Mentiras absolutas
No comprendo en que momento me dejé convencer, pero, la pequeña demostración no ha sido del todo molesta. Luego de retomar el brindis donde se había dejado, nos pidieron hacer un baile para darle "apertura" a la celebración oficialmente. Nuestros movimientos se sincronizan, en una danza lenta pero armoniosa, son pocas las veces que hemos tenido la oportunidad de bailar de esta forma, pude notar como cierta felina albina grababa la escena, siempre queriendo tener material para extorsionar, molestar y disfrutar en nuestras narices o a nuestras espaldas, esa mujer me exaspera demasiado.
- Estas muy relajado, ¿Te encuentras bien?- me pregunta con su familiar preocupación.
- Estoy bien, ¿Por qué lo preguntas?- inquiero alzando una ceja divertido- ¿Lo dices porque no le he gritado a Rouge para que deje de grabar?
- Si y porque te siento un tanto cansado- responde, su mirada demuestra su descontento con mi respuesta.
- Sólo es momentáneo pequeña, no tienes porque preocuparte del todo- le señalo con una inclinación de cabeza- Hasta Asuna y mi copia barata están en el mismo estado, necesitamos degustar la comida de esta noche y un tanto de reposo, eso puede ocurrir en la hora del almuerzo.
- Espero comas lo adecuado- advierte, sonrío de lado- Me deben muchos explicaciones.
- ¿Estas segura de querer escuchar todo eso?- le pregunto divertido- Es una historia demasiado larga.
- Soy tu esposa y no permito que me ocultes algo, menos si fue así de grave- dice con seriedad.
- ¿Mi esposa?- digo esa pregunta saboreando la oración- Me gusta como suena.
- ¡¿Qué cosas dices?!- exclama con vergüenza- V-vamos adentro, te están esperando- toma mi mano y me jala así el gran salón, el lugar que tuve que reparar junto a la castaña.
Entramos al lugar y vemos a los demás riendo, charlando y disfrutando de los cócteles que nos brinda el servicio del salón, que por lo que veo, el pago me va a salir mas caro por todo lo que ocurrió antes, aunque me agradecieron por devolver el lugar a su estado original, en los ojos del gerente pude ver que la ambición se apoderaba de él poco a poco. Veo al rubio oxigenado algo receloso con la castaña, la mira constantemente de reojo pero no se atreve a acercarse y pedir explicaciones o simplemente mandarla al carajo, es molesta la situación pero de por si no es mi problema, noto en los ojos azúles del caballero la molestia que tiene al parecer uno de ellos o con ambos, Rose me jala hacia donde está su familia, el erizo castaño al verme me ofrece un cóctel el cual acepto sin poner peros sobre la mesa, tomo asiento junto a Victoria, nunca en la vida la voy a tratar de suegra, me parece que tenemos una buena relación como para que esa palabra se ponga de por medio.
- El baile ha estado hermoso- felicita la madre de mi esposa- No recordaba que Shadow bailara tan bien- dice con gracias, me parece extraño que no dijera sir antes de mi nombre, desde que comencé a llevar la armadura y el apodo de caballero oscuro, siempre me ha llamado sir. Shadow, es algo raro no escucharlo.
- A pesar de no practicar durante varios años no estoy tan oxidado- respondo- Aunque la melodía era apropiada para la ocasión, es una de las melodías que más recuerdo y por ello, recuerdo los pasos como si los hubiese aprendido ayer.
- Las clases de baile en el castillo no te gustaban tanto- dice burlona Tiara- Menos si la razón era para algún baile al cual nos invitaban.
- Solía esconderme de Kenai para que evitara llevarme a esos bailes, pero no me funcionaba la mayoría de las veces- tomo un trago algo largo de mi bebida, el sabor era dulce pero sin dejar de lado su esencia.
- No recuerdo eso- dice la eriza rosa rascándose la cabeza, intentando recordar.
- Nunca me viste ensayando por eso no lo recuerdas, esos recuerdos no existen en tus memorias- digo, a pesar de que ella no sabía que ocupaba un lugar en el mundo cerca a ella, yo si la observaba en varias ocasiones.
