La vida desde el noviazgo.
Bueno. Déjenme darles un rápido resumido de lo que fue la semana escolar a partir de esa noche en la que acepté que estaba irremediablemente enamorada de Percy y por lo tanto, aceptando ser su novia.
El domingo volvimos al lago y nos acostabamos en el césped mientras tomábamos helado de un bote de un kilo. Le pregunté si entrar sin permiso no nos metería en problemas pero contestó confiado que tenía un profesor que se pondría de su lado si nos pillaran. Quién resultó ser Quiron el profesor de Historia antigua.
Lo cual me da una tremenda felicidad, no me malentiendan. Y besaba muy dulce y suave. Y wow. Sabía los puntos exactos donde debía tocar...
No mal piensen... El era perfecto. Y a veces traía o no traía los pircings pero de igual manera era guapo, pero muy guapo; aún arrasando a todos con su sonrisa ahora más que nunca luminosa y llena de electrochoques. Tenía la pose de un Dios romano al caminar de mi mano por los peligrosos pasillos del instituto. (A Percy le gustaba tomar mi mano)
Trataba de fingir que ésto era lo más normal del mundo, y con un libro frente mis narices haciendo como que iba leyéndolo mientras caminaba. Cuando en realidad lo hacía para ocultar el vergonzoso sonrojo en mi rostro que parecía ya permanente para mí desgracia.
-Te ves tan tierna. - Percy me abraza con fuerza casi levantándome. - Me encanta que sea por mí. -
-O, puede ser por el frío. - Contestaba indiferente.
-Ajá, sí eso quieres creer. Pues sí, hace bastante frío, seguro es por eso. - Entonces pasaría un dedo por sus labios tratando de ocultar una sonrisa pirata.
-Todo es tu culpa. Me apuraste demasiado y agarré un abrigo muy ligero. - Dije continuando con mi farsa.
-Ya. - No dijo lo obvio. Mi abrigo casi llegaba hasta mis rodillas, también tenía guantes y un gorrito. - Linda Annie...-
Suspiro.
-Percy malo. - Dije picandole la nariz.
También podía ver que una gran mayoría de chicas y principalmente chicos. Se alejaban a varios metros cuando veían a Percy acercándose. Agachaban la mirada de inmediato y a escondidas y de reojo lo miraban con resentimiento y temor en la misma medida. Supongo que aún no olvidaban el incidente con Luke, como tan rápidamente lo había hecho Percy.
-Luke, es mi amigo. Yo sé que me pedirá perdón. Habrá estado ebrio... tal vez, solo estaba demasiado alterado ya que nos había visto besándonos. Besando a la chica que quiere... Fue mi culpa en parte.-
Algo que descubrí acerca de él. Es que siempre mantiene el peso del cielo en sus hombros. Toda la culpa hacía que recayera en su espalda. Era demasiado... noble. A pesar de su facha de escuchar heavy y remeras mostrando dedos del medio y monstruos. Era bastante blando.
Me acompañaba a todos mis clases y me daba un beso al despedirse en mi coronilla, y entre mis cejas. Dejaba ese lugar donde besaba muy cálido. A veces me ganaba un mordisco si hacía una mueca tierna; me encantaban esos premios.
Trataba con todas mis fuerzas prestar atención en clases tomando notas y mirando la pizarra. De vez en cuando me sorprendía mirando un punto en la pared.
Entonces Piper como buena amiga chasqueaba los dedos en frente de mí para expulsarme de mi ensoñación de un Percy sin camisa y todo sudado por una pelea. Como lubricante para sus pectorales.
-Aquí llamando Annabeth, aquí llamando a Annie de su mundo de intenso perversiones. - Dijo divertida Piper a mi lado. - ¿Quién lo diría? estás peor que Percy. -
-¿Por qué lo dices?-
- Corren rápido los rumores. Dicen que Percy es el alumno más aplicado en las dos clases de hoy. - Guiña un ojo. -Tener una novia inteligente debe impulsarle a mejorar. No te quedes atrás. -
El lunes fue así. Solo digo que cuando eres novia de Percy Jackson jamás, pero jamás, te bañes en las regaderas que compartes con otras chicas que no tenían la capacidad de aceptar la verdad. Estaba terminando de lavarme el cabello en mi cubículo. Piper estaba en el de a lado.
