Te amaré por un largo rato más.
Percy es mío. Al principio estaba confundida pero ahora sé hasta la médula; qué es mío.
No lo quería cerca de ella. No quería que sus rostros estuvieran tan juntos, cualquier tipo de cercanía era un regalo para Drew, aún cuando él, lo que hacía era acabarla con sus taladradores ojos marinos para decirle palabras que a mis oídos regocijaban.
- No, Drew. - Él estaba en cuclillas y ella con las piernas abiertas frente a él. - No te metas más con nosotros. Especialmente conmigo, o atente a las consecuencias. -
Reyna también se había quedado muda y con una extraña palidez en el rostro.
No quería verlos juntos. Mi corazón no aguanta tan horrible escena. Aún cuando sus palabras de amor a mí solamente, me las haya dicho.
Pero las palabras de Drew... aún quemaban.
-Todos saben que es un mujeriego, hijo de puta. Ya te quiero ver lloriqueando por ahí cuando te ponga los cuernos, no sólo con una si no con cinco tipas, incluso al mismo tiempo. - Me mira con lástima.
Aunque ahora ella estaba completamente absorta e insignificante ante él. Y Percy no la miraba más que con repulsión.
-Te molesta tanto el pensamiento de que puedo robarte a tu novio tan fácilmente con una minifalda.-
Sentía que quería sacarme esos pensamientos metiendo mis manos por mis orejas. ¡No quería esos recuerdos!
Agarré a Percy del hombro e intente que se enderezara de vuelta a mi lado. No hizo caso a mi gesto, cosa que causó un pequeño malestar en mí. Lo apreté más fuerte y con voz demandante lo llamé.
-Ven Percy. Déjala. - Viro su rostro hacia mí viéndome dos segundos, cualquiera que haya sido mi expresión no dudo más y se levantó agarrándome de la mano firmemente.
Se dio cuenta de la presencia de Reyna, se sorprendió un poco; luego se removió a mi lado como si esperara que yo explotará de nuevo. Creo que Percy piensa que me molestaba que respirará su mismo aire, pues bueno, ellos ya habían "hecho" más que eso y no me quedaba más remedio que aguantarme.
-Abran paso, salgan por favor. - Escuchamos la voz autoritaria de Jason acercándose detrás de nosotros.
Con el rabillo de mi ojo veo a Reyna agarrar su bolso y antes de salir huyendo y perderse en la multitud, grazna hacia Drew. - Maldita Suertuda.-
Drew la observa irse, pérdida en sus pensamientos.
Jason aparece en mi campo de visión con mirada altanera.
- Te tardaste. - Lo regaña levemente Connor, Jason le envía una mirada hastiada. - Uy, alguien está de mal humor. -
Se pone a lado de Percy. - ¿Qué ocurrió? El escándalo se escuchó hasta la cafetería. -
Mira a Drew todavía en el suelo, le pasa una mano para ayudarla a enderezarse, pero ella aún no se inmuta como si estuviera en shock.
Jason me mira evaluándome y antes de hablar, Percy interviene por mí.
-Nada Jason, quita esa mirada de super man justiciero lejos de mi chica ¿quieres?. - Profiere cerca de su oído por el barullo y las personas dispersándose a nuestro alrededor.
- Llegue justo a tiempo antes de que se matarán. Pero todo bien. -
Jason apunta a Drew. - No se ve del todo bien. -
Percy se encogió de hombros desinteresado. - Chicas queriendo matar a Drew. ¡Vamos! Es casual. -
Drew ignoró la mano de Jason, dejó de mirar el infinito o lo que sea. Y me miró. Sus ojos contenían la repulsión que presagiaban los peores males.
-¡Annabeth! - Doy un fuerte respingo cuando Piper aparece y sostiene mi otro brazo libre. Habla sumamente enfadada conmigo. - ¿Te dejo un momento y ya vas a comenzar una pelea? ¡Con Drew! -
Vio a Drew aún en el suelo. ¡¿Y sin MÍ?! Para el colmo. -
-Lo siento. - Musito.
- Eres más ruda de lo que imaginaba. - Dice pintado sus palabras de orgullo. - Pero la para la próxima vez, nunca jamás, comiences una pelea con Drew sin mí. O las dos o nada.-
Drew parece a punto de hablar. Pero de improviso aparece Luke detrás de ella.
La asiática parece casi romper su cuello cuando la alza para mirarlo y le dice con voz aturdida y ausente.
