A pesar del embarazo, TaeHyung caminaba demasiado rápido, tuve que correr para alcanzarlo y evitar empujar a alguien en el proceso, pues el hospital no solamente estaba lleno de embarazadas o embarazados.

— TaeHyung, te lo puedo explicar.— dije apenas tomé su muñeca. Él me miró con total burla, parecía querer reírse, pero lo conocía bien y sabía que le había hecho daño.

— ¿Qué rayos piensas explicar, que te encontraste con la chica que casualmente estaba enamorada de ti en secundaria y que fuiste tan buen samaritano, como aquella vez, y recibiste su maldito número telefónico? — Tae se encontraba demasiado eufórico y no de la mejor forma, pues sus gritos alertaron a todos, incluso algunas enfermeras se habían detenido al ver su estado y nuestra "pequeña" discusión.

— TaeHyung, no es así, te lo juro. Ella...

— ¿Ella qué? ¿Te habló quizás de como sus amigas se burlan de mi situación?

Negué de inmediato, a pesar de que fue una mentira.

— TaeHyung, tienes que tranquilizarte, ya que le puede hacer daño a nuestro bebé.

TaeHyung frunció sus labios y al parecer lo entendió, pues se alejó de mi tacto y me miró lleno de enojo.

— Vete al demonio.— susurró antes de emprender camino lejos de mí, para ser exactos, hacia la señora Kim, quién estaba caminando en nuestra dirección con dos envases de café o lo que sea.

La señora Kim parecía algo extrañada, incluso cuando TaeHyung pasó por su lado y le indicó que se iban. Ella me miró por un lapso de cinco segundos antes de seguir a su hijo. Yo solo maldije por lo bajo y reprimí las ganas que tenía de seguirlo y explicarle cómo habían sucedido las cosas.

Tuve que regresar a casa con los latidos de mi bebé en mente, pues aquello era lo único que me mantenía un poco alegre y lejos de toda la tortura mental a la que me estaba sometiendo.

Mamá y JiWoo fueron las primeras en acercase al verme llegar y preguntar por el sexo del bebé.

— Más te vale decirme que será una niña, porque le aposté cincuenta mil wons a papá a que era una nena. — JiWoo parecía más emocionada que mi madre, pues hasta había incluido dinero en el asunto del sexo del bebé.

— TaeHyung y yo hemos decidido que el sexo del bebé se quedará en misterio hasta su nacimiento.

JiWoo borró su sonrisa del rostro y luego maldijo por lo bajo, siendo reprendida por mamá al instante, para luego alejarse y subir las escaleras.

— No te ves emocionado, hijo.— mamá me conocía demasiado bien y en estos momentos eso era lo que más quería evitar.

— Estoy bien. — mentí. No quería que mamá se enterara de los problemas que mantenía con TaeHyung, creo que ya estaba demasiado grande como para solucionar mis problemas sin tener que meter a terceros en estos.— Escuchamos los latidos del bebé, son muy fuertes y claros.

Sonreí apenas al narrar aquel suceso y al parecer eso le bastó a mamá para creerme, pues me sonrió por igual y asintió, comentando que ocurrió algo parecido conmigo.

Comencé a subir las escaleras poco después que mamá terminó de contarme una de sus anécdotas de cuando estaba embarazada de mí.

Por más que le mandé muchos mensajes a TaeHyung y lo llamé tantas veces como pude, él no contestó y tampoco se dignó a escribirme.

Traté de hablar con NamJoon, después de mucho tiempo, en un intento de preguntarle por el estado de mi novio, pero solo me dejó en visto.

[★ 彡]

Terminé de limpiar una de las mesas que ya había sido desocupada y al reincorporarme, volví a ver mi teléfono, esperando encontrar algún mensaje de TaeHyung, incluso de NamJoon, a pesar de que este solo me insultara.

Nada de nada. No encontré mensaje alguno o llamadas pérdidas, por lo que tuve que volver a guardar mi móvil y dirigirme hacia la cocina, en donde había otra orden que llevar.

SunMi era una buena chica, pero a veces me explotaba demasiado.

Terminé de entregar el platillo, deseándole al comensal que disfrutara su comida. El señor me sonrió y posteriormente pasé a retirarme.

Volví a mirar mi teléfono media hora después y agradecía constantemente en mi mente que tenga un trabajo y unas tareas en las que pensar, pues de lo contrario seguiría insistiendo en llamar y mandar mensajes a TaeHyung o de lo contrario, viendo mi teléfono cada dos minutos.

Al terminar mi horario, decidí por ir a la casa de Tae. Teníamos que arreglar este asunto y no pensaba esperar otras 24 horas más.

[★ 彡]

Al llegar a la casa de Tae, me encontré con su padre, quien al parecer recién iba llegando del trabajo.

— Señor Kim, buenas noches.— dije a la par que corría para evitar que se adentrara a su vivienda sin verme.

— ¿Qué tiene de buenos si has venido a arruinarlo? — preguntó el padre de mi novio, seguía sin caerle del todo bien.

— Y-yo vine a ver a TaeHyung. — fui directo y respetuoso.

— Eso es obvio, grandulon, ya que no creo que estés aquí para saludarme a mí.

El señor Kim no esperó respuesta y pasó a su casa, sosteniendo la puerta para que yo también lo hiciera.

Me adentré con lentitud al lugar y algo temeroso, a pesar de ya conocerlo y haber entrado muchas veces.

