1.2 Soy el culpable
Once años antes
Querido Diario:
Primero te voy a contar que a mí papá le encantan las serpientes, ¡demasiado le gustan! Especialmente las que son muy coloridas. Y también le pone nombre a sus favoritas, como George y Martha. Memorice esos nombres.
Pero él nunca me deja acercarme a las serpientes que trae en casa porque dice que son venenosas y que si me muerden, me voy a morir muy rápido. ¡Noooo! ¡Todavía no quiero morir! Tengo miedo porque todavía me falta ver la película del hombre araña y el domingo va a mostrar en la televisión.
Ojalá mamá sea normal ese día, y me dejé verla en paz. Ojalá. Voy a rezar por eso a Dios.
Papá trabaja con ellas, una vez lo escuché diciendo que las importaba y las exportaba fuera del país. No entiendo mucho estás palabras, así que me fui a investigar a mi habitación con mi computadora.
La computadora dice que importar es comprar de otros países, y exportar vender a otros países. Bien, ya entiendo todo. ¡Soy muy inteligente! La profesora dice soy el más inteligente de la clase y muchos de mis compañeros me miran con envidia por esa razón. No es justo, en verdad. Ash, bueno. Sigo.
La caja que estaba en el sótano de la casa Grande. Estaba muy escondido, apenas visible, pero yo siempre encuentro todas las cosas de mí papá. No importa que tan bien él las esconda.
Sé hurtar y encontrar cosas aunque esté mal. Es divertido.
Estaba muy oscuro y no había luz en el sótano, porque nadie viene aquí abajo. Así que mamá dice que no hace falta luz en el sótano. Papá suele cambiar el foco, pero hoy mala suerte para mí. No lo hizo. Había algo escrito encima de la tapa de la caja de madera, pero por la oscuridad no podía leer.
¡Estaba demasiado curioso! ¡No podía aguantar! Entonces agarré la caja y la llevé en la cocina. Tenía un sticker que parecía el símbolo de la India. Era cool. Era una caja de madera con hoyos alrededor. Puse mi oreja encima de la tapa y oí.
Oí zumbidos... ¿Un Siseo? . Wow, dije.
Quería abrirlo pero tenía un candado protegiendo la tapa. Pero eso no es problema, Diario. Yo soy muy bueno abriendo cosas cerradas. Como candados, cerrojos cualquier cosa puedo abrir. No necesito de llaves.
Lo logré rápido.
Me quedé mirando un momento, estaba algo nervioso y recordé las palabras de advertencia de mi padre. Pero la curiosidad era más fuerte para mí. Además él debería estar aquí, para regañarme y vigilar que no haga este tipo de estúpideces. Pero no está aquí. Así que no importa al fin y al cabo si me muerde. Tal vez así mi padre me preste un poco más de atención.
Respiré profundo y tome la tapa con ambas manos. Lo levanté poco a poco, alzando mi barbilla para ver. ¡Estaba a punto de echarle un vistazo!
¡Y mí mamá me ha pillado! ¡Noooo! No pude mirar las serpientes de papá, encima me pegó por mi cara. Muy fuerte y me gritó como siempre.
- ¡Deja de robar las cosas de los demás de una maldita vez! - Esas fueron sus palabras, mientras me zarandeaba. - Eres un ladrón igual o peor que tu padre. -
Te voy a ahorrar la parte vergonzoso y solo diré que me ordenó que llevará otra vez la caja al sótano. Ella se fue a la sala a ver la televisión en el sofá.
Estaba muy enojado así que deje la caja encima de la mesa y me fui corriendo a mi cuarto.
Aquí estoy escribiendo ahora. Voy a dormir ahora Diario, Buenas Noches. Espero que mañana papá ya llegue de su largo viaje.
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01:30 am.
Querido Diario.
Te voy a contar algo. Pasó algo horrible, terrible y doloroso. Pero tampoco me duele tanto, es extraño. No sé como me siento. Es difícil explicar con palabras.
¿Existen Dioses en este mundo? Tengo miedo de qué me castiguen, porque uno de mis sueños que guardaba en secreto, se ha cumplido.
Ya no tengo mamá, tal vez soy el único niño de nueve años de la ciudad sin una mamá. ¿Tú lo crees? ¿O estoy siendo exagerado?
Esto es un secreto Diario. No le cuentes a nadie nunca por favor.
