Pistas

Mi madre y Shane se quedaron con nosotros un par de días, mis amigos vinieron a visitarme y conocieron a la reina del reino de los Rose. Me sentí muy bien al tenerlos aquí conmigo, mi familia totalmente unida, aunque hacia falta mi hermana y cuñadito... Por noticias de mi madre me he enterado que Tiara dió a luz hace una semana, lo que más irónico se me hace esa noticia, es que mi querido sobrino, ha nacido igualito a como yo lo soñé estando en la iglesia el día en el que ella y Dark se iban a casar. Fue un deja vú muy extraño y raro. Aunque ha sido más rara la visita que, cierto erizo azúl nos ha hecho ayer, me alegró verle, ya que ha estado ausente por dos semanas, pero no puedo negar que la platica, discusión y pelea que tuvo con Shadow me han dejado sin habla, muy desconcertada, aún cuando mi querido erizo azabache ha cuidado de su esposa, ha venido a reclamarle.

Flash Back

Estábamos en la cosa, el erizo azabache me observaba cocinar sentado en la barra de desayuno, antes me parecía incómodo sentir su constante mirada sobre mí, observando todos mis movimientos, pero con el pasar del tiempo, ya me he acostumbrado tanto a eso como a él. Sus ojos carmesí tienen un intenso brillo cuando le sirvo el desayuno, siempre tiene el mismo brillo en sus ojos cuando me observa cocinar.

- Provecho- le digo tiernamente, sonríe de lado y toma los cubiertos.

- Al fin solos...- dice antes de llevarse el primer bocado a la boca- El tener tantas visitas me han alterado los nervios.

- ¿Estás diciendo que no te agrada que mi madre y Shane hayan venido?- le interroga indignada por sus palabras, lo miro de forma acusadora.

- Ellos son una excepción Rose... ya deberías de saber que a tú familia es a la única a la cual no pondría problema... y de pronto tu amigo ese el mapache.

- ¡Es un zorro!, ¡Deja de decirle mapache!- le reclamo con cierta picardía- ¡Eso es muy ofensivo!

- Aunque te diga que lo haré no voy a cumplirlo así que no te prometo nada.

- A veces me pregunto porque estoy enamorada de tí...- divago haciéndome la pensativa.

- No encontrarás a nadie mejor que yo- dice con aires de superioridad alimentado su ego, el cual, ha disminuido desde hace un muy buen tiempo- Además, de hacerlo, no permitiría que alguien más te tuviera.

- ¡Eso suena a posesión!, ¡No soy un objeto!- chillo asustada, el ríe, me encanta escuchar su risa y ver sus blancos dientes.

- No lo eres... pero aquella noche hace tres años, la primera vez que estuviste conmigo, me juraste que serías solamente mía... Y como caballero, tengo muy en claro que un juramento no se puede romper.

- ¡No me recuerdes esas cosas!- exclamó cubriendo mi rostro, el recordar mi primera vez con Shadow me da vergüenza- Lo sé y yo tampoco te permitiría estar con otra mujer así que estamos a mano- aparto mis manos y le sonrio con inocencia, se muy bien que eso lo vuelve loco, sus ojos brillan denotando diversión y puedo notar tentaciones guardadas.

El simple hecho de verle la sonrisa pervertida que me da es suficiente para saber que piensa, va a hablar, pero unos golpes en la puerta hacen que sus palabras se pierdan en el silencio de su cavidad bucal, él gruñe molesto. Me levanto de mi lugar situado a su lado, pero antes, paso mi mano acariciando las púas de su cabello y le planto un casto beso en la mejilla, vuelven a insistir, llego a la puerta y abro, sonrío al ver a mi visitante.

- ¡Sonic!- digo con emoción- ¡Es bueno verte!, ¿Cuando llegaste?

- Ayer en la noche- responde con sequedad, lo cual se me hace muy extraño- ¿Cómo has estado?- me pregunta más interesado.

- He estado bien, los mareos y las náuseas han comenzado a normalizarse, aun las siento, pero no tanto como antes- respondo con suavidad.

- Me alegra mucho- me sonríe amistoso- ¿Tú novio con complejo de emo se encuentra?

- Si, si esta- lo miro molesta- Y no le digas así.

- Ammes... tu sabes que es mi forma de demostrarle cuanto lo quiero- ambos reímos ante su comentario, unos brazos me rodean por la cintura luego de que terminamos de reír.

