★ 彡 29: Enfrentamiento

TaeHyung

Solté un suspiro lleno de alivio apenas me coloqué de pie, viendo con algo de superioridad a mis compañeros, quienes aún seguían por la quinta hoja del examen. Sonreí y con mi mochila colgando de un hombro me dirigí hacia el profesor, quien también me sonrió al recibir mi examen.

— Nos vemos el próximo semestre, alumno Kim. — me felicitó indirectamente el profesor luego de darle una ojeada a mis diez hojas de examen. Hice una venia, agradeciéndole con ese gesto, y salí con una sonrisa llena de satisfacción plasmada en mi rostro.

Al estar fuera del aula no dudé en soltar un "¡Sí!" y bajar las escaleras con rapidez, pues no solo estaba feliz por haber pasado uno de mis más difíciles exámenes, también emocionado. Les había demostrado a esos idiotas, que tenía por compañeros, que no por ser madre debía dejar de estudiar o no juntarme con ellos. Algunos creían que si me juntaba con ellos, incluso para hacer algún trabajo grupal, terminarían igual que yo o que les contagiaría cualquier cantidad de pestes. Al principio me había dolido oírlos hablar así de mí, pero con el pasar del tiempo dejó de importarme y lo único que quería demostrarles es que podía ser mejor de lo que pensaban.

Caminé con tranquilidad hasta la salida de la universidad, estaba a punto de dirigirme hacia la parada de autobuses cuando me acordé de SeolHyun, mi hija estaba con HoSeok y sabía que el muy tonto se la había llevado a la universidad, así que lo mejor era ir por ella, pues de esa manera ayudaría en algo a mi novio.

Tomé un taxi para poder relajarme por completo, pues estos primeros exámenes me habían tenido muy estresado y lo único que quería era tener un momento de silencio y de paz, antes de nuevamente estresarme con mi hija. No me gustaba admitirlo, pero a veces me estresaba y mucho con el cuidado de mi hija, sumando a esto todos mis trabajos universitarios, incluso había ocasiones en las que me arrepentía de haber regresado a la facultad, pues el estrés no era algo fácil de manejar y mucho menos, controlar.

Una vez que llegamos, bajé del auto y pagué lo acordado, para así dar media vuelta y dirigirme hacia la entrada de la universidad. El lugar se veía muy pacifico, muchos chicos reían, mientras que otros parecían presurosos, al parecer aquí también se estresaban por los exámenes finales.

Caminé sin mucha prisa, pues sabía que mi hija estaba en buenas manos, las de su padre, por lo que no había ningún problema.

No conocía muy bien la universidad, no sabía a dónde me dirigía exactamente, por lo que pensaba pedirle ayuda a algún chico, pero antes de hacerlo el llanto proveniente de la cafetería, que se encontraba muy cerca de donde me encontraba, se hizo escuchar y entonces rodeé los ojos, dispuesto a gritarle a HoSeok por hacer llorar a mi hija.

Caminé con mucha prisa hacia la cafetería, pensando en las posibles causas por las que mi hija se encontraría llorando. Estaba dispuesto a cargar a mi hija y dejar en paz de una buena vez por todas a HoSeok, pero al entrar al lugar a la única conocida que me encontré fue a SeolHyun. Mi hija estaba llorando, efectivamente, pero en los brazos de una chica, que se movía de un lado a otro, tratando de tranquilizarla.

Prácticamente corrí hasta llegar a mi pequeña y entonces le arrebaté de los brazos a esa... ¿Desconocida?

— TaeHyung... — susurró la chica, ya algo conocida para mí.

— MinHyun. — susurré por igual, mientras mi hija se aferraba con fuerza a mis hombros. Se encontraba temblando y solo por eso pude darme cuenta que mi hija se había asustado. — ¿Qué rayos hacías con mi hija? — le reclamé, totalmente enojado con esta chica y con HoSeok, más con este último.

— Y-yo... — ella se encontraba temerosa, incluso su labio inferior temblaba. Sin embargo, mi hija estaba igual de asustada que ella, así que poco me importaba intimidar a esta mujer.

— ¿Qué rayos hacías con mi hija? — volví a preguntar, aunque prácticamente se lo estaba exigiendo.

— Y-yo solo l-la estaba cuidando. — contestó por fin y entonces no tuve que preguntárselo a alguien más para saber que el maldito de HoSeok sabía dejado a nuestra hija en manos de una completa extraña.