-No me gusta que me digan no. - Alza una mano en la dirección de Percy como pidiendo consuelo. - No quiero escuchar eso. -
Mis amigos y yo hemos quedado en silencio parados como estatuas...
Como aquellas estatuas que han hecho con ganas y ansias aquellos griegos para sus Dioses y conseguir sus peticiones nobles y maliciosos.
Y Drew suplicaba a su deidad (Percy) que le contestará.
Y sin nada de delicadeza... Luke la agarra de debajo de sus axilas y se la lleva lejos de nosotros arrastrándola por los pasillos.
-Luke...- Lo nombra Percy, agobiado por el amigo que se aleja sin verlo. Él susodicho lo mira sin ninguna emoción ni palabra para él. Y desaparece.
No importaba cuantas veces Percy haya dicho que eran amigos incomprendidos, pero "leales". Él era mi enemigo ahora... Casi lo ahogaba... Y yo, no él, vi su mirada en ese entonces empujando su cabeza bajo el agua, con sus intenciones claras.
Piper aprieta mi brazo casi retorciéndolo.
-¿Qué demonios fue eso? - Susurra, leyendo mis pensamientos.
El timbre suena dando comienzo a las próximas clases.
- ¡Hey! No puedes llevártela, debo ponerle a ambas una sanción. - Grita Jason dando unos pasos hacia ellos que ni habían tomado en cuenta su presencia "judicial".
Todos se han ido en sus clases. Nos quedamos solamente nosotros en medio del pasillo. Percy mirando divertido a su primo.
-¡¿Qué?! ¿vas a correr detrás de ellos a viva voz? Con el famoso "¡DETÉNGASE, en nombre de la ley!" - Se jacta Percy por su primo.
-¡Jason! - Lo regaña Piper frunciendo el entrecejo duramente.
-¿Qué? - Exclama confundido y asustado a la vez frente a su novia. - La ley es la ley. - Dice con dureza aunque el temblor en su labio delataba su poca autoridad ante su enamorada.
- No vas a meter en problemas a Annie, Jason. Es tu amiga. Y mía. - Sentencia meneando la cabeza y alzando una ceja petulante.
-¿Nooo? - Dice dubitativo, luego pone cara dura. - Pero no puedo...-
-¡Jason! -
-Bueno mi amor, ya entendí. - Dice apresurado chocando con las palabras. Aunque luego se cruza de brazos como un niño malcriado. - ¿Entonces para que me eligieron presidente si no voy a cumplir con las normas? -
-Para hacernos favores. - Dice Calipso irrebatible saliendo de la nada y sin detenerse en misión de solo llegar a sus clases.
- Y para utilizarte. - Aparece Leo pasando un brazo alrededor del cuello de su amigo rubio. - No te ofendas viejo. Te amamos y te necesitamos, eres nuestro presidente. - Asiente enérgico, con un pulgar arriba.
- ¡¿Y lo admiten así de fácil?! - Refunfuña Jason mirándonos a todos exasperados. - Son malos. - Termina con voz derrotado y hombros caídos.
Todos se echan a reír a su costa, carcajadas fuertes mientras miraban a su amigo rubio, casi llegando a la depresión por la verdad detrás de su mandato.
Piper se apresura para llegar a lado de él y abrazarlo con todas sus fuerzas. Leo se queda atrapado en el abrazo entre ellos, no parece molestarlo por la cara pícara que pone. Jason abraza a Piper y Leo abraza a ambos extasiado.
-Eres muy inteligente y el único capaz para el trabajo. Sólo son seis votos nuestros con intenciones oscuras, pero todo los demás estudiantes te eligieron por una razón, bebé. No te desanimes. - Lo anima su novia con voz dulce y conciliadora.
-¿Si? - Pregunta Jason con ojos de corderito. -Te amo bebé. -
-Yo también te amo Jason. - Contesta Leo sobre su hombro.
- También amo a Jason. - Le dice Piper fingiendo enojo hacia Leo. - Es mío, a volar perra. -
- Ño. Mío. - Empiezan a empujarse entre ellos, con Jason en medio de ellos con cara regocijada. Mientras los hermanos Stolls y Katie ríen por la escena.
Percy también está feliz, se da la vuelta para darme toda su atención. Me besa en la mejilla, y me mira a los ojos. De inmediato su sonrisa se desvanece y alzando mi mentón con sus dedos, me pregunta preocupado.
- ¿Qué pasa? Ya todo se acabo listilla. No te meterás en problemas. - Me da otro beso en la otra mejilla solitaria. - Piper ya persuadió a su débil novio.
