Me llaman estúpida.
- Vaya, nunca me he sorprendido tanto como hoy. - Dice Jason mirándome atentamente.
- ¿Y cuando Piper acepto ser tu novia? - Me mofó de él.
- ¡Oye! Bueno sí, pero eso es diferente, mi Pipes siempre me mandaba indirectas. Así que tenía esperanzas ocultas y ayudó a no morirme frente a ella. -
- Esa es la loca que conozco. - Murmuró sonriendo con orgullo.
- Pregunta, ¿eres la hija de la arquitecta que contrato mi padre? - Suspira Jason exasperado. Como si tuviera la culpa de no ser la supermodelo que esperaba.
- Seeh. Y me entere de algo. Pero ahora dudo de su validez. - Empiezo mirándolo fijamente. - ¿Qué es eso de que te estabas preparando a lo "Don Juan" para impresionar a la hija?-
- ¡¿Qué?! - Prorrumpe pasmado. - ¿Qué mierda? Me estaba ocultando de mis padres. Hoy más que nunca están pesados.-
- Explicate, ahora. - Me cruzó de brazos, alzando una ceja y esperando con impaciencia mal disimulado. Realmente, no creía que Jason estuviera tratando de ligar con otra chica, teniendo a semejante mujer como Piper a su lado. Aún así, era divertido tomarle el pelo, y ver como se retorcía de los nervios.
¡Dioses, era tremenda! En mí defensa, utilizaba a Jason para poder tranquilizar mis propios nervios . No era una buena defensa, lo admito. Pero es lo que hay.
- ¡Espera, agg! - reniega. - ¿Mi mamá te dije eso verdad? Ya, ahora tiene sentido. Está loca, pero la amo, no tengo de otra. Está obsesionada en querer acabar mi relación con Piper. No la acepta. Siempre hace lo mismo, invita a chicas de mi edad y a las hijas de sus amigas. - Parlotea en tono cansado.
- Ohhh... wow. - Podía reconocer que tenerla como enemiga era peligroso.
- Por suerte para mí, solo eres tú. - Me sonríe cálidamente.
- Por cierto. Tu mamá es muy, muy, muuuuy... candente. Realmente sensual.- Hago un gesto exagerado con las manos y meneando las cejas. - Una Diosa. Dime Jason, déjate de bromas y dilo. ¿Eres adoptado? -
-Ja. Ja. Ja. - Jason cierra la puerta con fuerza con mirada hosca. - Qué graciosita. No, no soy adoptado. Y soy muy bello. -
- ¿Quién te mintió? - Me sale una carcajada.
- Piper no miente. - Exclama indignado, pero veo que trata de ocultar una sonrisa.
- Eres su novio Ja... - Alguien carraspea a nuestras espaldas.
Ambos dirigimos nuestra atención a Luke, estando parado en medio del pasillo mirándonos con gesto hosco.
Me mira como si hubiera hecho algo indebido, y luego habla a Jason en tono mesurado.
- Mis disculpas por interrumpir su flirteo. Tu padre me envió Jason, quiere que bajen de inmediato al comedor. Está hambriento, e impaciente. -
- Bajamos de inmediato. - Le respondo Jason muy formal, ignorando sus palabras. - ¿Annabeth? - Me hace un gesto para que le acompañe.
Asiento. - Bien. - Cruzamos al costado de Luke, y entonces mencionó con serenidad.
- No era flirtear, no inventes cosas, cuando ni siquiera entiendes el significado de la amistad. -
Me mira profundamente con sorna, con la misma mirada de siempre. Como si fuera una niñita dulce e inocente. Desvía sus ojos a Jason, con una sonrisa cínica.
- Ese sentimentalismo ingenuo es tan típico de todas las mujeres. Es adorable. - Se acerca hasta casi tocar mi frente con sus labios. Rezonga con toda ironía. - No existe amistad para los hombres, Annie. Mira a Jason... traicionando a su primo, apenas da la espalda y ya está rondando por su carne. Y tú no eres mejor..., pobre Percy. Me destrozará contarle esto a mi mejor amigo. - Murmura en tono lastimero.
Jason se pone entre nosotros. Y yo suelto la respiración que no sabía que retenía. Luke trastrabilla hacia atrás cuando Jason lo empuja con fuerza, con una sola mano en advertencia.
- Tienes razón en que la estoy rondando. Pero para protegerla de depravados como tú, imbécil. - Me agarra del codo. - Vámonos. -
Mientras caminábamos por el pasillo. No pude evitar girar mi rostro hacia Luke. Nos seguía a pocos metros. Su mirada era oscura y renegada, pero no la dirigía a mí, si no que a la nuca descubierta de Jason. Una mirada con ansias asesinas, muy diferente a la que le enviaba a Percy cuando estaba conmigo.
