Capítulo 16: Almas gemelas

Aviso importante:

Hoy día 25 van a salir en actualización: Striper forzoso, Diario de Itachi Uchiha, El fotógrafo, Secretos sexuales, Hunters (sólo en wattpad), Pequeño cuervo y Twain Harte (Éste último con algo de retraso puesto que mi compañera está terminando su parte del capítulo todavía). Esto es debido a que me voy dos semanas de vacaciones, así que os dejo algunas cosas para leer jeje. Regresaré el domingo 18 de marzo e iniciaré de nuevo con "Striper forzoso y Bajo las alas de un samurai". Además de eso... para el mes que viene empezará un nuevo fic aunque irá capítulo por mes, se llama "Coma profundo".

No podía apartar la mirada de ese caballo al que debía subir. Todavía no se sentía con fuerzas como para hacerlo solo, pero su hermano estaba a su lado, ensillando su caballo. Una parte de él sonreía al ver cómo el caballo no paraba de moverse, alejándose de esa silla y poniendo de mal humor a Itachi.

- ¿Pero qué le pasa a este dichoso caballo? – preguntó finalmente de mal humor, tirando la silla al suelo.

- No es un caballo al que hayan domado – comentó Sasuke – nunca utilizan sillas así que es algo extraño para él.

- Pues no vas a montar sin silla, al menos no con tu brazo así. Sólo faltaría que te cayeses. No puedes sujetarte bien a las riendas.

- Pues vas a tener que encontrar una solución, porque dudo que vayas a poder ponerle la silla a ese caballo.

- Un caballo no va a ganarme a mí a cabezón – dijo Itachi molesto, cogiendo la silla nuevamente dispuesto a colocársela como fuera.

***

Caminaban a paso lento hacia la colina. Sasuke sin poder parar de sonreír, Itachi frustrado al tener que llevar a ese caballo a rastras del suyo sin la dichosa silla. Aun así, Sasuke sentía los nervios revolverle el estómago. Hacía al menos una semana que no había visto a Naruto y el último recuerdo que tenía de él... era cuando tuvo que sacarle aquella bala.

- ¿Qué te ocurre? – preguntó itachi.

Por un instante, Sasuke mantuvo el silencio, todavía con su espalda apoyada sobre el pecho de su hermano y dejando que él dirigiera las riendas del caballo. No sabía cómo explicarle sus dudas. Confiaba en su hermano, siempre lo había hecho... pero era un tema tan personal que, no estaba del todo seguro.

- ¿Es algo grave? – preguntó de nuevo Itachi.

- No... o sí... no lo sé. No estoy seguro. Creo que estoy enamorado de él pero... no sé si él lo está de mí.

- Créeme... lo está – le confesó Itachi con una sonrisa.

- Itachi... nunca nos hemos besado – comentó Sasuke algo decepcionado – y eso no puede ser bueno. No sé, lo nuestro sólo ha sido sexo desde el inicio pero nada más. ¿Hasta qué punto puede amarme? Quizá es que sólo somos eso, un matrimonio por conveniencia de nuestras familias y nada más.

- Habrá alguna otra razón para no hacerlo, pero te aseguro que ese chico te quiere. Se ha arriesgado mucho por ti, para salvarte la vida y eso no se hace si no se siente algo.

- Sí, cariño, quizá sienta cariño por mi o compasión, no lo sé pero...

- No es cariño, Sasuke. Bueno... sí, es evidente que te tiene aprecio y cariño, pero es algo mucho más profundo. He visto su preocupación por ti, realmente le importas. Puede que por sus costumbres no tengan cierta tradición de ir besándose por ahí en público pero eso no quiere decir que no te quiera.

- Ni en público ni en privado – le aclaró Sasuke.

- Quizá sea algo de sus costumbres, Sasuke, no lo sé. Sabes que yo apenas conozco nada de sus tradiciones. No puedo ayudarte con eso, pero sí he visto que te quiere, a su manera quizá, pero no hay duda que siente algo muy profundo por ti.

Era posible que su hermano tuviera razón, que fuera alguna costumbre de ellos o no lo sabía... pero aquella idea le deprimía pese a que ansiaba volver con su esposo. Le echaba de menos... pero echaba más en falta sus caricias y sobre todo... ansiaba que llegase aquel beso que nunca parecía llegar. Había intentado ser paciente, aguantar por él, incluso había preguntado a Konan por si estaba haciendo algo mal pero nunca obtuvo una respuesta clara. Simplemente, no estaba seguro que su esposo sintiera lo mismo que él parecía sentir y eso le deprimía ligeramente.

