Déjame cuidarte ¿Si? (Solackson)
Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de Rick Riordan.
Advertencia: Homos. Pareja crack.
Lo sé, pareja rara, pero me gusta :v
Déjame cuidarte ¿Si?
La paz nunca llegaba al Campamento Mestizo ¿Cierto?. Especialmente los días que tocaban captura de banderas. Casi podía considerar que ser el 'arma secreta' en aquellas competencias era un gaje de ser un hijo de los tres grandes.
M-mierda... ¿D-dónde...? ¿Cuándo?...
No recordaba mucho. Solo estaba seguro que se desvaneció en medio de un intenso dolor en la cabeza; tal vez alguna roca o una caída...Y ahora, estaba apenas despertando en la enfermería del Campamento.
¿Cuántas horas habían trasncurrido? Quien sabe, pero ya encontraría el momento de preguntar, por ahora tenía un problema mayor llamado 'jaqueca'.
Todo le daba vueltas y su cabeza lo estaba matando; incluso la bendita luz que se cernía sobre sí le irritaba la vista.
¿No había alguien cerca que apagara esa absurda luz? Por favor... No toleraba esto. Al menos si lo iban a tener muriéndose por un rato, que se molestaran en darle algo de cómodidad.
¡Esto es horrible! ...¿Uh?...
Sin embargo, no tuvo mucho rato para quejarse hasta que vislumbró a una sombra acercársele y colocando su mano sobre su frente, probablemente para medir su temperatura.
_Oh... Veo que ya has despertado... -Habló aquella persona, finalmente permitiéndole al hijo de Poseidón reconocerlo mientras su voz retumbaba en su mente y los recuerdos hacían efecto- Uh... No hay fiebre ni sudor. Que bueno...
Ya sabía de quién se trataba.
_¿W-will Solace...? -balbuceó confundido.
Lo conocía, al menos de vista. Se trataba del actual líder de la Cabaña de Apolo.
_El que viste y calza. -respondió el aludido, con aquella sonrisa tan similar a la de su padre.-Deberías tener un poco más de cuidado. Aunque seamos semidioses, no somos indestructibles. Lo sabes ¿No?.
_ ¿E-eh?. Sí... Lo tendré en cuenta. -le costaba mantener la mirada. Vamos, que no era la primera vez que le decían algo así pero...
Deja de mirarme así. Esto no es un comercial de crema dental.
Quizás se trataba de una carácteristica de los hijos del dios del sol, o tal vez solo seguía alucinando por el daño recibido anteriormente; pero creía notar que el rubio realmente parecía una gota del sol cuando miraba de aquella forma.
Era...ardiente.
Se sonrojó.
Basta, Jackson. ¿En qué rayos estás pensando?
Definitivamente recibió un golpe muy fuerte; de otro modo, dudaba que fuese posible que haya pensado aquello. Si, seguro tenía una fuerte contusión.
_¿Te ocurre algo? ¿Tienes algún malestar? -tanteaba el más joven, en lo que buscaba sus guantes. Necesitaba echar un vistazo a la herida en su cabeza y no lo arriesgaría a infecciones- ¿Aún sientes mucho dolor?
_Uhn... Solo un poco de jaqueca pero estaré bien. -carraspeó en tono ligero.
Hablar con el joven de pecas era similar a tratar con algún médico, aunque en el calmado tono de voz de Will se saboreaba un aire más informal y cálido. Se notaba de lejos por qué había sido elegido como líder de su cabaña, desprendía la imagen misma de confianza y tranquilidad que cualquiera apreciaría mientras descanzaba en una camilla.
Incluso su tacto era delicado y paciente... Dioses, y él creyendo que esta paz solo la obtendría cuando era cuidado por su propia madre.
_Ya veo. Bueno, supongo que con un poco de ambrosía y un calmante bastará. -sentenció una vez que dejó el vendaje como estaba- Para mañana, seguro estarás como nuevo.
_Eso me alivia -rió un poco hasta que vio un dulce en la mano de Will- ¿Eh? ¿Es para mí?
_Claro. Por ser un buen paciente. -respondió con simpleza, como si el motivo fuese de lo más obvio.
En resultado, Percy frunció levemente los labios, aunque no se negó en recibir la golozina. Y que conste, que solo lo hizo porque era azul.
_Yo... No soy un niño. ¿Sabes?
_Lo sé perfectamente, aunque siempre creí que la edad no limita el gusto por caramelos. -el hijo de Apolo tenía pensamientos simples y no le daba muchas vueltas a detalles inverosímiles.
Solo eran pequeños actos de amabilidad que vertía hacia los demás, independientemente de quién se tratase... Tal y como el buen doctor que se esforzaba en ser.
Perseus Jackson podría el afamado hijo de Poseidón; héroe del Olimpo y ejemplo a seguir y admirar por cada mestizo que escuchara sobre él pero... Para el joven Solace en este momento solo se trataba de un paciente más al que debía cuidar y por el cual, velar su bienestar era prioridad.
Y un trato tan sencillo y sublime como aquel, podía ser mucho más apreciado por el castaño de lo que nadie podría adivinar. Lo hacía sentir... humano.
Le recordaba gratamente a aquellos años donde creía ser un niño común y corriente...
_Bueno, Percy. No te molesto más por ahora, aunque puede que al rato alguno de mis hermanos o yo mismo te traiga algo de comer. Y en cuanto tus amigos... Bueno, les permitiré visitas luego del almuerzo. -avisó al ir alejándose tras la puerta.- No te impacientes ni te sobre esfuerces ¿Si?. Todavía te falta recuperarte.
Los pacientes debían después de todo, y el mismo Will aún tenía mucho por hacer.
_¡H-hey! Espera, yo podría solo ir y... -intentó razonar sobre ello, aunque la firme y suave voz del rubio lo detuvo.
_Nada de escapes de la enfermería, Jackson. Son órdenes del doctor. -Sentenció, casi como si de una ley absoluta se tratase.
Incluso Percy estaba sorprendido al verse a sí mismo solo asentir. ¿Ese era el tan afamado don de líder? Vaya, a cada instante aprendía algo nuevo de Solace... Y solo estaban en una corta revisión médica.
Frunció el ceño. ¿Acaso era algún don desconocido de los hijos de Apolo?. Acababa de sentirse como un niño regañado por su madre.
¿Qué mierda hace Solace conmigo? ¡Apenas lo conozco!
_¿Qué clase de argumento es ese? -Se negaba a creer que no usó algún truco raro.
_Uno simple, firme y que logrará que te recuperes más rápido. Genial ¿No? -Era oficial, Will disfrutaba exasperarlo con su excesiva 'amabilidad'. Imposible evitarlo, ver al gran héroe del Olimpo hacer muecas solo por ordenarle quedar en cama una tarde no tenía precio alguno- Tranquilo, señor Impaciente. Déjame cuidarte ¿Si?.
Fue imposible para el aludido discutir con eso... Estúpido hijo de Apolo. ¿Quién lo mandaba a ser tan encantador que incluso la idea de desobedecerlo perdía atractivo?.
Bufó una vez en soledad. Ahora recordaba porque en el pasado no se acercaba al rubio... Y lo peor, el desgraciado no apagó la luz al retirarse.
Estúpido Solace.
Estaba casi seguro de que fue un acto adrede.
CASI...
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