~~~~~~~
- ¡Ya era hora! - Vocifera Zeus al vernos. - Tardaron mil eones, ¡¿qué rayos hacían?! -
Observe como instintivamente Jason cambiaba de expresión y hasta de postura. Era un nuevo chico, recto, adusto y cauteloso. Pareciera que con está nueva versión, podría comandar grandes ejércitos romanos como hobby llevando al mismo tiempo en sus manos el estándar del Águila dorada para acabar con su próximo titan.
- Lo lamento padre. Nos entretuvimos hablando. - Se excusa Jason.
- Creo haber oído vuestras risas. - La sonrisa de su madre era exageradamente empalagosa, pensé.
Hera sigue en tono insinuante. - ¿Se estaban divirtiendo mucho? -
La ignoré deliberadamente, a la vez que me sentaba sintiendo la mirada inquisidora de mi madre encima mío.
Jason se sentó a lado mío, mirando de reojo a Luke enfrente nuestro. Con ese gesto, la mamá de Jason estaba apunto de darle un colapso catatónico usual de lunáticas shippeadoras.
Trajeron la cena de inmediato, un plato tan exótico que en mi vida podría reconocer que era. Pero, sabía a pescado, era un indicio. Vi de reojo a Jason quién se mantenía más firme que una estatua. ¿En su propia casa? Yo debería ser la incómoda. Parecía que esperaba que sucediera algo.
Miré mi celular debajo de la mesa. Ningún mensaje. Sentí un extraño acaloramiento que intentaba ahogarme. Eran las cuatro... Hace tres horas que Percy desapareció del radar. Tragué saliva. Ya está, seguro no quería saber nada de mí.
- Cuéntame Annabeth ¿Vas a estudiar arquitectura al igual que tu madre? - Empieza Hera sacándome de mis cavilaciones.
- Esa es la idea Señora Grace. - Digo, con toda la naturalidad de la que soy capaz.
- Eres muy inteligente ¿verdad? Mi Jason esta pensando estudiar abogacía. - Menciona en tono cómplice.
Mi madre quién permanecía callada, de repente se enderezo muy interesada.
- ¿Abogacía? - Dijo impresionada. - Es una carrera estupenda, no apta para cualquier persona. No apta para los idiotas. - Bromea con una contenida sonrisa.
- Jason es inteligente. Siempre se ha destacado en clases por su gran intelecto. Yo misma lo he comprobado manteniéndome en contacto con todos sus profesores, desde que está en primaria. Incluso desde kinder. -
- Wow. - Es todo lo que digo. Manteniendo mi cara seria.
Luke toma un sorbo rápidamente ocultando su sonrisa mientras que Jason se remueve en su asiento incómodamente.
- ¿Abogacía? - Repetí, sorprendida, no sé porqué, pero presentía que él estaba algo contrariado con esa afirmación. Y su rostro amargado me lo confirmaba.
- Aún no he decidido del todo mamá. Aún tengo muchas opciones. - Dice él interrumpiéndola rápidamente con una sonrisa tensa. - Es una opción entre otras muchas. -
- Pero si ya hablamos de eso, cariño. - Dice suavemente su madre ladeando la cabeza realmente confundida. - Pienso que deberías estudiar Derecho, tendrás un futuro brillante. -
- Pienso qué, su hijo tan inteligente como lo presume. Puede decidir por si mismo en que dedicarse por el resto de su vida. - Digo manteniendo el tono educado. - Después de todo, usted no vivirá su vida. -
¿Irrespetuoso? Un poco, tal vez. ¿Veracidad? 9999999,9991 de certeza en mis palabras.
Su madre inmutable, con su sonrisa intacta se dirige a mí. - Yo sé lo que le conviene a mi hijo. Yo ya dejé que el tomará sus propias decisiones en el pasado. - Se señala así mismo, y mira a su esposo buscando apoyo. - ¿Verdad, querido? -
- ¿Eh? - Zeus está riendo por lo bajo con Hermes, ambos con los ojos pegados a la pantalla del iPhone. Totalmente indiferente a nosotros, mira a su esposa. - ¿Si cariño? Oh, Sí, amor, claro. -
Luego vuelve su atención al celular. Hay un silencio incómodo en la mesa. Y la sonrisa de esfinge de Hera permaneció congelada en su cara, junto con una mirada asesina y un tic nervioso en la ceja izquierda. Era realmente tétrico. Mi madre tosió disimuladamente.
