TaeHyung

— HoSeok, hace mucho frío. — traté de convencerlo. — SeolHyun se puede enfermar. — dije a la par que le iba cambiando el pañal a mi hija.

HoSeok solo se quedó mirando como mis manos se movían y cuando le extendí el pañal sucio, no dudó en sostenerlo y colocarse de pie para arrojarlo dentro del tacho que se hallaba en el cuarto de baño.

— Además yo también tengo demasiado frío como para salir. — le dije claramente, una vez que vino del cuarto de baño, para luego comenzar a cerrar el enterizo de SeolHyun.

HoSeok hizo un puchero. — Pero tenía planeado todo un día con ustedes. — se quejó.

Tomé a mi pequeña en brazos y me coloqué de pie con la intención de ir a su cuna, sin embargo, HoSeok se interpuso, impidiéndome el pase.

— Por favor... — me suplicó. — además dentro de una semana regresaré a clase y tú también lo harás, por lo que no tendremos tiempo ni de darnos un beso o de darle un beso en la mejilla a nuestra SeolHyunnie.

Rodeé los ojos y traté de pasar por su lado, pero nuevamente se interpuso, y al intentarlo por el otro lado, volvió a hacer lo mismo.

— HoSeok, saldría contigo si es que la temperatura no estuviera bajo cero. Además SeolHyun aún es muy pequeña para las salidas familiares o las salidas en general. — traté de sonar convincente, pero HoSeok no parecía querer ceder.

Entendía perfectamente sus ganas de salir, de tener una salida familiar en concreto, incluso yo quería salir, pero nuestros lugares eran limitados, pues teníamos una bebé y no podíamos entrar a un cine, tampoco ir a patinar sobre el hielo, mucho menos a la playa, pues el clima no era el más apropiado. Además bien sabía que mi novio apenas tenía tres semanas de vacaciones antes de regresar a clases, al igual que yo, por lo que él quería aprovechar al máximo su tiempo con nosotros, pero el clima seguía sin ser el mejor, menos para una bebé de unos cinco meses.

— ¿Qué te parece si dejo a la bebé en su cuna y preparamos unos bocadillos para tener una tarde de películas? — propuse, pues si bien no podíamos salir, eso no significaba que debíamos aburrirnos y quedarnos encerrados sin hacer nada. HoSeok se lo pensó por un momento y finalmente asintió con una gran sonrisa.

Por fin tuve el pase libre, por lo que dejé a una SeolHyun, aún despierta, en su cuna. Encendí el móvil de la cuna y su comunicador antes de salir de la habitación junto a HoSeok, quien no dejaba de proponer bocadillos al azar que podíamos hacer.

Bajamos las escaleras en medio de un debate, que se llevaba a cabo para escoger la película que queríamos ver. HoSeok no quería ni una sola película de terror y en este caso, yo tampoco, pues eso podría asustar a SeolHyun, por lo que estábamos entre una comedia o una película animada. HoSeok quería la película animada.

— Pero no quiero ver esa película de las mascotas. — me dijo en un tono un tanto infantil.

— Tú querías ver una película animada y esa no la he visto. — le dije con simpleza, mientras nos dirigíamos hacia la cocina. Mamá estaba en la sala de estar, viendo su novela favorita, cuando nos escuchó y preguntó qué haríamos o si saldríamos. — Solo veremos una película. — le contesté.

— Si es así, puedo ayudarlos a preparar bocadillos o a hacer las palomitas. — estaba a punto de negar, cuando HoSeok aceptó.

— Muchas gracias, señora Kim. — se dirigió a mi madre, quien ya se había colocado de pie y apagado la TV. — No sé qué haríamos sin usted. — siguió halagando a mi madre y entonces lo miré mal. — No me mires de esa manera, que mi madre pidió que le comprara otra olla apenas comencé a ganar dinero.

— ¿Una olla y eso por-? — me detuve al recordar cuando casi quemamos la olla favorita de la señora Jung y reí. — Te lo merecías. — le dije para luego seguir a mi madre. Así como recuerdo esa ocasión, también recuerdo que HoSeok me echó la culpa.

Mamá nos ayudó con los bocadillos, gracias a ella todo salió bien, menos algunas palomitas, que se quemaron por culpa de HoSeok, quien había asegurado que se encargaría del asunto, pero que realmente no lo hizo.