El caballo finalmente se detuvo frente a la colina, dejando ver a ambos morenos a esos indios acampados en lo alto. Todos se levantaron con rapidez, pero fueron los ojos de Naruto los primeros en vislumbrar cómo Itachi ayudaba a su hermano a bajar del caballo. Todavía llevaba el cabestrillo y seguramente no podía mover el hombro pero eso le daba igual, corrió ladera abajo hacia él, bajo la atenta mirada de lo suyos por si ocurría algo malo y debían tomar medidas.

- Ve con él – le comentó Itachi con una ligera sonrisa mientras cogía de nuevo las riendas del caballo para apartarlo ligeramente.

- Gracias – agradeció Sasuke a su hermano, abrazándole una última vez antes de caminar con lentitud hacia su esposo, que mantenía la carrera hacia él.

Le observó tirar el arco al suelo cuando estaba próximo y realmente... no supo cómo debía recibirle. ¿Quizá un abrazo? ¿Un "lo siento"? ¿Un "gracias" por salvarle la vida? ¿Qué debía decirle a Naruto después de una semana? Y encima con sus dudas.

Prefirió empezar por un "lo siento", agachando su rostro cuando Naruto ya se encontraba a escasos centímetros de él, avergonzado por todo lo que le había hecho pasar para salvarle la vida, sin embargo, Naruto agarró su rostro con fuerza y le obligó a mirarle. Todo ocurrió tan rápido que Sasuke jamás pudo esperar aquella reacción, no pudo imaginarse que Naruto le besaría con aquella pasión frente a todos, que le impediría mover su cabeza sólo para poder colar su lengua y jugar con sus labios. Simplemente... cerró los ojos, dejando que todas aquellas dudas se disipasen, disfrutando de aquel beso que por fin llegaba después de tan larga espera.

Una lágrima resbaló por la mejilla de Sasuke, perdiéndose bajo el pulgar de la bronceada mano de Naruto, provocando que éste abriera los ojos con rapidez y preocupación creyendo que le había podido hacer daño en algún gesto.

- Ey... - susurró Naruto junto a sus labios - ¿Te he hecho daño? – preguntó confuso.

- No – dijo Sasuke sin abrir los ojos – por favor... no pares.

Naruto sonrió al darse cuenta de que simplemente, ese chico había esperado aquel beso demasiado tiempo, tanto tiempo como él lo había hecho. Aquel paso le había costado darlo, fue un paso que creaba dudas en ambos, pero no quería forzar a Sasuke, no quería besarle sin saber si él le amaba de verdad y ahora se daba cuenta... de que debía haberlo dado hacía demasiado tiempo atrás.

- Todos nos miran – sonrió Naruto.

- Me da igual – susurró Sasuke todavía rozando aquellos sensuales labios – pueden mirar lo que quieran, pero no pares.

Acababa de terminar de atar las riendas del caballo a uno de los árboles cercanos, cuando al girarse para llevar el caballo de Sasuke hacia Naruto, se fijó en aquellos dos montando ese espectáculo frente a todos. Por un instante, Itachi se quedó paralizado al ver ese apasionado beso, con un Naruto que sostenía la nuca de su hermano con una mano y parte del cuello con la otra mientras su pulgar impulsaba el mentón de Sasuke hacia arriba para poder tener mejor acceso a su boca.

- Y él preocupado por si no le quería – susurró hacia un caballo que dejó escapar un ligero ronroneo - ¡Que no le besaba! – dejó escapar imitando la voz de su hermano – pues menos mal que no le besaba, porque creo que lo va a atragantar.

Ambos miraban la escena sin acercarse. Todavía tenía las riendas de ese caballo en sus manos y entonces, se dio cuenta de que estaba hablando precisamente con un animal, y no uno cualquiera, uno más cabezota que él.

- ¿Y yo qué narices hago hablando contigo? – preguntó Itachi – ni siquiera me has dejado colocarte la silla – se quejó antes de empezar a caminar hacia aquellos dos tortolitos para dejar el caballo con los suyos.

Le dolía el brazo y sabía que la medicación estaría dejando de hacer efecto pero le daba igual. ¡Naruto le estaba besando y eso era lo único que le importaba! No quería que se despegase de su lado, quería seguir allí, dejándose atrapar sus labios entre los de ese rubio. Una vez hizo Naruto el amago de alejarse, pero la mano sana de Sasuke había cogido con cierta fuerza la camiseta de Naruto para impedirle que lo hiciera.

