Princesa de Möbius

- ¿Me lo dirás?- le pregunto mientras lo miro de perfil.

- ¿Decirte que?

- Lo que dijiste que me dirías antes- me acurruco más en la camilla, desde hace un buen rato ha estado lloviendo y esta haciendo algo de frío.

- No es un buen lugar para hablar de ello- responde y me dedicada una mirada que transmite tranquilidad.

- ¿Lo estas diciendo por evadir el tema o porque es delicado?- al ver como su mirada se endurece un poco se de inmediato que es por lo último.

- Por ahora sólo piensa en curarte.

- Yo duraré más tiempo aquí, a ti te darán de alta mañana temprano- digo con algo de tristeza.

- Eso no significa que no estaré aquí para tí.

- Lo sé- sonrio por eso, lo veo levantarse de la camilla y caminar hacia mí- ¿Me darás un beso de buenas noches?

- Eso y... dormiré contigo- dice y se sube a la camilla acomodándose a mi espalda, lo bueno es que es algo grande y espaciosa.

Me abraza por la espalda y me atrae hacia él, inmediatamente siento el calor que desprende su cuerpo acogerme, posa su mentón en el hueco entre mi hombro y cuello, puedo sentir su cálida y tranquila respiración en mi cuello causándome un ligero hormigueo en la zona del cuello, puedo sentirme segura en sus brazos, con ese simple acto, puedo sentir como el corazón se me acelera, una gran felicidad me inunda el pecho por este simple acto de su parte, me encantaría quedarme horas en esta posición, pero lastimosamente los párpados comienzan a pesarme, estoy a punto de entregarme a los brazos de Morfeo cuando siento unos besos en mi cuello, los abro con algo de sorpresa.

- Duerme bien Rose...- murmura.

- Descansa Shad...

......

Pasaron alrededor de unas tres semanas para que me dieran de alta, desde entonces he asistido a terapias para recuperar la movilidad completa de mi brazo, afortunadamente ese disparo no me afecto algún nervio o tendón importante. Mientras estuve en el hospital, Shadow estuvo conmigo todo el tiempo, él parecía más mi enfermero personal que los enfermeros del hospital, me hacía reír, me hacía pasar momentos penosos, me hacía enojar, jugaba conmigo... Me sentí muy bien al ser atendida por Shadow, es muy extraño ver esto, como se preocupaba por mi bienestar, así que es bueno aprovechar las pequeñas oportunidades que brinda la vida, siempre he pensado que las cosas ocurren por una razón, por ejemplo, que Shadow y yo hubiéramos terminado juntos o que estuviéramos destinados a estar juntos desde un principio, todo tiene sus altibajos y sus momentos de triunfo, de eso se trata la vida y desde que comencé a salir con el erizo hurano de vetas rojas, me he dado cuenta de muchas cosas y también he aprendido mucho respecto a la vida, todo gracias a este erizo, sonrio sin darme cuenta y me quedo embobada viéndolo mientras está preparando un pastel de chocolate.

- ¿Linda vista?

- Si...- balbuceo sin darme cuenta luego reacciono y veo la sonrisa maqueavélica que se forma en su rostro- Bueno la verdad...- comienzo a hablar nerviosa- No podría negar eso...- le dedico una cálida sonrisa.

- No dejes de hacerlo- me pide.

- ¿Dejar de hacer que?- pregunto confundida.

- De sonreír de esa forma que solo tú puedes sonreír.

- ¿Acaso es un halago?- pregunto enarcando una ceja divertida.

- Tómalo como quieras- veo como mete su dedo índice con todo y su guante en la mezcla de chocolate- Prueba esto- asiento y abro la boca, lo veo acercar su mano, cierro un momento los ojos y es cuando siento algo sobre mi nariz y mi pómulo derecho, abro los ojos.

- Shadow Dark The Hegdehog, ¿Acaso me has embarrado el chocolate en la cara?- digo y busco una cucharada o un espejo para mirar mi rostro.

- Puede que si, puede que no...- lo veo acercarse y besa mi nariz, luego mi mejilla y siento como pasa su lengua por ella, lo retiro de inmediato y me sonrojo por su acción.