- ¡Créeme hermanita!- exclama riéndose- ¡No te perdiste de nada!
- Ya veo que no- dice con sarcasmo, se le notaba sólo con ver su ceño fruncido que no le agradaba no saber de qué se ríe la ojiazúl.
- ¿Quieres burlarte de mí cuando tu no tenías remedio?- pregunto sonriendo de lado, para provocarla y quizás, intimidarla un poco, que pase una ligera vergüenza no es para tanto, deja de reírse y clava sus ojos sobre mí, enviándome una clara señal de advertencia, la cual ignoro por completo- Los instructores vivían cansados de la mala coordinación de sus pies, parece que tenía dos pies izquierdos, no puedo negar que me reía demasiado al ver las situaciones, era lo único que me gustaba de esas lecciones- digo con tono divertido- Me hubiera encantado tener una cámara o algo para poder mostrarles de lo que hablo- una risa ahogada y femenina se escucha a mi lado, miro de reojo a Victoria la cual intenta contener la risa, pero parece que le será imposible.
- ¿Mamá?- la llama sorprendida y un tanto asustada por su reacción- ¿Te encuentras bien?- esta sólo asiente, deja la copa sobre la mesa antes de que las carcajadas salgan de sus labios, todos, sin excepción voltean a ver a la reina de los Rose, la cual, no paraba de reír, miro a la eriza mayor, heredera al trono, escondiendo su rostro sonrojado por la vergüenza.
- ¡M-mamá!- chilla nerviosa- ¡Estas creando una escena!, ¡¿Dónde están tus modales?!.
- Creo que si Shane me escuchara hablando de esto él también se estaría riendo como Victoria- menciono esbozando una sonrisa triunfal.
- ¡Deténgase Sir. Shadow!- exclama el castaño un tanto irritado, se podía ver en su pelaje un poco erizado- ¡Deje de hacerle eso a mi esposa!
- Por favor- digo alardeando- Entenderías de lo que hablo si la hubieses visto bailar, en serio era cómico en su tiempo, ahora no tanto, pero algunos detalles si son memorables para recordar- las risas de Victoria disminuyen de a poco, las miradas se vuelven furtivas, aunque hay una que me mira con cierta decepción y súplica.
- Shadow- murmura la ojijade intentando llamar mi atención- Por favor detente- me pide con una sonrisa, parece que está incómoda con la situación.
- Está bien- doy un trago largo a mi bebida y me levanto de mi lugar- Me retiro, debo hacerme cargo de un pequeño asunto- me excuso, dejo la copa sobre la mesa y me alejo en dirección al baño de caballeros, en el pasillo encuentro a la castaña saliendo del baño de damas- Esa mirada, ¿Qué te incómoda Asuna?
- ¿Desde cuando te importa lo que ocurra conmigo?- pregunta esquiva, típico de esta mujer.
- No digas tonterías- la miro directo a los ojos- ¿Qué piensa esa mente tuya?- menciona haciéndome a la idea de no tener respuesta concreta.
- En irme de este planeta y dejar mi puesto de caballero- no puedo evitar mostrar mi asombro por sus palabras, realmente esperaba que esquivara la pregunta y me dejara con la palabra en la boca.
- ¿Vas a abandonar a la reina Rubí por un capricho tuyo?- pregunto seriamente- Es egoísta de tu parte.
- ¿No es lo que lo hacemos todo el tiempo?- pregunta con amargura- ¿Nosotros las personas?- deja de mirarme para mirar sobre mi hombro, siento una presencia detrás de mí- Somos egoístas por el simple hecho de querer cumplir nuestros objetivos- voltea a mirarme, mueve los labios formando una frase "Tú esposa está tras de tí", parpadeo dos veces seguidas para indicarle que he entendido su mensaje- Debo encargarme de un erizo de ojos azules de por ahí, hablamos después- se despide y pasa por mi lado, leo en su mente "Recuerda que las palabras siempre llevan doble filo, son mucho más dolorosas que cualquier acción, escondes demasiado, hermano, deja las tonterías, si sigues convenciendote de que todo va bien, creerás en tus mentiras"- miro directamente a la baldosa del piso, escucho sus pasos alejarse, saluda a Rose y se aleja.