- ¿Qué quieres de mí rata azúl?- apoya su mentón sobre mi hombro.

- Primero...- suspira y toma aire, se queda callado unos segundos, como si le costara hablar- Quiero agra...- se pone su mano derecha sobre el pecho en forma de puño y tose un poco golpeándose el pecho- Agradecerte que hayas cuidado de Sally.

- Acepto tu agradecimiento ya que te ha costado agradecerlo- le responde burlón, yo solo rodo los ojos, presintiendo lo que se aproxima. Sonic desciende su brazo a su costado.

- En segundo lugar... Por haber descubierto esa organizando molesta- su mirada se oscurece un poco- Varios reinos están agradecidos, en especial el reino de la reina Rubí.

- El reencontrarse con su hija, es lo mejor que puede pasarle a una madre.

- Si... y que esa niña se encariñe contigo no es algo importante, es relevante...- me quedo helada al escuchar eso.

- La princesa Emma sólo estaba agradecida- frunzo el ceño ligeramente al escuchar el nombre de la niña- Las demás chicas que salvé también lo estaban, supongo que Emma estaba más apegada a mí ya que yo fuí quien la saco del infierno que pasó por dos años- me permito respirar con normalidad, sólo es un simple cariño amistoso, no es nada que deba preocuparme.

- ¿Qué dices respecto a la destrucción del palacio de los Arcorns?- abro la boca ligeramente, eso tampoco lo sabía.

- Esos estúpidos reyes se lo merecían, mi código como caballero no permite que insulten a una dama... y menos a aquellas damas viudas, como la reina Rubí y mi suegra, la reina Victoria, esas escorias se merecían la muerte, no dejarles medio muertos- cierro la boca, esto se está tornando incómodo y no me agrada el ambiente tenso.

- ¡Eso lo sé!- lo apoya- ¡Pero no debías destruirlo!

- ¡No te quejes idiota!- grita cuando aleja su rostro de mi oreja- ¡He reenconstruido ese asqueroso lugar!, ¡No me vengas a joder!.

- ¿Cómo es que sigues siendo un caballero?- pregunta cruzándose de brazos, los ojos verde musgo observa a los rubíes de Shadow con recelo.

- ¿Interesante pregunta no?- contraataca, la mirada verdosa de Sonic se oscurece un poco- Ni yo mismo le tengo una respuesta.

- Eres irritante.

- Y tú una maldita rata de alcantarilla, faker- le insulta con burla, el erizo azúl aprieta la mandíbula y los puños.

- ¡Solucionemoslo afuera maldito darketo!- lo desafía, dejo de sentir los brazos del erizo azabache y su cercanía en mi espalda.

- ¡Con gusto idiota!- caminan alejándose de la casa.

- ¡Chicos!- los llamo pero es imposible pararles su pleito- Lo mejor será dejarles morir ellos mismos...

Fin Flash Back

Ahora estoy caminando con Shadow por el lugar, tomados de la mano y charlando animadamente, es extraño que el erizo azabache tenga tanto interés en una conversación y sobre todo, que tenga tan buen humor. Pasamos por un pequeño lago, volteo a ver el agua cristalina, sonrío al ver a unos pequeños erizos jugando con el agua y a sus padres riendo mientras cuidan de ellos para que no caigan al agua. Inconsciente, llego mi mano libre a mi vientre, deseaba con todo el alma tener a mi hijo o hija en mis brazos, nunca antes había deseado tanto algo como ahora. Siento un apretón en mi mano entrelazada con la de Shadow cuando pasamos el lago.

- ¿Te sientes bien?- pregunta deteniendo el camino.

- Si lo estoy... solo estoy, ansiosa- le miro a los ojos- ¡No puedo esperar nueve meses para poder tenerlo o tenerla en mis brazos!

- Se empieza a notar el cambio hormonal y tu instinto materno está empezando a florecer- pone su mano derecha sobre mi cabeza despeinándome- No te apresures demasiado.

- Estas muy tranquilo y... animado- aleja su mano de mi cabeza- ¿Acaso estas planeando algo?

- ¡Me has descubierto!- exclama dramático- Intenta adivinar que es- me plantea divertido.

- Como voy a adivinar qué pasa por tu cabeza, a veces creo que estas creando algún plan malévolo de esos que no me agrada ni imaginar- le respondo con inocencia, él me sonríe- ¿Vas a regalarme algo?- niega- ¿Vas a adoptar una mascota?- vuelve a negar- ¿Tienes alguna otra misión?- él asiente sin borrar la sonrisa de su rostro, lo cual me confunde- ¿En serio?