- ¡¿Por qué hiciste eso?!- reclamo mientras tomo una servilleta y limpio mi rostro.

- Para limpiarte, ¿Para qué más lo haría?

- Que sucio eres- dejo la servilleta a un lado y lo miro fijamente.

- ¿Apenas te das cuenta?- dice con perversión en su mirar.

- Eh... bueno yo...- soy salvada por el sonido del timbre- ¡Deben ser los chicos!, ¡Deja de perder el tiempo y termina ese pastel!- me levanto de mi lugar y corro a la puerta principal, la abro y me llevo una pequeña sorpresa- ¿Sally Arcorn?- murmuró sin salir de mi impresión.

- ¿Eres Amelia Rose The Hegdehog cierto?- pregunta mientras me observa, yo solo asiento- Sonic me habló de que aquí podría encontrar al caballero oscuro, ¿Se encuentra él?

- ¿Para qué lo necesitas?- pregunto al salir de mi impresión, su mirada seria puesta sobre mí me molesta.

- Tengo un trabajo para él, ¿Se encuentra o no?- voy a responder pero siento su presencia a mi espalda.

- ¿Qué necesita la familia Arcorn de mí?- pregunta con indiferencia y me toma de la cintura para alejarme un poco de la puerta.

- Me alegra saber que se encuentra, mis padres quieren hablar con usted de forma urgente, requieren de sus servicios- dice amablemente y yo frunzo el ceño, a mi si me mira rayado en cambio a él no se atreve a mirarlo a los ojos.

- Dejé de hacer trabajos para la realeza desde hace años- habla serio, frío y con cierto toque de molestia e irritación, lo comprendo, no todos los días la princesa del planeta en el que vives viene a tocar a tú puerta- No hace falta que pidan de mis servicios- culmina fríamente.

- Comprendemos que ya dejó de prestar sus servicios a las familias reales, pero, por favor, ¿Podría ir hasta el palacio a escuchar la petición de mis padres?- le pidió alarmada y a la misma vez preocupada, parece que algo grave está ocurriendo, miro a Shadow quien está observando fijamente a la ardilla.

- Tsk... Rose, volveré antes del anocher- anuncia y sale de la casa, Sally le agradece y luego voltea a mirarme, suavizando un poco la mirada.

- Disculpe las molestias alteza- se disculpa, yo sonrio y me muerdo la parte interna de mi mejilla derecha.

- No se preocupe princesa, no ha causado ninguna molestia- hace una pequeña reverencia y va al carruaje donde la espera Shadow, me dedica una mirada y sube después de la princesa, yo me limito a observar como el carruaje se aleja.

Cierro la puerta y trato de calmarme, espero no sea algo muy grave, suspiro cansada y camino a la cocina, donde está el pastel medio hecho, agradezco que tengo botes de helado en el congelador, así no voy a quedar como un zapato frente a mis amigos, resistí el impulso tanto de comerme la mezcla del pastel de chocolate como de terminarlo, quiero comer un postre hecho de la mano de Shadow, nunca lo he hecho y debo aprovechar esa oportunidad, solo espero que los Arcorns no lo requieran para algo malo. Limpio y organizo un poco la cocina, unos minutos después suena de nuevo el timbre de la puerta y voy a atender, esperando no llevarme otro mal sabor de boca, para mi fortuna, no ocurrió.

- ¡Chicos!, ¡Que bueno que hayan venido!- sonrio y les doy espacio para que entren a mi humilde hogar, Sonic entra de último y se queda estático frente a mí.

- ¿Sally vino aquí?- murmura para que sólo pueda escuchar yo, asiento- ¿Se llevó a Shadow?- vuelvo a asentir- Que mal rollo- dice entre dientes y sigue su camino, para sentarse en el sofá al lado de Tails, quien me mira en busca de una respuesta, le doy una mirada confundida y parece entenderlo, cierro la puerta.

- Cariño- me llama la vampiresa- Cream no pudo venir por estar ayudando a Vainilla con algunas cosas, pero te enviaron tú postre favorito- dice y me muestra una caja de tamaño mediano.

