Capítulo 17
Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, Créditos a sus Respectivos creadores.
--deja de mirarme de esa forma!.-- exclamó algo irritado por como la vista de koneko le había señalado desde que llegó al club. --acaso tengo algo pegado en la cara?!.-- interrogó confrontando la mirada de la nekomata la cual le señalaba con fervor.
--tu hueles distinto, estuviste con una chica que no era akeno sempai, hueles a la presidenta.-- parecía subestimar las habilidades de la albina, era verdad que junto a la gremory rozaron sus cuerpos desnudos, pero no pasó de eso, akeno no lo había notado, pero el que haya alguien que lo sepa era problemático.
--y supongo que quieres una explicación para eso.-- concluyó el saiyajin suspirando. --pero no eres mi esposa para darte ese tipo de explicaciones.-- miró fijamente a la nekomata quien solo desvió la mirada ante aquella declaración.
--no es correcto que engañes a akeno-sempai de esa forma, eso es peor que ser un pervertido.-- explicó, era verdad que no podía obligar al son a hablar, pero ella sabía que hacer eso está mal.
gokú levantó una ceja, parecía que koneko se había hecho una mala idea de su relación con la azabache, pero si algo le hizo olvidar ese pensamiento, fue creer que él y rías se habrían acostado.
--eres la segunda persona que mejor me conoce, el pensar que podría haber hecho "eso" con esa mujer me hace dudar de ti.-- comentó, pero era de esperarse, a koneko no le agradaban los pervertidos y no se sabría que pensar de alguien que es "mujeriego", repudiaba a esa gente.
--se lo diré a akeno-sempai.-- anunció en voz baja, ante ello un segundo suspiro salió de la boca de gokú. --enserio piensas seguir con esto?.-- indagó, pero contrario a lo que pensó la nekomata asintió, podría explicarle a la demonio lo que ocurrió, después de todo no tuvo relaciones sexuales en la cama de akeno ni en otro lugar de su hogar.
--aunque, si me demuestras lo que dijiste el otro día, puede que no le diga nada.-- musitó, sonido muy bajo pero pudo ser percibido por el oído de gokú. --te refieres al ki?.-- indagó, ante ello la chica asintió. --no sé cómo demostrar algo que es obvio, el ki viene de ti y solo de ti, no te puede corromper, tú corrompes esa energía, es por eso que incluso puede imbuirse por los sentimientos de su persona.-- explicó nuevamente. --pero si crees que miento, entonces empecemos.-- exclamó y comenzó a caminar hacía su posición.
la chica dejó de apartar su mirada y se centró enteramente en él, hasta que le tuvo de frente, ella se encontraba sentada en un sillón, por ello mismo gokú se inclinó hasta que estuvo frente a ella. --que-qué planeas?!.-- con algo de nerviosismo, no pudo soportar el cruce de miradas, y desvió su vista hacia otro lado. --tal vez pueda confiar en ti.-- musitó y con lentitud tomó las manos de la chica que no evitó ponerse nerviosa por el contacto.
--el ki ha traído desgracias, pero también salvación, incluso yo hice mal uso de él, pero hace parte de lo que soy, es el único legado que tengo.-- explicó, sus palabras eran serias, pero incluso ella podía sentir la melancolía que las bañaban.
--acaso...-- musitó, apenas comprendiendo lo que él quería decir. --te enseñaré.-- complementó mientras con un suave movimiento incitó a la chica a ponerse en pie.
sus ojos no evitaron mostrar asombro, podía intuir que estaba confiando en ella para cederle un conocimiento que no daría a cualquiera.
regresó en si bastante confusa, luego como pudo negó. --yo no pedí eso, solo quiero que hagas verdaderas tus palabras.-- explicó retirando su mano del tacto del Son. --eso es imposible, sólo puedes averiguarlo por ti mismo, nadie sabe los pensamientos del otro, nadie sabe lo que aguarda cada corazón.-- explicó, ella agachó su mirada, no quería compartir el poder de su hermana, y no sabría qué hacer si compartiera un poder como se había mostrado hace 2 días, incluso podría decir que era peor que el senjutsu. --ese mismo temor es el que hace cambiar tu perspectiva de las cosas, por ello mismo terminarás cometiendo errores, pero bien...-- exclamó mientras levantó sus hombros. --el obligarte no creo que entre en tus peticiones, así que no se puede hacer nada.-- con ello se dio media vuelta hacía aquella pared en la que siempre esperaba a akeno, pero ya sea que solo quería saber más de él, o porque le dijo que confiaba en ella, terminó deteniendole sujetando su ropa. --e-está bien.-- habló, con ello gokú se giró nuevamente.
