🎄Especial de Navidad🎄~Nicazel~
Notas: Ningún personaje me pertenece, son propiedad de Rick Riordan.
Advertencia: Pareja heterosexual. Incesto.
Dulzura pura
El mundo era... dulce.
Muy, muy dulce, como los bastones de caramelo que observaba a través de la vidriera de cierta tienda ante la cual, esperaba impaciente.
Había acordado con Nico en verse allí, pero éste ya llevaba como 20 minutos de retraso.
Observó alrededor de la calle, siendo ya la milésima vez que probaba.
Nada.
Volvió su vida a los dulces. Ellos la tranquilizaban, ayudaban a que su cabeza se enfocara en lo bueno que la rodeaba.
Como el frío, la nieve, las luces y coronas adornando cada establecimiento cercano, los bastones de caramelo que casi parecían suplicar ser deborados.
Mordió sus labios, algo apenada por pensarlo, pero no podía evitarlo.
Se sentía como una niña pequeña de nuevo, reviviendo mentalmente aquellos tiempos en los que solía venir junto a su padre y hermanos, siempre siendo consentidos con alguna golozina cuando pasaban por ahí.
Buenos tiempos, moriría por revivirlos... Aunque no era del todo imposible.
Tal vez deba invitarlo a la próxima.
Su padre era un agicionado a la familia, no dudaba que aceptaría. Y a sus hermanos... Bueno, Hazel sabía tratar con ellos.
Cerró los ojos nuevamente.
Era bonito perderse en esos recuerdos, ayudaban a pasar el rato y olvidar la angustia de estar esperando desde hacía rato.
Hasta que...
_¡Hazel! -Escuchó al fin, provocando que levantasw el rostro en reflejo.
Una sonrisa volvió a adornar su rostro.
Era su hermano.
_¿Uh? ¡Nico, al fin llegas! Ya estaba por llamarte...-se había preocupado, pero ahora que lo veía podía respirar aliviada al menos..
_Lo siento, es sólo que... Bueno, muchas cosas pasaron -Jadeó con un breve gesto al pronunciarlo.- Prometo compensártelo ¿Sí?
Ni había terminado de pronunciarlo cuando vislumbró el brillo pícaro en los ojos ajenos.
_Que bueno que lo mencionas~ -canturreó, regresando juguetonamente su vista a la vidriera.
Nico solo tuvo que seguirla para captar la idea.
_Está bien, está bien. Ya dime cuales quieres -Se rindió al recuperar el aliento, despeinándola en lo que se dignaban a entrar a la tienda.
¿Para qué negarlo? No se resistía a la tenue dulzura de su hermanita.
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