★ 彡 31: Adiós
TaeHyung
El llanto de SeolHyun quedó en segundo plano cuando yo también comencé a llorar. Mi hija se aferraba a mi cuello, gritando muy cerca a mi oreja, mientras yo me aferraba a ella y dejaba salir las lágrimas en silencio. Ella permaneció en mis brazos por un largo rato, incluso me atreví a acostarme con ella en mi cama, comenzando a acariciar su rostro y cabecita mientras nuestras lágrimas fluían.
SeolHyun no dejó de llorar hasta que comencé a consolarla, solo en ese momento decidió cerrar sus ojitos, aún hipando y con las mejillas sonrojadas, y dormir. Me quedé admirándola por muchos minutos, que estaba seguro, se convirtieron en horas.
— Cariño, la cena ya está lista. — avisó mi madre, sin atreverse a entrar a mi habitación, cosa que agradecí, pues lo que menos quería era que me viera de esta forma. — Taehyung, ¿Quieres que te suba la cena? — preguntó tras no recibir una respuesta de mi parte.
Tuve tantas ganas de aceptar su propuesta, pero sabía que mi padre comenzaría a preguntar y no estaba listo para decirle que había terminado con HoSeok.
— Y-ya iré. — susurré, temiendo que no me escuchara del todo. Sin embargo, al parecer sí lo hizo, pues escuché sus pasos alejarse.
Dejé que mi hija durmiera en el centro de mi cama y antes de salir coloqué almohadas a su alrededor, para que evitar que se cayera. Tomé el intercomunicador y salí de mi habitación rumbo al comedor. Mis manos y piernas temblaban mientras iba bajando escalón por escalón, y siendo sincero, no sabía si mi cuerpo temblaba de temor por lo que dirían mis padres o porque había estado mucho tiempo llorando.
Iba entrando al comedor, mientras limpiaba las lágrimas de mis mejillas con mi mano, cuando la voz de mi madre me obligó a levantar la mirada. Ella estaba sentada en el lugar que sería de mi padre, pero eso no fue lo que me sorprendió, sino el hecho de que aún no había ningún plato servido.
— ¿Qué sucedió, TaeHyung? — me preguntó, su tono de voz suave.
Aparté la mirada de inmediato cuando me preguntó aquello y mordí mi labio inferior, sin saber qué hacer o decir. Ella ya sabía lo que había ocurrido, estaba seguro de que había escuchado todo, por lo que no había razón para darle una explicación.
— HoSeok se fue entre lágrimas y sé que no me incumbe lo que sucede entre ustedes, pero tantas discusiones no solo le hace daño a su hija, también a su relación. — se veía tan preocupada, que por un momento tuve muchas ganas de contarle todo lo que había sucedido, pero solo fue un impulso, que al final no hice.
Permanecí en silencio, buscando esta vez las palabras para decirle a mi madre que no se preocupara por mí o por mi inexistente relación con HoSeok.
— Tu padre aún no llega, TaeHyung. Me avisó que se quedaría una hora más en la escuela, por lo que podemos hablar tranquilamente sin ser interrumpidos. — esta vez sonó tan suplicante, que decidí caminar hacia ella y sentarme a su lado.
Dejé el intercomunicador en la mesa para poco después colocar mis manos encima de mis rodillas y presionar esta zona. No solía hacerlo, pero cuando me sentía muy estresado, nervioso o preocupado lo hacía y en esta ocasión me sentía de las tres formas.
Mamá también permaneció en silencio, esperando, tal vez, que comenzara a hablar o narrar mi versión, pero yo seguía sin poder explicarme.
— TaeHyung, puedes confiar en mí, no pienso juzgarte ni tampoco gritarte. Ser padre es difícil, pero tú estás haciendo un buen trabajo, claro que cometes algunos errores, como cualquiera otro padre primerizo, pero eso no te hace mala persona y tampoco mal padre.
Solo entonces levanté la mirada y sin poder controlarlo, las lágrimas comenzaron a salir. Mis manos presionaron con fuerza mis rodillas y en un rápido movimiento cubrí mis rostro, dejando en paz mis piernas. Me cubrí el rostro porque no podía aguantar la vergüenza y el dolor, me cubrí porque una parte de mi cabeza me decía que sí era un mal padre, tal y como HoSeok había asegurado.
— Cariño... — susurró mi madre, sujetando mi antebrazo con delicadeza. Sin embargo, no me atreví a verla, solo me dediqué a llorar... a soltar todo lo que tenía guardado.
Fueron largos minutos los que estuve con el rostro entre las manos y con mi madre a un lado, pero finalmente decidí enfrentarla.
