Pobrecito Nico
- Devuélveme mi gorrito. - Demandé enojada. - Es de edición limitada. Casi asesine a un hombre para conseguirla hace años. -
_Uy, ruda desde antaño. Te lo voy a devolver, rubia. _ Percy caminaba por delante mío con unos pasos de ventaja. Giró en redondo, y comenzó caminar de espaldas para darme la cara. _ Ven a mi departamento hoy, y te lo daré con gusto. No importa si es a altas horas de la noche, soy muy servicial con mis invitados. -
- Pero que fácil, ¿no? - Suelto con ironía. - Y apuesto a que el gorrito estaba cerca de tu cama. -
- Pues sí, tal vez. Tendrás que averiguarlo por ti misma. - Ronroneo con una sonrisa pirata.
_No voy a ir a tu departamento._ Dije indignada. - ¿Me estás jodiendo? -
- Bueno, entonces eso quiere decir que no quieres tu gorrito de vuelta. ¡Genial, ahora me pertenece! Combinará con una de mis camisetas de Dory. - _ Se encogió de hombros y volvió a darse la vuelta.
Divisé las puertas cerradas de todas las clases y tuve el presentimiento que una de ellas era la nuestra. Ya todos habían entrado a clases, Percy y yo éramos los últimos.
Cuando entremos íbamos a llamar mucho la atención por desgracia.
- Demonios. - Susurre. Este día se hacía cada vez mejor. Lo último que quería era ser vista por doce pares de ojos al mismo tiempo.
Él se detuvo en la segunda puerta enderezando sus hombros y con mirada despreocupada. Él debía de estar muy acostumbrado a ser siempre el centro de atención que ya no le afectaba en lo más mínimo, pensé.
- Las damas primero. - Dijo apuntando la puerta con un movimiento elegante de su mano. - ¿Quiere que le habrá la puerta? -
- Y yo que quería pasar desapercibida el primer día. Fallé mi papel como nerd invisible este día. - Lancé en tono lastimero. - Deshonra a mis compañeros nerds. -
- En tu caso ese plan estaba destinado a fracasar. - Dijo él mirándome muy serio.
_¿Ah? ¿De qué hablas, por qué lo dices?_ Pregunté confundida. Sus ojos vagaban en todo mi rostro, de seguro ruborizado.
- Vamos entra, no nos retrasemos más. - Dijo en cambio, apartando la mirada. - Con cada segundo que te retrasas solo lo haces más difícil para ti. -
Abrí la puerta y 12 alumnos y una profesora delgada como una vara fijaron sus ojos en nosotros.
_Ah, el joven Perseo, siempre queriendo llamar tanto la atención. - Refunfuña la profesa sin apenas dirigirme una mirada. - Vaya a su asiento inmediatamente. Dificultas mi clase. -
Se escucharon risitas, y murmullos entre ellos, también vi algunas miradas pícaras pensando quién-sabe-Eros de nosotros por aparecer juntos y tarde en la clase. Supongo que sí me mantenía cerca de Percy estás miradas serían mi desayuno de día a día.
_¿Dónde estaban, loquillos? _Gritó un chico al fondo.
_¡Desvergonzados!_ Exclamó el chico a su lado con falsa indignación. Tapó su boca con una mano mientras su compañero que era casi una copia de él. Negaba también la cabeza de manera escandalizada. Y pensé en los Stolls.
Todos rieron. _ Basta los dos Stolls._ les regaño la profe, confirmando mi teoría.
Percy me envió una última sonrisa de lado y fue al fondo de la clase. Me quedé estúpidamente parada por seis segundos viendo su espalda ancha cuando desperté y decidí seguirle.
Antes de que la profesora notará que era nueva en su clase y quiera que haga una vergonzosa presentación de mi sosa vida.
_ Recapitulemos... Hitler fue el líder de los nazis... _
Mire por todos lados no había un asiento libre excepto a lado de Percy. Dos horas estando casi pegados en esta clase.
Y era peor quedarse parada más tiempo con un millar de ojos escudriñando cada parte de mi ser.
Percy me observó sentarme a su lado con una mano apoyando en su mentón.
Estábamos demasiado cerca, muy cerca para admirar la extraña luminosidad de sus ojos verde mar. Esos ojos... Nunca había visto nada igual. Eran su atractivo más potente, imposible que no les regalarás uno o veinte minutos admirándolos.
Respiré hondo disimuladamente y traté de distraerme escuchando a la profesora.
Estaba demasiado rígida.
Contesté algunas preguntas que lanzó la profesora. Cualquier cosa para mantener mi mente alejada de él. Varios pares de ojos me observaban cada vez que contestaba una pregunta. Se veían sorprendidos y fastidiados en la misma medida.
_ Tienes un don para hacer enemigos ¿Sabes? _ Susurro Percy sobresaltándome.
_ ¿Qué? _
_¿Ves esas chicas mirándote? _ apunto imperceptiblemente con su mentón, en tono burlón. - No dejan de lanzarte lindas miradas de buenos deseos _
Vi hacia donde apuntaba. Eran dos de las chicas que habían observado a Percy por la ventana en la mañana como fangirls.
_ Eso es ridículo no las conozco. Ni ellas a mí _ Aunque por sus miradas, ya parecían planear mi caída del cuarto piso.
Aparté la mirada, haciendo garabatos en mi cuaderno.
_ Podrías necesitar un guardaespaldas. _ Sugirió Percy.
