Mamá quedó encantada con Jisung, ella no dejaba de decirle que era un niño muy precioso y que no debería dejarme porque yo era alguien muy lindo, además de mencionar que hacíamos una pareja muy hermosa. Mi hermana dijo cosas parecidas, pero en vez de halagarme, solo le contó que era un chico que tenía su habitación desordenada y que cuando pudiera, me dejara. Mi padre, por lo contrario, solo le sonrió y preguntó por su familia, sus estudios y principalmente por la carrera que pensaba seguir.

Jisung quería ser pediatra, incluso ya tenía planeado algunas universidades a las cuales iría a visitar y pedir información para las inscripciones. Por mi parte, aún me encontraba indeciso en cuanto a ese tema, Jennie decía que, si no me decidía para fin de año, posiblemente termine como un operario de limpieza en alguna empresa. Ella siempre era muy chistosa, pero aquello no les causó gracia a mis padres, pues ellos estaban muy preocupados por mi futuro.

—Deberías ayudar a mi hijo a escoger alguna carrera. —y entonces la voz de mi padre me devolvió a la realidad.

Mamá le pidió que cambiáramos de tema, pero él insistió y entonces Jisung hizo una pregunta que en verdad no me lo esperaba.

—¿No quieres seguir alguna carrera universitaria? —lo miré y entonces no supe qué decir. No es que fuera un idiota total en la escuela, pero realmente ninguna materia, me llamaba la atención... me gusta componer, aunque eso no era una materia. Y el que mi padre insistiera firmemente en que siguiera la carrera de arquitecto no ayudaba en nada— ¿Qué es lo que te gusta? —agregó.

Todos en la mesa se quedaron callados, incluso mi padre, quien en esta ocasión no quería insistir con su tonta carrera.

—Me gusta componer. —dije de inmediato. Jisung me sonrió y tomó mi mano por encima de la mesa.

—Entonces conviértete en un compositor profesional. Escuché que las empresas de entretenimiento piden muchos compositores para grupos de kpop.

Y entonces los palillos de papá hicieron un sonido sordo al caer en la mesa. Vi como él se marchaba de la mesa sin disculparse ni despedirse de Jisung.

—¿D-dije algo malo? —preguntó mi novio. Mamá negó de inmediato y con una sonrisa, se levantó para traer el postre.

Jennie de inmediato cambió de tema e inició una conversación muy amena con Jisung, quién parecía que ya se había olvidado de la terrible reacción de mi padre.

Tuve que acompañar a Jisung hasta la parada de autobuses cuando la cena terminó y cuando mi madre acabó de avergonzarme al mostrarle mis fotos de bebé... desnudo. Incluso Jisung se llevó más de tres fotos mías, poniendo de excusa que era muy bonito de pequeño.

—Me encantó tu familia. —dijo cuando nos encontramos en la plena soledad de la parada de autobuses.

Me senté a su lado y lo rodeé con mi brazo, logrando la cercanía que tanto deseaba en ese momento.

—¿A tu padre no le gusta la idea de que te conviertas en un compositor y por qué no sabía de ese gusto por componer tienes?

Me alejé un poco y le sonreí, él también me sonrió.

—Es un gusto que no compartiría con cualquiera, además fue hace mucho que dejé de escribir.

—Quiero leer algunas de tus canciones. —dijo de repente. Noté un brillo especial en su mirada, él parecía muy feliz de su gran idea, sin embargo, yo estaba algo aterrado. Hace mucho que había dejado de escribir.

—No creo que sea lo adecuado, Jisung. —tal vez podría gustarme mucho componer y la idea de disfrutar cada letra que escribía desde lo más profundo de mi corazón, sin embargo, sabía que no era una buena idea hacerlo, en especial teniendo a mi padre encima mío con su insistencia en seguir una carrera que no me gustaba.

—Es por tu padre, ¿Cierto? —no conteste, pero sabía que él ya lo sabía— Minho, eso no tiene que detenerte, puede que no recibas todo el apoyo que quieres al principio, pero es tu sueño y lo bonito de estos es que son solo tuyos, no de tu padre, ni de tu madre, solo... tuyos. Es cierto que hay personas que tienen sueños parecidos, pero todo se diferencia al momento de emplearlos o de la manera con la cual llegarás a cumplirlos.

