27
En estos momentos, la casa de Jisung se veía tan tenebrosa, a tal punto de que parecía de aquellas casas embrujadas en las películas de terror.
Jisung sostenía mi mano y llamando mi atención, me sonrió.
—Nada malo va a suceder. Sé tomar mis propias decisiones y lo que hicimos no es algo malo. —le sonreír por igual al escuchar las muy cortas, pero significativas palabras de mi novio.
Jisung había despertado pocos minutos después que su padre llamó y tras darse una ducha, se dio cuenta de su teléfono apagado y también de las llamadas perdidas que tenía de su padre, claro, después que encendió el aparato. Él insistió en que deberíamos regresar y digo insistió, porque si hubiera estado en mis manos, yo jamás regresaría a su casa.
Traté de hacer el viaje en el auto lo más lento posible y no solo por el temor a ser golpeado por el señor Han, sino también porque estaba seguro de que después de hoy, jamás volvería a ver a Jisung.
Cuando la mano de Jisung haló de la mía, me quedé perplejo. Tenía demasiado miedo. Mi novio se detuvo de inmediato y regresó a mi lado.
—Minho, él no va a hacerte daño. Yo lo quería tanto como tú y no avisaste de mí. —quise confiar, en verdad quise hacerlo, pero siempre que me entraba algo de valentía al cuerpo, el temor se agrandaba y ya no podía hacer nada—. Si quieres, yo puedo entrar y luego hablamos por la tarde. —su tono de voz sonó algo apagado y entonces me sentí un completo cobarde. No podía dejar que Hannie afrontara esto solo. Ambos somos responsables, además de ser novios y no permitiría que el castigo solo sea lanzado hacia él.
—Entremos. —digo con decisión, siendo yo, esta vez, el que jala a Jisung de la mano.
No dudé ningún segundo en tocar la puerta, sin embargo, al escuchar los pasos apresurados provenientes de adentro, no me sentí tan seguro como hace segundos atrás.
—Yo tenía las llav... —Jisung no terminó de hablar para cuando su padre ha se erguía delante de nosotros.
—¡Eres un imbécil! ¡Un pedófilo! —los insultos que salían de los labios del señor Han me asombraban, pues uno era más hiriente que el otro y aunque pensé muchas veces que el padre de mi novio sería muy dulce, ahora mismo me retracto—. ¡Te aprovechaste de mi hijo! —gritó, lleno de ira.
Para este momento ya me encontraba con mucho temor y la mano de Jisung no le servía de consuelo.
—¡Papá! —el grito que soltó mi novio fue suficiente para que el Señor Han se me alejara y empujara.
—¿Ese imbécil abusó de ti? ¿Quieres ir a demandarlo? —abrí mis ojos en par al escuchar lo último. No quería pasar el resto de mi vida en la cárcel.
—¡Ya basta! —gritó nuevamente mi novio, alejándose de su padre tanto como pudo—. Minho no abusó de mí. Nosotros solo hicimos lo que muchas parejas hacen en estos tiempos. —el rostro del padre de Jisung era todo un poema, mientras escuchaba atento a su hijo—. Incluso Hyunjin y Seungmin lo hacen y creo que es algo normal en chicos de nuestra edad... no, no creo, sé que es algo normal en nosotros. Todo el mundo tiene sexo en estos tiempos y prefiero mil veces dar este primer paso con el chico que quiero a hacerlo con el primer idiota que se me cruce en el camino. —Jisung se me acercó y apoyándose en mi pecho me susurró que todo estaría bien y que me amaba demasiado. Yo solo sonreí y asentí, pues al ver el rostro, un poco más tranquilo, de mi "suegro" supe que no recibiría muchos golpes.
—Está bien, no pienso decir nada más... —el señor Han me miró de pies a cabeza y luego a su hijo—. eres mi hijo y confío en ti, pero no pienso aceptar estás faltas graves. ¿Sabes la hora qué es?
Hannie sonrio y corrió a los brazos de su padre, abrazándolo al instante. Yo solo fui testigo del amor que se tenían, hasta que el señor Han me miró y con unos gestos, muy obvios, juró que me cortaría la cabeza. Tragué grueso y desvíe la mirada, como si nada estuviera pasando.
Las semanas pasaron después de aquel incidente, pero a pesar de haber quedado "bien" con los señores Han, al momento de llegar a casa quedé castigado por un mes y de ahora en adelante Jisung y yo teníamos que ver películas bajo la vigilancia de un adulto, que en este caso era Hyunjin.
La navidad llegó a nuestros hogares, mi madre decidió invitar a la familia de Jisung a nuestra casa. Ella era la más emocionada con todo esto de mi noviazgo, además de que parecía muy feliz con la amistad que había formado junto a la madre de Jisung.
El árbol de navidad era muy bello, papá y mamá se habían encargado de decorarlo junto a Jennie, pues otro castigo que recibí, de parte de mi hermana, fue ser exonerado completamente de la decoración navideña en casa.
