07
2/3
-¿Estás bien? -susurré una vez que nos encontramos dentro de la sala.
Jisung colocó la bandeja, que contenía nuestras palomitas y bebidas, sobre sus piernitas y asintió, sin embargo, no me dirigió mirada alguna y no es que quisiera ser observado por él a cada segundo, solo que prefería comprobar a través de su mirada que aquellas palabras de la dependiente de dulces y snacks del cine no hayan afectado a mi amigo.
«Es muy tierno ver que un joven trae a su hermanito menor a ver una película. No es de todos los días y en verdad es algo admirable... Todos los hermanos mayores deberían ser como tú.»
Tal vez ella no sabía que había dañado indirectamente a Jisung al decir aquello, pero lo hizo, y no puedo decir que la incomodidad en Jisung fue notable, pues él era una persona tan buena que, en vez de corregirle, solo sonrió y caminó lo más rápido posible con la excusa de que estábamos retrasados para la película.
-Jisung... -musité, tratando de llamar solo la atención de mi acompañante y no de todas esas madres y padres que estaban aquí junto a sus hijos para ver Los increíbles 2.
Jisung no respondió, solo agarró el sorbete y lo colocó en su bebida, para así entretenerse con otra cosa que no fuera yo o así lo veía.
-Jisung... -susurré nuevamente. No recibí ninguna respuesta, por lo que me atreví a zarandear su brazo de un lado a otro, tal y como un niño pequeño, para ser atendido. En esta ocasión, él sí me miró y no estaba del todo alegre.
-¿Qué sucede? -preguntó con el mismo tono de voz.
Estaba indeciso, había captado su atención, sin embargo, no quería decir algo que posiblemente lo volviera a colocar incómodo o qué tal vez solo yo noté y él ni siquiera prestó atención.
-Olvídalo. -fue mi respuesta final. Dejando ese tema aparte, tomé mi bebida y el sorbete que quedaba para así dejar de pensar en cosas que me transformaban en un exagerado de primera y que a su vez me impedían disfrutar de esa película animada que ni siquiera había tenido la oportunidad de ver la primera parte.
La película no fue lo que esperaba y es que en realidad no sabía qué esperar, no había visto la primera entrega y prácticamente no entendí nada, por lo tanto, lo único bueno que podía rescatar de la película animada era el simple hecho de que esta lograba hacer sonreír o reír a Jisung, ya sea de alegría, tristeza, sorpresa y hasta cierto punto del simple hecho de estar viendo una escena de acción.
No sabía de la cantidad de sonrisas que una persona podía tener o con las cuales podría demostrar una emoción diferente, sin embargo, con Jisung descubrí algunas, desde las sorprendidas hasta la más sentimentales.
No supe en qué momento fue que la película terminó y tuvimos que salir de la sala, escuchando a los niños narrar las partes que más les impresionaron. Fue en ese momento que noté la poca comunicación que estábamos teniendo Jisung y yo, y creía saber el porqué.
-¿Cuál fue tu parte favorita de la película? -pregunté sin temor a que algunos padres estén viéndonos o casi diciéndonos con sus miradas que ya estábamos demasiados grandes para contarnos las películas, en especial si estas eran dirigidas a público menor de diez años.
Jisung me miró algo sorprendido y pareció pensarlo, hasta que me atreví a tomar confianza y rodear sus hombros con uno de mis brazos, logrando tener una cercanía típica de amigos de muchos años. Solo en ese momento él me sonrió y comenzó a narrarme lo mucho que le gustó TODA la película y la cantidad de años que tuvo que esperar para que saliera otra entrega.
-Este es tuyo. -le entregué el cappuccino y él de inmediato me extendió un billete de cinco mil wons.
-Yo invito. -me negué a recibir su dinero y él hizo un puchero al ver que no aceptaría nada de él, mucho menos su dinero.
-Tú pagaste todo en el cine, yo quiero pagar por los cappuccino, además quiero un pastel de chocolate.
Me di media vuelta y observé la vitrina donde se podía ver los tipos de pasteles y diferentes postres que ofrecía el Starbucks, sin embargo, seguí sin aceptar su propuesta y en vez de eso, dejé mi cappuccino en la mesa, junto a Jisung, y me dirigí hacia la caja nuevamente, esta vez pidiendo un pastel de chocolate.
-No era necesario... -empezó a decir al verme con su pastel de chocolate dentro de las típicas bolsas que te ofrece el establecimiento- el que se tiene que disculpar soy yo, sin embargo, el que parece pedir perdón eres tú.
Me alcé de hombros, dándole algunos sorbos a mi cappuccino y sintiendo el sabor caliente y delicioso de este. Como respuesta recibí un golpe en mi antebrazo y dejé de lado mi bebida para darle la debida atención a mi pequeño amigo.