Yo no la ayudé, me quedé sentado mirándola hasta que dejó de respirar. Porque todavía estaba enojado con ella por cortarme un lado de mi cara y dejarme una cicatriz. Todavía me dolía mucho. Y porque ya no quería a mí mamá lastimándome todos los días y gritándome. Ya no quiero. Ya no quiero un monstruo como mi mamá.
Había dejado la tapa de la caja semi abierta... Y se escaparon de su interior dos serpientes llamadas "cobras". Investigué en Internet. Así se llaman, te lo juró.
Me desperté de la cama cuando escuché a mí mamá gritar desesperadamente. Dirás que estoy acostumbrado a sus gritos y podía haberla ignorado. Pero no era igual a sus otros gritos. Se oía diferente este grito, parecía lleno de terror.
Pensé que alguien entró en casa. Un ladrón. Así que, abrí una caja que estaba debajo de mi cama. Y saqué la daga de bronce pulido que mi padre me había regalado en mi cumpleaños. Era muy bonita y afilada, lo sé porque apenas mi padre lo puso en mis manos me corte uno de los dedos.
- Una daga, para un niño inteligente. - Aún recuerdo la cálida sonrisa de mi padre. Me había sentido tan especial. - Solo en caso de emergencias, muchacho. -
Cuando llegué en la sala era demasiado tarde, no había nada que yo podía hacer más. En realidad, pude haber tratado de quitar la serpiente de su cuello. Pero no lo hice... Solo podía quedarme viendo como ella, mi madre, la loca que tanto me ha lastimado desde que tengo memoria. Solo podía observar como poco a poco dejaba de respirar. Mientras que una parte de mí poco a poco moría con ella.
Mi cerebro se bloqueó. Solo sentía mucho, mucho frío.
Una cobra la mordió justo en su yugular, aquella piel se había quedado negra e hinchada inmediatamente.
Ella se fue... No me acerqué a ella. No me acerqué a ese cuerpo desparramado en el sofá. Después de todo ya no era mi mamá, era solo un cadáver.
Me quedé viendo sus sus ojos apagados y en blanco durante horas seguramente.
Sentía mi pecho que latía en una velocidad alarmante, pero yo no lloraba, ni sentía tanto dolor. No me sentía muy impresionado. No entendía, porque escuchaba mi corazón como si fuera a salirse por mis orejas.
Había una extraña frialdad en mí, mientras la miraba. Algo había hecho mal... Pero no lo sabía.
¿Acaso soy culpable por solo querer ser libre finalmente? ¿Soy culpable, por qué la muerte hizo un trabajo por el cual colabore?
Pensé que no la iba a echar de menos...
Pero luego poco a poco sentía que la extrañaba, traje de mi cuarto mi colchón, mi almohada y mi manta del hombre araña. Y lo arrastré hasta la cocina y la sala para dormir junto a ella.
Le dije Buenas noches y me quedé dormido sin preocuparme ni un poco por las serpientes que vagaban por su cuerpo. Sí me muerden, todo bien, al fin y al cabo. Nadie iba a extrañarme.
No tenía amigos, no tenía nunca a mi papá cerca...
Y ahora ya no tengo una mamá.
Mamá, ahora finalmente los dos vamos a descansar del otro. Pero igual voy a extrañarte mucho, mucho, de verdad.
De verdad te quería mamá. Casi estuviste apunto de transformar mi amor en odio. Pero todo acabo ya.
Ojalá Dios haya perdonado tus pecados.
Lo siento mami.
Perdóname.
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Querido Diario:
Al día siguiente vino un montón de policías y llenaron cada rincón de la casa Grande.
Hubo muchas personas hablando entre ellos a mí alrededor. Y repitieron una y diez veces la palabra. "ILEGAL" y "Bajo jurisdicción".
¿Qué las serpientes eran ilegales? ¿Contrabando? ¿Qué significa eso?¿Nadie va a contestar mis preguntas?
¿Por qué están revisando todas las cosas de papá? ¡¿Por qué se lo llevan todo?! ¡Esto es un robo!
Pero nadie me hizo caso. Como siempre ignoran al niño. Piensan que soy tonto, y que no voy a entender.
Guarde la daga de mi padre debajo de mi remera. Lo sujetaba la pretina de mis pantalones. Nadie se dio cuenta. No quería que me robaran la única cosa que mi padre me dio.
Escuche que iban a detener a mi papá. ¿Qué está pasando, diario?
¡Percy vino en casa! Y también su mamá. Percy viene corriendo junto a mí y me abraza muy fuerte. Me sorprende, ¿él me ve como su amigo?