-Me encanta que el agua corra por mí rostro. - Dijo con placer al hacer lo dicho. -Es casi como volver a estar bajo las cataratas que visite en vacaciones. ¿Qué dices? ¿Tu madre te daría permiso para ir a vacacionar conmigo este año? -
-Puede que sí. Nunca sé lo que piensa. Le preguntaré. -
Yo la imito, cerrando mis ojos y elevando mi cara.
En no menos de un minuto. Escuché el grito indignado de Piper y de inmediato sale agua helada de mi ducha haciéndome chillar despavorida. Agarré la toalla de la puerta y al salir del cubículo me resbalo y caigo desparramada en el suelo para gusto de mis agresores.
Quito mi cabello mojado para mirarlas y memorizar sus rostros.
Piper trata de levantarme agarrandome debajo de mis axilas.
Escucho las risillas y veo que van a salir e irse.
-Pasa el jabón. - Ordeno.
Fue una lanzada perfecta, directa a su cráneo. La chica en su aturdimiento choca con la puerta y su otra amiga sale corriendo asustada dejando ahí a su cómplice sola.
En no menos de dos minutos con un fuerte nudo para sujetar la toalla a nuestro cuerpos. Alzamos a la chica y grita sabiendo que va a conseguir gratis una ducha muy fría.
-Dónde está Hazel para grabarnos? - Exclama molesta Piper. - Me encanta este papel de bravucona. Creo que ya comprendo a Clarisse. -
Martes.
Percy me dio un beso, estábamos parados frente la puerta de mi clase.
-Cualquier cosa que necesites. Haz sólo una llamada pérdida y estaré contigo de inmediato. - Enrenda un dedo en uno de mis mechones rubios. - Aunque ayer no necesitaste mucho de mi ayuda. -
- Puedo derribar a un hombre el doble de mi tamaño. - Asiento cruzando de brazos confiada. - No te preocupes, si te llamo será para que me admires dando una golpiza. -
Se ríe.
-¿Qué pasó con la chica nerd? -Exclama Percy mordiendo su labio. Yo también quería morderlo.
-No va dejar que nadie la humille...- Respondo con seriedad.
Haciendo una tierna reverencia se dio la vuelta yéndose a su próxima clase. Me quede un rato más viendo esos levis marcando más de lo necesario en mi hombre. Y me golpee la cara. ¡¿Annabeth desde cuando eres así de pervertida?! Okay, es el novio contaminando la cabeza, eso es todo. Puedo controlarlo.
Hazel llega y jalandome de la mano nos adentra en la clase, comparto una última mirada con Percy cuando echó una mirada en mi dirección.
Miro dos asientos vacíos y las sonrisas santurronas de dos tipas que juro que podía escuchar música terrorífica a su alrededor. Estaban detrás de las únicas sillas libres.
-Vamos a sentarnos. - Dice Hazel. La seguí tranquilamente.
Una de ellas parecía saltar de emoción. Las ignore y me senté seguida de Hazel.
Prrrrrrrrr.
Creo que me habré puesto azul.
El sonido como de alguien soltando un olímpico gas, salió precisamente de mi trasero. No exactamente ¡Ni loca! Pero, mierda, mi silla no pudo tirarse un gas. Hazel me miró con la boca abierta realmente impresionada y yo le devolví la mirada abochornada, seguro roja hasta las orejas, también con los ojos de toda la clase y el de la profesora con su tiza colgando pasmada.
-¿Ehhh... Annabeth?- Empieza dubitativa Hazel. - Tienes problemas intestinales? - Pregunta con toda la inocencia del mundo.
Toda la clase se carcajea con eso. No pude ser, no puede ser, ¡no puede ser!
-Ohhh. Annabeth controlate más. Pobre de Percy. Tener que aguantar tus tremendos gases todo el tiempo. Pobrecito. - Dice una de las chicas cara de rana detrás de mí.
