CAPITULO 10

todo lo relacionado al manga de high school dxd y dragon ball no es de mi propiedad, los créditos son para sus respectivos creadores.



pequeña esperanza para un castigo sin fin- capitulo 10


en esos instantes, no podía evitar sonreír, aquello no era un sueño, el saiyajin  seguía abrazándola.

ya había amanecido, sin embargo, no le importaba seguir en esa posición, aunque eso le cueste una falta en la academia, sin duda alguna, para ella ese momento valía mucho más, así que decidió entregarse al mundo de los sueños una vez más.

el tiempo pasaba, y los orbes del saiyajin se abrieron enterándose de la postura en que ambos se encontraban, para su suerte, la chica aún seguía durmiendo, y lentamente se dispuso a retirar sus brazos que la rodeaban, sin embargo aunque lo hiciera no podría salir de ahí, puesto que ella estaba en la misma situación, sus delgados brazos hacían prisionero, así que haga lo que haga, terminaría despertándola.

si fuera el mismo de antes del torneo, no le importaría lo mas mínimo esa situación, sin embargo, todo eso había cambiado, podía incluso ponerse nervioso por ese tipo de eventos, y claro, ese no era el caso.

retiró un pequeño mechón de cabello que cubría el bello rostro de la chica, contempló sus hermosas facciones, y aquel momento le recordó a uno de los tantos en que solía despertar de esa manera con su difunta esposa y no pudiendo evitar el movimiento; le acarició una mejilla.

eso fue suficiente para que los ojos de akeno se abriesen.


buenos días...-

susurró al ver el rostro de la azabache.

- buenos días gokú-kun.-- respondió suavemente con una sonrisa.

- ya ha amanecido, se hará tarde si sigues así.-- el saiyajin comentó, pues tenía entendido que la demonío debía asistir a clases

- no me importaría quedarme así todo el día.-- exclamó con una risilla acompañada de una voz seductora, todo mientras se apegó al saiyajin haciendo que sus grandes pechos hicieran contacto con el cuerpo de gokú. --además, no quiero ir...-- siguió hablando, pero esta vez no lo dijo la misma expresión, porque lo que podría ocurrir con su ama de ahora en adelante no podía ser bueno para ella.--estoy feliz, lo que hiciste por mí ayer en verdad fue muy importante, pero... sería incomodo volver allí.-- explicó en voz baja, después de todo lo que había ocurrido solo quería estar ahí junto a gokú, deseando que nada ni nadie los separase nunca.

el saiyajin la observó por unos instantes, y acarició su cabello, no podría imaginar que akeno le tuviese esa clase de afecto.

-yo hice lo que está a mi alcance para ayudarte, el resto depende de ti, así como tu me salvaste y me cuidaste todo este tiempo; si quiero continuar, el resto también dependerá de mí.-- aunque no lo pareciera, estaban en una situación familiar y fue cuando se dio cuenta que aunque gokú desease estar tranquilo, no podría y por eso mismo tendría que seguir su camino

de inmediato giró sus ojos para conectarlos con los del saiyajin, brillaron de una forma inusual, debía ser tan fuerte como el saiyajin si deseaba que le mirase de una forma diferente.

- que te parece si nos esforzamos juntos.-- propusieron las palabras de gokú y una sonrisa en el rostro de la demonio se formó, solo ese pequeño acto era suficiente para hacerle cambiar de opinión.

-se hace tarde!.-- exclamó la azabache dejando a un lado la cama, muy animada fue a darse un rápido baño.


-si, se hace tarde...- susurró el saiyajin mientras akeno desapareció de su vista y simplemente llevó sus ojos ónix hacía la ventana más próxima, preguntándose cuanto tiempo tendría antes de que un nuevo problema le atormentaría.









antes de que cruzara la puerta, la mano del saiyajin la detuvo.

- puedo llevarte, si quieres.-- gokú cuestionó y una sonrisa se dibujó en el rostro de akeno, como podría decir que no ante aquella propuesta.

- ara ara, me encantaría gokú-kun- le tomó de la mano, y en unos segundos, aquella sala había pasado a convertirse en el club del ocultismo, la teletransportación de gokú parecía ser más rápida y eficaz.


-¿está bien aquí?.-- gokú preguntó y ella solo asintió.

-perfecto, llegaré a clases a tiempo!.-- ella respondió con felicidad.

- es bueno saberlo, iré a entrenar, nos vemos luego.-- gokú habló mientras se dispuso a marcharse.

- espera!.-- la chica le interrumpió.

- pasa algo?-

- puedes... ¿puedes venir por mí en la tarde?.-- susurró bajando la cabeza, tal vez preguntar eso podía ser muy incomodo, pero para gokú no parecía haber problema alguno.

- de acuerdo, vendré a recogerte al salir.-- el saiyajin dijo y la actitud de akeno pareció haber vuelto.

- e-enserio!?-

exclamó nuevamente muy feliz.

el saiyajin asintió, y antes de siquiera poder decir algo los brazos de akeno le rodearon, no podía entenderla, ¿en verdad era feliz por eso?