- ¿Ocurre algo Shadow?- me pregunta, una repentina oleada de viento azota contra mi cuerpo, alzo la vista sonriendo de lado, esa niña, debí hacerle la vida más imposible de como la tuvo.
- Nada en particular- respondo mirando con aburrimiento la pared frente a mí- Te preocupas demasiado, ¿Acaso desconfias de mí?- doy media vuelta y la encaro.
- No lo hago- responde confundida por mi reacción- ¿Debería?- pregunta mostrando su inconformidad.
- De ningún modo- respondo mirando sus ojos- Volvamos pequeña- me acerco a ella y tomo su mano ella asiente con una sonrisa algo forzada, algo le molesta y parece ser que es por la conversación con la castaña.
........
La Luna está en su punto más alto, no recordaba que hoy estaría tan radiante, tan hermosa, tan solitaria... A pesar de que varias estrellas están a su alrededor brindándole compañía, su propia luz se ve apagada. La fiesta terminó siendo un éxito, tuvimos varios muertos por culpa del alcohol, entre ellos, Melphies, el hermano de Asuna y por supuesto, el príncipe de Soleana, no aguanta ni una, me sorprende que ninguna mujer terminara para levantar con cucharada, la castaña se encargó de llevarse a los borrachos a sus dormitorios, mi familia pagó un hotel algo costoso, pero con un ambiente familiar, cómodo y agradable que no te permite estar de mal humor o simplemente estar decaído, Shadow se ofreció a pagar la mitad de los gastos, ya que la mayoría había sido por parte de sus invitados pero mi madre no se lo permitió. El viento frío me hace tiritar, llevo un simple camisón que me llega a mitad de muslo, me llegaría a las rodillas, pero el estado de una embarazada no te permite el lujo de llevar linda ropa, por mucho me estoy dando el lujo de una pijama nueva, fue un presente de Vainilla, la madre de Cream, ambas llegaron a mitad de celebración, por suerte no se enteraron de lo que ocurrió y es mejor de ese modo. Unos fuertes brazos me despiertan de mi ensoñación, comenzaba a dormirme de pie y a sufrir de frío, besa mi cuello insinuante.
- ¿Ya estas cansada pequeña?- pregunta con tono suave, pero sin abandonar ese toque coqueto y perverso en la voz.
- Todo lo ocurrido el día de hoy me ha dejado agotada- su cuerpo me transmite su calor, no comprendo como es que no puede sentir frío- La pelea, la celebración...- respondo adormilada- ¿Deseas algo cariño?- pregunto con cierta picardía.
- Deseo diferentes cosas...- responde, besando hasta llegar a mi oreja- Por el momento sólo deseo pasar mi primera noche de casado con mi mujer- me estremezco al escuchar el tono seductor que ha utilizado, mi rostro se calienta un poco, soy más suceptible ahora por el aumento de hormonas, demasiado- Pero no voy a obligarte a hacer nada si te encuentras cansada- dice sin abandonar lo coqueto en su voz- Déjame ayudarte- sentencia, me confundo un momento pero luego lanzo un pequeño chillido por su intento de cargarme estilo princesa, a pesar de mi aumento de peso, me alza como si nada- Vamos a descansar- acomodo mi cabeza en su pecho, me embriago de su aroma y sin darme cuenta de mi alrededor, me dejo llevar al mundo de los sueños, el lugar donde todo es posible y no existen restricción alguna.
.......
Observo el agua cristalina del lago, su pureza me hace recordar a la pequeña eriza que duerme sola, sin su compañero sentimental a su lado. Me he visto obligado a abandonarla algunas horas, sólo para escuchar el sonido de la naturaleza llamarme, con el único fin de guiarme a la ojimiel y su acompañante, lo cual me molesta un poco, pero los tres nos vemos obligados a vernos por lo menos un vez por año, para arreglar algunos asuntos pendientes.
- Creí que llegarías más tarde- dice la eriza mirando hacia el horizonte oscuro- Te creía en mitad de hormonas descontroladas.
