Una luz se prende en medio de la habitación iluminando a Piper McClean sentada en un sofá negro de aspecto muy cómodo. Tenía puesto un vestido de floreado y había un libro posando en su regazo. Sus manos entrelazadas encima del libro de aspecto muy, muy antiguo.

Detrás de ella crepitaban las brasas de la chimenea y sonaba música de ambiente de una radio de los noventa.

Frente a ella estaban los semidioses, algunos sentados en el suelo y otros acostados sobre aua barrigas.

Con una taza de chocolate caliente y malvaviscos color azul flotando en su interior. Percy Jackson está recostado por el hombro de Annabeth Chase con una dulce sonrisa en el rostro. Repasa con la mirada a todos lo semidioses, contento de qué estén todos compartiendo un pasible momento..., cuando de repente. Su rostro cambia a una atónita por alguien en particular.

-¿Apolo? ¿Qué haces aquí? - Susurra Percy.-Solo se permiten semidioses. -Le frunce el ceño con aire gruñón.

-Es que salgo en la historia. -dice un Apolo de aspecto mortal. -No me lo puedo perder, se va poner bueno. Estoy seguro, ya que, estoy en ella obvio. -

-¿Pero qué no debías ir a cumplir tus misiones y todo eso para tu libro, tus travesías y esas cosas? - Susurra Annabeth.

Apolo chita. -No me acusen con padre. Ish. -

Piper carraspea llamando la atención de todos.
Mira hacia los semidioses.

-Buenos días semidioses, hoy les contaré una de mis historias favoritas. - Agarra el libro y la aprieta contra su pecho. -Trata de un Sultán que convoca a los hijas más hermosas del Reino más cercano. Para que una de ellas se case con su único hijo. Pero solo una.- Piper alza un dedo.- Puede ser la esposa del príncipe heredero al trono y compartir con él sus riquezas.

-Qué romántico. - murmura Drew a sus hermanas.

-Shh- Piper le hace un gesto con los dedos como de "cierra el pico"

Carraspea de vuelta.
-Ahora bien, presten atención problemáticos semidioses.- abre el libro y pasa página delicadamente como si tocará cual telaraña. -Había una vez, en un reino muy, muy lejano...

Un Sultán muy, muy feo con una pata de palo, qué vivía en un gran palacio majestuoso a las afueras de su reino. Era un palacio tan, pero tan grande. Qué el mismo Goliat pudo haber entrado ahí sin problemas.

El Palacio... era la fascinación y la admiración de tooooodooos, en el reino. Miraban esas tierras lejanas como un sueño imposible.
Pero era un sueño algo casi no tan extremadamente imposible para las señoritas del Reino. ¡Qué sabían! Qué el sultán tenía un ¡HIJO! un príncipe gallardo, apuesto ¡y bien soltero!

Más, sin embargo por más que intentaron crear hasta alas de metal para volar sobre los muros y fisgonear para echarle un vistazo al príncipe. Jamás pudieron ni alcanzar a ver su cabellera.

Pero un día, el sultán envío a uno de sus caballeros para dar un aviso a los plebeyos.

-Eju, eju.- Jason Grace vestido de Caballero del Palacio carraspea llamando la atención de todos. Tiene una camisa con un gran moño 80% medieval y una calza azul bien ajustada por dónde debe apretarle a un caballero que se respete de esa época.

-Por orden del Sultán, se creará un concurso dónde las doncellas más bellas del Reino, podrán competir por la varonil y candente, ejem, mano del príncipe. Las interesadas mamasitas ejem, doncellas, disculpen, deberán presentarse mañana con puntualidad frente las puertas del palacio donde serán presentadas frente al Sultán quién dará las indicaciones del concurso.

Todo el mundo vitorea poniéndose ansiosos y alegres. Una señora con un cigarro en la boca, escupe en su mano y humedece el pelo de su hija que tenía picos de punk.

-¡Madre! Apestaras mi peinado y aun peor ni siquiera pasare la admisión. -Le dice su hija con una mueca de asco impregnada en sus ojos eléctricos.

-Más te vale que te nazca el lado femenino muchacha. Más le vale. -

Thalia se cruza de brazos y gira los ojos.

-¿Escuchaste eso Annabeth?- Hazel zarandea a su amiga que ha quedado muda de la impresión. Como no encuentra respuesta por parte de ella se dirige a su segunda mejor amiga.-¡Piper tenemos una oportunidad! -

-Oh Hazel, hay que preparar nuestras mejores pintas de caza príncipes. Habrá Muchas mujerzuelas que pondrán dura la competencia. No debemos quedar atrás. - Sentencia Piper golpeando un puño en su palma.

-Vivir en un lugar con tanta excelencia arquitectónica. Ahhh. - Suspira Annabeth Chase con expresión soñadora.

-¡Sería tan increíble!- Exclama Piper abrazando a sus dos amigas por el cuello.

Las tres empiezan a saltar en círculos.

-Oh sí, la entrada solo será permitida a las quince chicas más guapas del reino. Fin del aviso. - Jason mira de reojo hacia la cara iluminada de felicidad de Piper y se sonroja en admiración.
Las tres se dan cuenta. Piper echa la mirada al suelo con timidez y luego la levanta con una sonrisa tierna.
Jason queda con la boca abierta y de sus manos se resbala la hoja del aviso. Traga saliva visiblemente.

Las tres chicas hacen un círculo juntando sus cabezas para hablar en privado.

-Bueno, si pierdo el concurso no sería tan malo. - Dice Piper, ambas amigas sonríen y luego las tres vuelven a virar la cabeza para ver al rubio. Quién está con las manos entrelazadas detrás de su espalda y pateando la arena debajo de él con un aspecto de lo más tierno y encantador.