- Abogacía y arquitectura. ¿No cree, Señora Chase que nuestros hijos harían tan bonita pareja? - Asiente. - La pareja perfecta. Serían tan bien vistos en la sociedad. -
Alzo una ceja impertinente.
- Opino lo mismo. - Responde mi madre. Y no me censuró ni un poco al mirarla con toda la hostilidad e incredulidad.
- Mamá. - Empieza Jason con voz contenida dejando cuidadosamente su cuchara en la mesa. Yo hago lo mismo. Mi apetito voló muy lejos. - Parece que se te olvida, qué estoy en una relación seria en este momento. Piper McLean, mi novia a la cual amo. -
- Aquí vamos. - Susurra Zeus pero no lo suficiente. Su voz llega a todos en la mesa.
Hera hecha una carcajada burlona, de repente. - Ahhh, sí. La hija del indio cherokee. Como si fuera a permitirte realmente una relación seria y duradera con esa mestiza. -
Jason quedó boquiabierto atónito.
- Zeus, ¿qué tal con esa nueva inversión? - Habla el padre de Luke, como si el parloteo de madre e hijo no fuera importante. Hera lo mira con mala cara.
Zeus abre la boca y antes de pronunciar palabra, Hera lo corta con repentina emoción. - ¡Deberíamos invitar a Annabeth en uno de nuestros viajes! Te encantará Annabeth nuestra casa de verano, teniendo en cuenta tus gustos por la arquitectura. -
- ¿Podría llevar a mi novio? - Digo con voz dulce. Poniéndole stop indirectamente.
Me mira perpleja, como si le hubiera dado una cachetada. - ¿Estás con pareja? -
- Nada serio, al igual que tu hijo Hera. - Lanza mi madre antes de que pudiera contestar. Estoy mirándola molesta. Me ignora.
- Estos jovencitos de hoy en día... Les encanta llevarnos la contraria ¿no? Yo espero ansiosa el día en que Jason madure y deje ese capricho de estar con alguien tan... "inadecuada", por no decir algo Irrespetuoso. - Dice en tono condescendiente la hermosa y muy humilde Hera.
No podrías ser mas irrespetuosa de lo que ya lo estás siendo. Pienso.
- Dejo a Annabeth hacer lo que quiera siendo una adolescente. Debe cometer sus errores y aprender de ellos. Qué se contente bien en su libre albedrío ahora que puede, para luego empezar a convertirse en una mujer más seria, más inteligente... -
- ¿Insinuas que ahora me comportó como una estúpida? - Espeto. - ¿Me estás llamando imbécil? -
- No te exaltes tanto, Annie. Tu madre es más sabia que tú. Más experimentada por los años... - Empieza Luke.
- Cállate Luke. No te metas, joder. - Lo corto en seco. Dándole una mirada tormentosa.
- ¡¿Annabeth?! - Suelta mi madre.
- Ese vocabulario debió haberte enseñado tu novio, el típico chico malo. - Menciona en tono confidencial Hermes y sonriendo como un niño que ha robado las vacas de Hera.
- Traté de advertirle. - Comienza Luke mirándome con lástima, demasiado sobre actuado si me lo preguntan. - Es muy testaruda, aunque eso es lo que más me gusta de ella. -
- Se prendió esta mierda. - Susurra Hermes a Zeus, con una sonrisa socarrona.
- Dáselo a Hera para complicarlo todo. - Murmura agitando su vino.
- Me gustaría saber, qué pasa algunas veces por la cabeza de mi hijo. Venir, y "enamorarse" de tal persona. Dioses. - Se mofa Hera.
- Mamá, Piper. Es. Mi. Novia. - Dice lentamente, clavandole sus ojos eléctricos. - Es una mujer decente y muy inteligente. Te pido por favor que ya no te expreses de esa manera de ella. -
- ¿Cómo se llama el muchacho? - Me pregunta Hermes.
- Percy Jackson. -
Al pronunciarlo, Zeus empieza a toser, deja en la mesa su copa.
- ¡¡Ahhh, Percy!! Pero mira que coincidencia. El mejor amigo de Luke. - Toquetea con un dedo su barbilla, juguetón. - Muy curioso. ¿Verdad Luke? Él siempre se escondía de Annie cuando ustedes jugaban. Luke siempre andaba gritándole para que se alejará de ti. Era MUY celoso contigo. Al final, parece que Percy te ganó. Qué loco. - Hermes se echa a reir a mandíbula suelta. Y le da un palmada en la espalda de su hijo, sin darse cuenta de la mirada lúgubre que le dirige.
- ¿Percy se escondía de mí? - Me quedo mirándolo absorta, apenas procesando sus palabras.