Una sonrisa grande hizo acto de presencia en mi rostro y sin pensarlo dos veces, mis labios impactaron contra los suyos. Él tomó mis mejillas entre sus manos, correspondiendo de inmediato y disfrutando, al igual que yo, de este simple gesto de amor que nos entregábamos.

—Te voy a apoyar en todo, Honnie. —dijo al separarse de mis labios. Y yo creía en sus palabras.

Los meses pasaron, entre ellos hubo sorpresas, cenas, cenas familiares (en las cuales nuestras familias se reunían, pues una amistad nació entre nuestros padres cuando nosotros empezamos formalmente a salir), citas o simples tardes en las cuales nos quedábamos en la casa del otro viendo películas o solo besándonos.

Y esta era como una de esas tardes. Mis manos sujetaban la cintura de Jisung, prácticamente estábamos acostados en la cama, él debajo mío, correspondiendo a nuestro beso y separándose de vez en cuando para tomar aire.

—Se suponía que nos reunimos para avanzar el trabajo del profesor Kang.

—Pero estamos estudiando. —dije en mi defensa.

Jisung me miró con un claro: no es cierto plantado en su rostro y de inmediato supe que era una señal para salirme de encima suyo.

—Mi padre me matará. —dijo al tomar su móvil.

Traté de arreglar mi camisa y de paso, peinar mi cabello, pues los besos con Jisung siempre lograban dejarnos con la ropa fuera de lugar.

—¿Qué sucedió?

—Hoy llegaba mi prima junto a su esposo de Daegu y resulta que debería estar junto a ellos dentro de cinco minutos en vez de estar contigo.

—Estábamos estudiando. No creo que tu padre se enoje. —contesté con total despreocupación, pues ahora que llevábamos más de cinco meses juntos, podría decir que su padre era un poco más condescendiente conmigo, con nuestra relación.

—Besarnos mientras nuestras manos exploran lugares prohibidos no es estudiar. —se levantó de la cama, comenzando a guardar todas sus pertenencias en su mochila.

—Pero Biología es un curso y nosotros estábamos poniendo en práctica...

—Ya basta. —me dijo al estar delante mío.

Me crucé de brazos y traté de hacerme el enojado, pero ante los constantes pucheros de Jisung, no pude lograrlo.

—No te enojes, amor. —susurró, colocándose de puntitas (muy a pesar de que traía puestos esos zapatos horrorosos con plataforma) y abrazándose a mi cuello para chocar sus labios con los míos— Tengo que irme, ya es tarde.

—Pero apenas son las ocho. —mi tono fue tal cual de un niño y la sonrisa que soltó al escucharme me dio a entender qué tal vez podría quedarse un rato más, sin embargo...

—Tengo que ir, han tenido un bebé recientemente y quiero conocerlo.

Un beso fue lo último que recibí antes de verlo alejarse y salir por la puerta de mi habitación. Lo escuché hablar con mamá por unos minutos y posteriormente la puerta principal.

Vi los libros y lápices en mi escritorio y por más que quise sentarme y terminar la tarea de Matemática, no lo hice, ni siquiera cuando Jennie pasó por mi habitación y me ordenó que lo hiciera.

La cena llegó y mamá comenzó a hablar de su día, al igual que mi padre y Jennie, quien decidió hablar sobre mi irresponsabilidad en vez de su desempleo, cual pronto iba a acabar, pues estaba dispuesta a crear su propia línea de ropa.

—Minho, ya hemos hablado del tema. Tienes que estar igual de atento para tu novio como para tus tareas. —Papá me advirtió y por más que quise contestarle que todo estaba bien y que Jennie era una exagerada, nuevamente no lo hice.

Mamá continuó hablando y yo seguía fuera de este mundo, de esa mesa y del asunto que los adultos estaban tratando o así fue hasta que mi madre tocó mi hombro, me sonrió y preguntó por Jisung.

—¿Crees que sus padres quieran venir con nosotros?

Miré instintivamente a Jennie, quien rápidamente desvío la mirada, como si no le estuviera pidiendo ayuda.

—C-creo que sí... —susurré con total desconcierto.

—Entonces hablaré con la madre de Jisung para comenzar los preparativos del campamento.

Abrí los ojos de inmediato y miré a Jennie nuevamente. Ella suspiró y me lanzó un folleto en el cual la naturaleza era la principal atención y que tenía por nombre: Campamento Nanji.

➜᎒minsungpapas.