Narrador/a:

Un nuevo día, una nueva vida para los países, no había amenazas, secuestros y tampoco asesinatos en ningún sector de la ciudad.

Alemania dormía tranquilamente boca abajo, con su cara pegada a la almohada, estaba exhausto por lo de ayer. El tricolor iba a seguir durmiendo por no ser de la molesta alarma que termino por despertarlo. En su intento de poder encontrar la alarma con sus ojos cerrados, pero ya harto de escuchar el molesto "beep beep" del despertador, se sentó en su lugar y apagó el despertador, se refregó sus ojos un tanto soñoliento.
Era raro, siempre se levantaba sin problemas, tal vez su cabeza se mentalizó que no tenía hacer nada ese día, pero igual debía cumplir su turno y al finalizar, podía volver a la cama, y dormirse tranquilamente.

Se puso de pie y se fue a buscar su ropa de trabajo, se puso desodorante, se vistió y se fue de su habitación directamente al cuartel.

En su camino a su lugar de trabajo, pudo ver a la gente más tranquila, relajada, y calmada, ¿ya sabían sobre la retención de los movimientos de las demás organizaciones? Al parecer, juzgando su forma de estar, parecía que si.
Mientras acomodaba su peinado, ya había llegado al cuartel, ingresó y se fue por sus armas, aunque no era necesario, pero una por si acaso no haría mal.

Con su M4A1 en mano, se fue a pedir una tarea a realizar, no le gustaba el ir a trabajar y no hacer nada, aunque rechazó la idea de ir a patrullar ya que no tenía sentido para él.

Al fin y al cabo, lo mandaron a vigilar a los prisioneros, y en lo que iba al pasillo a ver las celdas se encontró con un simpático argentino, que era acompañado de un pais más alto que él.

- ¡Ale! Mi oficial aguafiestas y espía favorito, ¿cómo te va en la vida?-. Sonrió, recibiendo una sonrisa de parte del tricolor.

- Podríamos decir que bien... sin propósitos por ahora-. Levantó la mirada viendo a cierto nórdico.- Lo dejaron libre después de todo lo que hizo?-.

- Así es, espero que no tengan rencores... Finlandia... Alemania-. Miró a ambos europeos, que se miraban seriamente.

- Ja (Si)... sin rencores-. Contesto mirando aún al de habla finés.

- Vamonos Arge... tengo que ver a mis hermanos-. Dijo agarrando al argentino del brazo y llevárselo a otro lado.

Alemania bufó, para luego irse a las celdas a las cuales debía vigilar, entró por el pasillo y vio a Estados Unidos, hablando a través de los barrotes con un antiguo enemigo, Canadá.

Se había detenido en frente de otra celda, pero estaba muy cerca de los barrotes.
Un brazo lo agarró del cuello de su camisa para luego levantarlo a una altura considerable.
Agarró su arma con firmeza para atacar a quien lo había agredido.

- ¡Estás mue--. Exclamó para luego dejar su frase a la mitad, al ver el que lo había agarrado era el chico de ojos grises al que no le quitaba la mirada de encima.
Sus acciones fueron congeladas, no podía y tampoco quería moverse de su posición. Y parecía que el más alto también había entrado en trance.
Se quedaron viendo a los ojos hasta que Alemania reaccionó y le golpeó en el estómago.
El más alto lo soltó y lo dejó en el suelo, el alemán se refregó sus ojos y miró al de ushanka.

- S-Si eres fuerte... cyka...-. Se quejó el más alto, retorciéndose un poco por el dolor.

- ¿Qué intentabas, imbécil?-. Miró molesto a su contrario. Se alejó un poco para no volver a ser agarrado.

- Escapar de aquí... no quiero saber nada de este lugar y menos de ustedes-.

- La mala suerte te persigue, porque estarás aquí un largo tiempo...-.

- Argentina me sacará de este lugar mucho antes de lo que piensas... y lo primero que haré será matarte a ti y al capitalista-.

- Lo que digas, Russland-.