-Lo siento...
-No por ser delgado y bajito significa que tienes que protegerme y pagar todo lo que yo como. No soy tu hermanito menor... -y lo último me dejó descolocado.
Él me miró desafiante y tomando su pastel y cappuccino, salió del establecimiento. Sus palabras me dejaron un sabor amargo en la boca y tomando en manos mi cappuccino, también me atreví a salir corriendo detrás de él. No estaba muy lejos mío, así que alcanzarlo fue demasiado fácil.
-Jisung, espera... -sujete su hombro, él se tensó ante mi llegada.
-¿Qué es lo que quieres? ¿Burlarte de mí al igual que los demás?... porque ya lo estás haciendo. -susurró lo último, logrando partir mi corazón, pero fortaleciendo aún más mis ganas de protegerlo.
No supe en qué momento llegué a ser tan impulsivo, pero al abrazarlo no recibí negativa de su parte, al contrario, se dejó hacer y terminó por girar entre mis brazos para así esconder su rostro en mi pecho. Me sorprendí mucho al notar que él lograba alcanzar mi pecho, no obstante, correspondí, teniendo cuidado de no quemarle con mi cappuccino.
-Siempre la había visto por fotos, mis padres dijeron que este lugar es muy significativo, porque aquí sellaron su amor por siempre. Según ellos, este lugar es el culpable de que ellos sigan juntos.
La suave risa de Jisung se escuchó y dirigí mi mirada hacia él, dejando ya el envase mi cappuccino, cual yacía vacío. Él estaba comiendo su pastel y disfrutando de la vista que ofrecía la Torre Namsan.
-Papá también colocó un candado aquí junto a mi madre... -me sorprendió mucho escucharlo, en especial al saber dónde se encontraba su verdadera madre- él pensaba que seríamos los tres por siempre, sin embargo, ella y mi hermanito murieron y su percepción de la vida cambió -dejó de lado su pastel y en esta ocasión me miró- o así fue hasta que conoció nuevamente a la mamá de Hyunjin, ella le devolvió la vitalidad que mamá se llevó y si puedes ver bien, por ahí encontrarás el candado que ellos colocaron hace cuatro años atrás, cuando estuvieron libre de todo trabajo.
-Yo... en rea...
-No le he contado a nadie sobre esto, pero tú me transmites confianza y tal vez te parezca incómodo que haya hablado de esa manera, en especial al vivir en un país donde se ve mal que una persona vuelva a contraer matrimonio después del divorcio o de enviudar. Sin embargo, he visto que en otros países las cosas son distintas... cuando no hay amor, las parejas se separan. Tal vez te parezca algo mu...
-Increíble. -respondí. No solo por el hecho de que Jisung sabía mucho de nuestra cultura, reconocía las ventajas y desventajas de esta, sino también por investigar sobre demás países que muchas veces no debe ser nuestra importancia, no hasta que comencemos a trabajar-Mis padres no han pasado por un divorcio o algo parecido, pero reconozco que ahora las cosas van evolucionando y el divorcio no es una malo como antes creían.
Jisung me miró algo sorprendido y sonrió, dejando en el asiento su pastel y acercándose.
-Pensé que te habían inculcado con ese pensamiento de vivir en un matrimonio infeliz toda la vida antes que divorciarte.
Reí ante las palabras de Jisung y negué. Era cierto que había muchas personas que pensaban que el divorcio no era una opción, en especial si la personas con la que te casaste es el "amor de tu vida", sin embargo, eso ya estaba muy sobrevalorado, no solo en mi vida, sino en la mayoría de amigos que tenía en Daegu e incluso en mis familiares.
-Me gusta tu pensar...
Desvíe la mirada, hasta verlo y sonreír. Él también sonrió. Tal vez nuevamente el impulso de sentirlo más cerca o de pensar que en un futuro lo quería tener a mi lado, me hizo decirle lo mucho que deseaba colocar un candado, que tuviera escrito nuestros nombres, en aquella baranda donde yacían miles de esos objetos.
-N-no entiendo...
-S-solo como amigos. -traté de solucionar el lío en el cual me había metido, pero en vez de ver una cara triste o desilusionada, solo vi una llena de alivio.
-Entonces para el próximo sábado tenemos que conseguir un candado y colocar nuestros nombres en este.
La sonrisa que me regaló, a diferencia de otras, era una llena de pureza, de inocencia.
Y fue en ese momento que mis brazos actuaron por propia inercia o eso quiero pensar, y abrazaron a Jisung, siendo correspondido al instante.
-Gracias, la pasé muy bien... -dijo antes de volver a esconderse en mi pecho, tal vez escapando del momento incómodo que estábamos viviendo o simplemente pensando en nuestra próxima cita de amigos.
Son muy cutes:(((
➜᎒minsungpapas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top