--qué te parece si empezamos?.-- incitó gokú, la chica asintió, no obstante la campana del sitio terminó nuevamente con esa hora que debía pertenecer a ellos dos.
--supongo que habrá de esperar.-- el Son habló y se dio media vuelta dejando a segundo plano a la nekomata y regresó a aquella pared. --por qué, acaso es tan difícil?.-- indagó, pero gokú no respondió directamente a aquella pregunta. --este lugar es insoportable a partir de ahora, ni de chiste se puede hacer algo.-- suspiró antes de decir esas palabras, con ello solo debía esperar a akeno, no obstante, rías gremory fue la primera en entrar, parecía disgustada con algo, pero no es como si al azabache le importase.
--pasa algo presidenta?.-- koneko cuestionó ante el actuar de la grémory, que parecía ver a todos lados del club buscando a alguien, se detuvo un instante cuando encontró a gokú, pero él no era a quien buscaba.
--dime, la has visto?.-- interrogó a su torre, no obstante no entendió por qué o quién preguntaba, pero toda la situación terminó cuando un sello se mostró en el suelo, de ahí la figura de aquella mujer con cabellera plateada se mostró, solo con verla koneko notó que algo de importancia se daría en el club.
--el anuncio debido ya se ha dado?.-- la mujer interrogó a rias sin siquiera saludar. --lo haré, no tienes que repetirlo.-- respondió bastante molesta.
otra vez la puerta se abrió, de ahí akeno entró buscando a gokú, pero cuando notó a la mujer recién llegada entendió que no podría ir nuevamente a su "cita" con gokú.
--gokú-kun...-- susurró a su vez que se acercó al Son, quien abrió sus ojos para verle, quería irse con la chica, pero no sería así. --debo atender algunos asuntos en el club, te importaría volver más tarde?.-- le susurró a su oído. --no hay mucho que pueda hacer por ahora, esperaré.-- exclamó y se enderezó caminando en medio de la recién llegada y frente a rías.
de inmediato giró a ver al chico, su extraña cabellera aún le parecía extraña, y ni hablar de su ropa, lo único que vino a su mente era que se trataba de una especie de luchador, claro que ya le había visto el día de ayer, donde por una de las ventanas investigó al hombre que rías trató de entregar su pureza, pero solo su figura era todo lo que conocía.
--así que esta persona de origen humilde pasa bastante tiempo con la princesa grémory.-- pensó, y el término "humilde" acompañaba al Son, pues a su perspectiva solo era un humano normal, no desprendía ninguna clase de poder, un don nadie.
--son gokú-kun, que haces?.-- interrogó ocultando su vergüenza por lo de la noche anterior, porque el actuar del chico parecía también olvidar esos instantes. --creo que no te importa si utilizo tu sofá para descansar un poco.-- respondió y como pudo se acostó en el mueble.
--bu-bueno, no, pero...-- habló observando como grayfia miraba con disgusto el comportamiento del saiyajin.
--ara ara, supongo que no se puede hacer nada.-- pensó con una sonrisa akeno, el creer que se quedaba por ella no estaba tan mal, pero apartó esos pensamientos y acompañó a su rey para atender el asunto, koneko solo se limitó a verle, de alguna forma el Son poco a poco permanecía más tiempo en el club, eso debería alegrarle.
momentos más tarde todos ya se encontraban en el club del ocultismo, asia notó la presencia de gokú que yacía en el sofá descansando, estaba acompañada de issei y kiba, pero lentamente comenzó a separarse de ellos a medida que el tiempo y discusiones se daban con aquel que reclamaba la mano de rías.
