-¿Estás bien?- Me pregunta Percy al oído.

Me toco los brazos adoloridos, él se da cuenta y sus manos frotan de arriba a abajo mis brazos dejando en deleite por su contacto.

-Eso fue tan extraño. - Digo. -¿Qué sucede con Luke? Él no era así, algo le está pasando estos últimos meses o, ¿era así antes de que llegará?-

- Tuvo una vida dificil.- Fue todo lo que respondió.

- ¿Me la puedes contar alguna vez? - Pruebo.

-¿Te incumbe?- Me interroga taladrandome los ojos.

-El tipo acaba de atacarme, no sé, no veo otra forma de decirlo. Casi gritandome que huyera con él y de ti. Aclamando una profecía de monstruos a mi alrededor si no me alejaba de ti. - Frunzo el ceño consternada. - Claro qué me consta. -

-¿Eso dijo?- Suspira cansado. - Te lo contaré... Luego, ¿está bien? Por hoy disfrutemos de lo que queda de la fiesta. -

Asiento sin tener más remedio.

- Annabeth, iré a bailar con mi novio. - Me avisa Piper quien ya se había vestido. 

-Disfruta Piper, enséñales quién manda. - Digo y ella Ríe.

-Ustedes dos deberían entrar a la pista. - Jason la estira del brazo llevándosela y Piper nos grita. - Digo, para no estar parados sosamente toda la noche. -

Hazel y Frank están sentados en una mesa conversando hasta los codos. No veía por ningún lado a Luke a pesar que había caminado en esta dirección ¿Se habrá ido?

-Deberíamos escuchar los sabios consejos de Piper. - Dice Percy pasando una mano por mi cintura. - Además me prometiste un baile. ¿Ya lo olvidaste? -

-No. - Contesto sin poder rebatir. - ¿Aún quieres bailar conmigo? -

-¿Es una pregunta capciosa? - Se echa a reír y me jala de la mano Hasta la pista de baile. Miro a los demás mirándonos y comentando quien sabe que de mí y de él juntos.

Hay una chica que casi escupe su bebida cuando le dice algo su amiga. Eran esas dos tipas de la biblioteca recuerdo... Tenían miradas burlescas. Pero todas esas preocupaciones desaparecen en el momento en que él acerca su cuerpo al mío y se mueve al ritmo de la música celestial elegida por Will Solace.

- Déjate llevar conmigo. - Me penetra con la mirada. - Solo concéntrate en mí y en la música. -

Con esas palabras advierto que había imaginado mis pensamientos inquietantes.

Agarra mis caderas con sus grandes manos y las aprieta contra las suyas. Sin apartar sus ojos de los míos. Nos hundimos entre la multitud.
Sus manos dejan llamaradas por donde pasan sin permiso.

Él hace que baile bien, moviendo mis caderas en un vaivén. Se da cuenta que lo pillo y aprendo rápido, y sin soltarme sube una de sus manos hasta mi cintura. Y la otra va a mi cuello. Enredando sus dedos en mi cabello y acercando su rostro con el suyo.

Nuestras narices tocándose.

Qué guapo, qué guapo, y tan guapo hombre tengo enfrente mío mirándome como si fuera la cosa más sexy del lugar. Y  justo ahora había muchas chicas sexys a mi alrededor mirándome con envidia.  Pero sus manos estaban sólo en mi y sus ojos devorando sólo mis labios. 

En la aburrida Annabeth sus ojos quedan esclavizados, nunca dejando de sonreír con picardía.

Podría estar con cualquier persona y me ha elegido a mí. A la desgraciada, problemática, y muy NERD Annabeth Chase. Y con eso en mente, me armo de valor y meto mis manos bajo su chaqueta. Este tipo iba a llevarme a la perdición. Pero se sentía tan bien.

Estiro su camisa del interior de sus pantalones e introduje mis manos para invadir su espalda musculosa y suave.

- ¿Dónde llevas esas manos? - Me dice en tono juguetón añadida con una sonrisa picante.

-No sé, tú sabrás. - Respondo como desentendida y lo arañó con mis uñas.
Por la oscuridad y las luces caleidoscopios no podrían ver bien lo que hacíamos aquí en este apartado de la pista.

Un gruñido. - Me gusta eso Annie. -

Y sus manos bajan hasta mi espalda baja y uno de sus dedos se instala demasiado cerca en el hueco de mi trasero.

-Estamos jugando con fuego. -Le digo.

Se crea a nuestro alrededor una burbuja aparte del mundo.

-¿Te molesta? - Aprieta su mano en mi espalda baja.

-Quiero que sea siempre así. -Confieso finalmente.

-Oh Annabeth, lo he deseado desde la primera vez que te vi. - sujeta mi rostro entre sus manos y dejamos de bailar. Solo mirándonos, con nuestras narices y respiración chocando.

