★ 彡 17: Alterado
HoSeok
— Y esta es de cuando le colocamos su vestido de Elsa. — dije con mucho orgullo, mientras le iba enseñando todas las fotos de mi hija a JiMin. — ¡Oh! ¡Oh! Mira esta de aquí, se ve aun más bella que con el vestido anterior.
JiMin me sonrió, pasando una a una las fotos que le había tomado a SeolHyun a lo largo de estos tres meses.
— Es muy preciosa, Hoseok. —me dijo mi amigo. — ¡Oh, todavía tienes la foto de cuando nació!
Sonreí orgulloso, viendo la foto a la que había llegado JiMin; era una de SeolHyun cuando aún se encontraba dentro del hospital.
— Tengo muchas fotos de ese día, incluso de TaeHyung, pero él me prometió que no se las enseñaría a nadie.
Era cierto, tenía fotos de TaeHyung en el hospital e incluso, dándole de lactar a SeolHyun, pero cuando él se enteró que las tenía y sobre todo, que no salía muy bien, me hizo jurarle que no se lo mostraría a nadie, y así lo haría.
JiMin me entregó mi celular poco después, alegando que mi hija era muy bella, que incluso podría inscribirla a un concurso de belleza apenas creciera un poco más.
— TaeHyung me mataría si hago algo parecido a eso. — dije con mucha convicción, pues era obvio que mi novio me mataría si expongo a mi única hija a uno de esos "concursos arreglados y denigrantes" según él.
— Por cierto, me estabas diciendo que TaeHyung se reintegrará a la facultad de medicina el siguiente año. — asentí.
— Sí, el siguiente año comienza un nuevo semestre y TaeHyung tiene la oportunidad de volver a integrarse en la universidad y terminar sus estudios. — guardé mi celular dentro de mi mochila mientras le iba explicando a mi amigo sobre la gran noticia que TaeHyung me dio hace dos semanas.
— ¿Y qué pasará con SeolHyun? — preguntó mi amigo bajito. Hice un mueca, de clara inconformidad ante aquella pregunta.
El cuidado de SeolHyun era un tema muy delicado para mí, pues no quería que mi hija creciera sin la presencia de sus padres. Sin embargo, sabía que TaeHyung también quería crecer profesionalmente y yo no era nadie para negárselo o prohibirle tal cosa. Habíamos hablado sobre el cuidado de SeolHyun, él me había asegurado que sus padres estaban de acuerdo con apoyarlo y cuidar de la bebé mientras él estuviera en sus clases, pero no quería ser un aprovechado y mucho menos darle una razón más al señor Kim para que me odie.
— Aún lo estamos hablando. — dije, aunque mis pensamientos fueran otros.
— ¿Tuvieron una discusión? — me preguntó. Quise decirle que no, pues en realidad no fue una discusión en sí, pero la expresión en mi rostro hablaba por sí sola. — Sí la tuvieron. — afirmó mi amigo.
— A veces siento que me conoces mucho más que JungKook. — le dije en broma. Él rio, sin tomarle mucha importancia a la mención que hice sobre su ex novio. JiMin ya lo había superado, según me había contado, por lo que no tenía problema en hablar sobre él o sobre su relación.
— ¿Qué te puedo decir? — dijo con aires de grandeza. — Soy muy bueno en esto.
Reímos juntos y aunque quise contarle mis inquietudes con respecto al cuidado de mi hija, finalmente decidí preguntarle por su relación con Min YoonGi.
— Estamos bien. — me contestó y aunque tal vez sonó mi cortante, el suspiro y el brillo en su mirada me dijo que en realidad estaban muy bien. — YoonGi me invita a salir todos los días que no tengo tareas que terminar y finalizamos con una película en su casa. Me gusta mucho. — me confesó, aunque eso ya lo supiera y él lo demostrara.
— Te lo mereces, JiMin, tú realmente te mereces una bonita relación como la que tienes al lado de YoonGi. — JiMin asintió, aún perdido, quiza, en sus pensamientos.
[★ 彡]
La mayor parte de la tarde y noche me la pasé corriendo y pensando en la asignatura que me dejó el profesor de Historia universal de la danza, tenía que ir a una biblioteca mañana a primera hora y empezar a recolectar información sobre el tema, pues cuando acudí a internet en busca de información hallé solo lo básico, mas no lo necesario.
Basta con decir que termine exhausto y con una Sprite en manos, que SunMi me descontaría.
— ¡Pero qué tierna que es! — gritó mi jefa, llamando la atención de mis compañeros, a quienes les tocaba hoy limpiar el lugar. — ¡Oww, me encanta! — gritó nuevamente. Yo ya estaba acostumbrado a sus gritos, por lo que solo tomaba con tranquilidad de mi Sprite, mientras ella admiraba más fotos de SeolHyun que tenía en mi celular. — ¡Ay, me dan ganas de tener hijos! — volvió a gritar.
— Es lindo, pero algo muy estresante cuando no estás preparado y no me refiero a lo económico. — le quité mi celular apenas comenzó a mencionar la sola idea de comprar prendas y zapatitos para bebés.