--ya basta!.-- clamó la princesa de la rojiza cabellera asqueada por el heredero de la familia phoenix. --ya te he dicho que no me casaré contigo.-- aclaró alejándose del chico rubio quien solicitaba llevarla al inframundo para visitar el salón de bodas, aquellos gritos y discusiones entre otras explicaciones se le eran dadas al Son, que aunque tenía cierto conocimiento por las memorias de akeno, no sabía datos con tantos detalles, como los 72 pilares de la familia demonio que se reducían con el tiempo, por ello mismo rías debería casarse contra su voluntad, y sí, ahora podía entender mejor el actuar de la pelirroja, ya sabía la causa de su angustia y desesperación diaria.
pero solo una cosa le hizo abrir su ojos, eran aquellas manos que trataban de interrumpir su reposo, posiblemente porque había tomado valor para hablarle después de tanto tiempo.
--gokú-san.-- se dirigió a él algo apenada. --asía, que necesitas?.-- interrogó recordando su nombre, no es que hayan hablado mucho desde que la conoció, pero era la chica con la que más había intervenido. --e-esto, yo quería agradecer por...-- musitó, pero nuevamente tendría que dejar sus agradecimientos para otro día, pues alguna clase de acontecimiento se lo impediría.
--no me salgas con estupideces después de que te he venido a buscar a este mundo humano!.-- bramó con enfado el hombre, las llamas hicieron presencia a su alrededor, mostrando el poder mágico que aquel clan poseía. --y no es de mi agrado estar en este lugar, el viento y fuego dan asco, y yo que controlo ambos no puedo estar rodeado de semejante cosa, así que irás conmigo al inframundo te guste o no!.-- clamó con enojo claro. --y no me importa si tengo que reducir a cenizas a tus sirvientes!.-- siguió hablando a su vez que giró a ver a asia quien había estado tratando de acercarse al son.
--n-no!.-- aquellas palabras llegaron a suscitar temor en asía quien retrocedió hacía atras buscando protección en gokú, no obstante, si que había alguien que se ofendió por provocar tal sentimiento en su "tesoro", y emergería para protegerlo no importando quien o que sea.
raizer notó como aquella marca se encendió en el cuello de la chica, algo malo ocurriría y podía presentirlo.
--ya detente, deja ser impulsivo, solo es un idiota.-- el saiyajin habló a la nada, porque no se dirigió a alguien del sitio, o eso creían aquellos que desconocían por completo a gokú, pues si que le hablaba a alguien, y ese alguien era aquella bestia que emerge para causar muerte.
podía haber calmado al extraño dragón, pero si sabían de quien hablaba cuando dijo "idiota", raiser phoenix le miraba con enfado, un simple humano le había insultado sin mostrarse desafiante o lleno de miedo, solo estaba tranquilo en su reposo y eso es lo que le había causado más molestia.
--repite lo que has dicho humano!.-- dejó el tema del compromiso a un lado y caminó hasta el sofá en le que el son se encontraba mostrando cero respeto que se merece alguien de su familia.
--he dicho que eres un idiota.-- respondió mientras llevó sus manos hacia su nuca, despreocupándose totalmente de la ofensa de raiser. --quien arqueó una ceja, ¿cómo podría un humano actuar de esa forma frente a él?.--el aire de este planeta es bastante normal y su fuego en las noches es cálido, acaso vives en medio de la mierda?, si es así no me extraña para nada que actúes de esa manera.-- ya no permanecía tranquilo, se estaba burlando del heredero de uno de los pilares activos, un humano se bufaba de él.
sus llamas se intensificaron y sin previo aviso tomó a gokú de su ropa y le levantó, obligándole a ver directamente a sus ojos, indicándole que podía burlarse y morir, o podía pedir disculpas, pero si había alguien que debía estar preocupado, ese debía ser él demonio.
--suéltame demonio.-- habló en voz baja, no intimidado por el fuego y actuar del demonio de sangre pura. --o que harás humano?.-- interrogó, ante ello gokú sonrió levemente, luego de ello solo hubo silencio.
la reina no entendió del todo, solo pudo observar la pared ser destruida y el suelo agrietarse en todos lados, algo de sangre le salpicó incluso, pero no bastó para regresarla a la realidad, las llamas se habían apagado y el paradero de raiser phoenix era desconocido.
--si que era idiota.-- gokú habló mientras sacudía sus palmas, como si hubiese terminado con una plaga. -- todos somos humanos.-- declaró dejando algo confusos a aquellos que ya conocían la fuerza de gokú, pero si había alguien sorprendida en todo aspecto, esa era grayfia, que miraba como podía el escenario, aún sin creer que el "humilde" humano haya causado tanto.
