también sintió algo similar con un Himejima, según sus palabras, jamás había visto algo similar]-dijo el dragón mientras la imagen de un ojo rojo se maniesfetaba en la mente del dragón.
-Ddraig... Akeno siempre... Será así-dijo ella con seriedad.
-[no sabría decirte... Yo no tengo conocimiento del pasado de tu reina... Sin embargo, escuché un viejo relato sobre los hijos caídos y los rivales eternos... Y debo decir que tanto tú, como tu reina y peón, parecen cuadrar con la descripción de esos personajes]-dijo Ddraig aún serio.
-ya veo... Pero te preguntaré después por esos hijos caídos... Ahora sí no obtuve respuesta de Akeno, obtendré las respuestas de Issei... después de todo, entre él y yo no hay secretos-dijo Rias con algo de seriedad.
Su mejor amiga se había negado a revelarle ese entrenamiento secreto... Pero no había problema, si su reina se negaba a decirle que es ese entrenamiento, su prometido y peón le diría....y si se negaba, tenía más de un truco para hacerlo hablar.
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