¡Me dijo que me entendía! (¡Me entiende!) Porque se imaginó a su mamá muerta y dijo que le dolió mucho y que casi lloró. Así que sabía como me sentía y vino para estar conmigo.
Una señora policía se me acercó, me dijo que iban a llevarme a un lugar llamado orfanato. Pero no quería irme ahí porque mis compañeros siempre hablaban mal de ese lugar, qué era para los niños estúpidos. Así que lloré con todas mis fuerzas para que no me llevarán allí. Por suerte, Percy le contó a su mamá que me querían borrar también de mi papá, y ella (Sally) me va a dejar vivir en su casa hasta que los policías encuentren a mí papá en algún lugar del mundo.
¡Estaba muy agradecido con Percy! Y le dije que desde hoy era mi mejor amigo por salvarme del orfanato. Desde hoy y para siempre iba a ayudar a Percy con cualquier cosa. Es una promesa.
Percy me dijo que también era su primer amigo, y por lo tanto me permitió obtener el título de "Mejor amigo de Percy".
Mi primer mejor amigo. Voy a cuidarlo siempre.
Los dos éramos el mejor amigo del otro ¿no es genial Diario?
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Dos meses después.
Querido Diario:
Estoy viviendo con Percy y su mamá y con el apestoso Gabe como le gusta llamarlo Percy. Y se podría decir que salí de un infierno para entrar en otro.
¿Qué tan culpable soy? Si solo dejo que la lastimen a ella, y yo aquí soñando en estupideces.
¿Qué tan culpable soy por ignorarlos, solo por no querer sufrir y caer una vez más en la locura? En otro pozo lleno de dolor.
Pensé que mi madre, era el único monstruo que habían mandado para torturarme. Pero en realidad, tristemente en el mundo real había muchos más monstruos vagando por todas partes. Percy tenía uno en casa...
Ya pasé por esto... Sigo siendo tan inútil como siempre. Nunca puedo hacer nada. No puedo ayudar a mi mejor amigo. No puedo hacerlo aunque quiera hacerlo, no tengo forma de salvarlo.
Soy demasiado pequeño aunque soy un año más que Percy.
Traté de ayudar a Percy diciéndole que por más que le pegará a Gabe o le gritará, jamás iba a cambiar y dejar de golpear a su mamá. Porque Gabe era un monstruo. Un monstruo y ya está, nada mas complicado que eso.
Y aunque a veces se muestre calmado, normal y gentil. Es tan solo porque el monstruo está descansando para recobrar fuerzas y volver al ataque. Porque ese es su único objetivo en la vida. Porque los monstruos eso solamente buscan, hacerte sufrir y divertirse con tu dolor.
Personas despreciables y enfermas.
Gabe es como mi mamá, no cambiará, nunca te dejará en paz... Esto nunca va a terminar. No se detendrá.
A menos que los mates.
Se lo dije... Y Percy me miró asustado.
- No soy un asesino. - Dijo tembloroso.
- Lo siento Percy, es la única manera que conozco. - Le contesté calmado. - No digo que lo hagas, solo te muestro la única respuesta que tengo. -
Le dije que si no era capaz de hacerlo, entonces que lo ignorará. Qué cierre sus ojos cuando venga la tormenta, qué se esconda inmediatamente. Qué haga como si nada sucediera.
Si no eres fuerte para soportarlo. Ignoralo entonces.
Si eres débil, es tu única solución.
Pero igual Percy iba al ataque contra Gabe tratando de proteger a su mamá.
No importa cuantas veces haya intentado arrastrarlo conmigo para escondernos cuando se ponía furioso Gabe. Él igual peleaba. Porque es tonto y valiente. Peleaba solo para terminar en el suelo acurrucado y adolorido.
Cuán culpable me hace sentir esto. No tienen idea de cuanto. Jamás lo comprenderán.
Lloro para no sentir nada. Llorar solo por acción, por simple intuición de que debería ser así. Llorar porque eso es lo que se supone que debes hacer en estas situaciones.
Percy lloraba todos los días, antes, ahora ya no lo hace... Como yo, parece que se ha cansado de estar llorando y solo conseguir ojos hinchados y un cansancio devastador.
Lo único que hace es sentarse encima de la cama por horas mirando un punto cualquiera.
Me duele lo que le pasa a Percy, pero tampoco me duele, es decir... No entiendo. Siento como que esto es normal. Lo de recibir dolor. Siento que algo se seco dentro de mí. Y logró entenderlo.
Llorar porque eso se espera que haga en estas situaciones. Pero ¿por qué hay un vació? En mí.