- Si- le miro desconcertada- Es la misión más importante de mi vida- comienza a caminar arrastrándome con él.

- ¿Vas a irte otra vez?- le pregunto desilusionada.

- No exactamente- mis orejas se mueven impacientes- Es una misión en la cual no tengo porque irme del planeta.

- Entonces... ¿Qué clase de misión es?- pregunto curiosa.

- Mmm...- es lo único que responde, caminamos un poco mas, luego de unos minutos el se detiene cerca de un banco, nos sentamos- ¿Quieres saberlo?- asiento- Eres muy curiosa pequeña.

- Sabes que soy naturalmente curiosa- me acerco más a él y apoyo mi cabeza en su hombro- Y si me plantean algo, es para decírmelo completo, no para dejarme con la duda, así que tú no tienes opción, si no quieres tenerme encima tuyo acosándote todo el día- pasa su brazo por mi cintura, envolviéndome en un abrazo.

- Eso es cierto, pero eso ya no me molesta.

- ¿En serio?- pregunto con interés- ¿Te molesta si te acoso ahora mismo?

- No, pero para evitarme esas escenas aquí, te lo diré- siento como mis ojos brillan de la emoción- No tengo interés de seguir protocolos ni nada por el estilo, así que cierra los ojos- me alejo un poco de su cuerpo, mirándole confundida- Nada de preguntas y solo hazme caso- me ordena con suavidad, le miro por un momento y termino accediendo- No los abras por ningún motivo hasta que yo no te diga.

- Está bien, seré una niña buena- accedo con voz de niña.

Cierro mis ojos y trato de agudizar mis otros sentidos, muevo mis orejas tratando de captar algún sonido pero no escucho nada, meto un respringo cuando siento que toma mi mano, me asustó un poco, extiende mi mano, espero un momento y puedo sentir como pone algo, al parecer alargado en mi mano, lo toco con los dedos y parece ser una caja, voy a preguntarle si puedo abrir los ojos, pero siento sus labios presionar los míos, le correspondo el beso corto.

- Antes de que abras los ojos y veas lo que te he dado, espera hasta llegar a la casa, ¿De acuerdo?

- De acuerdo- acepto adoptando una pose sumisa frente a él. Aprieto un poco lo que tengo en la mano, dándome cuenta de que es una caja rectangular.

- Abrelos- abro mis ojos y me encuentro frente a frente con su rostro, el cual me dedica una pequeña sonrisa, dirijo mi mirada a mi mano y tal como lo deduje, tengo una caja rectangular de un color crema pastel, con un moño color rojo- Tus queridos amigos esperan- se levanta y me ofrece su mano- Vamos Rose.

- ¿Por qué dices "tus"?- acepto su mano y guardo la caja en un bolsillo de mi sueter- También son tus amigos.

- ¿Quieres retomar ese tema de conversación?- me recrimina con su mirada carmesí.

- Está bien, ya me callo- rodo los ojos, entrelazamos nuestros dedos y seguimos nuestro camino.

.......

- ¡Te dije que dejarás esa bandeja en paz Sonic!- escucho el gruñido de una felina muy enojada cuando estamos entrando a su casa- ¡Estas en mi casa y debes acatar mis órdenes!- sigue regañandolo- ¡Si Tails te deja hacer lo que quieras en su casa en la mía no está permitido!

- ¿A qué te refieres con hacer lo que quiera?- cuestiona el zorrito quien está sentado en la sala- ¡Vivo trabajando!, ¡No se que hace en mi casa!

- Por eso mismo- le rectifica la vampiresa- Siendo un príncipe y con tan pocos modales- les da la espalda y entra a la cocina dejando la bandeja sobre el mesón.

- Lo siento Rouge...- se disculpa el príncipe de Soleana.

- Apenas llegan y ya ven un espectáculo- les dice el equidna sobándose la frente cansado.

- Sería raro no verlo- digo con una sonrisa intentando subirle el ánimo, sus ojos color violeta me miran unos segundos y termina asintiendo con un poco mas de entusiasmo.

- ¡Ammes!, ¡Emo!- exclama el erizo azúl y corre hacia nosotros, me toma de las manos y me abraza.

- ¿A este que le pasa?- susurro vocalizando lo mejor que puedo, el zorrito y la vampiresa niegan sin conocer el motivo.