- ¡Oh!, ¡Ya me dió hambre!- exclamo con una sonrisa, recibo la caja y la llevo a la cocina, la abriré después.

- ¿Y Shadow?- pregunta el guardián de la esmeralda madre.

- Le surgieron unos asuntos de último minuto y tuvo que irse, dijo que volvía antes del anochecer- le disculpo y veo que Rouge hace una mueca.

- Siempre que venimos el muy idiota nunca está en la casa, que no se note tanto el hecho de que nos odia- dice divertida.

- Mujer- habla Sonic- De los que estamos aquí, puedo asumir que los roles son estos, Amy es la persona mas importante, el que les habla es su mayor enemigo y los demás... puede decirse que los aguanta porque son importantes para Ammes- veo como voltean a verlo y le dedican una mirada envenenada.

- Quisiera decir que eso no es cierto...- comienza a hablar Tails quien fue el único al cual no le afecto las palabras de Sonic- Sólo somos personas nada importantes, unos terceros que se interpusieron en su camino.

- ¿Quieren algo de helado?- les comento para romper el hielo y para que olviden el tema, todos asienten.

- Déjame echarte una mano Am- dice Tails mientras se levanta de su asiento, veo que a Sonic no le agradó la idea, supongo que quiere hablar conmigo de algo, vamos a la cocina y saco los botes de helado de la nevera.

- Se lo que me preguntarás, pero no tengo una respuesta concreta para darte...- le respondo como si pudiera leer sus pensamientos.

- Algo pasará ¿Verdad?- volteo a mirarlo, sintiéndome preocupada.

- Lo más probable es que sí, lo único que sé es que los Arcorns lo necesitaban, incluso la princesa Sally Arcorn vino a buscarlo personalmente.

- ¿Personalmente?- dice alzando una ceja, yo asiento- Debe ser muy serio.

- Eso creo, incluso Sonic parece estar preocupado.

- ¿Piensas preguntarle que pasa?- suspiro pesadamente y busco las copas para helado.

- No lo sé... pero parece que quiere hablar conmigo- trato de levantar el brazo izquierdo pero el hombro no me lo permite, trato de disimularlo pero Tails lo nota, es imposible tratar de mentirle a alguien que te conoce tan bien.

- Déjame ayudarte- dice y me hace a un lado- Quizás Shadow te lo diga cuando aparez...- escucho un fuerte portazo venir de la sala, veo a mi mejor amigo quien me mira extrañado, camino y me asomo por la puerta de la cocina viendo una figura azabache en la entrada- Dime que no lo llamamos con el pensamiento- me pide pero por la mirada que le doy este sólo se lleva una mano a su rostro y se lo refriega- Demonios, espero no venga de malas- vuelvo a mirar al erizo y veo su mirada fría y calculadora mirándome fijamente, volteo a ver a Tails algo nerviosa- Ya dejo de hablar maldita sea.

- ¡Shadow amigo!- escucho la voz de Sonic y me golpeo la frente con mi mano derecha.

- ¡Haz que se calle!- grita Tails detrás de mí, trago grueso y salgo de la cocina.

- ¿Por qué tan mal humor querido?- le pregunta Rouge con una mirada felina.

- Nada que deba importarte- responde indiferente y distante, mala señal, me acerco a él y lo tomo del brazo, voltea a verme y no veo expresión en su rostro, me siento inquieta, lo abrazo fuertemente y puedo sentir como su cuerpo se relaja, antes estaba tenso... tiene información valiosa, dudo que vaya a decirme algo- Estaré arriba- me informa no sin antes besar mi cabello, lo suelto, pasa por mi lado y escucho sus pasos alejarse.

- Está realmente tenso y molesto- comenta Knuckles seriamente.

- Como de costumbre- dice con obviedad el erizo con una expresión que le hace juego a su voz.

- Está vez es diferente- habla la felina albina, volteamos a mirarla- Conozco bien a ese erizo amargado, este último trabajo debe ser muy delicado.

- ¿Cómo lo sabes?- pregunto confundida y desanimada.