- Estoy de humor para eso hoy, además Rose está dormida- respondo llegando a su lado- ¿Era necesario que lo tragieras?- pregunto mirando de reojo al azabache de ojos azúles- Aún no es la fecha.
- No lo traje por mi gusto, ¡El idiota me siguió!- se excusa molesta- ¡Ha comenzado a desconfiar de mí desde hace unas horas!
- Pareces novio celoso- digo con obviedad- Deja de mentirte a tí mismo caballero puro.
- ¿Crees que estas en posición de decirme eso?- pregunta con voz neutral, tal parece mi comentario no le importó nada.
- Déjame ver si entendí- digo con burla- ¿Ambos se pusieron de acuerdo para darme un sermón?
- Escucha Shadow- dice la castaña ignorando mis palabras olímpicamente- Quiero decir, Sombra- al oírla hablar de esa forma, no hay duda en que algo va a echarme en cara- Estas arriesgandote demasiado, no debiste crear lazos afectivos con Amelia Rose The Hegdehog y mucho menos embarazarla.
- Ese es mi problema mujer- respondo altanero- Que pienses que permitirte un momento para ti misma se introduzca a tu vida es peligroso no es mi problema.
- ¡¿Qué no te das cuenta?!- me grita volteando a mirarme, sus orbes demuestran su verdadero color, rojizos brillantes- ¡Eres una presa accesible!- sigue gritando- ¡¡Nuestro contrato nos absorbe a nosotros mismos!!- en su mirada denoto tristeza, poco usual en ella- ¡¡Me parece bien que quieras llevar una vida normal pero...!!, ¡¿Cuánto te durará?!- se levanta de su lugar- ¡¿Dos, tres años?!- sus ojos lanzan chispas- ¡No tenemos todo el tiempo del mundo y lo sabes!
- ¡Lo sé muy bien!- exclamo molesto- ¡No tienes porque restregarmelo en la cara!, ¡Se muy bien que voy a desaparecer de sus vidas en un futuro!, ¡Que dejaré a mi actual familia a su propia merced!, ¡¿Por qué te empeñas en hacerme recordar ese contrato?!
- Las mentiras son malas- responde con voz neutral- Mientras las repitamos, mientras hagamos lo imposible para esconder la verdadera luz de la verdad tras ellas, más rápido confiamos en nuestras propias mentiras- sigue hablando- Te has mentido repitiendote una y otra vez que puedes evitar nuestra muerte, que al día siguiente despertarás y verás el rostro de tu esposa sonriéndote de la única forma que ella sabe sonreír, te has mentido pensando que verás crecer a tu hijo o hija, te has mentido creyendo que tendrás un futuro pero todo eso no es cierto, has estado disfrazando la verdad, ¿Por qué te torturas de esa forma hermano?- pregunta con la voz rota, me sorprendo un poco al ver sus ojos llorosos- Todos nos rompemos en algún punto, tu ya lo has hecho muchas veces en tú vida... Has sabido sobrellevar tu vida pero luchar contra algo que no tiene solución... Es demasiado egoísta, ¿No lo crees?
- ¿Tu hablando de ser egoísta?- pregunto con amargura- ¿Quién es mas egoísta?, ¿Yo que me permito amar a alguien o tú que rechazas a las personas para no formar lazos?
- Reitero- sonríe o lo intenta, su resultado es una mueca parecida a una sonrisa falsa- Las personas somos egoístas, con nosotros mismos o con los otros.
- Creen...- la voz profunda e ida del caballero puro llama nuestra atención- ¿Creen que nuestro contrato nos convierta en uno de ellos?
- ¿En un demonio?- pregunto seriamente- Es lo más probable, después de todo, nuestras almas dejaron de pertenecernos hace tiempo.
- Es un milagro que llevemos diez años con vida- dice la castaña tratando de darle sentido del humor al momento- ¿Hemos hecho algo para que no nos hayan asesinado todavía?
- Somos los favoritos- respondo sonriendo mientras observo la Luna- Les brindamos algo que no pueden rechazar, la vida de caballero sólo nos ha otorgado deshonor y desgraciadas, eso mismo nos ha dejado vivir hasta ahora, todas las víctimas cortadas por nuestras espadas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top