— Evita discutir con él, por favor, mi hijo necesita tranquilidad en esta etapa y si no se la estás brindando es preferible que tú y él se separen y solo mantenga una relación de padres.

Abrí mis ojos en par al escuchar las palabras del señor Kim, en especial porque parecía muy convencido del "daño" que le causaba a su hijo.

— Y no me mires con esa cara llena de sorpresa, que sé muy bien por todos los problemas que pasan y del último percance que tuvieron en el hospital.

— Discúlpeme, señor Kim.— fui sincero.

— Tal vez no me caigas bien, ni siquiera te apruebo, pero eres el padre de mi nieto y la persona a la que ama mi hijo, así que lo único que me queda es aconsejarte para que todo les vaya bien.

Asentí y tras decir un leve "gracias" comencé a subir las escaleras.

Fue muy díficil dar dos leves golpes a la puerta de la habitación de mi novio, en realidad, siempre se me hacía difícil enfrentar a TaeHyung cuando el culpable de nuestras discusiones era yo.

— ¿Qué rayos quieres? — TaeHyung abrió la puerta y no me dejó pasar, solo se plantó delante de mí con su enorme vientre y me dirigió la mirada más desafiante que alguna vez pude haber recibido.

— Lo puedo explicar, TaeHyung, solo dame cinco minutos y prometo aclarar todo.

Se veía algo dudoso, pero al final asintió y se hizo a un lado, dejándome pasar.

Se sentó en la cama poco después de cerrar la puerta y yo solo me quedé de pie, pues en estos momentos no tenía el derecho de sentarme a su lado o siquiera, sentarme en su cama.

— Apúrate, HoSeok.

— Tae, solo me encontré con ella porque también está estudiando en la misma universidad que yo, fue por casualidad, JiMin se encontraba ahí, él te puede confirmar que no dijimos nada más allá de lo que se diría en un reencuentro de conocidos. — Tae se cruzó de brazos y poco después suspiró. — Enserio, TaeHyung, solo hablamos de cómo ella ingresó a la universidad, además me retiré cuando me mencionó a sus amigas y todo lo que...

— Te creo.— dijo con seriedad, interrumpiéndome.

— Espera, ¿Qué? — me sentí totalmente confundido, desde que TaeHyung se embarazó he comenzado a sentirme confundido y eso es porque ya no sé cómo sentirme al estar al lado de Tae. A veces él se pone frío o caliente o a veces ambos y no sé cómo controlarlo.

— Te creo, HoSeok. — dijo nuevamente con simpleza, para luego sonreírme y colocarse de pie.

— P-pensé que estarías más enojado conmigo.

Tae se encogió de hombros y luego se colocó de pie con algo de dificultad.

— Debo admitir que sí lo estaba, pero... — hizo un puchero y pronto las lágrimas se asomaron por sus lindos ojitos.— l-las h-hormonas me tienen m-mal... A... A veces t-tengo ganas de llorar y otras de reír, a... a veces te extraño y-y en otras te odio.— comenzó a hipar y no pude aguantarlo. Lo abracé y sentí como limpiaba sus lágrimas y mocos con mi camiseta, pero poco me importaba, ya que TaeHyung era muy especial para mí.

— Tranquilizate, cariño... — comencé a acariciar sus cabellos, pero él se apartó de un momento a otro.

— T-tú me hiciste esto, e-es tu culpa. — y entonces sus manos trataron de limpiar las lágrimas que corrían por sus mejillas, pero era un trabajo en vano, pues seguía llorando e hipando.

Se me hacía demasiado tierno verlo de esa forma, por lo que lo abracé sin importar que me golpeara unas cuantas veces, para luego rendirse.

Ese día Tae y yo nuevamente solucionamos nuestros problemas y me hizo prometerle que nunca lo volvería a embarazar de nuevo, pues odiaba los cambios de humor, ni él mismo se entendía y muchas veces yo tampoco. Solo me quedó prometerle aquello a cambio a recibir muchos besitos, cosa que él aceptó muy gustoso, colocándome a la vez una condición, la cual era no hablarle a MinHyun, condición que acepte, pues ella no me importaba, yo solo la veía como una conocida y nada más.

Podíamos tener problemas, pero lo que más me gustaba de nuestra relación es que no veíamos a estos como una amenaza hacia nuestro amor o relación, al contrario, lo veíamos como una prueba por la que teníamos que pasar para mejorar o así lo veía yo. TaeHyung y yo teníamos que mejorar y crecer, no solo como parejas, sino también como padres.

Hace más de un mes que no actualizo y lo siento, bebés, no hay excusas que dar, solo diré que la flojera me ganaba :'(

Espero que, como siempre, les guste este capítulo. Tal vez algunas vean que Tae se comporta mal o les de la idea, pero entiendan que nuestro bebito está embarazado y traer una vida al mundo no es fácil, no solo por el parto, sino por todo los cambios que conlleva (en el cuerpo de la persona que porta al bebé, también en su mente, en su vida, en todo.) Muchos de los embarazos son diferentes, a algunas personas las vuelve más felices, a otras más enojonas(?) O incluso, más sentimentales. Es díficil y lo único que trato es de plasmar todo lo que siente Tae, ya que él no estaba preparado para un embarazo a esa edad, pero lo está intentando y a la vez, sufriendo de todos los cambios de humor.

No lo odien, please, aún no, por lo menos.