--perdón por interrumpir su charla, pero estoy seguro que era insoportable para todos.-- exclamó mientras caminó por un lado de la peliplata, tranquilo y sereno, dirigiendose hacía akeno que estaba junto al resto de ciervos.
--ge-ge.-- balbuceó el portador del dragón emperador rojo.
--que pasa?.-- indagó kiba en voz baja.
--¡genial, eso estuvo genial!, alguien debía callarle!.-- gritó con fervor, ya se había cansado del trato a su presidenta y de aquella arrogancia, el ver caer a esa gente era algo que cualquiera gozaría.
--verdad que si?.-- gokú apoyó al castaño.
el frío espacio aguardaba fuera del palacio, el hombre de piel purpura mantenía su vista quieta, dirigida hacía la nada, el rumbo que le llevaría a su destino estaba a punto de comenzar.
--está seguro que no quiere que yo le lleve hit-san?.-- cuestionó la bella angel que se acercó al asesino más temido del universo 6.
--no, prefiero hacer todo mi trabajo solo, eso incluye el viaje.-- respondió sin dirigirle la vista. --de ser así debo informarle que su vehículo está listo.-- con ello dio media vuelta para dirigirse a la nave que le habían conseguido.
--el tiempo de llegada será en un par de días, si todo se torna complicado, utilice esto.-- comentó a la vez que le entregó un pequeño botón. --eso lo traerá de regreso al palacio, le deseo suerte y que sus decisiones sean las correctas.-- exclamó la deidad de piel celeste, que solo esperó que todo no se venga a abajo.
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--por qué dijiste que todos somos humanos?.-- indagó curiosa, sus manos temblaban por el esfuerzo que ejecutaba en ellas, pero aún no podía materializar algo de la energía que gokú le había enseñado.
--porque todos lo somos.-- contestó, gokú se encontraba meditando unos metros más alejado, pues también tenía problemas para controlar algo de su energía y debía de entrenar mentalmente.
--bueno, somos demonios.-- trató de explicar, ante ello gokú abrió sus orbes y le dedicó una mirada.
--recuerdas a caulifla, no es cierto?.-- interrogó, como podría olvidarse de semejante loca que casi había devastado con todo a su alrededor. --la recuerdo, es de tu misma raza, no es cierto?.-- respondió e interrogó, gokú asintió y llevó su mirada al cielo.
--ella es una diosa, no importando cómo actúe o su comportamiento, nadie le quita el hecho de que es quien controla el balance del universo, la deidad que destruye, ella es una de tantos que nos ven por igual.-- explicó, akeno dejó de seguir las instrucciones de gokú y se limitó a escucharle. --para ellos no hay demonios, no hay ángeles caídos ni nada de eso, somos humanos y nada más.-- parecía que el mundo que aguarda allá afuera era más extraño de lo que se esperaba, pero entendía algo, los verdaderos dioses no podrían ser derrotados por dragones.
--pero, qué hay del dios bíblico.-- cuestionó la demonio, como si gokú fuese a saber algo de ello. --aquel que se haga llamar dios, sin tener la bendición del creador de todo, solo es un humano más, no importando el poder que tenga.-- explicó, la azabache no supo qué decir.
--bien, suficiente por hoy, ya estás más cerca de aprender a volar sin alas, solo hay que ser paciente.-- gokú exclamó, por alguna razón el aprender a surcar los cielos sin necesidad de magia le había llamado la atención a la demonio.
--al final, me gustó cómo te deshiciste de raiser.-- habló, como cada noche, cada uno miraba al lado contrario, una risita acompañó esa frase. --no sabe de lo que habla, además ya quería marcharme de ese sitio, aunque he de admitir que ese sofá es bastante cómodo.-- comentó, el escuchar sobre el día a día se hacía bastante agradable antes de dormir, pero cuando no había nada más de qué hablar, era cuando todo se tornaba en el silencio incómodo.
decidió mirar al frente, donde sus ojos violeta conectaban con el techo. --oye gokú-kun, qué soy para ti?.-- tal vez el estar juntos en una cama confundía su corazón, el vivir día a día bajo el mismo techo le hacía darse una mala idea, su corazón posiblemente necesitaba aclararse, porque incluso ella sintió que los ojos de gokú le confunden con alguien más.