- ¿Cómo me llamaste?-.

- Russland, ¿acaso no te gusta tu propio nombre?-.

El ruso miró al alemán con cierta confusión, obviamente ambos no sabían quiénes eran.
El ruso se dio vuelta, dándole la espalda al alemán, que este ultimo reaccionó algo enojado, para luego bufar y empezar a vigilar algunas celdas, yendo y viniendo de punta a punta del pasillo.

Luego de un rato...

Alemania estaba quedándose dormido, no podía mantener sus ojos abiertos ni por más que lo intentara.
Se refregaba sus ojos para no dormirse, solo debía cumplir una hora más y podía irse a dormir cómodamente en su cama.

Mientras que desde una de las celdas, Rusia observaba al alemán de pies a cabeza, le causaba algo de gracia ver como su cabeza se caía por el sueño que debía tener.

El alemán empezó a caminar para no quedarse dormido, aunque sus ojos pesaban y su cuerpo caía de vez en cuando, sentía la sensación de caerse dormido en cualquier momento... que humillante sería para él.

— Hey, pequeño oficial... ¿Qué sigues haciendo despierto aún? Se nota que no quieres estar aquí, y mucho menos estar despierto—. Sonrió el ruso, viendo al alemán cayéndose de vez en cuando para adelante, pero aún se mantenía en pie.

— Cierra la boca si no quieres que yo te calle por cuenta propia...—. Amenazó, aunque apenas podía pensar bien sus palabras, seguía siendo igual de amenazante y serio que estando a full power.

— ¿Así le hablas a todos los que te hablan o solo cuando estás sin batería?—.

— Dije que te calles—.

— Obligame, dientes de tiburón...—.

Alemania se quedó inmóvil por unos momentos para luego estar enfrente del ruso, apuntándole a su mandíbula con su arma.

— ¿te importo tanto que me hablas?—. Preguntó mientras tocaba la mandíbula con la punta del arma.

— Puede...—.

— No es una respuesta muy honesta que digamos...—.

— ¿Estarias dispuesto a dispararme?—. Miró la punta del arma, tocando su mandíbula, para nuevamente volver su mirada al tricolor.

— Puede que esté dispuesto... pero otra cosa es que quiera hacerlo—. Se aleja de su contrario, dejando de apuntarlo, para luego fijarse la hora e irse del lugar.

El ruso se quedó mirando la figura del alemán yéndose por el pasillo.
Una pequeña sonrisa se generó en su rostro, para luego volver a la cama de su celda y recostarse, pensativo...

30 minutos luego...

Alemania volvía a dar vueltas en su cuarto, aún con algo de sueño...
Se preguntaba "¿que interés le tenía ese ruso?", "¿porqué también se interesaba en él?".
Podía parecer serio y de intenciones sólidas de un policía, pero sus pensamientos eran totalmente diferentes. De vez en cuando miraba al ruso de reojo, preguntándose varias cosas, algunas repetitivas, otras que preguntaban lo mismo, otra que no tenían mucha relevancia...
Estaba algo perdido la verdad, no sabía si estaba actuando bien, diferente o mal... no podía juzgarse a sí mismo por tal cosa, no es un crimen interesarse en un criminal, ¿o tal vez si lo es?
Un tanto harto de sus preguntas, se recostó en su cama y se durmió tranquilamente...

🍁: —  Veri_lux.

"Aqui esta el segundo capítulo, no me tarde un año, ni un mes... me tarde dos dias(?
No se, no anduve contando pero boe.
Espero que les haya gustado y les hago una pregunta...
¿Hago que empiece la relación o le voy haciendo más lentito?
También quería preguntar si prefieren un Rusia Celoso (onda que no se le acerque ni dios a Alemania)
O un Rusia normal-
A mi me gusta la idea del celoso no se por que ah.
Pero bueno, eso es todo, ya les traeré lo más pronto posible el tercer capitulo, los quiero mucho, cuídense y lavense las manos bien.
Besos ❤❤❤."

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