Sonrío débilmente. - Estoy bien. -
-Algo te molesta. - Dice firme.
- Son cosas que ella dijo... Pero son cosas estúpidas, sin importancia. - Le digo antes que se preocupe. - Solo estoy algo molesta conmigo misma por estar apunto de bajarme a su nivel y agarrarme de los pelos con ella. - Aparto la mirada. - Es vergonzoso. Pensarás que soy demasiado impulsiva y loca.-
Escuché su risilla, agarra mis mejillas con sus manos y me besa aplastando sus labios con los míos. Mi corazón se pone un poco más contento y ligero.
- Annabeth, primero que nada, me alegra que sepas que nada de lo que diga Drew tiene un poco de valor. Segundo. Estás hablando con el rey de los impulsivos más impulsivos de todos. - Bufa meneando la cabeza. - Nada de los que digas o hayas hecho superará las idioteces que ha hecho tu novio. Utiliza eso como tu consuelo, chica sabia. -
Me pongo colorada. - No exageres. -
- No lo hago. Algún día te lo contaré todo, y me darás la razón. - Me guiña un ojo. -
-¿Vamos a clases? - Me estira de la mano. Yo me quedo quieta en mi lugar sintiendo de repente como me arden los ojos.
Él me estudia con detenimiento y me abraza y yo oculto mi cara en su pecho.
- Perdón Annie. - Se disculpa sin que tenga culpa. - Olvidé preguntarte del porqué de la pelea. Perdón soy muy despistado... ¿Qué pasó? -
-¿Annie? - Piper me llama con voz preocupada, deja de bromear y se acerca para sobar mi espalda. - Cuéntanos Annabeth, para ayudarte. -
Yo no puedo apartarme del abrazo de Percy y mucho menos tengo ganas de hacerlo.
- Es horrible. - Interfiere por suerte Katie, del nudo en mi garganta me hacía imposible expresarme. - Metieron un pobre búho muerto en el casillero de Annabeth. Es para odiar a muerte a quién lo haya hecho. -
Piper tapa su boca en estupor. Percy me abraza con mayor fuerza como si quisiera protegerme de un ataque zombie- Búho. O de las personas insensibles que lo hicieron.
-También le quitaron todas sus cosas, parecen ser de mucho valor para Annie, casi se pelea por esa razón. - Explica Connor desentendido.
- ¡Claro qué lo son! La mitad de mi año escolar estaba ahí. - Digo con voz ahogada y soplando enfadada. - Todo está perdido...-
-Mierda, te entiendo Annabeth eso pondría loco a cualquier persona por más tranquila que sea. - Dijo Leo en comprensión.
- ¿Drew hizo eso?- Me interroga Jason. Mis hombros caen rendidos.
-No tengo más pruebas que mi intuición. -
-Tienes una gran intuición. - Asiente Katie dándome apoyo. Le sonrío.
-Es todo lo que necesito saber. - Dice con voz amenazante Percy.
- Tranquila cariño, vamos a conseguirlas de vuelta. - Me consuela Percy y todos a mi alrededor asienten en acuerdo.
Me conmueven y me sonrojo avergonzada. Trato de restar importancia a los papeles que en realidad me importaban de una manera exagerada.
- Está bien, no se molesten por mí. -
-Vamos a conseguirlas de vuelta. - Me afirma con seguridad Piper.
-Sii, claaaro. ¡Facilísimo! - Exclama Travis, y compartiendo ambos hermanos miradas de puro sarcasmo.
Katie alza las manos y agarra a ambos con fuerza, estirando de sus copetes.
-¡Ay! ¡Ay! ¡Duele!- Grita Travis.
-¿Por qué me lastimas mí? - Gimoteo Connor con lágrimas a punto de caer.
- Van a buscar hasta que les sangren los pies, las cosas de Annie ¿oyeron? - Les da un estirón. Comparto una mirada con Percy quién se toca el copete asustado. - Por andar de simpáticos. -
-Mm... - Musito.
- Nos adelantaremos nosotros Annie. - Su voz de mamá regañona desaparece y utiliza para dirigirse a mí, una suave y gentil vocesita. - Ni te estreses, estos chicos se pondrán a trabajar en ello, ahora mismo. -
-Oh, no es necesario. - Digo apiadandome de los hermanos que casi lloraban.
-Claro qué sí Annie. OK. Nos vemos chicos. - Se despide dulcemente. - A por ello chicos o les juro que no vuelvo a prepararles las galletas que tanto le gustan. - Les reta encabronado y perdiéndose a la distancia.