- gracias gokú-kun, gracias!.-- no pudo decir nada, una gran cantidad de emociones se desbordaban y su mente comenzaba a hacerle daño.

se separaron y solo pudo ver la sonrisa de la azabache, no importaba colo lo mirase, ella realmente era hermosa.

--tengo que irme...-- dijo nuevamente listo para irse, sin embargo la puerta del club se abrió dejando ver a sus respectivos miembros entrar al recinto.


- akeno...- susurró rías gremory al ver a su reina, no se esperaba verla allí, ni mucho menos que asistiera a clases después de lo ocurrido el día de ayer, donde ella le contradijo hasta el último minuto.

se quedó estática al ver a su ama, no estaba en sus planes tener un momento como ese, sin embargo supo que si quería seguir adelante, debía de empezar en ese momento.

- te esperaré.-- exclamó girando la vista de vuelta hacía el saiyajin, ella tenía algo que rías no tenía, y eso era el apoyo de gokú, no como siervo ni aliado, solo la ayuda que un amigo puede ofrecer.

- no te preocupes.-- gokú habló mientras por un segundo los ojos de rías y los suyos se cruzaron, comprendía la preocupación de la pelirroja, pero sus actos y forma de ser le fastidiaban. sin embargo no pudo decir más, sus palabras se fueron al sentir los labios de akeno en su mejilla.


el sonido que anunciaba la hora de entrar a clases se hizo presente, apaciguando el silencio que invadió el lugar, pero después de aquello, el único ruido que hubo fue el que los labios de akeno provocaron cuando dejaron la piel de gokú.


tan pronto como la piel de ambos dejó de estar junta akeno corrió hacia su salón de clase, no sin antes lanzar una mirada desafiante a los ojos de su ama, y por un pequeño instante ambos colores de cabello supieron que a partir de ese momento no habría ninguna clase de lazos que les uniera como antes.

todos no supieron que decir, solo siguieron con la vista a la azabache alejarse por los pasillos del viejo edificio, a diferencia de rías; los otros siervos no entendían la razón de actuar de esa manera, sin embargo la pelirroja parecía saberlo,  se volvió para ver al saiyajin y ahí encontró la respuesta.

se tocó levemente el sitio en el que los labios de akeno le besaron, tratando de comprender aquello que acababa de suceder, su mente y corazón se enredaban, aquellos sentimientos que solo nacían para hacerle sufrir parecían florecer de una manera distinta, esta vez lo único que sentía era felicidad.

algo le empujó, él pudo ver esa mirada y aura desafiante en akeno, ella había dado el primer paso para seguir adelante, y él no debía quedarse atrás.

apretó su puño con fuerza, esta vez se esforzaría lo suficiente, ya sea para bien o para mal, las dudas que tenía sobre él mismo y su pasado las descubriría a toda costa, y muy decidido llevó sus dedos a su frente.

- espera!-

exclamó rías, sin embargo todo parecía empezar a salir mal para ella y no pudo detenerle, gokú había desaparecido.

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nos situamos en la lejanía absoluta, en el lugar en que el palacio del rey de todo albergaba, en su entrada uno de los más fuertes guerreros de los 12 universos se encontraba resguardando las puertas de los soberanos de la existencia.

-caulifla-sama, es un gusto tenerla por estos lugares, no es muy común que usted venga de visita.--habló aparentemente a la nada, con sus orbes cerrados, sin embargo al abrirlos la figura de la diosa del universo 6 se encontraba justo ante él.

- necesito ver a zen-oh-sama.-- exclamó sin prestar mucha atención a las palabras del sacerdote supremo.

- el rey de todo se encuentra ocupado el día de hoy, me temo que su petición no podrá ser tomada en cuenta.-- habló con un rostro serio, porque la actitud mostrada por la saiyajin poco o nada le gustó.

- no estoy para juegos!, tengo un informe que será de bastante interés para ese enano!-




no hubo respuesta, solo pudo sentir un escalofrió y en un parpadeo ella se encontraba de rodillas frente a los pies del sacerdote.

- ningún dios en toda la existencia le ha faltado el respeto al rey, ni mucho menos llamarlo por tal sobrenombre, eso es un motivo más que suficiente para borrarte aquí y ahora.-- declaró el sacerdote, con una voz tan pesada que tal vez solo un par de veces fue escuchada en toda la existencia, y ahora toda esa autoridad caería sobre kaulifla.

los negros ojos se abrieron, y lo más rápido que pudo exclamó una sola frase que le salvaría la vida.


-¡son gokú está vivo!-

nunca antes había sentido tal clase de miedo, desde que había tomado el puesto de dios muy pocas veces solía hablar con las autoridades por encima de ella, y mucho menos saber la magnitud de su poder, sin embrago, en esos instantes lo supo, allí ella era una pequeña roca en las faldas de un gran volcán.

abrió sus ojos y seguía con vida, entendió que si algo le había salvado era el nombre del azabache.

