Me desperté bruscamente, un grito atrapado en mi garganta, estaba completamente agitado por el horrible sueño que había tenido, temblando rodee mi cuerpo con mis brazos buscando algún consuelo. Aún podía sentir la asfixiante sensación que provenía de la oscuridad, escuchar los llantos desesperados que no obtuvieron ninguna respuesta... La locura que empieza a consumir a una frágil mente.

—V-vaya, hace mucho que no tenía un sueño así—tomando grandes bocanadas de aire intento normalizar la respiración apresurada tras aquel sueño recurrente. No le agradaba el tener esa clase de sueños, que más que eso parecían pesadillas pero no podía quejarse mucho bien sabia el que su versión Fell tenía algunos aun peores, aprendido tras pasar noches enteras despierto a su lado sin tener éxito en su tarea de hacerle descansar.

Observo la hora en su reloj de estrellas, las cuales brillaban en la oscuridad de su habitación marcando las once de la noche. Aquel artefacto había sido un regalo por parte de su mejor amigo Gloom, ese despistado esqueleto del cual se había enamorado hace tanto tiempo y aun no se atrevia a confesarse...de nuevo, pues este siempre confundía sus palabras mandándolo a la tan temida friendzone como decía siempre burlón Pib.

Suspirando ante sus pensamientos pesimistas, decidió mejor tratar de pensar en que harían mañana ellos dos en su cita... a la cual el menor había invitado a su primo Freshy diciendo que tres serian mejor, no le desagradaba la presencia del hijo del creador pero le molestaba que otra vez hubieran malinterpretado sus intenciones, pensó que esta vez había sido lo suficientemente claro para que se notara que él quería salir como algo más que amigos.

De enserio, quería que esto acabará de una vez.