Capítulo 44: Noche estrellada, Parte II

Capítulo 44: Noche estrellada, Parte II

JANA CLARK

Volví a la tienda y casi enseguida el comandante Hofmann vino detrás de mí, vi sus intenciones de dormir en todo el medio, dejándome completamente alejada de Donovan, definitivamente yo no quería dormir acorralada por él, temia lo que pudiera pasar, pero aún más, temía que yo pudiera perder la cabeza y cometer una locura.

Con el comandante Hofmann, yo nunca pensaba las cosas con claridad.

—Yo no quiero estar al costado —dije.

—Entonces puedes estar en el medio. —propuso el comandante Hofmann.

Era lo que necesitaba, me sorprendía que él no tuvo objeciones. Donovan estaba aún algo despierto cuando nos acomodamos, el comandante Hofmann al costado izquierdo, yo en medio, y Donovan al costado derecho. Apesar de que ninguno de los dos me tocaba, sentía que me estaba ahogando, o puede que fueran mis nervios por semejante locura.

Donovan se durmió rápido, lo sabia porque él respiraba muy profundo por la nariz casi como un osito gruñendo o al menos así me gustaba decirle. Yo era la que no. Podía dormir al pensar en que justo a mis espaldas estaba el comandante Hofmann, cerca, y era muy consciente de él, demasiado. Tal vez si volteaba y veía que estaba dormido lograría calmarme...

Me voltee y ahogué un gemido cuando vi que sus ojos azules estaban bien abiertos y él no disimuló ni un poco, él me miraba fijamente, como si hubiera estado esperando que me volteara.

«Y solo cuando me miras se me pone dura. Ten cuidado». Recordar su voz profunda diciendo eso en una sutil amenaza, empeoró mí situación, sentía que mí rostro estaba al borde de incendiarse de lo caliente que estaba como el resto de mí cuerpo.

En este momento en que mí corazón lo podía escuchar tan rápido que resonaba en mis oidos, que mis mejillas estaban enrojecidas y que mis pies estaban congelados de los nervios, sentí realmente que el comandante Hofmann era más de lo que pude imaginarme.

Estaba aquí, viendo sus ojos brillar y detallando las facciones de su rostro en la tenue oscuridad, dándome cuenta de que tenía una belleza que lograba consumirme el alma entera y una forma de ser que me hizo darme cuenta por primera vez, que puede que estuviera flechada por este hombre y no era hasta este momento que me había dado cuenta de eso. Que estaba devotamente, irrevocablemente, enloquecidamente, enamorada de él.

Estiré mí mano y me atreví a acariciar las facciones de su rostro, la yema de mí dedo índice y el del medio se deslizaron por su frente lentamente, sus cejas gruesas y ligeramente inclinadas hacia su nariz le daba  esa apariencia rebelde que tanto repetía en mí cabeza, bajé mis dedos por su nariz rozando el puente y luego sus labios, la curvatura de su boca era sensual, la forma de sus labios me parecía perfecta, de hecho todo de él me hacia darme cuenta de que Dios sí tenía sus preferidos y él definitivamente era uno, él cerró los ojos mientras seguía acariciando la leve hendidura de sus hoyuelos en sus mejillas y él susurró muy bajo:

—¿Puedo abrazarte mientras duermo? Es que tengo frío.

Volvió a abrir los ojos esperando por mi respuesta. No hacia frío, de hecho hacia muchísimo calor, pero, la necesidad de tocarnos estaba ahí, latente, como una obsesión o una droga que nos incitaba a sentir al otro.

Afirmé con la cabeza y entonces él envolvió sus brazos a mi alrededor. Fui jodidamente conciente de su brazo alrededor de mi cintura, y quemaba ahí donde me tocaba su mano detrás de mi espalda. Lo miré cuando él cerró los ojos y su respiración se volvió ligeramente más pesada, yo cerré los ojos pero, no podía dormir, mucho menos teniendolo así de cerca, a tan solo centímetros de su boca. Sentía mi cuerpo ardiendo, necesitando sentirlo más cerca, necesitando reprimir que sentía unas ganas horribles de saltarle encima porque mi novio —por el que debía de sentir todo esto— estaba dormido a mi lado.

«Respira profundo»

Me di la vuelta dándole la espalda para dejar a un lado todo el mar de pensamientos que cruzaban por mi cabeza e intentar dormir, pero sentí como la mano que mantenía encima de mí se aferró un poco más apretando un poco mí abdomen, y de súbito se pegó de mí sin nada de respeto o alguna restricción, me tensé ahogando un gemido al sentir lo duro que se sentía la parte delantera de su cremallera chocando directamente contra mi trasero. Abrí los ojos observando a Donovan, él estaba boca arriba con la boca ligeramente abierta, un hilo de baba desbordaba por un costado de sus labios, sus ojos cerrados mientras seguía rocando.