— H-Hoseok y yo t-terminamos... — susurré, hipando y tratando de limpiar mis mejillas de las lágrimas. Vi la sorpresa asomarse en el rostro de mi madre, lo que causó que el llanto regresara.
Mis mejillas se humedecieron nuevamente y mi vista se volvió borrosa. El asombro en el rostro de mi madre pasó a ser pena y posteriormente preocupación, que se vio reflejada en el abrazo que me dio.
De un momento a otro tenía a mi madre de pie y abrazándome desde esa posición. Mi rostro se hundió en su pecho y tal como un niño, me sentí protegido al tenerla a mi lado. Ella fue el ancla que me mantuvo en la realidad, pues de lo contrario, ahora mismo estaría perdido y destrozado.
— Ya todo pasará. — me fue susurrando, mientras mi llanto se intensificaba.
[★ 彡]
— ¿Te sientes mejor?
Mantuve mi mirada en la taza de té que yacía frente a mí y asentí, aunque en lo más profundo de mi ser me sintiera de lo peor.
— Sé que no es el mejor momento para decirte esto, TaeHyung, pero lo mejor que pudieron hacer fue separarse. — volvió a hablar y solo entonces no quise escucharla más. Mamá era muy sabia y eso se debía a que era una mujer mayor, pero en este momento lo que menos quería escuchar era una opinión tan cruel, fría... una opinión razonable.
Sabía que mi madre estaba siendo razonable, que ella conocía más de estos temas que yo, pero no quería reconocerlo y tal vez se debía a que tenía el corazón hecho añicos.
Un suspiro sale de mis labios y nuevamente tomo de la taza de té. No le contesto a mi madre, a pesar de que ella está esperando a que diga algo. Simplemente me quedo en silencio, incluso cuando regreso la taza de té a su lugar.
— I-iré con SeolHyun. — susurro, colocándome de pie. Sé que mamá quiere seguir hablando conmigo, pero agradezco que respete mi decisión y me deje ir.
Camino con lentitud mientras subo las escaleras y lo sigo haciendo una vez que estoy en la segunda planta. Abro la puerta de mi habitación como si realmente no quisiera entrar y la cierro con las mismas ganas. Veo a mi hija dormir y cuando las lágrimas regresan no tardo en tomarla en brazos y llevarla a su cuna, en donde la dejo con mucho cuidado de no despertarla.
Una vez que ella se encuentra muy cómoda regreso a mi cama y me dejo caer en esta, mientras pienso en todo lo que ha ocurrido el día de hoy.
— El peor día de mi vida. — concluyo, mientras veo el techo de mi habitación.
Las lágrimas comienzan a empapar mi rostro y con la poca fuerza que me queda me dirijo hacia mi armario, de donde saco una gran caja, la cual cargo como puedo hasta llegar a mi cama. Cuando la abro observo todos los recuerdos que tengo de mi madre, la verdadera, los proyectos de primaria que hice y que le gustaron a mi madre y alguna que otra chuchería que me gustó conservar. Entonces miró mi dedo anular y solo entonces caigo en cuenta de que siempre llevé conmigo el anillo que HoSeok me regaló hace un año atrás. Sonrio con pena y lo retiro sin pensarlo dos veces, sintiendo de inmediato el frío en mis dedos, en mi mano entera.
— Adiós, HoSeok.— susurro antes de dejar caer el anillo, que estuve observando por largos minutos, dentro de la caja.
Cierro la caja una vez que veo como el anillo se pierde entre mis tantos "recuerdos" y cargándola de nuevo, la regreso a su sitio. Mis lágrimas siguen saliendo mientras me dejo caer al suelo y por más que trato de detenerme, no puedo, pues aunque no lo quiera reconocer, por fin me había dado cuenta de la presencia de ese anillo en mi dedo anular, al igual que recién me había percatado de que HoSeok y yo habíamos dejado de ser una pareja hace mucho. Él y yo habíamos arruinado nuestra relación hace mucho, pero no nos habíamos dado cuenta de aquello hasta el día de hoy, al igual que estoy seguro de que él no se dio cuenta de que ya no éramos los mismos adolescentes de hace un año, esos adolescentes que tenían más sueños en mente que preocupaciones.
Le dedico un capítulo al que me diga si es que HoSeok sigue conservando el anillo que le regaló hace un año (en la primera temporada) a TaeHyung. ¿Ustedes creen que lo siga usando?
De ahora en adelante actualizaré los miércoles y sábados, bebés. Nos vemos ♥
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