-Si Annabeth ten un poco más de clase. - chasquea la lengua. - Y debes mejorar tu alimentación. Creo que algo se pudrió dentro de vos. - mueve su mano delante de su rostro Cómo apartando un olor. ¡Pero! Un momento, no me llegaba a la nariz ningún olor.
Me levanto y miro me asiento. Veo que hay una de esos globos que simulaban gases falsos al sentarte, y estaba en mi asiento. Una ola de calor, me marea. Estaba furiosa.
-Siempre lo digo. No van a durar ni dos semanas.- sigue parloteando aún la chica.
Risas de todos... Hazel fulmina a todos con su mirada. Pero su aspecto tierno y dulce no causaba mucho terror.
-Annabeth ¿quieres, ejem, ir a la enfermería? - Me Pregunta la profesora incómoda.
En cambio lo que hago es levantarme y agarrar ese estúpido globo de mierda que imita un deplorable gas. ¡Si yo tirará un gas al menos lo haría mejor, zorra! Me doy la vuelta mirando a las dos chicas. Alzo la porquería frente a la tipa que está más cerca de mí.
-¿Quién habrá puesto eso? - Pregunta fingiendo confusión pero en sus asquerosos ojos había burla.
¿Y yo que hago? Bueno pues, obviamente. Le di con el globo en toda su maldita cara cacheteandola con fuerza. Hmmm, ¿no sería mala influencia Percy para mí?
...No.
Toda la clase contuvo el aliento. Connor al fondo se ocultó tras su libro con miedo. Miré a la otra tipa. Ésta alzó los brazos frente de su pecho y dije apresuradamente.
-¡Ve a pedirle cuentas a Drew! - Chilla. -Ella nos obligó. Lo lamento. -
-¿Lo lamentas? - Golpeo la palma de mi mano con la goma mirándola con escrutadores ojos grises.
-Si, si. Solo fue una broma nada personal. - Dice sonriendo tentativamente.
-Hmmm. - Asiento. Ella sopla aliviada y entonces golpeo su cabeza con fuerza.
Miércoles.
Desde este día todos saludaban a Percy cuando venía de la mano conmigo, ya no era a él a quién ignoraban, si no que. Apenas me miraban apartaban la mirada y cuchicheaban mirándome de pies a cabeza con superioridad.
Al día siguiente... traeria una remera azul con un logotipo de vete a la mierda.
A la hora del almuerzo, mi hamburguesa tenía más picante de lo acostumbrado. Lágrimas caían de mis ojos hasta mis mejillas.
-Toma.- agarré el vaso de agua que me trajo Percy y me la tome entera, con los ojos preocupados de mis amigos puestos en mí. - ¿Ya estás mejor? - Agarra mi hamburguesa y ve su interior. - Tiene salsa picante, pero no lo entiendo la cocinera nunca pone picante a sus comidas. -
-¿De dónde sacaste la hamburguesa Annabeth? - Pregunta Jason con voz seria de presidente estudiantil y protector de la paz.
Suspire mirando a Piper.
-Ya veo, creo que ésto podría darme un indicio de que no le caigo muy bien a Rachel. - Musito desganada.
La mesa queda en silencio y quita excepto por un inquieto Leo Valdez que alterna la mirada velozmente entre la hamburguesa y yo. Finalmente escupe.
-¡Oye! ¿Me das tu hamburguesa? Pasamelo, me encanta todo lo picantoso. -
Calipso golpea su hombro.
-Tú eres una mujer muy picante amor. Por algo te amo.-
Jueves.
Me caí por las estúpidas zancadillas más de veinte veces a la semana. Sin embargo, para la desgracia de todas y todos, Percy siempre me sujetaba, sin dudarlo, y luego agarraba mi rostro con sus manos tibias y me regalaba un mágico beso, que demostraba que me elegía a mí y solo a mí frente a todo el mundo.
Me besaba, mucho. No me quejo, para nada. Incluso me besaba cuando estaba comiendo aunque lo haya golpeado con todas mi fuerzas para que no lo hiciera. También cometí el error de contarle que con este frío otoño, no me había depilado desde hace una semana. Estaba peluda como un puerco espín.
Traté de resistir y luchar, pero alzó unos centímetros mi pantalón para observar. Eché un gritito agudo, luego golpeando su espalda y lloriqueando.