El comandante Hofmann acercó su boca a mi oreja, su respiración caliente me erizó la piel haciéndome temblar todo el cuerpo cuando susurró muy bajo a mi oído:

—¿Sabe tu novio que te voy a follar y no me importa que sea en sus narices?

Su mano encima de mi abdomen se introdujo lentamente dentro de mi pantalón, como si me diera tiempo de retirarme, pero yo no me moví, estaba tan caliente que lo único que mi cuerpo quería y rogaba era que apagara este incendio que había dentro de mí. Sus largos se deslizaron por mi húmedad, me tocaron en la cima de mi clítoris completamente hinchado y palpitante, moviéndose sin piedad a una presión que me llevaba al borde, mordí mi labio inferior para evitar gritar pero la sensación era demasiado grande, mis piernas cosquilleaban y mi vientre se contraía ante la intensa situación, estaba al borde de venirme.

—Mier.. da... —jadee poniendo los ojos en blanco.

—Shhh —me siseó con cinismo—, tu prometido se puede despertar.

Aceleró el movimiento de sus dedos y no pude más cuando el orgasmo me tomó liberándome en una sensación placentera, mordí tan fuerte mi labio inferior que me lo rompí, tenía que mantenerme callada para no despertar a Donovan y realmente está situación más que parecerme aberrante, me excitaba aún más, la adrenalina de que nos pudiera pillar en cualquier momento.

Su mano abrió mi pantalón y yo lo ayudé a deslizarmelo junto con mis bragas hasta sacarmelo quedando desnuda de la cintura para abajo, debía de estar tan jodidamente loca por hacer esto, pero lo peor definitivamente era que no me arrepentía.

Lo sentí separarse un poco y escuché el cierre de su cremallera cuando se la abrió, la anticipación me ponía ansiosa mientras escuchaba como rompía la envoltura de un condón, aún más cuando me tomó de las caderas y sentí la punta rozarme.

—Schatz —susurró a mi oído—, ahora vamos a jugar...

Su mano tomó el reverso de mi pierna alzandomela un poco y sentí como guiaba con su otra mano la punta de su miembro a mi entrada, me mordí mi labio inferior necesitandolo dentro de mí ahora.

—Cada vez que te escuche gemir—continuó diciendo en un susurro—, voy a darte mucho más duro, así que tendrás que mantenerte muy silenciosa para no despertar al doctor Gustin.

«Mierda» iba a voltearme para decirle que no era un buen momento para jugar, porque ya nos estabamos arriesgando demasiado con Donovan a mi lado, sin embargo él empujó contra mí metiéndola toda de un solo empujón casi sacándome el alma por la boca. Jadee y cerré la boca de golpe, sin embargo era casi imposible no gemir porque el muy desgraciado empezó a embestirme cada vez más rápido y fuerte. Intenté contenerme, pero fue imposible con el placer que estaba sintiendo, estaba por llevarme al éxtasis.

—Ah... ¡ah! ¡Maxi...!

El comandante Hofmann me tapó la boca con su mano sin dejar de moverse. El choque de nuestras pieles resonaba y se mezclaba con los ruidos de la naturaleza y los ronquidos de Donovan, escuchaba su respiración agitada en mi oído, sentía que estaba por rozar el cielo, a este punto ya no me importaba nada, cuando de repente Donovan se volteó y giró la cabeza hacia mí tan cerca que juré que él en cualquier momento abriría los ojos.

«Ay mierda»

Me quedé en blanco, sin embargo aún así el comandante Hofmann no se detenía, yo sentía que me iba a desmayar, esta era más adrenalina de la que podía soportar. Donovan abrió otra vez la boca y empezó a roncar sin tener ni puta idea de lo que pasaba. Escuché al comandante Hofmann reírse entre dientes y entonces mí vientre se contrajo al tener esta imagen de él detrás de mí dándome sin piedad con una mano cubriendo mí boca para evitar que gritara de placer mientras Donovan estaba frente a mí roncando.

Literalmente me había follado en sus narices.












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AAAAAAAAAAAY DIOS MÍO PERO MAXI!!! JAJAJJAJA este pipicardio no lo detiene nadie, (pipicardio para las que no sepan es el nombre que le dieron las lectoras en el primer capítulo a Maximilian jajaja) ¿Que piensan? Las leooo jajajaj ¿que ocurrirá en el siguiente cap? Los mejores comentarios como siempre, les dedicaré capítulos :D

Recuerda comentar o te dará diarrea con hipo.

Instagram: Ysarisareinamoo en mí perfil está un canal donde pueden responder mensajes y hablar directamente conmigo cualquier cosa que quieran decirme :D

Algo así luce la marca de Jana, pero en rojo.


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