--no lo sé...-- en voz baja respondió, porque no solo akeno era quien se formulaba esa pregunta, sin saber cómo llevar la situación también decidió cambiar de posición, tal vez indeciso de ver directamente a los ojos violeta de la mujer, temeroso de verla cada vez más hermosa, porque eso sería egoísta de su parte, pero cuando ambos pares de ojos se conectaron entendió que ya no había vuelta atrás, su corazón se aceleró al igual que la bella mujer frente suyo.
se había quedado paralizado, no pudo moverse, su respiración se tornó más agitada a medida que observaba el rostro de la azabache acercarse al suyo, los lábios de la mujer brillaban reflejando la poca luz que entraba desde la ventana, dispuestos a romper toda clase de límite, a demostrar los sentimientos que habían florecido en ella.
él nunca había besado, incluso cuando estuvo casado no lo vio necesario, el estar junto a milk bastaba y sobraba, incluso cuando consumaban su amor en el acto reproductivo. un primer beso que tal vez por derecho debía pertenecer a aquella mujer fue extraído por piel ajena, podía sentir con claridad la calidez de la respiración de la demonio, tan agitada como la suya, tan entregada a él y solo a él, porque aunque no lo hubiese dicho, le amaba.
el oxígeno escaseaba cada vez que el beso se intensificaba, si bien empezó como algo tímido y dulce, era más que evidente que la misma akeno no se detendría ahí, en cuanto supo que no sería rechazada, haría todo lo posible que ya desde hace varias noches deseó que pasara en esa cama, sintió que gokú era de ella y de nadie más, por ello mismo le aprisionó con sus brazos enrollando su cuello y no esperó a que el gesto terminase con la falta de aire, porque en cuanto sus pulmones se abastecieron, arremetió nuevamente, esta vez más intenso, más íntimo, porque su lengua también necesitaba de gokú.
--a-akeno, e-espera...-- logró articular, pero era obvio que no le dejaría, apegó su cuerpo más al suyo, donde podía sentir con claridad todo de ella debido a las delgadas ropas que poseía, se preguntó cuánto tiempo pasó akeno esperando esa respuesta que aún no se le era dada en palabras, la demonio era todo para él, de eso no había duda, pero él no tiene permitido ser feliz de esta forma, de ninguna manera en realidad.
en un movimiento rápido, logró dejar a gokú bajo ella, el beso seguía sin detenerse, la ropa comenzó a descubrir sus hombros poco a poco, hasta que entendió que un beso no sería suficiente para satisfacer el momento, quería más.
--gokú-kun...-- musitó, una sonrisa adornaba su rostro y sus mejillas se habían enrojecido por el calor, sin pudor alguno tomó la mano del Son, misma que posaría en uno de sus pechos y darle libertad en su cuerpo. --akeno...-- su voz acompañó el tacto que se provocó, sintiendo la textura de aquella parte de la mujer, tan suave que por un momento su mente se nubló.
peligrosamente también comenzó a desear a la demonio, podía ser más consciente de sus acciones que antes de ser maldecido, podía poseer aquellos sentimientos de los cuales careció, pero su sangre saiyajin recorría por todo su cuerpo, quería hacerla suya, la quería solo para él, no se podría imaginar a akeno en brazos ajenos a los suyos, pero solo bastó de un par de palabras para que nuevamente pusiera los pies en la tierra.
--te amo, gokú-kun.--
fin del capítulo 17.
shuta, pue no sé que decir,
espero que les haya gustado, dejen sus opiniones respecto al capítulo, no olviden votar y comentar si ha sido de su agrado, en el próximo capítulo habrá el acercamiento debido con asia.
si bien me salto algunas cosas como la llegada de raizer, es debido a que eso ya se lo saben de memoria, y no pienso gastar mi tiempo en los berrinches de issei respecto al séquito del phoenix, también si me odian por haberle dado el primer beso del kokun a akeno y no respetar el aprecio a milk, los entiendo, merezco sus mejores insultos, pero es algo que necesito para desarrollar la relación entre ambos.
espero que estén bien y sobre todo, grácias por leer.
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