¿Acaso mi mente se cerrado? Acaso ha dicho ¡Ya basta! Sin avisarme, sin consultarme ? Tan solo porque el corazón es frágil.
¿Qué es ese vacío? ¿Me hace culpable? ¿Dónde está el dolor? ¿Dónde está la compasión?
No, si siento compasión. Lástima... Por la señora Sally. Ella es muy buena. Demasiado amable y gentil. Por eso le pasan estás cosas malas. Al universo le encanta jugar con la fortaleza de las personas buenas. Es como si fuera su juego favorito.
Que terrorífico es todo esto.
Percy y yo solemos escaparnos también de la casa de vez en cuando y robamos fruta del mercado. O cualquier baratija que brille.
Yo solo quiero que Percy se distraiga.
Gabe no suele prestarme atención a mí, me mira y me ignora. Sus personas favoritas para atacar solo son Percy y su mamá.
Qué lamentable.
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Querido Diario:
Mi alma, mi corazón, mi cuerpo y mi mente, sea lo que sea yo... Se están consumiendo...
Lo hace, lo sé, porque lo siento... Lo siento en mi mente, en mi corazón, en mi alma y en mi cuerpo que cada día sufre estragos atemorizantes
¿Soy culpable?
¿Me condenarán...? Por soñar y cerrar los ojos? ¿Por soñar y fingir que nada de esto es real? ¿Uno es culpable por fingir que nada a tu alrededor se está yendo a la mierda?
Algunos días son más difíciles que otros, algunos días los recuerdos son tan poderosos que es como si mi madre estuviera gritándome histérica a tan solo centímetros de mis oídos.
Me repito que eso es imposible, aunque a veces hasta miró a mi alrededor esperando ver su figura en las sombras de la habitación.
Percy me dijo que debo concentrarme en las cosas buenas, en las cosas que logran que mi mente se despeje para que no piense en el pasado. Específicamente, no pensar en mi mamá... Le creo porque él también intenta escapar de los malos recuerdos de Gabe. Pero algunas veces solo vienen con tanta fuerza que parece como si quisieran asfixiarme. No veo, no oigo, ni siento absolutamente nada cuando los recuerdos se instalan en mi cabeza.
Se instalan en mi cabeza y es como si jugarán conmigo para saber cuanto puedo aguantar. Quisiera tener un botón de apagado en mi cerebro o poder ponerle pausa a los recuerdos.
Página siguiente.
¿Hola? Ah, querido Diario. Conocí a una linda niña de bellísimo pelo rubio en el parque, se parece a una princesa. Y es mucho más inteligente que yo. A veces está feliz y a veces triste, porque me contó que sus padres se peleaban todos los días, y que se van a separar.
No deje que Percy se acercará a ella, me siento un poco mal, pero sé qué si se conocen, la niña se va a enamorar de Percy porque es más lindo que yo. Y además no me gusta que Percy este con otras personas que no sean conmigo.
Pasando páginas.
Querido Diario:
Annie va a mudarse en San Francisco. Ah, duele. Ella es muy linda, muy amable. Muy buena. Nunca encontraré a nadie como ella.
Quiero que sea mi novia. Ella es perfecta. Me siento muy feliz a su lado.
Ah, estoy muy triste para escribir mucho, diario. Nos vemos mañana.
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Once años antes.
Mis ojos se abrieron de golpe por un ruido ensordecedor que provino de la cocina.
Me siento en la cama inmediatamente escuchando atentamente con el corazón en la garganta.
Dio un respingo. Otro ruido. Identifico que eran platos rompiéndose contra el suelo.
- ¡Gamberro infeliz! - Reconoció con un escalofrío el bramido furioso de Gabe.
Agarré la daga que tenía escondida debajo del colchón de la cama.
¿Por qué el ser humano, busca la destrucción de otro ser humano? No importa que tan bueno seas, te lastimarán. Por esa misma razón te destruirán.
Pasé por la cocina, encontré a Sally en el suelo inconsciente. Me acerqué a ella, y escuché su corazón con nerviosismo...
¿Por qué seguía latiendo después de tanto sufrimiento?
Ah, porque después de todo, solo era un órgano más del cuerpo. Y las metáforas e hipérboles de un corazón roto eran invenciones de un poeta muy creativo.
Me quedé embobado viendo la escena de la sala. Mi corazón empezó a latir rápidamente con furia. Casi lo sentía golpear mi caja torácica.
Sujeto mi querida daga con ambas manos delante de mi pecho con piernas temblorosas.
