HoSeok

— Súbele esto a TaeHyung, por favor. — me pidió la señora Kim, entregándome un plato con galletas y un vaso de leche. — Desde que llegó de la universidad no ha salido de su habitación y temo que esté dejando de comer de tanto estrés. — La señora Kim se veía muy preocupada, por lo que no dudé en recibir el plato con galletas y el vaso de leche.

— Yo le haré llegar. — le hice saber, para luego sonreír y subir las escaleras de dos en dos escalones.

Al estar frente a la habitación de TaeHyung tuve que colocar el plato de galletas encima del vaso, para poder abrir la puerta, porque de lo contrario, no podría lograrlo.

— ¿Cómo te están yendo en tus clases, mi amor? — pregunté con unos ánimos y una sonrisa que se marcharon cuando vi a TaeHyung sentado en su escritorio, con la laptop encendida, muchos libros y un cuaderno de apuntes. Ni siquiera se dignó a verme, siguió en su mundo, mientras acomodaba sus lentes de lectura. — Cariño... — lo volví a llamar, entrando a la habitación y cerrando la puerta detrás de mí.

Me dirigí hacia su mesita de noche, en donde estaban los pañitos húmedos de SeolHyun sin usar y algunos ya usados, y dejé encima el plato de galletas junto al vaso de leche, no sin antes haber retirado los pañitos sucios.

— TaeHyung, creo que te estás esforzando demasiado y eso no es malo, solo que- — dejé de hablar cuando sentí que pisé algo. Maldije por lo bajo y al levantar mi pie me encontré con un juguete, ya roto. — Cariño, yo no soy de juzgar, sé que no tienes tiempo, pero ¿Has estado recogiendo o limpiando tu habitación?

TaeHyung siguió sin hacerme caso, por lo que me encaminé hacia su escritorio, en donde se situaba, verificando en el proceso que SeolHyun se encuentre dormida y para nuestra suerte, sí lo estaba.

No lo pensé mucho y cerré su laptop de una, obteniendo su atención de inmediato. Su mirada no era la mejor, pero sabía que el aspecto de su habitación tampoco lo era.

¿Cuánto había pasado desde que regresó a la facultad? ¿Un mes o algo más de tiempo? No lo sabía con exactitud, pues entre mis clases y el trabajo no había tenido tiempo de visitarlo muy seguido o preguntarle sobre sus días en la universidad. Mi error, lo sé.

— HoSeok, tengo que terminar una investigación y tú no haces nada más que retrasarme. — me dijo totalmente enojado. — Ni siquiera sé qué haces en mi habitación o cómo has entrado.

— Tú no me prestabas atención, TaeHyung, yo no tengo la culpa de eso. — dije un poco cansado/enojado del asunto.

TaeHyung soltó un suspiro y volvió a abrir su laptop, continuando con su trabajo, pero yo la cerré nuevamente.

— ¿Qué rayos te sucede? — me dijo un poco más exaltado. Me asusté, pues TaeHyung realmente se veía intimidante, a pesar de ser muy pequeño para mí.

Iba a decirle que se relajara por un momento, incluso le iba a mencionar que le traje galletas y leche, pero antes de siquiera abrir la boca, SeolHyun comenzó a gritar, entonces TaeHyung suspiró y se colocó de pie, caminando hacia su cuna. Yo me quedé viéndolo por un momento, él comenzó a acariciar la cabeza de nuestra hija y a moverse de un lado a otro, hasta que me vio y me sonrió.

— Perdón, Hobi... — susurró, acercándose. — estoy estresado con la universidad y con la bebé. En verdad lo siento, pero hazte cargo de ella por unos minutos, mientras acabo esta investigación.

TaeHyung realmente se veía estresado, por lo que sin dudarlo tomé a nuestra hija, oliendo de inmediato su pañal sucio.

— Muchas gracias, mi amor. — me susurró, golpeando mi pecho antes de regresar a su escritorio. — y por favor ve a la sala de estar, porque los gritos de SeolHyun a veces son muy desesperantes.

No dije nada, solo hice caso, llevándome en el proceso los pañales de SeolHyun y algunos pañitos húmedos. Iba a salir de la habitación, cuando TaeHyung volvió a hablar.

— Hay muchas reservas de leche de esta mañana en el refrigerador. Solo lo calientas, Hobi. — ni siquiera me miró, solo se encargó de hacerme saber dónde se encontraba su leche.

Tras un suspiro salí de la habitación, cerrando la puerta detrás de mí. SeolHyun no dejaba de gritar, mostrando en el proceso sus pequeños dientes, ya tenía como cuatro, que le habían salido hace unos meses atrás.

Al llegar a la sala de estar la señora Kim me miró algo sorprendida, no solo porque el olor del pañal de SeolHyun era fuerte, también porque la bebé estaba fuera de su cuna. Me encargué de cambiarle el pañal a mi hija con un poco de ayuda de la señora Kim, quien me hizo saber que al parecer TaeHyung se había olvidado de cambiarle el pañal por la tarde a SeolHyun. Tuvimos que echarle algo de talco y luego de abrigarla bien, la madre de TaeHyung se dirigió hacia la cocina, asegurando que iba a calentar leche para la bebé.