- Como si eso me molestará. - Dijo en las dos ocasiones.
- Podría ser considerado ya violación este vil acto. - Digo indiganada con mi mentón alto, orgullosa.
-No es para tanto. Solo es un poco de pelo. - Sonríe. - Cada parte de ti es perfecta y punto.
-No sí tengo un sexto dedo en mi pie. -
-Eso sería único, demostraría más lo especial que eres. - Creo que casi le salieron corazones de sus oídos.
Bufo. Nos quedamos sentado en las gradas de la cancha de fútbol, uno a lado del otro en silencio por apenas un minuto. Siempre teníamos temas de conversación para llevar los silencios.
- Ahora, ¿qué color es tu ropa interior? -
Aunque, alguno de sus comentarios eran así.
Viernes
Estaba caminando tranquilamente por los pasillos, los demás a mi alrededor jamás me dieron ni la mínima atención este día. Supongo que el tercer paso hacia mi persona era ignorarme como si fuera insignificante y de poca importancia.
Percy estaría saliendo de su última clase en algún lado en este momento buscándome seguramente. No tardaría en encontrarme pronto, hoy iría en mi casa a presentarse a la Generala. Oficialmente. O, pudo haberse escondido o escapado por esa misma razón.
Lo que no me esperaba ver eran moscas volando delante de mí casillero. Ladeo la cabeza confundida. ¿Habré dejado leche o alguna fruta ahí adentro?
-¿Guardas tu cagada en una bolsa en ese casillero Chase? -Se jacta Drew pasando detrás de mí sin detenerse.
Qué grosera... Pero era Drew al fin y al cabo.
La miro en la comisura de mis ojos. Ella se burla silenciosamente de algo que no comprendo, pero tratándose de ella puede ser cualquier cosa estúpida como que mi cabello estaba mal peinado. Se veía tan despreciable como siempre. Ya no iba a ser tu objeto de burla, perra. Si se metía directamente conmigo iba a atenerse a las consecuencias. ¡No iban a intimidarme tan fácilmente joder!
Abrí mi casillero. El mundo y las personas a mi alrededor dejaron de existir. Todo mi cuerpo se congeló y me llene de hielo. Qué desastroso, qué asco y cobarde.
¡Oh pobrecillo!
Había un búho ahí mismo, uno negro, parecía haber muerto tal vez esa noche. Qué horror, estuve a pubto de vomitar mi corazón, un animal tan hermoso, con las alas casi rotas. Ya nunca podría aletear y volar y sentir el viento, ni ver el cielo. Parecía que ni siquiera había llegado a la adultez fijándome en su tamaño.
La ira azotó mi cuerpo como un látigo caliente y paralizante. ¿Qué clase de monstruo lo haría? Por dios, porque hay gente que les encantaba torturar a los animales. ¿Por qué? No merecían ningún tipo de clemencia.
Esto era una amenaza directa, pero pudieron haberlo echo de otra forma, este pobre animal que tanto amaba, y sentía una extraña admiración había muerto por mí.
Hubo gritos a mi alrededor y arcadas por el olor pestilente. Me miraban como si yo fuera la causante de esto, como si fuera mi culpa.
Esto había ocurrido, solo para darme un puto mensaje de parte de un asqueroso cobarde que no pudo darme la cara. Tan innecesario y sin sentido más que simple decoración morbosa para mandarne un mensaje que el búho tenía entre sus patas.
No lo iba a tocar, cierro mi casillero con un golpe. Mirando a la tipa que me había mandado hace 10 segundos una mirada de conocimiento.
-¡Ey, Tú! - Drew detuvo su andar. Se giro a enfrentarme con un brazo rodeando su cintura, la otra apoyando su codo en ésta y sujetar su mentón con sus afiladas uñas de color vino.
-Soy todo oídos. -
Perdón tenía gripe y ayer estaba con 40 de fiebre. Ni pensar bien no podía XD pero hoy ya me siento mejor aunque aún tengo mi garganta podrida y llena de pus :v y las anginas malas. Y eso.
Subo enseguida. Tal vez 🙇🙇 Bye bye.
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