🙈 Escondite 🙈

- listos o no! Allá voy! - dice Sebastián después de terminar de contar - donde está el bebé conde? - empieza a buscar por todas partes de la mansión.

A decir verdad el demonio aún no puede creer que está jugando esto con Ciel, y todo porque hicieron una apuesta. Si Sebastián logra encontrar a Ciel el niño comería sus verduras en el almuerzo, pero si Ciel ganaba comerá doble ración de postre.

- donde estás pequeño? - lo llama de forma cantarina mientras buscaba debajo de la cama del niño, prosiguió con el armario, baño o cualquier rincón donde su pequeño cuerpo pueda caber.

Sebastián siguió buscando hasta que llegó a la cocina donde estaba Barton haciendo una merienda, y por increíble que sea se veía bien, desde que Ciel entró en su corazón el chef que casi quemaba la mansión en en dos ocasiones por sus comidas fallidas ahora era un experto, solo para darle y complacer al niño con sus postres.

El cocinero mientras hacía galletas miraba a Sebastián con un signo de interrogación en la cabeza cuando el mayordomo buscaba por los estantes y debajo de la mesa. Para lo que está haciendo y se agacha donde estaba Sebastián.

- que estás haciendo?

- buscando al joven amo - dice como si fuera normal

- no me digas que lo volvieron a secuestrar?! - dice algo alterado , ya van dos veces...o eran tres?

- oh no, solo está jugando al escondite conmigo.

- oh...ya veo.

Barton y Sebastián se ponen de pie, el mayordomo se retira de la cocina dejando al chef solo, Barton se encoge de hombros y continúa con las galletas pero escucha una risita .

Mira hacia los lados, iba a volver a trabajar hasta que otra vez escucha la risa seguido de un estornudo. El hombre bueno busca fuente del ruido hasta que lo haya y abre un un saco de harina.

Ahí estaba el niño, estaba cubierto de harina al parecer el saco estaba por la mitad y decidió meterse ahí.

- joven amo ...- dice aún sorprendido

- shhh! Dile a Sebby que no estoy! - dice de forma juguetona para luego cerrar sus ojitos con fuerza como si fuera a desaparecer.

Esta acción a Barton se le subió la azúcar, le iba a dar un ataque era demasiado tierno para ser verdad. El cocinero le siguió el juego, cerro el saco nuevamente sin ajustarla tanto y continuó con las galletas. Pasaron solo 5 minutos y Sebastián estaba de vuelta a la cocina.

El demonio había escuchado la risa y la conversación cuando estaba en el jardín, fue directo a la cocina veía al Barton de manera sospechosa pero no dijo nada, continuo su camino hasta el saco de harina pero antes de abrirla detuvo a Barton quien estaba a punto de ponerle una olla en la cabeza.

- corre Ciel! Corre! - grita Barton tratando de detener a Sebastián.

Ciel sale del saco y se va corriendo dejando un rastro de harina.

Ciel se estaba divirtiendo atrás le seguía Sebastián seguido de Barton, Ciel sin querer choca con Mayrien llenándola de harina.

- joven amo! Por qué estás cubierto de harina?!

- mami! Escondite! - dice riéndose tan tiernamente que la mujer se le paralizo el corazón - escóndeme!

En un movimiento Ciel se esconde debajo de las faldas de Mayrien, Sebastián y Barton llegaron consiguiendo a la mujer algo alterada por la elección de Ciel de esconderse bajo de ella. Los hombres se miraron y de un movimiento rápido alzaron las faldas de la mujer ganándose unas cachetadas.

Con esa distracción Ciel echo a correr hasta llegar al patio donde estaba Finnian.

- Finny! Finny! - dice alegré pero algo cansado pero quería continuar - escondite! Escondite!

El joven jardinero le siguió el juego, lo cargo y salió corriendo hasta el invernadero donde se escondieron entre las flores.

- de quién nos escondemos?

- de Sebby!

- oh! ...y porque estás cubierto de harina?