Yo me recuesto en sus brazos y en su pecho mirándolo, casi literalmente comiéndomelo con los ojos.

-Pero, no estás entendiendo Perseus Jackson. -Digo con una sonrisa triste. - Quiero que seas mío pero no de la forma en que estás acostumbrado. -

-No Annabeth. -Niega, siento que mi mundo se desmorona. Pero él mira mi expresión y apega su cuerpo viril más al mío.

-Tú eres la que no entiende. Ya te dije, yo te he pertenecido de todas las formas posibles a partir de la primera risa que me sacaste. -
-Eso fue muy bonito. -Musito.

-Tú eres bonita. - Refuta sonriendo. Y yo le devuelvo la sonrisa embobada.

-Cuando estoy contigo, nada más necesito. Estoy completa. - Remojo mis labios. - A veces.., a veces imagino besarte... -

-Gracias por decir eso, que bueno que no soy el único. - Me responde.

Y con determinación en la mirada y llevando sus manos en mi cuello y enredándolos en mi pelo.
Sucede que sus encantadores labios se unen con los míos sin duda. Y casi con brusquedad.
Y es un roce solamente que enciende algo en mí, lo sujeto por sus hombros y con hambre empiezo a besarlo con entrega total.

Sin importarme una mierda los chinchíllidos a mi alrededor o los vítores o abucheos. Más solamente sus labios moviéndose con los míos, frescos y dulces. Percy iba casi inclinando mi cuerpo hacia atrás mientras me besa con fogosidad.

Tan, tan, desesperadamente deseo que dure eternamente.

No me importa nada, y no me doy cuenta de nada por mí emoción y mi corazón retumbando en mis oídos.
Ni los gritos furiosos de alguien y el ruido de gente siendo empujada y derribada...
No hasta que alguien aparta a Percy de mí con terrible brusquedad. Sus labios desaparecen y siento una fría ráfaga que pasa por mí.

-¡Deténganlo! - Era la voz de Will por el altavoz.

Me quedo parada y respirando con fuerza desorientada buscando la razón. No necesite mucho tiempo.

Todo mi cuerpo recibió un golpe  helado al ver a Luke arrastrarlo por el cuello y por los suelos. No podía contraatacar en la ingeniosa posición que lo había puesto.

Y sin siquiera titubear, Luke lo gira y golpea la parte traseras de sus rodillas haciendo que Percy caiga sobre ellas con fuerza, frente la fuente de agua del patio.

Luke le dice algo que no logro escuchar y de inmediato sin titubear su cabeza es introducida bajo el agua de la fuente y empieza a ahogarlo. Con la imposibilidad de levantarse del suelo por Luke sentado en su espalda y su mano en la nuca y otra en su cabeza.

Grito el nombre de Luke y corro con pánico viendo los brazos de Percy tratando de acertarle un golpe y sus piernas zarandeándose con violencia. 

En el agua de la fuente se crea olas por sus movimientos desesperados. Mientras los ojos de Luke sólo reflejan unas ansias dementes de matar a Percy.

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Mi corazón estaba hinchado de felicidad y estoy ebrio sin una gota de alcohol sólo por su tremenda belleza y sus labios suaves y posesión de los míos.
No era digno de ella, pero mi corazón gritaba que me rindiera ya.
Nada ya me detenía, Luke había hecho su movimiento y ella solo me prefirió a mí. Qué dulce victoria y que dulce son sus besos.

Está apoyada en mí, sus uñas incrustándose en la piel de mis hombros por sobre mi camisa.

La gente grita, son sonidos indescifrables para mí y carecían de importancia justo ahora.
Era demasiado hermoso, que sabía bien qué no dudaría pero había parecido tan creíble. Me engaño el destino está vez.

Escuche gritos asustados y en un santiamén alguien había rodeado mi cuello con sus brazo.
Lastimó mi cuello y me dejo sin respiración un momento mientras era arrastrado con violencia.

Vi los ojos de Annabeth abriéndose horrorizados y dando ya pasos hacia mí formado un grito silencioso.

Me giró con brusquedad, y me enfrente con el agua sucia de la fuente.

-Muerete por favor. - Dijo Luke, y yo iba a gritar, pero su mano empujó mi cabeza en el agua. 

Y solo existió la Oscuridad. Ahogo. Pánico.

Y lo recordé. La voz de Luke se transformó en la voz de Gabe. Lo recordé gritándome cuanto podía aguantar.

- Respira estúpido. -

Recordaba su risa asquerosa.

- Respira bajo el agua. Te juro que se puede. ¡Hazlo!-

Mi madre gritaba todos los días. Yo gritaba todos los días y Gabe igual. Todos los días. Era un mal cuento que se repetía todos los días.

Asfixiándome justo como ahora.