—Todo quedó muy bonito. —susurra Jisung mientras bajamos las escaleras con Hyunjin detrás de nosotros.
Mamá está tan sonriente en este día y mi hermana está tan metida en su celular y en tomar fotos a la decoración de este año, que no se percatan de nosotros, no hasta que Jisung alegra el momento con un: ¡Feliz navidad! para todos.
Mi padre es el primero en acercarse y abrazarlo, deseándole también una feliz navidad; luego sigue Jennie, quien comienza a molestar y nos pregunta qué tal estuvo la película que vimos en mi habitación. Hyunjin ríe de inmediato y le dice que no hubo más que un roce de manos y que de aquello no pasamos.
—Así me gusta, hermanito. —dice ella en un tono más que chistoso. Y cuando estoy a punto de contestarle, el timbre suena y Jisung va a atender, encontrándose con sus padres y muchas bolsas.
—¡Ya llegamos! —dice la señora Han, dejando a un lado las bolsas y saludando a todos. El señor Han también saluda a todos, pero cuando se encuentra delante mío solo me hace una inspección breve y se marcha directamente hacia la cocina.
—Tu padre me sigue odiando. —le susurro a Hannie, quien sólo niega y atrayéndome de la camisa, me besa.
Sus labios son como una adicción, son demasiado deliciosos y no puedo detenerme cuando sostengo su cintura, o eso creo, pues Hyunjin llega y dándome un golpe en la espalda, nos separa.
—No hay ningún muérdago, así que olvídense de los besos por hoy. —Sunggie hace un puchero, pero olvida nuestro beso tan pronto como Hyunjin menciona la llegada de Seungmin.
Ruedo los ojos por la inminente presencia del chico de Hyunjin y no es porque sea mal educado o algo parecido, solo que simplemente es demasiado ruidoso y sus chistes son demasiado aburridos. No sé cómo es que Hyunjin lo aguanta.
La madre de Jisung y la mia se enfocan en la cena y en todos los postres que habrá esta noche, mientras nuestros padres se encuentran hablando algo sobre nuestros futuros, en especial el padre de Hannie, que no deja de insistir en que su hijo entrará a la mejor universidad. Jennie, por su lado, se encuentra ayudando en la cocina y aprovechando en tomar fotos a toda la comida. Hyunjin y Seungmin fueron al supermercado, pues al parecer, el novio de mi "cuñadito" aún no había comprado los regalos para su familia. Y solo quedo yo. Sería tan divertido pasar esta festividad al lado de Hannie, pero su padre lo ha sentado en uno de los sofás para vigilarlo.
—Pensé que estarías con Jisung. —la voz suave y para nada escandalosa como otras veces, de Jennie me sorprende y entonces señalo con la mirada el sitio donde se encuentra su novio. Ella solo forma una O con su boca y mueve su cabeza lentamente.— Al parecer el señor Han no te quiere cerca de su hijo desde que le quitaste todo lo casto.
—¿Alguna vez te han dicho que eres insoportable? —es claro que mi pregunta es sarcástica, pero ella la da y cuando quiero desquitarme por completo, Jisung se acerca y con su sonrisa me hace cambiar rápidamente de ánimos.
—Por fin pude escapar de papá. —su sonrisa es muy grande cuando sus brazos rodean mi cuello. Nuevamente está utilizando esas zapatillas con plataforma y aunque quiero decirle que no debería utilizar unas zapatillas tan altas, no puedo, en especial porque él se siente feliz y cómodo con estas.
Jennoe se marcha no sin antes fastidiarme una última vez. Y Hannie no hace más que reírse y luego mirar a todos lados antes de tomar mi mano y nuevamente halar de mí mientras subimos las escaleras corriendo.
Llegamos a mi habitación en medio de besos y ni siquiera me importa cerrar con seguro la puerta, pues mis labios se sienten tan bien cuando toca los suyos.
Nuestros besos nunca han sido muy apasionados, pero en este momento lo único que quiero es nunca alejarme de sus belfos. Pero lamentablemente sí tenemos que hacerlo al sentir la falta de aire.
—Te amo demasiado. —susurra Jisung, tratando de recuperar todo el aire perdido.
—Y-yo también te amo y mucho, cariño. —es la primera vez que un apodo cariñoso sale de mis labios, pero en vez de que Hannie se moleste, lo único que haces es sonreír y nuevamente atacar mis labios.
No sé exactamente cuánto tiempo permanecimos acostados, dándonos suaves besos y caricias, pero cuando Jennie llamo a la puerta, anunciando que la cena estaba lista, supe que nos habíamos perdido más de una hora y media.
Durante la cena, mientras miraba a Jisung sonreír y hablar sobre sus metas a cumplir, no pude imaginarme otro tipo de vida u otro tipo de novio y tampoco los quería o necesitaba. Me encontraba demasiado bien con todo lo que me había pasado en este año y jamás podría pedir algo que afecte este preciso momento, donde Hannie me mira y susurra un te amo. Definitivamente no podría pedir nada más.
➜᎒minsungpapas.
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