- espero que lo que salga de tu boca sea importante, ya que si no es así solo prolongas tu vida un poco más-

exclamó el padre de los ángeles mientras se alejó lentamente.


se puso de pie y con una mueca de fastidio en su rostro siguió a la deidad.


los soberanos de los 12 universos jugaban en la gran sala, siendo protegidos por sus guardias, que con cierto temor observaban la diversión de sus amos, que consistía en destruir planetas como si nada se tratase.

- mi señor, hay visita el día de hoy.-- se escuchó al sacerdote entrar.

de inmediato voltearon la vista, viendo llegar a los visitantes.

el kaioshin no perdió tiempo y ofreció la muestra de respeto que los reyes debían tener, vados levemente se inclinó, sin embargo la saiyajin simplemente observaba con un cierto fastidio el sitio.


- que hacen ellos aquí?, ¿ tu eres la diosa del universo 6 no es así?,¡dime que haces aquí?-

exclamó la pequeña deidad a caulifla mientras le rodeaba.

-así es, mi nombre es caulifla, soy la diosa destructora del universo 6.-- dojo, y con ello diría la verdad a los reyes de todo

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pudo respirar el aire puro del campo, cada vez llenando más sus pulmones mientras lanzaba golpes y patadas, el sudor en su frente daba indicios de que el entrenamiento le agotaba bastante, sin embargo no parecía que fuese a detenerse en cualquier momento.

las horas pasaron, y dejó de lanzar cualquier tipo de golpe y pasó a ejercitar su cuerpo haciendo varios ejercicios, el numero de repeticiones que hacía era muy grande, tenía que hacer que su cuerpo resista nuevamente todo su poder.

se alejó bastante de la ciudad, quería encontrar un sitio lo suficientemente tranquilo para su gusto, y solo la naturaleza podía ofrecerle lo que buscaba.


ahora después de tantas horas; la ropa pesada que utilizaba le llevó al límite, y su cuerpo ya exhausto le obligó a detenerse.


en el verde pasto del sitio se recostó y extendió los brazos dando por terminada la sesión de entrenamiento, pronto tendría que ir por akeno tal y como lo había prometido y sin querer aquel recuerdo de ese beso pasó por su mente.

aquella muestra de afecto le hizo recordarla, su bella y difunta esposa solía recibirle de esa misma manera, y la sensación que había sentido en la mañana era exactamente la misma que experimentaba al tenerla a su lado, antes de perderla. 

¿por que ocurría esa misma sensación con akeno?- se preguntaba mientras se sostuvo el pecho, y por un momento recreó una vez mas ese recuerdo de la mañana, la sonrisa, sus ojos, su hermosa figura, su cabello, en verdad era linda, sin embargo si algo entendía era que eso no era lo que hacía especial a akeno a sus ojos, porque él no valía nada en el mundo, era considerado la escoria de la escoria por los dioses que presenciaron sus actos en ese torneo, y aunque sus amigos no lo supieran él fue la causa de que las esferas desaparecieran, y eso fue un gran problema, y se quebraba al escucharlos insultar a la razón de dicha tragedia, sin saber que todo ese odio iba dirigido al saiyajin, pero todo ese dolor que siempre le atormentaba dejó de alguna manera ser tan doloroso desde que la demonio había llegado a su vida.

-¡e-espera!.-- se escuchó una voz delicada y femenina, bastante alterada y agitada.- p-por favor detente, para!.-- se escucharon los gritos cada vez más cerca.

el sufrimiento que comenzó a invadirle fue interrumpido por la voz de la chica, y se levantó de golpe, el sudor empapado en su frente daba indicios de que una vez mas el castigo no le abandonaría, sin embargo esa voz le impidió que pasase a mayores.

se levantó y observó un poco alejado lo que parecía ser una manta blanca que navegaba por el aire siendo arrastrada por la brisa que había en ese momento, dio un fuerte salto y la atrapó la suave prenda entre sus manos.

descendió de los aires y observó con más detalles el objeto, sintiendo su suavidad, percibiendo su aroma, parecía que la persona que la tuviera en sus manos poseerá las características de un ángel, un alma muy pura.


escuchó unos pasos acelerados junto a una respiración agitada, giró para ver quien generaba el sonido y se encontró con ella.

era rubia, sus ojos verdes daban la impresión de ser esmeraldas y no pudo evitar presar atención en la energía que desprendía su alma, supo que en ese planeta no se había encontrado con algo similar y no pudo evitar conectar miradas con la chica.

- gra-gracias a dios...-

exclamó antes de caer inconsciente.








fin del capitulo 10





bien gente espero que les haya gustado, y perdón por la demora pero los que me siguen deben saber que estoy ocupado con la historia de gokú en nnt y por esa misma razón y otras personales no he podido actualizar este fic, así que mil disculpas.


si les ha gustado no olviden votar y comentar, así me entero de que en verdad les gusta la historia y seguiré actualizando lo más rápido posible.

una vez mas espero que se encuentren bien y sobre todo... gracias por leer.

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