- Ey, Sasuke – sonrió Naruto alejando sus labios de los de ese moreno que se negaba a abrir los ojos – tengo toda la noche para besarte, ¿vale? Venga... volvamos a casa, todos estamos cansados y tu brazo necesita reposar.

- Vale – aceptó finalmente Sasuke – tengo ganas de volver a casa. ¿Menma está bien?

- Sí, deseando verte – acarició Naruto las mejillas de Sasuke, apartando ligeramente sus trenzas de su rostro para observarle mejor.

- Esto es tuyo.

Sasuke intentó quitarse el collar como pudo para devolvérselo, al fin y al cabo, se lo había regalado a él, pero Naruto detuvo su mano antes de que pudiera hacerlo. Por un instante, Sasuke se quedó confuso ante aquello.

- No hace falta que me lo des.

- Quiero hacerlo. Te lo regalé y he regresado a tu lado.

- Vale. Déjame a mí entonces – comentó justo antes de llevar sus manos al cuello del chico para desatar el colgante y ponérselo él de nuevo.

Ambos se sorprendieron al escuchar las pisadas de alguien acercándose, pero fue Sasuke el primero en mirar a su hermano, quien venía a dar las riendas del caballo. Un abrazo fue lo que recibió de Sasuke a modo de despedida, porque aquello era una despedida por el momento.

- Cuídate, ¿vale? Y no fuerces el brazo – le recordó Itachi antes de sacar un cuchillo que llevaba atado a su cinturón y tenderle la empuñadura a Naruto, como un regalo hacia él.

- No lo haré – dijo Sasuke, indicándole a Naruto que ese arma era un regalo para él, por lo que Naruto cogió la empuñadura para guardarlo.

- Cuídale – le comentó hacia Naruto pese a que éste no podía entenderle, sin embargo, intuyó lo que quería decirle, por lo que asintió con la cabeza antes de coger las riendas del caballo de Sasuke.

Sasuke quiso intentar montar en su caballo, pero Naruto se lo impidió. Con el brazo así lo más seguro era que no pudiera agarrar bien las riendas y no quería que pudiera caerse ahora estando así. Naruto subió primero a su caballo y luego, ayudó a Sasuke a subir, colocándolo delante para impedir así que pudiera caerse.

- Sabes que puedo montar solito – sonrió Sasuke.

- No vas a montar solo hoy. Sólo me faltaba que te cayeses.

- Te preocupas demasiado. Estoy bien.

- Me han explicado las cosas, Sasuke, así que no intentes engañarme. Vamos a casa... pero vas a descansar.

- ¿Ni siquiera me vas a dejar moverme de la cama? – preguntó con cierto toque sugerente.

- Nada de sexo hasta que te recuperes – le aclaró Naruto – pero sí puedo darte besos.

- Quiero de ti algo más que sólo besos.

- Bueno... puedo ir masturbándote de camino al poblado – sonrió Naruto recordándole la primera vez que lo llevó al poblado - ¿Te dejarías?

- No sé... tendrás que probar suerte – sonrió Sasuke, consiguiendo que Naruto sonriera también.

Todos los guerreros de la tribu empezaron a montar en sus caballos a medida que iban terminando de desmontar y guardar las cosas. Lentamente, se pusieron en camino, aunque Naruto esperó a que todos cogieran algo de distancia para poder quedarse el último.

- ¿Ibas en serio? – preguntó Sasuke ahora con ciertas dudas al ver que se quedaba el último.

- ¿Por qué no? – sonrió – no nos verán.

- No es algo que me preocupe en estos momentos – susurró Sasuke – prácticamente casi todos tus guerreros incluso tu abuelo... te vieron meterme mano la primera vez. Y me imagino que la primera noche de bodas también vieron bastante.

- ¿Prefieres que te meta mano en medio de ellos? – preguntó Naruto aunque ya estaba metiendo la mano bajo sus pantalones, cogiendo el miembro de Sasuke.

- La verdad... es que no me importa ahora mismo, llevo una semana sin ti y encima no puedo utilizar el brazo con el que siempre me masturbo, así que me duele todo, sólo quiero descargar.

- Me gusta saberlo, porque también yo te he echado en falta. Me muero por tenerte de nuevo desnudo en mi cama.

- Esta noche me tendrás.

- Pero no habrá sexo, Sasuke, tu brazo no está bien.

- Por favor... puedo follar sin utilizar mi brazo, te lo aseguro – sonrió Sasuke – y te lo demostraré.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top