— A la próxima compraré palomitas que se hacen con solo meterlas al microondas. — se quejó, mientras íbamos subiendo con las palomitas, algunos snacks y galletas que habíamos encontrado, y con unos emparedados que mamá se había ofrecido a hacer para nosotros.

— También teníamos de esas. — le recordé. — pero dijiste que querías las tradicionales y mira cómo nos quedaron. — lo reprendí, una vez que llegamos a la segunda planta. HoSeok se hizo el indignado, pero finalmente sonrió.

Entramos a la habitación con mucho cuidado, pues SeolHyun se había quedado dormida y a decir verdad, ¿Quién no lo haría con ese móvil que reproducía una canción de cuna?

Una vez que dejamos todos los aperitivos en el centro de la cama nos sentamos en y después de otro debate, terminamos viendo 'La vida secreta de tus mascotas 2'. HoSeok había insistido en ver una película animada y yo no hacía nada más que complacerlo, además no había visto la segunda parte de esa película y deseaba realmente verla.

No dejé de comer en todo momento, pues hace mucho que no probaba galletas empaquetadas o los benditos snacks, los cuales había olvidado cómo sabían. Estaba en mi gloria, mientras que HoSeok, también lo estaba, pues al parecer sí estaba disfrutando de la segunda entrega de la película, que ni siquiera había llegado a ver la primera parte. En algunas ocasiones reía y en otras HoSeok lo hacía, aunque no podíamos hacerlo a gusto, pues SeolHyun dormía y en cualquier momento despertaría, por lo que también teníamos la película a bajo volumen.

Iba por mi quinto emparedado y la película iba terminando cuando SeolHyun se levantó, primero con quejidos, que HoSeok no logró escuchar, pero yo sí, solo que no le hice tanto caso, y luego con un llanto que interrumpió la película.

Finalmente, HoSeok fue el que se encargó de atender a nuestra hija, mientras yo seguía comiendo y viendo la última escena de la película.

— No necesita un cambio. — me avisó HoSeok, por lo que en definitiva sabía lo que trataba de decirme él y el llanto incesante de mi hija.

Tuve que apagar mi TV, pues la diversión se había acabado.

SeolHyun se encargó de alimentarse apenas tuvo contacto con mi pecho. La sensación ya no era tan dolorosa, pero seguía siéndolo, solo un poco, por lo que ahora no me aferraba a las sábanas, solo las sujetaba.

HoSeok se encargaba de acariciar la cabeza de nuestra hija, mientras esta disfrutaba de su leche.

— Tal vez podemos ver alguna película después que la alimentes y se quede dormida. — me dijo luego de un largo silencio.

Me lo pensé por un momento y asentí, pues sabía que por ser madre no podía dejar de divertirme.

SeolHyun se quedó satisfecha luego de quince largos minutos en lo que estuvo "pegada" a mi pecho. Sin embargo, no se quedó dormida, por lo que nuevamente tuvimos que dejarla en su cuna y encender el móvil. La canción de cuna comenzó a sonar y entonces tanto HoSeok como yo nos encargamos de verla cerrar sus ojitos con lentitud.

— Es muy linda. — susurró HoSeok, mientras su brazo rodeaba mis hombros. Me acerqué a él y asentí.

— Es demasiado linda, pero no tendremos otra. — le aseguré, separándome al ver que mi hija ya estaba dormida.

HoSeok rio por mi broma, no broma, y yo también lo hice, pues después de unos segundos me di cuenta que sí era algo chistoso, aunque también tuviera algo de verdad.

— ¿Ahora qué veremos? — pregunté una vez que me senté en la cama. HoSeok se encogió de hombros. — Una de acción. — propuse, algo emocionado, pues había una película que hace poco se había estrenado, pero que no había tenido la oportunidad de ver por estar muy ocupado con SeolHyun.

— Está bien, pero el último emparedado será mío. — me dijo con una sonrisa. También le sonreí y colocándome de pie extendí mi mano.

— Trato hecho. — dije una vez que nos dimos un apretón de manos.

Fue una gran tarde "familiar" la que pasamos, estaba tan feliz riendo junto a mi novio, que por un momento me puse a pensar qué sería de mi vida sin HoSeok. Definitivamente no podría lograrlo, porque a decir verdad, él me completaba y de la mejor manera.

Me encanta este vhope tan lindo uwu pero no por mucho.