- No es buen muchacho para una señorita. Muy problemático. - Comenta Zeus serio. - Debería alejar a su hija de él. - Le dice a mi madre.
Hermes ladea la cabeza intrigado y exclama.
- ¡Difiero esa afirmación apresurada! -
- Está en proceso ese tema. - Carraspea mi madre, aún ignorándome. - ¿Podemos empezar a hablar sobre el trabajo? -
- Es tu sobrino. - Lanza Jason a su padre, defendiendo a su primo.
Siento que esto no es una cena cualquiera. Es una trinchera donde un bando ataca al otro sin piedad. Incapaz de alejar las narices de la vida del otro. Me siento mareada.
- Dioses, yo... - Me levanto de la silla. - Necesito... -
- Jason, atiende a Annabeth en lo que necesita. - Se apresura a hablar Hera.
- Necesito estar con mi novio. - Anuncio decidida con la respiración irregular.
Jason abre la boca, pero su celular lo interrumpe. Lo mira, frunce el ceño con mirada confundida y contesta.
- ¿Nico? - Se levanta de la silla de golpe. Luego de escuchar un momento. - Bien. - Cuelga.
- ¿Qué sucede? - Pregunta Hermes mostrándose por primera vez serio.
- Tengo una emergencia que atender con Nico. - Enuncia con la mandíbula apretada. - Cosa de capullos adolescentes, no entenderían. -
- ¿Irás con ese chico corriendo? No puedes dejar que te controle de esa manera, aquel flacucho..., ya te dije miles de veces sobre la clase de amigos que debes tener, tú eres... -
- Ahora no mamá. - Interrumpe a Hera.
- Me retiro padre. - Me mira con intención. - Quisiera que me acompañaras. Es el tonto sesos de algas de nuevo. -
Todos en la mesa nos mira despistados. Pero ese simple y raro apodo despierta cada célula de mí cuerpo, con gran peligro de entrar en combustión.
Eso es todo lo que se necesita para ir detrás de él casi corriendo. Sin importarme en dejar a mi madre sola entre ese nido de víboras. Después de todo, su veneno era el más potente de todos.
Bajo las escaleras de dos en dos, con mi vestido zarandeando detrás de mí.
Jason sube a su auto. Abro la puerta del copiloto y estoy a punto de entrar. Cuando una mano sale disparada y hace que gire violentamente, tomándome del hombro. Le doy la cara a mi madre.
- ¡Annabeth! ¿A dónde crees que vas? Es por Percy ¿no? Se metió en problemas y te diriges a cavar tu propio hoyo. -
- Me necesita. Iré junto a él, lo buscaré hasta el maldito Hades si es necesario, pero no lo abandonaré. - Escupo. - No como tú.
- ¿Realmente harás esto aquí? - Mira disimuladamente hacia Jason, quien nos ignoraba.
- No me mientas. - Suplico.
- Esto es ridículo. Comportarte de ésta manera tan rebelde por él. Estás completamente ciega. - Dice escandalizada.
Niego con la cabeza. Jason ha arrancado, pero me espera impaciente con un tamborilero de sus dedos por el volante. Sin interrumpirnos.
- Me mentiste. Nos mentiste. A mí y a Percy, descaradamente. - Digo siseante. - Y yo estando tan estúpidamente feliz pensando que lo habías aceptado tan fácilmente. Sí, he sido una estúpida, pero por creerte. - Exclame indignada. - ¿Era toda una farsa aquel día? ¿Acaso no tienes vergüenza? -
-No me hables en ese tono. - Dice molesta. - Claro que acepto a tu novio, Annabeth. Pero, - bufa con mofa. - Lo acepto como un pasatiempo cariño, una distracción. Yo solamente pienso en tu futuro y en tu bienestar. O sea, realmente estás pensando terminar con un muerto de hambre como Percy. ¿Es en serio? -
Estaba boquiabierta.
- Percy vale la pena más que cualquier otro muchachito pelele con el que me quieres emparejar. -
- No voy a dejar que termines con cualquier tarado. - Dice casi gritándome. - Ese es el punto. Te mereces alguien con un futuro estable. Qué te haga vivir como una reina. Ser la gran señora de una de estás casas que tanto construyó. - Señala detrás de nosotros.
- ¿Y piensas que debo esperar a que un hombre me lo dé todo, que venga a mantenerme? ¿Crees que yo no soy lo suficientemente capaz de darme todos estos lujos? - Digo irritada. - Si ese es tu pensamiento. No eres tan inteligente como creí que eras, madre. -
Por primera vez, la veo de esta manera tan desesperanzada y desesperada a mi madre. Tratando de hacerme pensar como ella tan fuertemente que me hace querer indagar en la verdad.