Gabe estaba encima de Percy, y sus grandes manos estaban alrededor de su cuello. Percy estaba tratando de respirar con la boca abierta, sus manos rasguñaban los brazos de su padrastro y su rostro iba tornándose de color azul. Cerca de él, descansaba un cuchillo de cocina manchado con una sustancia roja.
Gabe estaba ahogando a Percy. Gabe iba a matar a Percy. Iba a matar a mi mejor amigo.
- ¡Estoy cansado de ti! - Bramo. - ¡Siempre jodiéndome! -
Me latía el corazón demasiado deprisa. Una risa incrédula quería escapar de mi garganta. ¿Escuche bien? ¿Debería lavarme de nuevo las orejas?
¿Estaba cansado, Gabe? ¿Gabe? Cuánta hipocresía. ¡Qué sinvergüenza! ¿Acaso no es él quién los daña todos los días? ¿No es él quién siempre jode la vida de Percy y su madre?
Los brazos de Percy cayeron a su costado inválidos, sus párpados cada vez más pesados. Sus pequeñas piernas ya no pataleaban, se rendían.
¿Por qué son así? ¿Por qué nos lastiman? ¿Nadie nos salvará, Dios? ¿Dónde está el héroe que acabará con el monstruo?
- Muere. - Sisea Gabe a mi mejor amigo. Al primer amigo que me miró sin juzgarme. Al primero que me sonrió sin una pizca de malicia.
Sé que algo en mí, se rompió ese día. Sé que una parte de mí se perdió completamente el día en que no moví un solo dedo para salvar a mi madre de esas serpientes.
No me importó. Ya lo entiendo.
Mi corazón se calmó abruptamente, un suspiro de alivio salió de mis labios y mi cuerpo se sentía ligero y listo.
Cargue contra Gabe sujetando con firmeza la daga de bronce.
No vendrá ningún héroe, nadie se molestará en salvarnos. Y ahí fue donde comprendí que yo era mi propio héroe. Tú eres tu propio héroe. Yo debía resolver mis propios problemas, yo era el único que podría resolver mis propios problemas. Nadie más.
A nadie le importas, estamos solos y depende solo de nosotros sobrevivir y de decidir también para quién convertirnos en héroes.
Percy fue mi primer amigo, el primero quién entendió mi dolor.
Llevé la daga al cuello de Gabe pensando en mi madre al mismo tiempo.
No hay otro modo, o acabas con los monstruos o ellos te acaban a ti. No hay otra forma gentil de resolverlo.
Lo entiendo ahora.
Fui libre, solo cuando mi madre murió, por lo tanto, Percy será libre cuando él muera.
¿Es fácil, verdad?
La sangre cayó encima de Percy, las manos de Gabe lo soltaron inmediatamente. Le raje el cuello con rapidez en un suave movimiento de mi muñeca.
Después de todo, no es una persona. ¿Por qué debería sentir culpa?
Está descompuesto, hay que dejarlo fuera de servicio.
Gabe me miró con los ojos como platos. Una ingenua presa que jugaba a ser un depredador. Vi la incredulidad en sus ojos mezclado con aborrecimiento. No había sido lo suficiente talentoso...
La sangre caía del corte profundo de su cuello manchando su camiseta, y aún así me agarró de mi camiseta y me levanto varios centímetros del suelo.
Le había fallado a mí mejor amigo. Incruste mis uñas en su brazo en un último intento. Era inútil. Tenía demasiado masa muscular este gorila.
- Ni por todo el dinero de tu padre... - Borbotea sangre que salpican mi rostro. - Él pa-pagaba... No dañarte... -
Gabe me soltó precipitadamente y caí sobre mi trasero, con el corazón encogido. Miró detrás de él, Percy tenía las cejas fruncidas, una mirada implacable que atravesó los ojos de Gabe, justo como el cuchillo lo atravesó en su omóplato.
- Tú... - Empezó tambaleándose.
Los ojos de Gabe se escondieron tras de sus párpados y cayó en el suelo dando un último respiro tembloroso.
Me quedé estático por la impresión unos segundos, luego corrí tropezando con mis propios pies hasta llegar junto a Percy quién estaba mirándose las manos temblando brutalmente.
Lo abrace con todas mis fuerzas, y escondí mi cara en su cuello.