Bufé y lo enfrente. Mala idea. MALA. Estábamos muy cerca y sus labios se veían malditamente tentadores.
Él pareció intuir lo que pensaba porque humedecido sus labios dejándolos brillantes.
Quería besarlo.
Wow, mierda, tranquila Annabeth, acabas de conocerlo en un atentado de violación. ¿Pero que demonios? Él era demasiado apuesto para ser sano. Hacia que pensará en cosas que no
Una extraña sensación en la parte baja de mi vientre me alarmó y me bochorno.
Alejé mi mirada de sus labios hacia cualquier otra dirección y descubrí a Luke mirándonos. Sus ojos cielo que habían parecido amigables. Ahora se veían hostiles.
Levanté la mano sonriéndole tímidamente.
Él fijo su vista en mí y sus ojos se volvieron cálidos inmediatamente y envío un silencioso.
_"Hola"_
Percy giró en redondo buscando a quien había saludado.
Cuando lo averiguó. Apartó bruscamente sus ojos de los de Luke y miró al frente apretando sus puños con fuerza. Los músculos de sus antebrazos resaltando
.
_ ¿Ya lo conocías de antes?_ Preguntó su voz carente de emoción.
_¿A quién? ¿A Luke? Solo desde la mañana. Fue muy amable ayudándome con mi casillero. _ Observé su rostro tratando de adivinar sus pensamientos.
_Parece un buen chico. _ Probé.
_Si, es un buen chico. _ Aceptó molesto rascándose la barbilla.
A parte de su evidente molestia. Su rostro era una máscara inescrutable.
Me rendí.
La profesora empezó a repartir hojas de trabajo para mi suerte.
Quería mantenerme ocupada y distraída.
Llené la mitad de la hoja y me detuve a estirar los dedos acalambrados.
El rostro de Percy se relajo visiblemente cuando bajo la mirada hacia mi hoja. Sonrió divertido.
_Vaya, qué rápida listilla._
Rodé los ojos. _ ¿Vas a parar con los apodos? _
_No creo, les pongo apodos a todos mis amigos sin falta. _
_No somos amigos. _Contradije.
_¿Ah no?_ Llevó una mano al corazón. _Pero de mi parte tu ya eres mi mejor amiga. Mi BFF. _
Traté de ocultar mi diversión.
_ Pues de mi parte te falta mucho para llegar a amigo incluso. _
_Tendré que hacer algo al respecto._ Dijo sugerente. - Algo que te dé una gran impresión de mí. -
- Eso te resultará difícil. - Dije poco convencida.
- Puedo ser un gran amigo cuando me lo propongo y ayudarte en todas tus necesidades. - Termino con voz ronca.
_No lo hagas, no lo intentes siquiera. ¡¿Oíste?! _ Intenté que no notará tanto mi desesperación y los colores de mi rostro se hicieron presente.
_¿Por qué no? Temes enamorarte de tu mejor amigo después? _
_ Yo no me enamoró tan fácilmente idiota. Tú eres el que en tres días caerías rendido en mis pies. _ Dijo muy pagada de mi misma.
_Soltó una carcajada con eso. Varias miradas sorprendidas fueron a nuestra dirección.
Por Dios Annabeth, que te poseyó para retarlo de ese modo. Ay mierda. ¿Por que hoy no pensaba antes de hablar?
Vi los ojos de Percy brillar con desafío.
_No creo en los clichés Listilla. Apuesto a que tú. _Acercó un dedo hacia el centro de mi pecho. Muy cerca en la curva donde se elevaban. Con ojos de pirata.
A parte su dedo con un manotazo.
_A qué tú, te enamorarás de mí. Locamente, chiflada por mí. _Terminó con voz ronca. Y eso fue condenadamente sexy
_No voy a apostar contigo. _ Dije firme.
_Por qué sabes que vas a perder._ Este chico loco estaba jugando con mi paciencia.
_Piensa lo que quieras, yo no me meto en apuestas y punto. _ Sentenció.
- No seamos otro cliché amor. - Susurró con voz ronca y divertida.
Volví a mi hoja de preguntas. Y pinche mi brazo para reenfocarme cuando me di cuenta que había leído la misma pregunta 10 veces.
Percy se veía de lo más feliz. Pero de vez en cuando. Parecía fruncir el ceño y lanzar discretamente una mirada hacia Luke.
_Oye, solo bromeaba._ Habló un tímido Percy Jackson, que me atrajo. _ Pero no miento con lo de ser amigos. Yo de verdad, pienso que vamos a llevarnos muy bien. Tengo ese presentimiento. _
Sonrisa perfecta. Mirada encantadora. Y cuerpo tentador.
_Tal vez..._ Mi voz sonando entrecortada.
Él sonrió otra vez satisfecho. ¿Por qué no era como otros chicos Darks? ¿Tenía que iluminarme con su hermosa sonrisa todo el tiempo? ¿Lo haría siempre?
Definitivamente no quiero que pare.
Mierda.
Repetí mi mantra. Estudio. Seré una gran arquitecta. Muchos estudios. Concentración. Matemáticas. Silencio para el estudio.
Y caí en la cuenta. Que si repetía mi mantra tantas veces, y con tanto ahínco era porque algo amenazaba mi sueño.
No era culpa de Percy. Sería mía si no aprendía a controlar este nuevo tipo de adrenalina para concentrarme en mis estudios. Debía andar con cuidado. Y mantener mi distancia.
Ahora antes de que sea tarde.
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