Ah mierda, siento un peso en mi pecho, debe ser porque estoy durmiendo boca abajo, pero la sensación de que hay alguien detrás de mi es abrumadora, no soy un cobarde así que me di la vuelta y...¿Que cárajo hace un tipo en mi habitación?, y extrañamente se ve muy atractivo.

Alto, y su cuerpo tan definido, se acerca a mi gateando sobre mi cama, y a medida que se acerca puedo notar su cabello negro y sus intensos ojos azules oscuros como las profundidades del mar, llenos de lujuria, invitándome a caer en su trampa con una sonrisa tentadora.

Cárajo, no puedo evitarle, no puedo darle un un puñetazo o mandarle a Yomotsu, es como si me estuviera controlando con sus labios, que no dejan de besarme con lujuria, y yo por mero impulso accedo con una sonrisa socarrona.

Me envuelve, pero, como es que se me ocurrió alejarlo, esto se siente tan bien, por que no divertirme tranquilamente, después de todo, estoy en mi templo, hago lo que se me de la gana acá.

El juego de nuestras lenguas es tan intenso que no me detengo a pensar quien es, como entró a mi habitación, si tan siquiera es humano, pues el deseo que me hacía sentir en ese momento era tan inhumano.

En un momento nuestros cuerpos chocaban con frenesí sobre nuestras ropas, sentía su masculinidad frotándose contra la mía, era tan delicioso, y lo caliente que me sentía, ¡mierda! que maldito deleite.

Decidí entre abrir mis ojos y...como si la realidad me golpeara, un sentimiento de inquietud me empezó a molestar, los atractivos ojos de aquel joven eran completamente negros.

Traté de reaccionar, de empujarlo, pero nuevamente ese dolor en el pecho hizo que me retorciera, por lo que aquella cosa aprovechó para acostarme completamente y Amarrarme con lo que parecía...¿Humo?, maldición, seguro bebí demasiado, pero aquello se sentía tan real y en realidad, ya comenzaba a desesperarme.

Traté de forcejear con el humo que me ataba, pero era como si estuviese luchando con una camisa de fuerza venida del inframundo. Me concentre demasiado en liberarme que aquello me había desnudado de cintura para abajo, quitándome la única prenda que me cubría, mis adorados boxers.

Y antes de que abriera mi boca y comenzara a decirle un montón de cosas, ese ser me penetró...

Un dolor me desgarró en el interior, me sentí tan sumido, y mis ojos se cristalizaron, sentía mi rostro arder y sin poder evitarlo miré suplicante a lo que sea que me estaba tomando.

Al parecer eso le divertía, y mucho, porque en cuanto me vio, sonrió tan dominante y comenzó a embestirme sin piedad alguna, y no podía hacer absolutamente nada. Me sentía mal, pues nunca era el de abajo...Pero...¿Saben que?, llamenme masoquista, porque aquel dolor que sentía, empezó a ser bueno.

Oh mierda, y valla que se sentía muy bien.

Luego cuando ese ser terminó, me dejó tan cansado que, no pude evitar ir cerrando mis ojos lentamente oyendo por ultimo:

"Adiós Deathmask".

****

Bueno, espero les haya gustado, el Fandum que utilicé fue el de Saint seiya, y las palabras del relato fueron 497 en total uwu, sin más que decir, hasta pronto n.n/