- Ahora eres libre. Todo estará bien desde ahora. - Le sonreí, sintiéndome muy confiado. - Te prometo con mi vida, que nadie va a dañarte jamás. -
~~~~~
Mi mamá se murió el año pasado, ahora tengo diez años. Este año Percy va a ser mi compañero en el colegio Goode. ¡Estoy muy feliz y emocionado por eso! Cuando estoy con Percy nada en mi cabeza me molesta. Y solo él puede hacerme reír, ni yo sé como Diario. Ni mi Papá puede hacerme sonreír. No quiero separarme nunca de Percy, es mi mejor amigo en todo el mundo.
Los días que viene a visitarme en casa de mí papá, son los mejores, mi pecho late muy rápido y me encanta que no sea por el miedo. Late de felicidad. ¡Quiero mucho a Percy! Oh, a veces me asustó por quererle tanto y pienso que no es normal. A veces pienso que me gustan los niños en vez de las niñas. Pero entonces imagino besar a Percy, Diario. ¡Y puag! NOOO. No estoy enamorado de Percy. Qué suerte.
Falsa alarma.
¿Puedo contarte un secreto Diario?
No me duele tanto la muerte de mi mamá. En realidad a veces, aún puedo sentir el alivio cuando mi padre me dijo con lágrimas en los ojos que ella se murió. De verdad se murió por el veneno.
¿Eso me hace mala persona? Definitivamente no es normal, ¿o es normal?
¿Quién decide lo que es normal o no? ¿La moral? ¿Pero acaso no es cierto que la moral de cada persona es distinta y moldeada de acuerdo a sus escrúpulos? La moral es subjetiva, no existe moral sin defectos porque la moral proviene de los ideales de los seres humanos. Y las personas son crueles y desgraciadas.
Hablan de moral y son unos hipócritas, todos, cada uno de nosotros y me incluyo en el montón de estiércol... Aunque Percy siempre es bueno. No sé como siempre tiene la respuesta correcta. Y él no es rencoroso tampoco, ni siquiera con Jason. Le dije una vez para hacerle una broma pero él defendió a Jason.
Aunque en realidad no sé nada de nada, puede que solo me esté yendo por las ramas.
Bueno, voy a dormir, es tarde querido amigo. Nos vemos otro día, ¿de acuerdo?
Psd: Investigar sobre la existencia de la moral perfecta.
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Entro en la habitación lentamente haciendo sonar las tablillas de madera bajos sus pies.
Ignoró el cuerpo inconsciente de Dylan en el suelo y la sangre que se extendía por las tablas por culpa de alguna herida de su cabeza.
Dylan no le importaba, él que le interesaba estaba lánguido cerca de la cama donde descansaba la chica mestiza.
Miró a su mejor amigo, y por el olor adivinó que había vomitado. Buscó heridas, y solo vio que tenía las manos rasguñadas y manchadas con sangre. Miró su rostro y sintió preocupación por él, a pesar de que solo se había desmayado.
La chica Piper estaba en sostén en la cama, se sacó la chaqueta y tapó su desnudez apenas inmutándose. Tocó el moretón cerca de su sien curioso.
Escuchó quejidos detrás de él y viró el rostro hacia Dylan Thompson. Contuvo una risa cuando lo vio intentando levantarse con sus piernas fallándole terriblemente y sus ojos a cada segundo parecían querer huir tras sus párpados.
- ¡La puta mierda! - Maldijo. Llevó sus dedos detrás de la espalda y cuando vio la sangre en ellos, empezó a tirar más improperios. - ¿Pero que mierda? Joder, joder, joder. -
Luke echó una risilla y se acercó hasta ponerse de cuclillas cerca de la cabeza de Dylan... Qué por cierto, su rostro estaba más hinchada que un balón de fútbol. Esto no le iba a gustar, las damas iban a faltarle un par de meses, medito divertido.
- ¡Oh vaya! Miren quién aún está vivo. - Comentó en tono burlón. - ¡Aleluya a los Dioses! Dime, ¿al menos llegaste a conocer a cerbero? -
Dylan miró a Luke con los ojos entrecerrados como si apenas lo viera.
- No me jodas ahora, idiota. No estoy de humor para tus payasadas. - Escupió de mal humor.
- Ow. - Dijo en tono lastimero Luke. - Te advertí que no te metieras con la chica de su primo. Pero como siempre haces lo que se te pegue las podridas ganas. Admite que la paliza te las tenías merecida. Finalmente alguien te pone en tu lugar, mujeriego. -
Dylan intentaba incorporarse, pero volvía a caerse y comenzando a tener arcadas. Con un gesto brusco rechazo su burla.
- Pobrecito... ¿necesitas ayuda? - Dijo en tono burlón.