Alguien saca a Luke de encima mío y yo saco mi cabeza fuera del agua gritando con furia. ¿Cómo de atrevía? ¿Por qué me lastimaban? ¿Por qué robaba la vida a mi madre?

Era Jason, lo empujaba para alejarlo de mí. Pero yo estaba frío, y enojado y apático.

Empuje a Jason. Nadie existía más que Luke frente a mí. El mundo estaba vacío y podrido y yo solo quería protegerme de quién ahora me hacía daño. Y quería que alguien pagará por todo lo que ella, mi madre, mi querida madre sufrió.

Me lanzo a por Luke. Cae en el suelo conmigo encima suyo. 

Lo golpeo. Grito.

Primero con la derecha, luego con la izquierda, y de vuelta con la derecha le doy puñetazos limpios.

Grito con cada golpe y desgarro mi garganta. 

Es como si de nuevo estuviera bajo el agua. Sin escuchar nada solo el sonido de mis oídos pitando y mis ojos nublados solo fijándose en él. 

Golpe. Grito. Golpe. Grito. Me duelen los puños. 

- Percy.- Es como si ella me hubiera sacado del agua donde me ahogaba.

Dejo mis manos colgando en mis costados. 

Me está mirando con su arqueadas cejas, y con miedo. Sus manos tiemblan. Piper está sujetando a Jason y un segundo más tarde, me doy cuenta que lo está protegiendo.

Lo protege del monstruo que soy yo...

Miro a Luke que está debajo de mí. Y no sé ve para nada sufriendo, a pesar de que le he dejado los ojos hinchados y probablemente la nariz rota. Aun cuando la piel de sus pómulos esté casi desgarrada.

-Ahora ellos verán lo que yo siempre vi.- Susurra para mí. Y lo comprendo todo justo ahora.

Me levanto de encima suyo con pesadez y temblando sin control.
Todos han quedado mirándome y en un irreal silencio. Apuntándome con sus ojos acusatorios.  La música suena baja y da algo de ambiente tétrico en este momento pienso.

Miro de vuelta a Luke. El esta tapando su boca. Pienso que es por la sangre que sale de ella, pero está ocultando una sonrisa socarrona. 

La miro.

-¿Annie? - Suplico. Ella traga saliva, y es como un milagro de los Dioses  cuando extiende la mano hacia mí.

Doy dos pasos y cubro su mano con la mía. Y su mano tiembla por culpa de la mía.
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No iba a dejar de vuelta a Percy, no lo haría, yo permanecería a su lado inquebrantable.

Sus ojos son grandes y están asustados. Todo él está temblando y parece ir y venir. Como si fuera esclavo de sus pensamientos.

¿Cuánto dolor había pasado este chico? Lo sé justo ahora, viéndolo aún siendo esclavo del pánico.

Hay un chirrido. Un gran chirrido que viene de la pantalla gigante del gimnasio que controla Will Solace.
Solo que esta vez, Will parece no entender de donde provenía la interferencia. Tocaba botones y miraba cables pero no pudo evitar lo que sucedió lamentablemente. No pudo evitar lo que se mostró a continuación a todo el grupo estudiantil de la Academia Goode.

Y esto era lo último que faltaba, mi corazón helado cayó en mi estómago y mis hombros igual. Quería sentarme en suelo con mi cuello elevado sin poder despegar mis ojos de la pantalla.

Solte la mano de Percy y me acerqué dos pasos más.

Vaya momento en enterarme que estoy completamente enamorada de Percy Jackson, absolutamente enamorada de él.
Ni era solo atracción, no era solo cariño profundo de amigos. No, tenia a Percy Jackson bien calada hasta los huesos, bien enamorada. Lo amaba...

Cuando en este momento aparece un video nítido con altos sonidos de gemidos bien claros que retumban en el gimnasio, hasta aquí afuera en el patio.

Era imposible que nadie no lo viera.
Imposible que la chica con la que Percy en ese entonces estaba teniendo sexo, no se reconociera en pantalla.

La boca de Reyna se abrió desmesuradamente. Y luego se la tapó con una mano y negaba con la cabeza desesperadamente como si fuera mentira o un sueño esto.

Ella si cayó de rodillas, y casi arranca con sus dedos su hermoso pelo del color del petróleo.

Lanzó un grito estridente. Qué me envió un escalofrío. También  quería gritarle que yo estaba sufriendo y aquel chico detrás de mí igual.

Reyna se reconocía en ese video que nos compartía su placer.

Grito y sus uñas rasguñaron su rostro.

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Tuve un mal día, supongo que fue bueno para escribir este capítulo.
Espero les haya gustado.

Pregunta. Me dijeron que debía escribir con guiones largos. Pero no se como se hace eso. Y me dijeron que los guiones bajos no sirven.
Les dificulta la lectura con los guiones que uso?