Las tres amigas vuelven a mirarse y ríen cual picaronas.

~~~~~~ Siete sensuales Jason sin camisas más tarde~~~~~~

Un helicóptero sobrevuela por el gran palacio y se escucha con fuerza sus hélices.

-¡Bienvenidos a la programación especial, en Hermes satelital- Hermes con traje de presentador sonríe con dientes blancos e inmaculados. -Estaremos transmitiendo en directo Damas y Caballeros en este día tan especial y peculiar en que las chicas más sexys del reino van a luchar con garras, dientes y uñas limadas por la mano del apuesto príncipe que debo agregar  que también es ¡absurdamente rico!- Hermes termina la oración con un gran grito de júbilo.

-Estamos aquí a las afueras del palacio. Esperando con estas encantadas chicas que las puertas se abran por fin después de 18 años. - Hermes camina hacia la multitud de chicas que están con vestidos y peinados extravagantes todo tipo y color.- A ver, tú, ¿cómo se siente madam? ¿Emocionada? ¿Asustada? -

Drew Tanaka ha puesto sus labios de pato en todo el tiempo en que la cámara ha grabado su rostro "bello". Tiene un vestido escotado color rojo y sandalias de bañadas en oro, y de igual manera sus joyas.

-Y, la verdad de las dos maneras sí,  Hermes amigo.- le sonríe con coquetería. Hermes echa una risita divertida claramente falsa. -Asustada, y muy feliz de tener está oportunidad donde mis dotes de belleza y elegancia por fin serán vistos por alguien que realmente vale la pena en este condenado plueblucho olvidado de Zeus. -

-Es usted, muy linda señoría eh..-

-¿Estás bromeando? ¿Tratas de ofenderme? - Una Drew sumamente escandalizada lo mira con unos ojos asesinos. - "Linda" Es el adjetivo más bajo que podría definirse todo. Esto. - mueve sus dos manos apuntando todo su rostro y cuerpo. Hermes mira a la cámara de reojo con exasperación.-Este espécimen tocado por la mismas manos de la magnífica Diosa afrodita...

-Aja, aja... eres bella, sexy, todo adjetivos bla bla. - Hermes da la vuelta y huye lejos con los ojos abiertos de par par con una expresión que gritaba "Histérica".

-¿Adónde vas? Qué no hemos TERMINADO DE HABLAAAR.- Su voz chillona se pierde entre la multitud.

-Busquemos a alguien más, "sencilla"- la cámara se mueve de arriba a abajo como asintiendo para Hermes.

-Hola, ¿madam? - Hermes encuentra a Katie Gardener, tiene puesto un vestido floreado con tirantes y una corona de flores. -Me ha llamado la atención su corona de flores. Son esas naturales o artificiales. -

-Oh Hermes no me ofendas. -

-¿Oh no tú también? - susurra Hermes con hombros caídos.

-¿Qué? No entiendo nada de lo que cacareas. -katie lo mira como si estuviera loco. - Como iba diciendo, son naturales claro está. -

-¿Con este calor crees que duren? -Dice un Hermes escéptico. -Recuerda que estamos en una historia de mala calidad en una época que aún no se han inventado los aires acondicionados ¿lo sabías no?

-Ehh...- Katie alza los ojos hacia el cielo  reconsiderando ese nuevo hecho. Debí traer rociadores de agua...

-Ya ven mi adorado y hermoso público, hermosas, pero casi nada de inteligentes. Necesitamos más educación. ¿Qué les enseñan a las jovencitas hoy en día? - Hermes chasquea la lengua al mismo tiempo que niega de un lado al otro con la cabeza y apretando el micrófono con fuerza.

Una muy bonita y arreglada Annabeth Chase aparece de la nada y se pone a lado de Hermes mirando la cámara con gran confusión.

-Eh, y ¿cómo es que si ya existen las cámaras y la televisión? -

Hermes abre la boca para contestar pero la deja colgada sin una idea de como refutar. Se escucha de nuevo para rematar las hélices del helicóptero que hace rondas por encima del Palacio.

-¿Y qué con el helicóptero?- Pregunta Annabeth su cuello colgando hacia atrás para mirar el cielo.

Hermes abre la boca y la cierra bufando. -JA, JA, JA. Miren que linda, tan chistosita. Si no ganas el concurso podrías ser parte de los bufones del Rey. - Hermes soba su cabeza aún colgando, con una gigante sonrisa falsa. Una Annabeth celosa de su peinado de rizos perfectamente hechos por cuatro horas lo mira furiosa.

-iOye que me despeinas!- Se pone en posición para darle un golpe. Pero Hermes la empuja con fuerza sobrehumana. Annabeth desaparece del enfoque de la cámara con un grito ahogado. Se escuchan a Piper y a Hazel con voces alarmadas llamando a Annabeth.

-Son tan lindas y simpáticas pero algo bobitas ¿no les parece?- Se ríe. Estaremos transmitiendo en vivo luego de los comerciales. Nos vemos haraganes y falsos plebeyos.

Piper cierra el libro y mira a sus amigos semidioses. -Un recreo de cinco minutos para ir al baño y demás chicos. Percy, ahora ya puedes ir por más chocolate y malvaviscos.-
Percy Jackson suelta un suspiro feliz. -Poooor fiiin.- Se levanta y sin soltar la mano de su novia, ambos van en busca de los caprichos azules del hijo del Dios del mar.

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Disculpen. Es solo para divertirlos mientras esperan otro capítulo. Este es uno de los capítulos que subí en mi nueva obra semidioses como escritores ya actores. Son oneshots.

Por favor espero no ofenderlos. Es solo para hacer la espera más dulce.