★ 彡 O4: Niño

Tenía sueño, tareas por hacer y trabajos grupales que aún faltaban coordinar; quería ir directamente a mi casa y dormir por lo menos tres horas, sin embargo, heme aquí, en un autobús con rumbo a la casa de TaeHyung, pues sabía de antemano que estaba enojado por lo ocurrido el día de ayer, además de que le prometí que iría a verlo para buscar nombres para nuestro bebé.

Mi cabeza golpeó la ventana del transporte por quinta vez y entonces abrí mis ojos por completo, percatándome de inmediato que solo faltaban unas cuadras para llegar a la parada en la que me bajaría.

Me levanté lentamente y tomé mi mochila para posteriormente colgarla en mi hombro.

El autobús se detuvo en la parada indicada y bajé entre bostezos, pues desde que comencé a trabajar mis horas de sueño se habían reducido y ahora solamente dormía, a lo mucho, cuatro horas y media.

Caminé con lentitud y con los audífonos a todo volumen, pues sabía que si los utilizaba en algún tono bajo, iba a terminar por dormirme.

Llegué a la casa de TaeHyung en menos diez minutos y sé que hubiera estado cinco minutos antes frente a su puerta si es que mis pasos no hubieran sido los de una tortuga. Toqué el timbre poco después de haberme quitado los audífonos y esperé unos segundos antes de ver a la sonriente madre de mi novio delante de mí. Ella de inmediato me invitó a pasar.

— Pensé que hoy tampoco vendrías, querido.— me dijo en un tono tan dulce y bajo que en ningún momento lo tomé como un regaño o una acusación.

— Lo siento.— susurré, a pesar de saber que la señora Kim era una dulzura y que en ningún momento me estaba sacando en cara nada.

Ella iba a continuar hablando y yo, gustoso, iba a seguir escuchando y contestado, de no ser que al entrar a la sala de estar me encontré a TaeHyung y a MinHo conversando de lo más tranquilos y alegres.

— HoSeok.— susurró mi novio al verme, en cambio, su acompañante solo giró los ojos y bufó.

— N-no sabía que estabas...

— Lo siento, HoSeokie, me olvidé mencionarte sobre la visita de TaeHyung.— la señora Kim me miró algo apenada, pero preferí restarle importancia y dedicarle una sonrisa cálida.

— No se preocupe, voy a esperar a que Tae terminé de conversar con su amigo.— miré de reojo a mi novio y este solo se mantuvo serio.

La señora Kim se retiró con la promesa de que traería algunas galletas muy deliciosas que su esposo había comprado el día anterior y con una sonrisa que parecía que no se iba a borrar por nada del mundo.

Tal y como dije, me quedé de pie en la entrada de la sala de estar, viendo a TaeHyung directamente e ignorando por completo a MinHo, quien no dejaba de hacer bromas o contarle experiencias chistosas, que había vivido en la universidad junto a otros compañeros, a Tae. Mi novio estaba demasiado entretenido y aunque suene algo egoísta, en este preciso momento quería estar solamente con él y hablar sobre nuestro pequeño.

— Yo recomiendo que lo llamen Yusung si es niño.— MinHo comentó de repente y eso fue suficiente para que saliera de mis pensamientos.

— Es un bonito nombre.— lo alentó mi novio. De inmediato fruncí mi ceño y traté de darle a entender a TaeHyung que ese simple comentario me había enojado, pero él solamente sonrió y me miró con algo de descaro... y ahí fue cuando lo entendí.

— A Taemin y a mi nos gusta mucho ese nombre y pen...

— TaeHyung, tenemos que hablar.— dije sin importar mucho la seriedad o el enojo reflejado en mi tono de voz.

— Estoy ocupado, HoSeok.— dijo con simpleza, restando importancia a mi petición y hasta a mi presencia.

MinHo sonrio y entonces me sentí fuera de lugar y hasta algo humillado. Yo estaba haciendo todo lo posible para estar aquí, tenía sueño y estaba seguro de que la expresión de mi rostro era una de total cansancio y aún así, a pesar de todos los sacrificios, TaeHyung no me estaba valorando y todo por un simple capricho.

— TaeHyung, debemos de hablar o de lo contrario, no pienso quedarme más tiempo aquí.— fui directo y poco me importó interrumpir a MinHo y a sus anécdotas ridículas.

Tae me miró con seriedad y hasta incluso, algo de enojo, pero con las pocas horas de sueño, el cansacio y el estrés encima poco me importó.

— ¡Traje galletas! — la señora Kim llegó con una bandeja llena de galletas y cuando se percató de la tensión en la que nos encontrábamos supo de inmediato que algo había acontecido en su ausencia. — ¿Sucedió algo? — susurró algo sorprendida.

