Percy Jackson.

_¿Segura que no quieres que te recoja después del colegio?_ Me preguntó mi madre, pero yo ya sabía que eso no era lo que quería, pues sería un retraso de valiosos minutos para llegar a su trabajo. Aun así, me conmovió que me preguntara.

_No, tomaré el autobús, descuida mamá. _ Le respondí, sonriendo con cansancio.
Me había quedado dormida como a las tres y media, como resultado, había tenido solo cuatro horas para descansar.

Zoe casi se había vuelto loca, por el chico que le describí con todo los detalles jugosos. Le conté todo, claro excepto la parte de casi ser llevada por cuatro hombres a no sé dónde.

Ya había sido lo bastante malo que se me haya caído mi mono gorrito que tenía un dibujo de Nemo. Agarré mi mochila y bajé del auto. Estaba apunto de irme cuando la voz de mi madre me detuvo.

_No saliste muy tarde ayer ¿verdad?_

_Noo, el sol ni se había ocultado mamá. _ Me concentré para que mi rostro no me delatará.

_Nos vemos para la cena. _

_Nos vemos mamá. _

=============================================================================

Era un gran edificio de tres plantas, con ventanas protegidas con barrotes de acero. Impresionante. Amaba la estructura y como colocaron los ladrillos de forma aleatoria por debajo de las paredes y persianas, era de color nieve dándole un aire imponente.

Un pasillo se había formado estratégicamente hasta la puerta con altos árboles perfectamente alineados.

Me gustaba.
==========
_Aquí tienes tus clases. Suerte en tu primer día._

_Gracias._ La secretaría me dio una hoja con todas mis materias. Y un folleto que mostraba un mapa para que pudiera encontrar mi clase.

Salí al pasillo atestado de gente buscando mi casillero. Al pasar cerca de algunos grupos de chicos y chicas se me quedaban viendo. Pero creo que era porque era la "nueva" no creía que fuera por mi ropa, pues no pude traer ropa más común.

Traía puestos unos sencillos vaqueros y una blusa celeste de escote redondo. Mi cabello estaba en una perfecta cola de caballo, y sin una gota de maquillaje en mi rostro. No por pensar que era algo superficial o todo eso, sino que tenía algo de alergia a los cosméticos.

Encontré mi casillero, y trate de abrirlo pero la maldita cosa se había atascado. Probé un poco más tratando de ingeniármelas yo sola. Estaba apunto de darle un puñetazo cuando la voz suave de un chico llamó mi atención.

_¿Puedo ayudarte? _Era un chico, guapo, alto y rubio. Me regalaba una gran sonrisa amistosa que hacia fruncir la cicatriz que tenía un lado de su mejilla.

_Gracias, esta cosa se atasco. _ Le Indiqué, con un gesto.

- Suele pasar mucho eso aquí, el director es demasiado tacaño para cambiar los casilleros viejos. -  Bromeó, soltando una ligera risa. Él golpeo el metal con su puño dos veces apretando la manija al mismo tiempo. Se abrió.

- Sorprendente. - Silbe, impresionada. - Tienes quería enseñarme a hacer eso.

_ Gracias, ¿nueva?_ Él hizo una mueca graciosa. _Obvio lo eres, ya que... te habría visto. - Dijo estirando la punta de su oreja con un poco de inseguridad. También me di cuenta que me miraba muy fijamente como tratando se recordar algo.

_Sí, Annabeth Chase._ Le pasé mi mano y él la agarró suavemente.

_Luke Castellan. - Se presentó, observándome sacar mis cuadernos y lápices. -  Gusto en conocerte Annabeth.

Los chicos de alrededor murmuraban mientras hablábamos, los ignoré fácilmente sin molestarme. Esto era muy común en todos lados, estaba casi segura que dentro de una semana mínimo. De nuevo perderían todo el interés de mí y prácticamente me convertiría parte de las paredes.

- Y, ¿de dónde vienes? - Me preguntó Luke llamando mi atención. Inclinaba ligeramente el rostro hacia la izquierda mostrando interés.

- San Francisco. - Contesté, indague en el lío de pensamientos que había dentro de mí cabeza para seguir con la conversación pero, no sé me ocurría nada mejor que decir. Normalmente los chicos lindos se mantenían alejados de mí, precisamente por esa razón. Era muy callada.

- Wow, vienes de muy lejos, ¿tú...?-  Lo que iba a decir, fue interrumpido por una gran barullo que se formó de repente a nuestro alrededor. Todos miraban por la ventana riendo, chillando y mostrando caras asombradas.

_¿Qué sucede? _ Le pregunté a Luke, noté que él no parecía con ánimos de ir a fisgonear por la ventana como lo hacía el resto de las personas.

- Naah, debe ser otra más de las travesuras de Perseo -. respondió indiferente, su voz adquiriendo un tono apático.  - Por supuesto tenía que hacer algo memorable para el primer día de clases.