- Cállate. ¿Qué demonios le pasó a ese imbécil? De repente me ataca de la nada... - Luke lo corta inmediatamente sin perder su tono alegre.
- Novia del primo. - Le recordó con voz cantarina. - ¿Por qué mejor no vas pensando en tu discurso de disculpa para cuando Perseo vuelva a cobrar el sentido? -
Dylan respira hondo, al hacerlo hace una mueca de dolor.
- ¿Me estás jodiendo? ¿No has visto que casi me mata? - Exclama indignado, mirando de reojo con mustia hacia Percy.
- Pero no te moriste ¿okay? - Dice picándole la cabeza alegremente. - Tranquilízate déjalo pasar.
- Me las va a pagar. No voy a dejarlo pasar... -
- ¿Ah sí? A ver bravucón, ¿qué vas a hacer? ¿Ponerle picante a su hamburguesa con queso? - Dice dándole una sonrisa burlona.
- No diré que lo maten, Luke. - Lo miró directo a los ojos con una mirada sombría. - Le daré las instrucciones a mi padre, tranquilo. Tal vez le corte uno o dos dedos. O puedo pedirle que le desfigure la cara. Así deja de robarme todas las chicas. -
La sonrisa de Luke no se alteró ningún segundo, su postura acuclillada era relajada, en cambio Dylan no notó la niebla helada que cruzó por sus ojos.
- A tu papi. - Rodo los ojos, Luke - Ya deja de ser tan melodramático, Dylan. Déjalo pasar, te he dicho. -
- Solo será una lección, para recordarle quién soy. ¡Nadie me toca y se sale inmune correteando luego como mágica!- Sisea iracundo. Luego suspira frunciendo los labios al mismo tiempo. - Joder, me está matando la cabeza. Ayúdame a levantarme por favor, Luke. -
Silencio.
Dylan lo miró confundido, su rostro estaba imperturbable e inescrutable.
- ¿Me ayudas a levantarme, amigo? - Probó de vuelta sonriendo de medio lado, causando que sus labios ya rotos se agrietaran más y sangraran. - Menos mal aún te tengo a ti, Luke. La verdad, siempre me caíste mejor que Percy. Eres más listo que él. -
Luke pestañeo entonces, y sonrió muy enérgico.
- No lo vas a dejar pasar ¿no? -
Dylan chasqueo la lengua.- ¡Claro que no! Esta vez no, se metió con la persona equivocada. Veamos que tan bueno es frente a la mafia. - Miró a Luke impaciente. - Vamos Luke, levántame de una puta vez de mi propia mierda. -
Luke asintió animado ante su orden.
Se enderezó de un brinco, y se quedó parado un segundo pensativo. Luego se puso delante de Dylan y le extendió una mano amable.
- Toma mi mano. -
Dylan miró a su amigo atentamente, sonrió contento y con toda confianza tomo su mano.
- Gracias, amigo eres el mejor... -
Los músculos de Luke se flexionaron cuando levantó a Dylan con un fuerte tirón del suelo, y desde la comisura de su ojo deslumbró algo puntiagudo y de bronce muy fugazmente.
Ocurrió demasiado deprisa y fue bastante sorpresivo para Dylan.
Chocó contra el pecho de Luke con fuerza, y sintió una dolorosa punzada en el estómago que lo dejó sin aire en segundos. Le dolió Hasta respirar.
Miró a su amigo confundido, él se veía relajado y contento.
Se apartó un poco de él y bajo la vista, observo pasmado que una daga perforado su estómago.
- Pero q-que... - No pudo articular palabra, la sangre rápidamente ahogo sus palabras.
- Lo siento, Dylan. - Se disculpa Luke mirándolo con lástima. - Te has salvado por un pelo, para que otro solo venga a matarte muy fácilmente. Realmente no es justo. -
- P-por... Q-qué. - Los ojos de Dylan se abrieron como platos. Trató de retroceder pero Luke aferraba ahora su muñeca y volvió a jalar de él hacia él.
Incrustó la daga de bronce justo en su corazón.
- Resultaste mala persona, Dylan. No voy a dejar que nadie lastime a Percy. Mataré a quienes sean necesarios para mantenerlo a salvo. Voy a protegerlo aunque me corten los brazos o las piernas, aún muerto mi alma será su escudo. - Luke giró su muñeca, girando la daga. Dylan exhalo con fuerza. - Después de todo, solo eres basura. -
Dylan cayó de rodillas, para finalmente caer de frente a sus pies.