— Gracias, pero no te quiero ver cerca de mi hija o de mi novio nunca más. — no se lo grité, pero mi tono fue severo y era obvio que esto se trataba de un enfrentamiento, aunque no lo pareciera, pues ella no se estaba defendiendo. Muchos chicos y chicas que se hallaban cerca a nosotros comenzaron a mirarnos y aunque tuve tantas ganas de gritarles que se metieran en sus propios asuntos, preferí tomar el bolso de mi hija y retirarme, no sin antes haberle dedicado la peor mirada a MinHyun.

Salí más que enojado de la cafetería, estaba planeando retirarme sin llamar más la atención de nadie, pero en cuanto escuché el grito de HoSeok me tuve que detener y dar media vuelta para encararlo. El muy desgraciado me venía sonriendo, como si nada hubiera pasado.

— Te vi saliendo de la cafetería ¿Por qué no me avisaste que vendrías, cariño? — por más que me trató muy bien e incluso me puso un apodo cariñoso, no tuve ganas de contestarle de la misma forma. No podía creer que venga todo campante después de que dejó a nuestra hija al cuidado de una estúpida que no solo había hablado mal de mí, sino que también había estado enamorada de él desde que entró a nuestra secundaria.

— ¿Qué rayos tienes en la cabeza para dejar a nuestra hija en manos de una completa extraña? — se lo grité, importándome muy poco los chicos que pasaban por nuestro lado y se quedaban mirándonos por un rato antes de continuar con su camino. HoSeok frunció su ceño, algo confundido, para finalmente entre abrir sus labios y darse cuenta a lo que me refería.

— MinHyun es una conocida. — me aclaró, como si eso fuera suficiente para mí.

— ¿Ahora resulta que es tu conocida? — se lo grité, sintiendo a mi pequeña removerse cada vez más, pues sabía que tanto a ella como a mí nos incomodaba discutir con su padre. — ¿Cuándo pensabas decirme que tenías por conocida a la chica que estuvo enamorada de ti en la secundaria? ¿Acaso-

— ¿Acaso qué? — me interrumpió, sacando a relucir su enojo por igual. — Esto no tiene por qué ser así, TaeHyung. Ella es una conocida y ya que tú no me diste otra opción, tuve que-

— ¿Ahora soy yo el culpable de que nuestra hija haya estado en manos de una completa desconocida que le causaba miedo? — lo interrumpí, estando casa vez más enojado con su actitud.

— No estaba tratando de decir eso, TaeHyung. — trató de disculparse.

— No trates de negarlo y mucho menos me tomes por un idiota, que no lo soy, HoSeok. — se lo reclamé. — solo te confié a nuestra hija un día y lo arruinas todo, como siempre. Ten por seguro que no te estás comportando como un-

— Ni te atrevas a decirlo. — me cortó. — No pienses que permitiré que me faltes el respeto de esa manera y mucho menos delante de personas que, para mí, sí son desconocidos.

Entonces, solo entonces me percaté de que estábamos siendo observados por muchos chicos y chicas, que se habían detenido para ser espectadores de nuestra disputa.

— Vámonos de aquí. — y sin pensarlo dos veces HoSeok me sujetó del antebrazos y me llevó a jalones hasta la salida de la universidad. No fue precisamente a jalones, pues decidí seguirlo por voluntad propia al ver que habíamos hecho el ridiculo delante de personas que no tenían por qué enterarse de nuestros problemas personales.

Una vez que estuvimos afuera HoSeok detuvo el primer taxi que vio y entonces me pidió que subiera. Me negué, pues no quería darle el maldito gusto de quedar como el maduro de la relación, cuando claramente no lo eran ¿Qué maldito hombre maduro, padre de familia, deja a su hija en manos de la mujer que gustaba de él en secundaria? Obvio que nadie.

— No quiero que vuelvas a acercarte a esa mujer. — se lo advertí. — y por tu maldita gracia ten por seguro que jamás dejaré a nuestra hija a tu cuidado. Lo único que has demostrado es que eres un maldito irresponsable. — se lo repliqué.

— Súbete al taxi, TaeHyung. — me dijo igual de enojado que yo.

— Esta discusión no se ha terminado. — se lo advertí.

— Por fin estamos de acuerdo en algo, señorito perfección. — se burló de mí, cerrando luego la puerta del auto con demasiada violencia.

SeolHyun se quejó y entonces comenzó a llorar entre mis brazos. Maldije a HoSeok.

TaeHyung está muy intenso :(

Ahora la historia se sitúa a finales de julio.

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