- Cariño, por algo era conocida como la ladrona de blanco, en algún momento de mi vida tuve que trabajar junto al caballero oscuro, admito que fue difícil al principio ya que toda su metodología era "trabajo solo", pero terminamos siendo un buen equipo.

- Cuando dices "tuve que trabajar junto al caballero oscuro", ¿Te refieres a cuando trabajaban para Egg.man?- pregunta Knuckles con cierto toque de interés de su parte.

- Pues claro cariño, ¿En que otro momento piensas que tuve esa oportunidad?

- Realmente dudo que exista más que esa oportunidad- admite desviando la mirada y cruzándose de brazos.

- Espero no estés dudando de mí rojito o tendremos problemas tú y yo- lo amenaza y yo me permito sonreír un momento.

- ¡Am!, ¡¿Me has dejado todo el trabajo?!- escucho el grito de mi mejor amigo venir de la cocina, me rasco la nuca nerviosa mientras hago una mueca.

- ¡Ya voy amigo!- corro a la cocina, al llegar veo al zorrito con un semblante serio, con su vista puesta en un punto específico de la cocina.

- Me encargaré de sacarle información a Sonic, esto se está tornando extraño- me limito a asentir, un nudo se ha formado en mi estómago causándome una gran molestia para hablar y al mismo tiempo algo de náuseas, odio cuando me pasa esto.

- Dejemos... dejemos este tema de lado por un momento...- balbuceo- Sigamos con lo que hay que hacer- Tails voltea a verme y asiente, busco la cuchara para helado mientras que él abre los botes con el helado.

- ¡Oh!- exclama con satisfacción- ¡Helado de menta!, ¡Mi favorito!- sonrio al escucharlo hablar como un niño mimado que obtuvo lo que quería, un ligero aroma a canela invade mis fosas nasales y un recuerdo fugaz de un erizo hurano llega a mi mente.

.......

Subo las escaleras hacia el piso de arriba cuando mis amigos se han ido, Tails me hizo una promesa a través de su mirada y eso no logró tranquilizar mis nervios que se notan a flor de piel, su promesa consistía en encontrar información respecto a la situación, pero, si soy sincera, no se que pensar respecto a lo que pasó horas atrás con la aparición de la princesa de Möbius en mi puerta, suspiro y entro a mi recámara, no hay luces prendidas y poca luz entra por las ventanas, los pequeños rayos de la luna no logra alumbrar cada rincón de este lugar, logro divisar una figura acostado en la cama, me acerco y veo a Shadow acostado de medio lado, su mirada fija y oscurecida, me dan mala espina.

- ¿Shadow?- lo llamo y poso mi mano sobre su hombro, voltea a mirarme por el rabillo del ojo- ¿Todo está bien?

- Eso quisiera- admite y desvía su mirada hacia el frente, me quito mis zapatos con la ayuda de mis pies y subo a la cama para mirarlo a los ojos, gateo y entro en su rango de visión, sus ojos se encuentran con los míos y me sostiene la mirada- No tienes porque preocuparte por mí, estoy bien, todo está bien.

- No trates de mentirme, tú actitud fue diferente a la de antes, sólo te portas así cuando necesitas tiempo para estar solo y pensar con claridad las cosas.

- No te estoy mintiendo Rose- lo miro molesta- Admito que la visita de esa princesita me ha tomado con la guardia baja, nunca pensé que me pedirían tal favor.

- ¿Favor?- pregunto con curiosidad- ¿Qué clase de favor?- por la mirada que me dedica, se que las cosas son más graves de lo que pensé.

- Debo eliminar a algunos objetivos específicos... Parece que los Arcorns han metido las narices donde no los han llamado, lo curioso de todo es que no se haya desatado alguna guerra en las últimas semanas.

- ¿Son peligrosos?- pregunto preocupada.

- Nada que no pueda manejar...- posa su mano sobre mí mejilla y la acaricia haciendo un par de círculos con su pulgar, cierro los ojos por el pequeño mimo- Al principio no quería aceptar tal trabajo, me hacía recordar los últimos que tuve antes de dejar de serlo...- abro mis ojos y noto sus orbes carmesí algo inquietos- Estaré fuera de Möbius por unas dos o tres semanas...

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