-Noo, no las galletitas nooo. - Lamenta Travis y Connor al unísono.
- Bueno, ahora que mamá Katie se ha llevado a sus traviesos pequeñuelos...- Empieza Leo apartando lentamente los ojos de los Stolls. - Vayamos a buscar a la mafia del colegio. -
- ¿La mafia? - Repito confundida. Percy echa una carcajada y estira un mechón suelto de mi cola de caballo.
- Habla de Nico. Todo lo que queramos saber. Él lo sabe. Es como el padrino de aquí. - Dice.
- Nico sabe todo los últimos chismes más jugosos, apuesto a que ya se entero de lo que ocurrió aquí. - Asiente Jason.
-Siempre me da buena información. - Afirma Piper luego se retracta rápidamente. - Información valiosa claro, los chismes no me interesan...-
-Ajá, ajá. Andando. - Leo agarra a sus dos amigos y se dirigen hacia la dirección opuesta donde habían ido Katie y sus tentempiés.
-¡De verdad! - Se defendía Piper.
Percy agarra mi mano con intención de seguirlos pero de vuelta me quedo quieta en mi lugar.
- ¿Si? ¿Qué necesitas?- Pregunta preocupado. Dioses, ¿por qué era tan espectacularmente bueno?
-Espera, quiero...- Dirijo mi vista hacia el casillero con mi corazón encogido. - No quiero que el conserje venga y lo tiré por ahí en cualquier basurero. -
Asiente comprensivo. - ¿Qué quieres hacer entonces? -
Dudo un momento mordiendo me lo labios. Tratando de adivinar lo que él pensaría de mí.
-Puedes pedirme cualquier cosa...- Dice.
Sin confianza no hay nada.
-¿Tienes una caja? -
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Percy termino de rellenar el hoyo que había hecho con tierra.
Habíamos cruzado la cancha de fútbol. Él, con una pala que había conseguido de maneras ilegales, y yo, con una caja de cartón de procedencia desconocida y seguramente ilegal al igual que la pala.
No me importaba en lo más mínimo. Llegamos hasta el final, lo más alejado de todos y detrás de un árbol; enterramos al pequeño y desafortunado búho, en éste solitario lugar.
Con el cielo azul y el viento otoñal que levantaba las hojas por dóquier. Y llevaba nuestras voces para los dioses antiguos en este rito.
Percy en ningún momento me juzgo. Para nada. Ni se rio cuando empecé a rezar pidiendo por su paz. No se burló, ni con el mínimo gesto suyo de su adorable rostro. Me miró con respeto a mí y a la caja y creo el momento como algo solemne y divino.
Y justo aquí... justo en este momento. Con lleno de tierra en las manos y despidiéndose de la caja que contenía al búho con mi misma ingenuidad...
Justo aquí, justo ahora. Yo voy a amarlo por siempre hasta que muera, yo nunca olvidare esto con Percy Jackson. Nunca. Se ha impregnando hasta en mí alma y que haya llegado hasta allí, ya no había vuelta atrás.
Porque nunca habría otro igual a él y éste momento jamás podría nadie superarlo. Más que él mismo solamente de vuelta.
Agarré la pala de sus manos y la coloqué para que descansará en el tronco del árbol. Me acerqué con decisión tomándolo del cuello para que centímetros solamente fuera nuestro enemigo.
- Te amo. - Susurre con mi voz apenas conteniendo la emoción. - Te amo, aunque me tomen por loca, hoy siento que te amo y te amaré por un largo rato más. - Confesé. Él jamás sabría lo que significó esto para mí.
Él me miró con la misma intensidad. Y tal vez, si lo leyó en mis ojos.
Me miró y su mirada me desnudo, y hablaba claramente algo que iba más allá de lo sexual. Algo más profundo. Me lo dijo con voz temblorosa.
-Qué me digan si no vale la pena arriesgar todo el silencio del mar
por tus abrazos mi amor...-
-No hagas locuras por mí Perseo. -
-Ya he cometido bastante de esos que los hombres callan hasta la tumba mi Annabeth. - Y se acerca y habla moviendo sus carnosos labios entre los míos, rozando encima de los míos. - Déjame redimirme ahora cometiéndolas para alguien que si vale la pena mi amor. -
-Solo si te quedas conmigo. -
Díganme presumida lo que quieran.
Pero me PASE con este capítulo jajajajjaja no sé ustedes pero me enamore diez veces más de Percy.
Bueno descansaré mi miopía Hasta mañana :3
Y... creo que mis títulos son cada vez más largos :v
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