— ¿Qué estás tratando de decir, niño irrespetuoso? — me gritó, golpeando ligeramente mi hombro. — Yo me encuentro más que lista para tener hijos, tengo lo económico y la capacidad suficiente para educar bien a un niño.
Rodeé los ojos y finalmente me coloqué de pie, llevándome mi lata de Sprite conmigo.
— Nos vemos mañana, jefa. — le dije apenas antes de caminar hacia la cocina del restaurante, en dirección a los casilleros, que se encontraban al lado de la puerta trasera del lugar.
SunMi comenzó a gritar que era un tonto y demás cosas, para finalmente tranquilizarse y desearme bonita noche por igual.
Mis pies me dolían demasiado por lo que me quité los zapatos de vestir con lentitud y me coloqué mis zapatillas de la misma manera. Al tomar mi mochila y cerrar mi casillero por fin salí del lugar.
No dudé ningún segundo en tomar un taxi para ir a la casa de TaeHyung, pues me había tardado al tomar esa Sprite y darme un descanso en vez de salir corriendo. Al estar frente a la casa de mi novio, bajé del auto y pagué al conductor, deseándole una bonita noche cuando él lo hizo.
La señora Kim fue la que me abrió la puerta y me tendió un plato de galletas, que TaeHyung le había pedido minutos antes de que yo llegara.
— Llévaselos y ten cuidado al entrar. SeolHyun no ha dormido muy bien hoy y por fin TaeHyung ha logrado hacerle dormir, así que no seas tan ruidoso. — me suplicó. Le sonreí a modo de respuesta.
Lo último que haría sería interrumpir el sueño de mi princesa y sobre todo, alterar a TaeHyung, pues bien sabía que mi novio no era el mejor calmando a la niña, incluso había veces en las que se desesperaba.
Subí con mucha lentitud las escaleras y al estar en el segundo piso me dirigí hacia la habitación de TaeHyung, la cual solo toqué una vez antes de entrar por completo. Pensé que TaeHyung me recibiría con un "shh", pero ni siquiera me recibió, pues estaba durmiendo con la bebé en el centro de la cama.
Me sorprendí, pero finalmente sonreí. La habitación no estaba tan limpia como los otros días, por lo que tuve mucho cuidado con presionar o pisar algún juguete de SeolHyun y que este hiciera ruido innecesario. Solo al llegar a la cama de mi novio pude respirar con tranquilidad y finalmente dejar el plato de galletas en la pequeña mesita que se ubicaba al lado de su cama.
— Son tan lindos. — susurré, acariciando la mejilla regordeta de mi hija, quien se removió apenas y ocasionó que mi novio abriera los ojos en par.
— ¿H-Hoseok? — murmuró entre dormido, reincorporándose con mucha lentitud y cuidado de que la bebé se levantara. — ¿Qué haces aquí? — preguntó, soltando un bostezo silencioso.
— Te dije que vendría hoy. — le informé.
Taehyung frunció su ceño, parecía que me iba a dar la contra, pero finalmente asintió, comenzando de esa manera a restregar sus ojos.
— S-se me debe haber pasado. — dijo después de otro bostezo. — La bebé estuvo llorando gran parte del día y ni siquiera tuve tiempo de darme una ducha o ver los mensajes de mi celular.
Taehyung realmente se veía muy cansado, las ojeras y bolsas debajo de sus ojos decían mucho, al igual que su cabello alborotado y su ropa sucia.
— No te preocupes, cariño. — susurré, extendiendo mi brazo para así acariciar su mejilla.
Taehyung me sonrió apenas comencé a acariciarlo, sabía que en estos momentos mi hija no sería la única que quisiera mimos, pues mi novio más que nadie merecía un poco de cariño y sobre todo, de un momento para él mismo, como sus padres habían dicho hace unas semanas atrás.
Iba a acercarme y deja un beso sobre sus labios, cuando de repente el llanto de SeolHyun nos sorprendió. Taehyung frunció su ceño y en sus ojos pude ver la desesperación, el miedo y finalmente el llanto acumularse.
— Yo la atiendo, cariño. — lo tranquilice, aunque él pareciera a punto de estallar. — Tú ve a darte una ducha relajante. — le sonreí y tomé entre mis brazos a la pequeña SeolHyun.
— ¡Lo ves! — me gritó, alterando un poco a la nena. — Eso es a lo que me refiero exactamente. No ha dejado de llorar, se despierta de la nada y cuando le acerco a mi pecho no hace nada más que morderme. — se quejó. Lo entendía en parte, pero no entendía por qué estaba tan alterado.
— Amor, ve a darte una ducha. — le pedí nuevamente. Taehyung frunció su ceño apenas terminé de mencionárselo y tras soltar un bufido se dirigió a la ducha. — Mami solo está un poco estresado. — le susurré a mi pequeña después de que TaeHyung cerrara la puerta del cuarto de baño con violencia.
Tengo otros dos capítulos, pero tengo que recuperar uno de ellos, así que probablemente en la noche los suba uwu.
¿Alguien se está dando cuenta de lo que le pasa a TaeHyung? 🤔
Nos vemos ♥
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