-Percy. -

Tic, toc, tic, toc, tic, toc.
El sonido de las manecillas del reloj me acompañó gran parte de la madrugada.
Sentía como si algo duro estuviera apretando mi cerebro. Y gran mayoría de mi cuerpo estaba adolorido por el altercado de ayer en la madrugada.
Apuesto a que Morfeo se pondría a dormir a toda la ciudad de New York sin problema, a todos, pero menos.., a mí. Simple, me odiaba, igual que otras entidades seguramente.

-Percy Cariño. Ya está el desayuno.  – A través de la puerta suena la voz amortiguada de mi madre.

-Despierta. Es tarde. – Me apura con cariño.

-Voy mamá. –

Me frotó los ojos con las palmas de mi manos. Me enderezo y me siento al borde mientras hago crujir las articulaciones de mi espalda y brazos. Voy hacia el armario, me debato en ponerme una camisa azul normal o una negra con el logotipo de ACDC. Hay un espejo de cuerpo completo por la puerta de madera del armario.
Miro mi fachada. Mi cuerpo se veía  bien para un chico de tan solo 18 años, eso podía admitirlo. Sin embargo, me parecía que tenía la nariz algo torcida quizás por tantos  golpes, el labio superior era más fino que el inferior.. . Y entonces me doy una cachetada bien fuerte por la cara porque me estaba convirtiendo en una adolescente jocosa insatisfecha de su físico. Agarré la de ACDC. Hoy me sentía con ganas de gritar.

-Buenos días mamá. – Saludé dándole un beso en la coronilla que alcanzaba a la perfección mediante mi 1,90.

-¿Qué tal dormiste? – Me pregunta a la vez que colocaba un plato de huevos fritos con jugo de moras.

-Excelente. – Me di cuenta que soné apático, y trate de mejorar. -Duermo mejor cuando sé que estás al otro lado de la pared durmiendo. –

Sonríe con fatiga, y se sienta dolorosamente lenta en su silla frente a mí. La veo con preocupación impregnada en mi rostro y ella se da cuenta.

-Ahhhh, ha sido mucho trabajo en el bar cariño, tranquilo. Ir aquí, allá, clientes que atender y echar. Tipos que rechazar.– Dice tratando de formular una broma para aliviar mi tensión.

-Mamá...- empiezo pero me interrumpe.

-No voy a dejar de trabajar Percy, sé  qué quieres que lo deje, ya lo hablamos.  – Toma un sorbo de su café, y sujeta su pequeño mentón con la palma de su mano y coloca su codo sobre la mesa. -Pero ni loca voy a quedarme sentada en casa viendo a mi hijo trabajar y mantenerme cuando debería ser yo quién te diera todos los gustos. -Sus últimas palabras fueron con melancolía. 

Rodé los ojos. -Y yo ya te dije mamá, las cosas materiales no significan nada para mí. Solo quiero verte cumplir tu sueño...-

-Ay, hijo.- Me miró. Y en sus hermosos ojos marrones como la tierra mojada había una gran desolación.– Algunos sueños se quedan como son. Sueños. Soportar la vida que a cada uno le toca, nada más queda.–

Desearía tanto poder darle todo. Tanto. Ya sólo estaba a unos pasos de hacer ofrendas desesperadas a los dioses.

Terminó su café antes que yo con mi desayuno.

-¿Qué tal vas en el colegio? ¿Hay algo que te resulte difícil? -

-Me va de maravilla.- Miento con todos mis huesos.

-Me alegra escuchar eso. Eres la única persona que me da un poco de felicidad en este mundo mi amor. -Se levanta de su asiento con la misma fatiga anterior. -Iré a descansar...-

-Ve mamá, hoy solo saldré un rato para... -Suspiro. No veía la necesidad de mentirle. – Comprar un barato traje. –

Como imaginé, eso captó su atención. Apoya su peso en una pierna mientras está parada evaluando mi expresión.

-¿Para qué quieres un traje? –

-Yo..., tengo este baile de otoño de la escuela y... -

Sus ojos se abrieron de par en par, el sueño disipándose y tomando en su lugar puro entusiasmo. – Pero si tú nunca has asistido a uno de esos bailes. –

Eso era cierto... Nunca...
-Este año pensé... Como última vez, ya considerando que es mi ultima oportunidad asistir a una fiesta de preparatoria y todo eso, ya sabes. – Traté de sonar desinteresado y despreocupado apartando la mirada y comiendo trozo por trozos lentos mis huevos.