Se terminó, Percy de nuevo estaba a salvo y libre. Nadie iba a perturbar su tranquilidad. Después de lo de Gabe, Percy tenía derecho de vivir una vida tranquila, si el universo no se lo daba, él iba a conseguirlo, daba igual. Aún acosta de convertirse en otro monstruo.
Mientras mi mejor amigo sea feliz, no me importa ser miserable. No me importa, no me importa. No me importa.
NADIE VA A TOCARLO O DAÑARLO.
Yo lo protegeré, aunque me corten los brazos y las piernas, me arrastrare, si me cortan la cabeza aún después de muerto mi alma será su escudo.
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En este mundo...
Debes saber ser feliz y sufrir en esta vida. Especialmente debes saber sufrir. Aprende a vivir con el sufrimiento.
Si no lo haces, estás acabado.
Y nadie se va a compadecer de ti. Al contrario te hundirán más sin dudarlo.
Saber sufrir en está vida.
De eso se trata.
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Querido diario, tengo 16 años, sé que soy muy viejo como para estar escribiendo un Diario pero no sé a quién más confiarle esto que me está sucediendo.
Me siento mal. Muy mal. Lo pilló.
Desde, hace varios días me he sentido mal. Demasiado inquieto, violento e impulsivo.
Puedo ser inmensamente feliz unos minutos y repentinamente ser el hombre mas miserable del mundo.
Diario que alguien me ayude. Alguien me dé respuestas. Quién sea.
Todavía no le quiero contar a Percy, además estoy enojado con él porque pasa demasiado tiempo con Jason Grace. Alguien quien lo ignoró desde primaria, por cierto. Sí, con ese estirado infeliz. No me cae bien, ni un poco.
Diario... No se lo digas a nadie. Pero, tengo miedo de que la enfermedad de mi madre. La paranoia, la esquizofrenia y la obsesión compulsiva.
Tengo miedo de haberlos heredado.
No lo permitas, no lo permitas, por favor.
Recuerdo que mi papá me había explicado la razón por la que mi madre siempre me atacaba a mí.
Era porque me amaba.
Oh Dios. Qué horrible. Era porque tenía confianza en mí. Confianza en mostrar su verdadero yo.
Si soy igual a mi mamá, eso quiere decir...
No quiero decirlo... Temo que que se haga realidad.
Eso quiere decir que muy pronto voy a dañar a la única persona que quiero y confío.
Tú más que nadie sabes quién es Diario.
Tengo miedo de no poder cumplir mi promesa hacia Percy, Diario.
Por favor Dios no permitas transformarme en un monstruo y lastimar a Percy. No a él, no a mi mejor amigo. No a quién más quiero.
Maldita enfermedad, maldita. Maldita... ¿Por qué solo atacas a quienes amas?
Qué alguien me ayude por favor.
Mi papá no me escucha, dice que son las hormonas de la adolescencia, pero siento que algo está cambiando en mí.
Lo sé, algo se formando en mi interior.
Y sé que cuando se desate, será muy tarde...
Un enfermo no sabe qué está enfermo. Ahora pienso que lo estoy... ¿Así que estoy a salvo no?
¿No?
Tengo miedo. No a Percy. No a él. La única persona que me dio una mano. El único que me entiende.
No, no, no...
Percy es mi único amigo, y por lo tanto, será el único a quién dañaría. Percy es la única persona cercana que tengo. Así de miserablemente solo estoy. No hay nadie más. Creo que gracias a él, aún no he perdido mi cordura.
Él es el único que me escucha, él único que logra que no piense en cosas malas.
Tengo miedo...
El cuaderno convertido en un diario íntimo se cierra de golpe, por dos manos bronceadas. Han pasado casi dos años desde la última vez que lo abrió.
Luke alza la vista y se mira en el espejo que cuelga en su pared.
- Qué crío más ridículo. - Susurra con una tenue sonrisa.
Refiriéndose hacia el dulce niño de nueve años amando a su mejor amigo con fervor.
Un loco nunca reconoce su locura, he ahí la trampa.
.
Bien, la idea original era que la mamá de Luke iba a suicidarse, mi prima lo hizo en noviembre de 2015. Escribirlo me impactó demasiado. Tuve que escribir desde cero. Este capítulo le pertenece al anterior.
Quería pedirles permiso. HAY comentarios que ME ENCANTAN. quisiera subirlos al final de cada capítulo.
5620 palabras récord. Yahuuu.
Espero que les haya gustado. Aún no se aburran de mi por fa. Solo son capítulos emos vitales para entender el rollo. Bye Bye. :v
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