No pasó más de diez minutos antes que la señora Kim regresara con la leche ya caliente. SeolHyun dejó de sollozar bajito cuando tuvo el biberón en su boca. La alimenté e hice dormir antes de retirarme. Los minutos que TaeHyung me pidió se convirtieron en dos horas, que a mi parecer, no fue tiempo perdido, pero sí, tiempo que no pude dormir.

La señora Kim me aseguró que hablaría con TaeHyung, pues no podía olvidar sus deberes con la bebé. Sin embargo, le pedí que no lo hiciera, pues TaeHyung de por sí se sentía muy estresado y lo haría aun más si le insinuaban que no estaba haciendo un buen trabajo con el cuidado de SeolHyun.

[★ 彡]

Los días siguieron transcurriendo y al igual que TaeHyung, a mí también me llenaban de tareas, que a decir verdad, me estaban complicando un poco, pues a veces no me alcanzaba el tiempo de hacerlas todas. El trabajo me consumía tanto o más que la universidad, incluso había veces que no llegaba a dormir y aunque no quería parecer un quejumbroso, a veces solo rogaba por tener un poco más de tiempo para dormir.

Un suspiro salió de mis labios mientras iba de camino hacia la estación de autobuses. Hoy había decidido faltar al trabajo, pues quería tener un poco más de tiempo para ver a mi hija y de paso, para terminar algunas asignaturas que no pude concluirlas por falta de tiempo. Estaba caminando medio dormido, incluso temía que un auto me atropellara o que alguien me robara. Y cuando menos lo pensé, una mano se aferró a mi hombro. Tal vez sí me robarían, me dije mentalmente.

Abrí los ojos en par y al dar media vuelta me encontré con JungKook, quien me sonreía como si hubiera hecho algún chiste.

— Me has asustado, imbécil. — le reclamé. JungKook solo rio.

— Perdón, pero es que parecias dormir de pie y solo se me ocurrió. — dijo como si nada, mientras se posicionaba a mi lado.

— ¿Qué haces aquí? — pregunté más que enojado. No estaba para chistes, menos los de mi mejor amigo.

— Pensé que te alegraría verme. — dijo, haciéndose el ofendido y digo haciéndose, porque era claro que no estaba ofendido por mi trato.

— Tengo que hacer muchas cosas, JungKook, además estoy muy cansado para siquiera hablar contigo.

— Está bien, perdón, amigo. — se disculpó.

Rodeé los ojos y asentí. — Sí, como sea, solo dime qué rayos haces aquí.

Él se quedó callado por un momento, pensé que no diría nada o que me estaba bromeando de nuevo, hasta que... — JiMin te manda saludos. — susurró, entonces le presté atención.  Después de que JiMin de enteró de su embarazo decidió darse de baja en la universidad. Todos lo entendimos, especialmente yo. — He estado visitándolo todo este tiempo, dice que extraña la universidad y sus clases, pero sabe que debe cuidarse por el bien de su embarazo.

— ¿Ya hablaste con tus padres? — no quise darle muchas vueltas al asunto, por lo que se lo pregunté de frente. JungKook había asegurado que se encargaría de ayudar a JiMin, pero no sabía si sus padres estaban de acuerdo con eso.

Mi amigo se quedó en silencio por un momento, pensé que tal vez no era el momento para preguntárselo, pero entonces habló.

— Decidí darle mi apellido al bebé. — mis ojos se abrieron en par y me quedé completamente sorprendido.

— Tú no eres el padre. — dije de inmediato.

— No pretendo reemplazar a YoonGi, él siempre será el padre de ese bebé, pero he estado pensando y creo que es lo mejor. Ese niño no tiene la culpa de que su padre sea un idiota y tampoco se lo merece.

— ¿Y ya lo has hablado con tus padres? — JungKook asintió. — ¿Y qué dijeron?

— No están de acuerdo, incluso juraron dejarme sin estudios si es que lo hago, pero no importa, porque con JiMin a mi lado siento que puedo todo.

— ¿Y qué pasa si YoonGi quiere regresar en algún momento? — no quería decirlo directamente, pero era una posibilidad y JungKook tenía que saberla.

— Podrá ver al niño, yo no le quitaré su paternidad, pero eso sí, tiene que pasarle una manutención a JiMin.

— ¿JungKook, estás seguro de lo que vas a hacer? — pregunté, esta vez mirando a mi amigo. JungKook me miró por igual.

— Lo haré, HoSeok... Lo haré porque lo amo y porque ese niño ya significa algo para mí.

Y entonces supe que JungKook realmente estaba enamorado de JiMin, tal vez siempre lo estuvo, pero ¿YoonGi también lo estaba no?

Mi autobús llegó y por más que quise dirigirme hacia este, no pude. Seguía sorprendido por las palabras de mi mejor amigo y por lo que pensaba hacer.

¿Alguien se ha dado cuenta de lo que hizo TaeHyung? Porque ahí empieza el problema :) y ¿Creen que JungKook hará bien al darle el apellido al bebé de YoonGi? ¿YoonGi regresará por su bebé?

Todas sus respuestas serán respondidas dentro de unos capítulos :)