Pero mi madre era mucho más lista, su sueño era ser escritora de novelas y no lo digo sólo por ser su hijo. Ella en verdad era muy buena en los pocos escritos en que se toma el tiempo y entusiasmo escribir. Ella nunca había tenido la oportunidad. Primero por... Por Gabe... Y luego por mí. Yo era una carga pesada que debía mantener y quitó su sueño. Pero la iba a recuperar. Lo sé.

Rápidamente puso todas las piezas en su lugar. Y estaba de vuelta sentándose en la silla de a lado mío con sus labios entreabiertos.
-¿Es por una chica verdad...? ¿Annabeth? ¿Te animaste a invitarle?–

Siento que me sonrojo. -Solamente vamos juntos como amigos mamá. No te hagas ideas descabelladas. -

Entonces echa una risilla como el sonido de una campana muy reconfortante. Toca mi mejilla y yo me apoyo en ella suspirando feliz estando a su lado, aquí nada más en la cocina solos.

-Te acompañare a elegir el traje. Nada de un traje barato de difunto, pfff. Uno que  destaque tus anchos hombros. Quiero que vayas guapísimo. Para que todas las chicas se queden con el corazón roto. Qué vean lo guapo que eres.-

-Mamááá. – Le regaño tímidamente. – Pero, eso sería genial. Qué me acompañes hablo. Las chicas son bastantes crueles con la ropa. –

Abrió sus brazos y yo me lance a ella como el niño de Mami que soy. No iba a negarlo, era un hijo de Mami que daría todo lo que tenía porque una maldita puta editorial tomará uno de sus escritos. Solo uno, solo uno estaba seguro se necesitaría para que todos vean lo buena y talentosa que era.
No iba a rendirme. Me dije con mi mejilla apoyada en su clavícula. Iba a lograr que al menos uno de los dos en la vida cumpla su sueño en la vida.
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Luego de eso yo y mi madre limpiamos un poco la casa antes de irnos. Yo trapee el piso mientras ella aprovechaba veloz a ponerse un poco de maquillaje aún cuando le insiste que no era necesario en ella.

-Una mujer nunca debe salir sin prepararse, nunca se sabe con quién se topará en el camino, Es una regla de oro. - Y me guiño un ojo.

Luego de eso bajamos hasta la cochera de edificio donde guardaba nuestra motocicleta. Ella estaba bonita con jeans azules y una camisa rosa pálido. Más joven de lo que parecía, yo podría hacerla pasar como mi hermana fácilmente. Se lo dije. Y ella solo se echó a reír diciendo que era muy dulce y que mi novia jamás se decepcionará de mí. Bueno yo tenía otras opiniones acerca de lo último.

Nos dirigimos al centro comercial, ella detrás de mí.
Estuvimos recorriendo por todos lados, me los hacia probar uno por uno de cada tienda. Y decía siempre al final: no es el adecuado. Sinceramente no tenía idea de nada. Para mí el primer traje de corderoi marrón que encontramos ya había sido adecuado para mí gusto y nuestro bolsillo.
Terminamos comiendo en uno de los restaurantes conversando acerca de lo genial que sería tener un restaurante y ¿por qué no? Un puto centro comercial.
Ella se reía a carcajadas y ponía esa mirada triste y feliz. Conocedora que estos chistes de vestirse, como las señoras cerca de nosotros que a leguas se notaba que eran de la alta clase. Así se quedaban. Como chistes.

Varias veces mientras caminábamos las mujeres de todas las edades que pasaban cerca de nosotros se me quedaban mirando con deseo mal disimulado. Yo solamente ignoraba con todas mis fuerzas sumamente avergonzado de que mi madre lo presenciará. Dioses, ¿qué pasaba con las mujeres de hoy en día? Poco más de dignidad. Estaba con mi MADRE. 
-No te sientas incómodo hijo. Nadie puede evitar mirarte. Es normal. - Ella sonrió con orgullo, entonces ya estaba bien con tal de que ella se lo pasará bien.

Recibí varios teléfonos celulares en cada probador incluidas con los trajes que me probaba y sufrí varias violaciones mentales, psicológicas o visuales o como se les llame a eso.

Por fin ya casi metiéndose el sol. Mi madre dio el okay.

