24. Día de compras y mal comportamiento

Connor

Luego de salir de la clínica tenía que cumplir mi promesa de llevar a los chicos donde quisieran así que nos dirigimos a comprar sus queridas patinetas las cuales no aprobaba del todo.

Ya en el lugar ellos prácticamente peleaban porque algunos querían elegir las mismas, iba a interferir pero no iba a dejarlos en vergüenza frente a la señora del mostrador.

- Pueden elegir cualquiera. Si todos quieren una las compramos ahora.- los que no pensaban en eso les brillaron los ojos de felicidad.- Decidan pronto para ir a comer antes de ver algunas tiendas.

- ¿Puedo elegir otra cosa? - Ryan preguntó y yo asentí.

- ¡Esa la quería yo! - Ethan estaba haciendo un berrinche frente a todos.

- ¡Cállate tonto! Habla más bajo y yo la vi primero.- Mateo apretaba sus puños.

- Se me calman los dos, dejen de pelear.

- Pero esa me gusta.

- Entonces la llevas Mateo, no hay problema. Si son las mismas después las marcamos, no hay porqué discutir..

- ¡Nunca me haces caso! - Ethan salió por la puerta de la tienda dejándome hablando solo. Decidí seguirlo, cuando salí de la tienda ya casi tomaba las escaleras eléctricas para bajar y lo detuve a tiempo.

- Hey.- apreté suavemente su brazo.

- Agh.

- ¿Que pensabas hacer? ¿Irte así? ¿Como pelear por algo tan pequeño? Es una simple patineta y si uno de tus hermanos quiere la misma que tú no veo el problema.

- ¡Copian todo lo que hago!

- No me grites, podemos hablar de lo más bien así.

- Pero es que no se vale.

- ¿Que elijan la misma?

- ¡Que me copien!

- Conoces como son tus hermanos y no tiene nada de malo cariño. Y no es verdad que nunca te hago caso, siempre estoy atento a cada uno de ustedes.

- ¡Ya no quiero nada!

- Tampoco pensaba dejarte comprarla  con esa actitud.- su cara cambió por completo.

- No lo decía enserio solo era una broma.- susurró arrepentido de sus palabras.

- Lo que te dije no, así que paras con esto y no te separas de mi lado.- No iba a ser tan malo para dejarlo a él únicamente sin eso pero tenía que aprender.

- Pero..

- Ya dije que no.- Creí que claramente iba a pensar en lo que le acababa de decir pero siguiendo su berrinche corrió escaleras abajo con los ojos cristalizados.

Respiré profundamente antes de ir a buscarlo, les avisé a los chicos para que no se fueran a ningún otro lado y lo busqué por todos lados. No encontraba rastros de él y la preocupación no se tardó en venir, ¿cómo iban a pasar 10 minutos y aún no lo veía?

Parece que apagó el celular porque me me mandaba a buzón de voz. Le pregunté a un guardia si había visto a un niño pero dijo que no y me comencé a sentir la persona más mala del mundo, súper culpable además por haberlo regañado para irse de esa manera aunque en el fondo sabía que yo tenía razón.

Trataba de concentrarme pero ya no podía al ver que pasaban y pasaban los minutos sin saber de Ethan. Les avisé a los demás por si lo veían llegar allá.

Pasé cerca de una heladería, miré al fondo del lugar y creo que el alma volvió a mi cuerpo al verlo terminar un helado para entrar a un baño cerca de ese lugar. Corrí sin pensar hasta allá, Marco me seguía pero más lento.

- ¡Ethan! - cuando entré él estaba viéndose al espejo y al percatarse de mi presencia su cara quedó pálida pero no me importó en lo absoluto porque lo abracé enseguida.- Dios mío no vuelvas  a hacer algo como eso.

PLAS

- Au.

- ¿Como se te ocurre correr de esa manera caramba? ¡Me tenías más que preocupado!

- Quería estar solo.

