Capítulo 06
Katsuki había abierto sus escarlatas por un segundo con sorpresa, para entonces lanzar un chasquido de lengua y patear una piedra. — ¡¡Como si pensara esperarte, estúpido Deku!! —gruñó con un sonrojo evidente sobre sus pequeñas mejillas, acelerando el paso.
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Vacaciones lll
¡Es hora de la aventura!
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Un pequeño pecoso corrió hacia el interior de la cabaña en busca de su madre, pero grande fue su sorpresa cuando divisó la cabaña vacía.
Posó sus ojos sobre la puerta trasera, dando directamente al jardín y escuchando la constante risa de tía Mitsuki.
Ante ello, sus pequeños pies se movieron solos y ya era cuestión de tiempo para cuando se hallaba corriendo en dirección al jardín.
— ¡Mamááá! —exclamó con emoción y muy sonriente, corriendo hasta ella y envolviendo sus brazos en las piernas de su madre.
Fue entonces que Inko observó los grandes ojos de su hijo mirarle desde abajo.
—Kacchan y yo queremos ir a tener una aventura en el bosque... ¡Y capturar piedras bonitas y lombrices! —exclamó el pequeño Izuku extendiendo sus brazos.
Inko sonrió divertida ante ello. —Muy bien cariño, solo no se alejen demasiado. —respondió mientras acomodaba una canasta sobre la mesa de fuera. —Ah, ten. Que se diviertan. —añadió entregándole una pequeña red con mango que servía para capturar tanto insectos como pequeños peces del río.
— ¡Sí, se lo diré a Kacchan! —exclamó Izuku contento comenzado a correr con su nueva herramienta mágica y misteriosa en sus manos.
— ¡No tan rápido, pequeño! —exclamó Masaru tomándolo de los brazos para alzarlo por los cielos y sentarlo sobre la misma mesa en donde Inko acomodaba las cosas.
Fue entonces que de sus bolsillos, el castaño sacó un silbato rojo para posicionarlo con cuidado sobre su cuello. Así, alzó su dedo índice mientras observaba a Izuku sentado sereno. —Si algo llegase a ocurrir, tú sopla y sopla el silbato todas las veces que puedas. Vayan con cuidado. —añadió. —Sé que es bueno que exploren, pero el bosque no es como el jardín de niños, por lo que será bueno solo caminar por la redonda y no adentrarse demasiado, ¿está bien? —inquirió Masaru.
— ¡Sí, está bien! —exclamó Izuku sonriente mientras daba un pequeño salto para retomar su carrera. — ¡Le diré a Kacchan! —agregó alejándose, esta vez con un pequeño silbato colgar de su cuello.
Mitsuki miraba divertida la escena, para entonces hablar. —Estoy segura que esos dos se meterán en algún lío, en cuanto acabe de ordenar aquí, iré con ellos.
—Esa es una muy buena idea, creo que es lo mejor que podrías hacer, cariño. —añadió el castaño sonriente.
{...}
Se adentró al bosque en la misma dirección que recordaba por donde había caminado Katsuki, y luego de cortos minutos, observó cómo el rubio ceniza le esperaba pacientemente apoyado en contra un árbol.
Al verle ahí, sereno, Izuku no pudo evitar sonreír abiertamente.
— ¡Ah, me estabas esperando! ¡Gra—
Bakugou frunció su pequeño entrecejo y giró su rostro a un lado con su musculatura tensa.
Pero aquellas esmeraldas se habían cruzado en su campo visual con rapidez, ya que el pequeño Izuku se había ensimismado sobre él con admiración y felicidad.
En ese momento, aquellos ojos camines parecieron titubear.
— ¡Por supuesto que no! —exclamó, alzando su mano para darle un pequeño empujón, retomando su propio espacio personal.
Izuku parpadeó ante aquel acto para entonces mirarle con curiosidad. — ¿Entonces qué haces aquí, Kacchan? —inquirió, girando levemente su cabeza hacia su hombro derecho, demostrando aparente confusión e inocencia.
Los ojos carmines de Bakugou se abrieron por un segundo con gran duda para entonces observar hacia todas direcciones.
Sí, toda dirección a excepción de aquel rostro pecoso frente a él, expectante.
Su mano se deslizó tras su nuca dubitativo, pensando en qué responder. —Yo, estaba aquí porque... —
Acabó negando con su rostro para lucir su entrecejo aún más fruncido que inicialmente. — ¿¡Por qué tendría que darle explicaciones a un estúpido Deku!? —exclamó golpeándole suave con su dedo índice sobre la frente del pecoso, para comenzar a caminar.
— ¡Auch! —exclamó Izuku, al instante en que observaba al rubio perderse en el camino. Aún sobando su frente, apresuró su paso para no perderse. — ¡Ah, espérame Kacchan! —exclamó corriendo tras él.
Y durante la caminata, la suave voz de Izuku se dedicó a informar.
—Mamá dijo que no nos alejaramos demasiado, y tío Masaru me entregó este silbato, él dijo que si sucedía algo yo debía soplar, soplar y ¡soplaaar! —añadió emocionado mientras alzaba sus manos hacia el cielo. — ¡Ah, como el lobo de los tres cerditos, Kacchan! —añadió sonriente dando pequeños saltos tras el rubio.
— ¿Ehh? —soltó Katsuki sonriente, dándole exactamente igual todas las indicaciones que acababa de escuchar de parte del pecoso. —De todas formas, ¿te has adentrado alguna vez en un bosque, Deku? —inquirió el rubio observando con interés cada fuente de vida que se encontraba a sus alrededores.
Como aquellos árboles de corteza gruesa y de colores oscuros, aquellas enormes hojas alargadas que desprendían de los árboles e incluso, las pequeñas hormigas que se esforzaban en escalar cada uno de los árboles.
¿Acaso ellas querrían llegar a la copa de los árboles y observar el paisaje?
Esa era una de las preguntas que surgió en Katsuki en cuanto las divisó escalar.
Pero Izuku negó con suavidad tras él. —No, es mi primera vez aquí. ¡Es por eso que estoy muy emocionado, ¿sabes?! —añadió contento. — ¿Qué hay de Kacchan?
Katsuki inhaló aire en sus pulmones, demostrando una actitud orgullosa y satisfecha. —He estado un par de ocasiones aquí, pero es la primera vez que me puedo escabullir sólo, la vieja ya no salió a perseguirme como siempre, ¡así que ya estoy grande! —exclamó con orgullo, lanzando aire pesado a por sus narices al mismo tiempo que sonreía abiertamente.
Una enorme sonrisa nació del pequeño Izuku para cuando escuchó aquello, posteriormente, levantó sus puños con emoción. — ¡¡Uaaaah, eso es sorprendente, Kacchan es genial!! —exclamó con sus esmeraldas brillantes.
Ahora mismo la silueta de Kacchan para Izuku era como el sol, lleno de liderazgo y genialidad que definitivamente, no dudaría en seguir.
Así mismo fue, como se había distraído lo suficiente para olvidar por completo las indicaciones de su madre.
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¡Hola!
Vengo a autocorregirme, ya que, teniendo en cuenta que cada actualización debe ser cortita, puede que me salgan incluso más de 5 partes de vacaciones ><
¡Por cierto, gracias por leerme! Me sorprendió mucho que a pesar del tiempo hubieron personitas que me dejaron su huellita en la actualización anterior.
¡Muchas gracias por eso! Siempre los estoy leyendo gustosa.
Y como una disculpa por mi ausencia les traigo doble actualización, ¡nos leemos!
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