- Nunca voy a tolerar a este sujeto- gruñe el erizo hurano de vetas carmesí a mi lado, Sonic rompe el abrazo y se aleja.

- Ya deja la amargura Shad- le dice tratando de sonar amistoso, yo solo los veo a ambos.

- No me digas que hacer maldita rata azúl- le mira molesto.

- ¡Si van a comenzar una batalla campal en mi casa...!- exclama Rouge riñendolos- ¡Se me largan de una vez!- les señala la salida extendiendo su brazo y dedo índice, en su mirada se notaba lo estresada que se sentía.

- Mi querido Shadow no causará alborotos Rouge, tranquila- me disculpo con cierto nerviosismo, volteo a verlo dándole una mirada molesta.

- Si este se calla o se larga- me deja en claro las opciones con las que cuento.

- Esto ya es el colmo...- dice el zorrito poniendo una mano en su frente demostrando lo decepcionado que se siente.

- Tengo algo de sedantes, ¿Se los inyectamos?- pregunta Knuckles en voz alta.

- ¿Sedantes?- pregunta el erizo azúl tragando grueso.

- No es mala idea- le apoyo su esposa- Iré por la jeringa- camina hacia las escaleras para subir al segundo piso, se escuchan sus pasos alejarse.

- Iré por los sedantes- anuncia el guardián de la Master Esmerald, abandonando el lugar, Shadow y yo caminamos a la sala y tomamos asiento, Sonic hace lo mismo sentándose en una silla solitaria, con un mal aspecto.

Será una larga tarde.... Tanto para los dueños de la casa, como para nosotros.

.......

Fue una cena muy larga, comimos y charlamos un buen rato, me sentía mal al saber que era la única que no podía beber alcohol y pasé la velada a punta de agua, fue deprimente, yo que quería una buena copa de vino. Al estar cambiándome de ropa por una mas cómoda para poder descansar, recordé aquella caja que horas antes, Shadow me ha dado, la saco de mi sueter. Me desconcertaba la idea de que tuviera que irse de mi lado de nuevo por servirle a los demás reinos. Estando sentada frente al tocador, le quito la tapa a la caja, encontrándome con algo que me deja anonadada y sin palabras. Veo una rosa roja, de un color rojo vivo y encendido, un par de chocolates, y una cajita más pequeña, la tomo y debajo noto un sobre, dejo la cajita a un lado y abro el sobre. Hay un papel blanco como la misma nieve, lo tomo y comienzo a leer.

"Han pasado tantos años... ¿Por dónde comenzar?
Mi querida Amelia Rose, exactamente hoy cumpliré con una importante misión, una que no ha sido impuesta por ningún rey, reina o reino, esta misión es totalmente impuesta por mi mismo. He estado pensándolo mucho estos últimos días y realmente no se me ha ocurrido una mejor forma para comentarte los detalles de la misión. Así que presta mucha atención y sigue las siguientes instrucciones.

1) Quiero que mires en tu parte del armario y busques una bolsa de regalo. Cuando la encuentres, saca su contenido y pontelo.

Alzo una ceja confusa, pero como mi curiosidad es mucho mayor, termino mordiendo el anzuelo rápidamente, me levanto de un salto y corro a mi armario. Cuando estoy frente a el, abro las puertas y lo primero que veo, es una bolsa de regalo completamente de un color rosado pastel, la tomo y la abro, encontrándome una especie de vestido blanco. Lo saco y lo miro, casi me dan ganas de llorar, es un vestido sin tirantes, con escote corazón, pegado al cuerpo, la falda tiene volados muy hermosos, tiene pequeñas piedras como adornos en los volados y el corpiño. Un listón de un pálido color rosa lo adorna en la altura de la cintura. Como dice la primera pista, me despojo de mi pijama y me pongo el vestido. De forma tentadora corro al espejo y admiro el vestido en mi cuerpo, un poco mas arriba de la rodilla, resalta mi figura... amarro el listón haciendo un moño en la parte trasera de mi espalda. Sonrio viendome en el espejo, Shadow sorprendiéndome como todos los días.

Desvío la mirada y tomo la carta.

2) Cuando ya tengas puesto tu pequeño obsequio, quiero que recojas tu hermosa cabellera en una coleta de caballo y te apliques un poco de maquillaje.

Me miro al espejo y sin más remedio, comienzo a peinarme el cabello y aplicar el maquillaje.

¿Qué tienes planeado para mí... Mi querido caballero...?

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