Ciel no pudo responder la puerta fue abierta revelando a Sebastián, con la palma de la mano de Mayrien en su mejilla derecha. Pero eso no importa ya encontró al joven amo el gana! Vio a Finnian correr hasta aquí con Ciel.

- oh! Señor Sebastián! Que le trae por acá? - dice Finnian mirando de reojo a un saco de tierra donde escondió al niño

- donde está Ciel?

- Ciel? No lo eh visto por aquí...solo estoy regando las flores como siempre!- dice algo nervioso por la mirada sería de Sebastián. Empieza a silbar mientras regaba las plantas pero se acercaba disimuladamente donde estaba el saco.

Sebastián observó sus movimientos y fue directo al saco, Finnian lo detiene por la cola de su saco deteniendo su movimiento y salta para luego taparle los ojos por detrás.

- Correeeeee!!!

Ciel entre risa corre del invernadero, ahora cubierto de tierra y harina. Entra a la mansión dejando rastros por doquier hasta que se topa con Tanaka caminando con su taza de té japonesa, iba a servirse otro té hasta que vio al niño correr hacia él.

- abuelito! Escóndeme! - grita Ciel y Tanaka lo jala hasta un armario.

- Ho Ho Ho - vuelve a su versión Chibi que a todos nos gusta hasta que se topa con Sebastián

- señor Tanaka donde está Ciel?

- Ho Ho Ho...

- ya veo no lo has visto

- Ho Ho Ho

- gracias y descuide. Disfrute su té.

Sebastián continua dirección contraria hasta que escucha una risa, seguido de un golpe y olor a pintura. El demonio abre el armario y ahí estaba Ciel, más sucio que nunca! Harina, tierra y pintura morada. Había una lata de pintura en el estante del armario y se derramó sobre él. Pero a Ciel no le importa, iba a correr otra vez pero Sebastián lo sostiene por el brazo.

- te encontré! Yo gano!

Sebastián canta victoria, a Ciel no le gusta perder casi nunca pierde, aunque admite que se divirtió significa que perdió la apuesta y ahora debe comer esas estúpidas verduras!

- no! No! Hiciste trampa! - dice haciendo puchero molesto - Ciel gana!

- yo creo que no, ahora vamos a darnos un bañito como suena eso?  - dice tomando la mano de Ciel y guiándolo hasta el baño, el niño refunfuñaba detrás de él.

A continuación desviste a Ciel y lo mete en la bañera, Ciel aún estaba molesto por perder pero se le fue pasando cuando jugaba con la espuma y un barquito de juguete. Cuando termina su baño Sebastián le pone un pañal de tela nuevo, sólo volteo unos segundos el niño había desaparecido de la cama

- CIEL!! - grita el demonio buscando al niño otra vez, fuera mejor si solo no estuviera en pañales - se terminó el juego Ciel!

Sebastián lo busco por todas partes hasta que por fin lo hallo en cuclillas dentro de la chimenea que estaba apagada por suerte. Ahora tiene a un niño lleno de carbón y hollín.

- grandioso lugar para esconderte Ciel...- dice Sebastián cargando a Ciel en sus brazos pero de repente le pega un olor que hace que aparte a Ciel de su cuerpo - Ciel...acaso tú?

- me dolió la pancita Sebby...- dice Ciel haciendo puchero a punto de llorar, nunca le pasó eso, ensuciar su pañal pero le dolió tanto la barriga que cuando se dio cuenta ya se había hecho encima - lo siento...- dice llorando se siente sucio y avergonzado.

Sebastián no podía molestarse con este adorable niño nunca.

- oh Ciel, tranquilo no llores, no estoy molesto. Vamos a darnos un bañito otra vez y cambiar este pañalito que dices? - no espero respuesta solo llevo al conde al baño para limpiarlo otra vez. Cuando terminó tenía a un conde limpio y fresquito.

- Sebby tengo hambre - dice tomando la mano de Sebastián mientras se chupaba el pulgar con la otra.

- entonces vamos a comer el almuerzo, hay una deliciosa verdura esperando por ti.

Ciel se le había olvidado la apuesta y tuvo que comer verduras, por suerte obtuvo una galleta en la merienda.

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