-¿Perseo? - Repetí confusa. - Como el antiguo héroe hijo de Zeus...

- No es nadie importante. La gente de aquí solo es muy idiota.  - Bueno, era importartante para el resto del alumnado estudiantil. Además su tono se había vuelto frío, así que adiviné que no le agradaba mucho este chico Perseo y no sacaría información de él.

Me dirigí a ver también. Un grupo de chicas dejaba un pequeño hueco para que más o menos pudiera ver algo.
Lo único que pude ver fue un lujoso BMW convertible, uno de esos que solo usaban los multimillonarios. ¡Cubierto de pintura azul!

Divisé a un hombre que parecía estar gritando a un chico ya que su rostro estaba rojo, casi haciendo juego con las flores de su camisa Hawaiana, el muchacho estaba vestido con pantalones oscuros y una chaqueta de cuero negro. Estaba cruzado de brazos.

Apostaba a que era el típico chico malo que todos los colegios tenían.
Llegue a ver a otro hombre que miraba el auto y el cartel que tenia encima del capo. El cartel era una foto del hombre que gritaba. Pero había sido editada para ser un chiste.

Pero había algo aquí, tenía algo en la punta de la lengua, aquel chico de pelo azabache... Había algo en su postura relajada y de hombros anchos que me hacía familiar, pero eso era imposible, yo no tenia amigos punks, Darks, o de ese tipo.

Además no conocía a nadie de New York aún. Luke se acercó a mirar al final a mi lado, su rostro mostraba una clara hostilidad hacia él.
Entonces escuché los susurros de las chicas que estaban a mi lado.

_¿Crees que lo expulsen?_ Dijo una de ellas con una mirada preocupada, tenia el pelo castaño y grandes pestañas postizas

_Noo, claro que no._ respondió su amiga.

_No, El señor D jamás lo haría. Su padre lo pondría en serios problemas si lo echa del colegio. _ Dijo otra.

_¡¡No puede hacerlo!! El es el único motivo por el que me levanto para venir al colegio. _ dijo pestañas postizas.

- Él es nuestro. - Dijo con voz posesiva. - No puede irse a otro lado. Aquel bombón no puede irse y fin._

Me quedé mirando al chico mientras escuchaba de fondo aún sus parloteos, no entendía que era lo que me hacía sentirme atraída hacia ir con él. Creo que lo miré demasiado intensamente, debió haber sentido mi acosadora mirada porque viró un poco el rostro y entonces unos ojos tremendamente hermosos como el color del océano en calma, se clavaron en mí quitándome la respiración al mismo tiempo que escuchaba su nombre ser pronunciado por una de las chicas a mi lado.

Y era una locura. Este tipo de coincidencias una locura.

_Percy mi amor, deja de meterte en problemas. _ Gimoteo la chica.

Sentía que mis piernas iban a aflojarse, él me estaba mirando y por la lenta sonrisa que crecía en su rostro. Supe que me había identificado como la rubia tonta del callejón. Todo su cuerpo se viró hacia mi dirección y yo inconscientemente me acerqué un poco a la ventana.

_¿Percy?_Apenas me oí formular la pregunta a Luke.

- Sí, ese es él, Percy Jackson. - Lanzó en tono obvio. -  El chico problemático del Colegio Goode.

Una de las chicas se dio cuenta que Percy me observaba. Me miró de pies a cabeza sin comprender que podía ser que seguramente el chico más apuesto de Goode miraba en mí.

_Nueva ¿eh? ¿Lo conoces? _ Preguntó alzando una ceja irónica.

Negué con la cabeza rápidamente. Y me maree.

_¿Annabeth estas bien? _ Luke, chico perceptivo.

_No es nada._ Le respondí aclarándome la voz.

_Sí Luke, no es nada fuera de lo normal, solo es el mismo efecto que causa Percy Jackson en todas las chicas. _

_Tengo que ir al baño. _ Me aleje de ellas y de Luke sin un rumbo, solo quería pensar en paz sola unos momentos. Pero mi plan fue arruinado con la campanilla que avisaba el comienzo de clases, y de repente un pensamiento que nunca había tenido en mi escuela en San Francisco se presentó en mi mente. Podía hacer novillos hoy, irme a un lugar tranquilo y eso.

Entonces detuve todo mi cerebro y puse pausa.

¿Qué había sido eso?

Nunca había considerado siquiera faltar a clases antes, ahora yo venía aquí a estudiar. Aquel chico no sería una distracción, y no me importaba lo que pudiera decir de mí.

Suspire y caminé con más firmeza.

Ojalá y hubiera sido feo, feo como otra rana más.
Encerré todas mis estúpidas emociones en un baúl muy al fondo de mi mente y fui en busca de mi clase de matemáticas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top