TaeHyung se levantó en respuesta e ignoró por completo a su madre, emprendiendo camino escaleras arriba. Lo tuve que seguir de mala gana y solo cuando llegamos a la segunda planta fui capaz de llamarlo y tratar de detenerlo. Sin embargo, él se hizo el de oídos sordos y continuo caminando, hasta que llegamos a su habitación y entramos. Dejé mi mochila al lado de la puerta y esperé a que me dijera algo, pero no lo hizo, por lo que tuve que empezar.

— TaeHyung, tu comportamiento no me está gustando.— fui sincero. Tae se sentó en su cama y se cruzó de brazos.

— ¿Qué no te gusta? No te entiendo.— se hizo el confundido y eso es lo que menos me gustaba. Estaba comportándose como un niño.

— Sé lo que estás tratando de hacer.— me mantuve firme y también me crucé de brazos.

— No te entiendo.— volvió a repetir.

— No te hagas el tonto, Tae, sé lo que tratas de hacer y de antemano te voy diciendo que no va a funcionar.

— Dime, HoSeok, dime qué es lo que estoy tratando de hacer.— se colocó de pie y me enfrentó, y por un momento, me sentí intimidado, a pesar de que le sobrepasara por casi cuarenta centímetros.

— Tú lo sabes, TaeHyung, tú bien lo sabes.— susurré.

TaeHyung frunció su ceño y sentí que se estaba alterando, algo que no era tan bueno en su estado.

— Dilo de una buena vez, HoSeok, no te quedes callado y finjas que no pasó nada, cuando en realidad sí ha pasado algo.

Entonces fue que explote. No quería hacerlo, estaba evitándolo, pero el cansacio mental y físico me llevó al borde.

— Vine hasta aquí por ti, para verte y tú no estás valorando mi esfuerzo.— dije un poco más tranquilo, aunque manteniendo en todo momento mi firmeza.

— ¡Yo te estaba esperando ayer, estaba emocionado, incluso había marcado algunos nombres para nuestro bebé y preferiste largarte con tus amigos! — TaeHyung ya se había alterado. Maldije por lo bajo.

— P-pero estoy aquí.— susurré por lo bajo.

TaeHyung se quedó callado al escucharme y simplemente suspiró, creo que ya se había dado cuenta de lo alterado que se encontraba.

— Solo véte.— susurró.

— TaeHyung, tenemos que solucionarlo, no puedes comportarte de esa manera solo...

— ¿Qué? — me miró más que indignado y entonces me golpeé mentalmente.— Yo no estoy exagerando nada, HoSeok, si es lo que estás tratando de decir.

— ¿Eso es lo que crees? — sugerí con poco tacto. TaeHyung asintió, todo altanero y yo, solamente traté de controlarme, pero no lo logré.— Puede que no hayas exagerado, pero te comportaste como un niño al tratar de sacarme celos al traer a tu amiguito aquí y pedirle una opinión sobre algo que solo nos concierne a nosotros, porque tú bien sabes que el nombre de nuestro bebé o todo lo que tenga que ver con él solo es un tema de ambos, no de terceros o cuartos.

Fui muy firme y directo, y estoy seguro que eso fue lo que más enojó a TaeHyung, en especial porque se dio cuenta que había cometido un error.

— Lárgate.— me susurró después de unos minutos en silencio. No contesté.— Vete, HoSeok... — su voz demostraba todo el rencor y enojo que lo embargaba y por más que quise quedarme, pues sabía que también había hecho mal, no lo hice. No me quedé, solo tomé mi mochila y salí de su habitación, al igual que de su casa.

La señora Kim me llamó, trató de detenerme, pero no lo logró y creo que si lo hubiera hecho, no me hubiera comportado de la mejor manera, pues ahora estaba enojado y frustrado conmigo mismo.

Tomé el autobús a casa y en esta oportunidad no logré cerrar los ojos en ningún momento, ni siquiera cuando llegué a casa y me acosté en mi cama. Tal parecía que el sueño que sentía hace una hora atrás se había esfumado por completo de mi sistema y ahora, mientras mis ojos estaban más que abiertos, reflexionaba sobre mis palabras. Definitivamente había hecho mal y por más ganas que tenía de hablar con TaeHyung y disculparme, sabía que no era el momento indicado.







Regresé, bebés y aunque piensen que esto es puro relleno, en realidad no lo es, porque aquí es donde comienza los puntos claves que da comienzo, en sí, al drama y a la historia.

Gracias por leer y esperar. ♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top