- No puedes irte porque quieres en un lugar tan grande como este ¿me escuchaste?

- No soy un niño para que me regañes así.

- ¿Y ese fue el comportamiento maduro de un adulto según tú?

- Vete, quédate con tu hijo favorito.

- ¿De qué hablas? No me cambies el tema sobre el favoritismo Ethan, sabes perfectamente que no lo tengo y los amo a todos por igual.

- ¡Pero no me diste tu apoyo!

- Era un berrinche como el que estas haciendo ahora.

- ¡No!

- Estas castigado por si no quedó claro, no vas a comprarte la patineta por hacer algo como esto. En la casa me vas a pasar tu celular y computadora.

- ¡No es justo! ¡Solo porque no me quieres!

- No es así, te amo hijo. Pero no voy a permitir que me dejes hablando solo, te mandes a cambiar porque algo no te parece y no aparezcas por ninguna parte.

- Solo por una estúpida pelea.

- Al principio era eso de que no tenías que pelear por algo tan simple pero luego de salir corriendo agravaste la situación.

- ¡Me voy, ni quería tampoco una patineta y nada de ti!

Este salió corriendo del baño pero su hermano mayor lo atrapó justo en la entrada devolviendolo a donde estaba  antes junto a mi.

- Te vas a comportar.

- ¡Obligame!

PLAS PLAS PLAS

- Te me calmas ahora.- ya mi paciencia se había agotado por suerte no había nadie aquí aparte de Marco el cual salió y se quedó en la entrada.- Estoy cansado de esa actitud.

- Pues es la única que tengo.- su voz se quebró y sentí que me equivoqué al darle esas palmadas.

- Hijo..

- E-Estoy bien. Me quiero ir a casa.- cerré mis ojos un momento y lo abracé sin decir nada.

- No estoy enojado por como tú eres amor. Eres consciente de que tengo a un chico muy simpático, agradable, cariñoso, guapo, humilde, tierno y un poquitito inmaduro frente a mi. Pero ese tipo de actitudes como te lo dije antes de salir corriendo te pueden colocar en peligro, tampoco es la manera de evadir una conversación.

- No me agradan las.. tú sabes.

- ¿Vas a dejar de pelear?

- Ajá.

- Entonces no tendría porque darte alguna. Tenemos a tus hermanos solos hace bastante rato, vamos por ellos.

- ¿No pasaremos a comer?

- Lo que debería hacer es irnos directo a la casa pero no, iremos a comer de todas formas.

- Gracias.- susurró bajito. Caminamos hasta las escalera para buscar a los demás los cuales nos esperaban con una cara de aburrimiento.

Por suerte no ocurrió ningún otro percance luego de irnos a comer alguna cosa, elegimos una mesa y la comida que cada uno iba a escoger. Estaba en un dilema entre comprarle en secreto la patineta a Ethan o no hacerlo por como se comportó pero me dolía verlo triste y felices a los demás.

Llamé a escondidas a Mateo para que me ayudara en la que su hermano había escogido anteriormente, con gusto aceptó pero también recibió un regaño de mi parte.

La compramos pero enseguida al salir de la tienda la fuimos a esconder al auto que estaba en el estacionamiento del lugar para entregársela en algún momento.

- ¿Podemos ir a la tienda que está al lado de esa que tiene zapatos?

- No creas que se me olvidó la pelea de hace rato.- colocó una cara molesta.

- Él empezó todo, es un egoísta.

- Y recibió un regaño por eso, pero no es la manera de solucionar las cosas. Ni llamarlo tonto por una cosa así.

- Está bien, creo que me pasé en ese sentido. No debí llamarlo así.

- Te vas a disculpar al igual que él.

- ¿Es broma?

- ¿Te parece que lo es? - le dije serio y este negó.- Apenas lleguemos allí quiero que hablen.

- Si, pa. No es como si quisiera estar toda la vida peleado por algo tan insignificante.