-Es hora de irnos a casa, bañarse y ponerse perfume. -

Me reí. -Me tratas como una señorita mamá. -

-Oye, qué vas a presentarte a una chica. Debes oler muy bien. Eso las atrae siempre. -

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Chats de Jason y Percy. 06:30 pm. Sábado.
Jason: Vamos a vernos idiota. 😄
Percy: ¿Para qué loco?😐
Jason: Necesito ayuda con la corbata bro.😥
Percy : 😒Pídele a tu padre Don corbatas americanas.
Jason : Padre salió a los Ángeles con quién sabe dónde con quién sabe qué clase mujercilla. 💅👄👉👌
Percy: ¿Piper?
Jason : No puede saber qué soy un inútil, tarado😭 va a querer dejarme luego. 😢
Percy: Dramático. Jajaja. 😂 Pídele a una de tus tantas empleadas – clones. 
Jason: 😓Vamos bro. Se me acaba el saldo. Ven a casa. 😤
Percy.  😂Jajjajajajjajajajajajjajaja "se acaba el saldo"😃 creyéndote... 💰💲💴💳
Jason: Sólo ven ¿okay? Quiero verte, te extraño bro 💗❤
Percy: owww, bueno bro😽. Nos vemos estoy en 20. Me preparó bien zetsy y voy. 😉
Jason: Va bro. Te amo sos el mejor ☆ 😻😍😍
Percy: Deja de ponerle los cuernos a Piper. 🐏🐃🐂
Jason:No lo hago,  😲 lo nuestro siempre existió😚 Vengache nomas ya pa acá.😋

Dejo mi celular en la mesita de noche con una sonrisa estampada en mi rostro. Estúpido y sensual Jason Grace.
Agarré la bolsa que contenía el traje y empecé a vaciarla en mi cama.
Un traje azul marino y corbata. Zapatos y gel para el cabello. Dioses, el gel lo iba a tirar por el inodoro, no estaba lo suficientemente drogado de emoción por mi cita como para no darme cuenta de lo NERD y ESTIRADO que me vería con eso.
Bueno, a trabajar se ha dicho.
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Mi madre termina de anudar la corbata verde mar al cuello de la camisa. Alisa mi traje con sus manos y las posa en mi pecho suspirando hondo. Observándome con orgullo.

-Mira que si la gente nos ve pasear por ahí juntos, vestido así, jamás me creerían que eres mi hijo. - Exclama con diversión.

Me rio. -Mamá ¿Qué dices? -

-Pensarán que eres hijo de un empresario o una famosa modelo. Pobre tu Mamí fea que la harán de lado de inmediato como tú empleada doméstica. - Se echa a reír a carcajadas. Se lleva las manos a su barriga sin importarle ni un poco que he rodado los ojos exasperados por su comentario despectivo hacia ella misma.

-Mamá, eres hermosa ya te lo he dicho. ¿De dónde sacaría mi belleza si no es de ti?-

Se lo que va a decir a continuación.
-A tu padre. -Sus ojos se ponen soñadores como las de una adolescente enamorada. Jamás lo dejó de amar...

-Tienes muchas cosas de él. Los ojos y el cabello rebelde. El porte varonil. -

-Pues bien, esa es tu opinión. Yo te contradeciré lamentablemente mamá, diciéndote que eres tan hermosa y más que cualquier mujer que haya conocido en mi vida.

-Más que Annabeth?- Pregunta con una sonrisa maliciosa.

Me quedo mudo, totalmente descolocado. Lo encuentro irónico porque solo ayer afirmaba que Annabeth era la mujer más hermosa del mundo.  Supongo que eran hermosas las mujeres en la medida de cuanto uno las ame siempre.

Me giro y me miró en el espejo evadiendo su pregunta. Mi madre pasa los brazos por mí cintura desde atrás y entrelaza los dedos.

-Mantén los ojos en ella mientras hablé, aunque no entiendas ninguna palabra de lo que dice. No dejes de asentir como si lo pillas. - Luego baja la voz. -Y no estés fisgoneando por su escote. Da mala impresión. -

Veo con pena como mis orejas se ponen coloradas.

-Mamááá... No soy un pervertido. -
Bueno, sí era un pervertido pero no iba decirle eso a mí Mamá.

-Y sé claro al hablar, lo de las indirectas es solo de mujeres. A los hombres les toca hacer todo el trabajo duro de cortejar.- Le dice a mi reflejo. Sus ojos están emocionados y brillantes.

-Me gustaría acompañarte pero eso sería de metiche. -

-Quedé con Jason. Imagino que iremos todos en su auto.-

Ella asiente pensativa. Parece que duda. -Si hubiéramos aceptado el auto que nos iba a regalar tu tío. A veces me pregunto si el orgullo nos jugo...