¿Por qué le había dado a Percy la posibilidad de becarse en una universidad? Si al final estaba tramando de ante mano mi matrimonio con un niño rico acosado incesantemente por su mami. (Sin ofender Jason)
- Date cuenta, Annabeth. ¿Qué podría darte Percy? ¿eh? No tiene nada, no posee un futuro estable. Crees realmente que podrá lograr ser un biólogo marino? ¿él? - Dice con burla. - Quién solo trabaja en un parque acuático. -
- Bastante ambiciosa ¿no madre? - De mis palabras gotean sarcasmo. - Supongo que debo destacar eso de mi no muy querida madrastra. Apenas soltaste a mi humilde padre. Ella supo mirar más allá que tú. A un genio, un hombre dedicado a su trabajo y a su familia. -
- No se trata de él. - Jadea. - Siempre te lo he dado todo. -
- ¡Claro que no! - Casi chillo, mis ojos me picaban. - Ni siquiera te das cuenta, eres demasiado analítica, fría... -
- Sé que Percy es muy guapo, pero... - Empieza calmadamente.
- Podrá darme algo que tú jamás me diste, mamá. -
- Siempre te he dado todo. Nunca pasaste necesidad. -
- Es cierto. Pero nunca me diste amor. - Lo digo finalmente.
- Dioses, Annabeth. De amor no se come. Y además, ¿qué no te lo doy? Siempre te he dado el cariño suficiente, lo necesario. No eres una niñita que necesitar ser mimada Annabeth. Ya eres una adulta. -
- ¡Tienes razón! Ya no soy esa niñita que esperaba llorando a su mamá en todos sus cumpleaños. No soy la niña que lloraba por su mamá al ver una araña en la pared. No soy más esa niña que te llamaba emocionada y terminaba decepcionada, porque le dijo que no le interesaba que le llamará por una estupidez como que se cortó el cabello o tuvo su primer beso. - Estaba llorando, estaba desahogado 15 años de frustración hacia ella. - No tengo nada de ti. No hay recuerdos tuyos. Mi madrastra me dio más amor que tú, peinándome el pelo para mí primera cita. Y eso es, tan, tan decepcionante... -
Se había quedado callada. Su cara estaba blanca, esa mujer segura y confiada... Había quedado aplastado por la vergüenza. Tenía algo sublime este momento, que en este instante no lograba identificar que era.
- ¿Por qué le diste entonces esperanza de conseguir becas? - Pregunto sin dejar de escrutar su rostro. Los ojos grises de mi madre brillan con algo que no puedo descifrar, y de inmediato desaparece. Aparta la mirada.
- No quiero que tengas que pasarte la vida arrepintiéndote por tus errores. - Confiesa finalmente, suspirando hondo.
No lo dice. No dice toda la verdad. Pero no hace falta.
"Dejo a Annabeth hacer lo que quiera siendo una adolescente. Debe cometer sus errores y aprender de ellos. Qué se contente bien en su libre albedrío ahora que puede, para luego empezar a convertirse en una mujer más seria, más inteligente... "
Ambas quedamos en silencio. Con el rugir de los motores llenando el tenso ambiente. Me quedo mirando un punto fijo. Lamiendo mis palabras amargas antes de soltarlas.
- Lamento haber sido un error mamá. - Cierro mis manos en puños tratando de controlar el temblor. - Lamento que hayas disfrutado de tu juventud y conseguido una carga para el resto de tu vida. -
No me contradice. Su silencio es todo lo que necesito.
Mi temblor se detiene. Estaba exhausta. Y deseosa de ver a Percy. Mi Percy. Mi querido novio.
Me subo al auto y Jason nos lleva hasta la carretera. Miro por el espejo retrovisor a mi madre con aspecto derrotado, viéndonos mientras nos alejamos.
No aparta la vista del auto. Y no me detiene. Así como no me detuvo cuando mi padre y yo hace quince años nos alejábamos para irnos a San Francisco. Y no la culpo después de todo. Solo era una mujer con grandes sueños sin espacio suficiente para su hija.
Está bien. Tengo a Percy. Está todo bien.
Siento unos dedos apretando los míos. Agachó la vista, es la mano de Jason cubriendo la mía. Sin decir una palabra.
- Llévame junto a mi novio, Jason. - Ordeno.
Aún falta como 10 15 capítulos.
- Ya estoy pensando en mi próximo fanfic que sería exclusivamente Solangelo o Solangelo y Percabeth.
O seguir esos locos oneshots.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top