- Así se habla.- le revolví el cabello sacándole una sonrisa.

Las disculpas fueron bastante bien un rato después ir a comer aunque se negaron mucho por cosas pequeñas. Pasamos por unas tiendas a comprar ropa para cada uno, sobre todo a Emily la cual no tenía mucha y es la que a la que más le hacía falta.

Ya en la casa todos se fueron por su lado a sus habitaciones, patio, otros con el perrito y yo a arreglar algunas cosas que compramos de vuelta al pasar un momento por el supermercado.

Para la cena pensaba hacer algo que que todos les encanta y no encontraba mejor cosa que fideos con salsa. Amaban eternamente la pasta, también el puré, lasañas, entre otras cosas.

Mientras hacia la cena nunca pensé que iba a haber una pelea pero bastante fuerte en realidad porque se escuchaban los gritos desde el piso de abajo.

- ¡Chicos! - me acerqué a la escalera.

- ¡Me tienes harta!

- ¡Sal de mi cuarto! ¡Estúpida!

- ¡Dime así de nuevo!

- ¡Chicos! - volví a repetir lo mismo pero los gritos seguían aumentado así que subí.

Iba a mitad de pasillo y Ethan junto a Emily se miraban mal, en sus manos tenían unas poleras cortadas por la mitad.

- Los estoy llamando de abajo y ninguno responde... ¿qué está pasando aquí?

- Dile a tu hija la idiota.

- Ethan basta.

- Solo quería seguir un tutorial de YouTube. Consistía en cortar esto para hacer una polera más genial pero él no aprecia nada.

- ¡Tomas mis cosas sin permiso!

- ¡Tomé solo una camiseta tuya!

- Dejen de gritarse.- se quedaron callados.- Como pelear por algo así. Hablamos de esto antes Ethan y tú Emily no puedes sacar las cosas de los demás, no hagas a los otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

- En mi defensa esta polera nunca la ocupaba además decía que era fea, incluso Liam es mejor hermano y me regaló una para probar el tutorial.

- Son las cosas de tu hermano hija, tenías que pedirlas.

- Está bien, lo siento. Pero no vuelvas a llamarme de esa manera porque a la próxima no respondo.

- Esa tampoco es la forma, nada de agresión aquí menos entre familia. Y sobre las palabras tampoco los quiero escuchar diciéndole al otro cosas de ese tipo porque les voy a lavar la boca con jabón a ver si aprenden.

- ¿De verdad? No te creo.- Ethan me miró levantando una ceja.- Te apuesto a que digo mil palabras como esas y no eres incapaz de hacerlo.

- Tú sí que eres un.. Agh. Adiós.- Emily se iba a ir pero lo impedí.- ¿Que ocurre?

- Quiero ver una disculpa de parte de tu hermano. Ethan estoy esperando.

- ¿Pedirle una disculpa a esta chica?

- Es tu hermana.- dije tranquilo.

- No voy hacerlo. Además dudo que diciendo que es una mierda, estupida, idiota, imbécil, put..- me acerqué hasta él y lo llevé hasta el baño dispuesto a cumplir lo que le dije para que no colocara en duda lo que era capaz de hacer.

- ¡No! Déjame.- trataba de soltarse.- ¡Era broma, papá!

- No me gustan las bromas como esas Ethan. Hoy estás pidiendo a gritos unas palmadas parece, ¿eso quieres?

- Sabes que no.- susurró.- Me voy a comportar enserio.

- Eso espero y no quiero que le vuelvas a llamar de esa manera a tu hermana, ve a lavarte las manos porque está lista la cena.- antes de salir de ahí me habló.

- Lo siento. Hoy no es mi día.

- De acuerdo pero no es la manera de tratar a los demás hijo.- besé su frente y colocó una mueca.- Todo perdonando ahora baja que creo que todos tenemos hambre.

Realmente esperaba que no hubieran más problemas a la hora de la cena.

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