-Tomamos la decisión acertada mamá. -La interrumpo. - No necesitamos limosnas de nadie. -

Ella vuelvo a asentir sumida en sus pensamientos. Pero entonces eleva sus ojos y me da un apretón en la panza.

-Bueno, voy a estar esperándote para cuando vuelvas por la noche y me cuentes todos los chismes jugosos. - Agarró una colonia y me miro al espejo poniéndomelo distraídamente.

-No es necesario, descansa mamá. No te desveles. Ya todos los días lo haces, por hoy duerme una noche completa. -
-No. -Niega con la cabeza. -Quiero saber que pasa con Annabeth. -
Tiro un fuerte bufido que la exhalta, no puedo ocultarlo más. Lo escupo antes que pueda formular bien las palabras en mi mente.

-A Luke le gusta. Y me pidió que me alejará. -

Sus cejas se alzan desmesuradamente luego los frunce y toca mis nudillos lastimados.
-¿Esto fue por él?-

Me mantengo callado pero ella ya lo ha adivinado. Suspira.

-¿Annabeth aceptó tu invitación de buena gana?- Interroga. Recuerdo su rostro dividido en una sonrisa.

-Si...-

-¿Sabe de tus sentimientos? -

-No. - un monosílabo de vuelta.

-Entonces quita de una vez esa cara de derrotado y pez muerto. Qué  aún no estás fuera de juego hasta que escuchemos sus sabias palabras. Y si es tan inteligente como dices, vas a ver que te elige por encima de Luke. -

Ella me suelta y se cruza de brazos, con seguridad.

-¿Aún cuando Luke la quiere?- Pregunto intimidado.

Ella se ve enojada. Algo que me extraña porque el siempre tomaba en cuenta a Luke.

-Eso es irrelevante. Mientras que la chica te quiera a ti. Esa es la última palabra. No importa si vienen Jason, Nico o Leo a proclamar su amor por ella. - Me apunta con un dedo.
-Si te quiere a ti, nadie se puede meter. -

La abrazo. No sabe lo liberador que son sus palabras. La descarga de adrenalina que ha impulsado en mis venas.

-Gracias mamá. -
Ella corresponde mi abrazo con fuerza y continúa.

-Es la primera vez que te veo tan emocionado por una persona. Tienes ese brillo y esa sonrisa cuando me la mencionas TODOS los días. Estás tan ilusionando con ella. -Echa una risilla y yo sonrió igualmente. - Quiero que luches por ella, no te rindas sin antes escuchar que no te quiere. -

-Gracias mamá. - digo de vuelta.

Nos mantenemos en silencio. Entonces me suelta y no sé si es mi imaginación pero tiene los ojos rojos.

Se dirige hacia la puerta. -Te dejo prepararte...-

-Claro... ¡¿Mamá?!- La llamo antes que de vaya.

-¿Si Percy? -

-¿Recuerdas que le pasó a la señora Castellan?-

-¿La mamá de Luke? - Pregunta sorprendida. Asiento.  - Bueno, lamentablemente ella tenía unos... Problemas. Problemas mentales serios y esquizofrénicos siéndote franca, que la dejaron incapacitada para cuidar a Luke. Golpeaba a Luke todos los días, y estaba obsesionada por él y afirmaba siempre que su hijo estaba intentando matarla y que nunca la quiso. -

Trago saliva, y me viene al instante los inquietantes y penetrantes ojos de Luke contenedores de paranoia.

- ¿Por qué? - Sus ojos se nublan de preocupación y antes que vaya con la verdad le respondo, fingiendo desinterés.

-No es nada, era curiosidad del porque Luke vino a vivir con nosotros un tiempo. No lo recordaba.-

Ladea la cabeza. - Éramos los únicos conocidos que tenía hasta que llegó su padre para hacerse cargo de él. -

-Ya veo. -

Sonríe suavemente. - Se te hace tarde. Apúrate cariño. -

Entonces cierra la puerta con fuerza sobresaltándome. Preguntándome si habrá visto en mi rostro el mal sabor que me dejo sus palabras.

Hago una mueca.

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Buenos días otro lindo capítulo. Según mi opinión. Bueno nos vemos para la próxima.

¿Me pregunto si pidiera para continuar  59 votos lo obtendría? Hmmm tal vez lo intente.. Hmmm broma, broma. No se encabronen conmigo. 

Gracias. Bye bye.