Experimento #2

- Esperame un momento- él asiente, abro la puerta del auto y salgo para entrar a mi casa.

Saco mis llaves de mi pequeño bolso, la inserto en la cerradura del picaporte, la giro hacia la derecha dos veces y la abro, entro y cierro la puerta tras de mí, dejo las llaves encima de la mesa cerca de la puerta, camino y subo las escaleras, paso por el pasillo y entro en mi recámara, busco una mochila, al encontrarla, la dejo sobre la cama matrimonial, abro mi armario y busco un par de pijamas, un par de blusas, un par de pantalones y un short blanco, ropa interior y mis productos de higiene personal. Guardo todo en mi mochila y por alguna razón siento que alguien me vigila, volteo a mirar hacia la puerta y no hay nadie, quizás sean supersticiones mías, cuando termino de empacar, tomo una pequeña almohada en forma circular, que está impregnada con el aroma de Shadow, salgo de mi recámara y bajo al piso inferior, la sensación de ser observada se hizo presente de nuevo, miré por el lugar y alcanzo a ver una sombra en la cocina, trago grueso y me acerco al lugar, al entrar me quedo tiesa como un vegetal, respirar se me hacía cada vez más difícil, la sangre corre más rápido por mis venas y la siento cada vez más cálida con el pasar de los segundos.

- Qui... ¿Quien... eres... tú...?- balbuceo siendo segada por el miedo.

- ¿Princesa Amelia Rose The Hegdehog?- me pregunta el erizo frente a mí evadiendo mi anterior pregunta.

- ¿Qué pasaría si soy ella?- trato de tranquilizar mi miedo y angustia.

- Nada realmente, ¿Es ella o no?- inquiere sin paciencia clavando su inexpresiva mirada sobre, esa mirada me hizo recordar a la de Shadow la primera vez que la ví.

- S-si...- admito tragando grueso cuando empieza a acercarse a mí.

- ¿Sombra se encuentra?- lo miro por un momento extrañada, parece notar mi confusión- Shadow Dark The Hegdehog, ¿Está aquí?

- Él... él se fue está mañana por un trabajo, no creo que vuelva como en dos semanas- se me hacia raro que preguntarán por él y por mí- ¿Quién eres tú?, ¿Por qué preguntas por Shadow?, ¿Qué quieres de él?

- Que molesta eres- gruñe molesto y su actitud se me hace muy familiar a la de Shadow- ¿Siempre eres así de preguntona?

- Soy naturalmente curiosa, ¿Tienes algún problema con eso?- me cruzo de brazos poniéndome firme.

- Ruda... ahora entiendo porque estas relacionada con Sombra- alzo una ceja sin entender- Dudo que me haya mencionado antes, así que lo mejor será presentarme- lo observo detenidamente notando muchos rasgos parecidos a los de Shadow- Mi nombre es Melphies Dark The Hegdehog y soy un experimento al igual que Shadow- mi mandíbula cae y mis ojos se abren como platos, ¿Qué demonios?, aunque... eso explicaría el parecido que tienen.

- ¿Experimento?- dejo caer mis brazos a mis costados y proceso la información- ¿También fuiste creado en el ARK?

- Ah, te contó esa historia...- dice con algo de sorpresa- No exactamente, soy por decirlo así una copia creada a raíz del ADN de Shadow.

- ¿¡QUÉ?!- exclamo sorprendida y anonadada- ¡¿Entonces eres algo así como su hijo?!

- ¿Qué?, ¡No seas ridícula niña!- dice con indignación, parece que ese fue un golpe en el orgullo- Aunque tenga un parentesco con él no soy familia suya ni nada por el estilo.

- Comprendo, pero aún no me respondes que necesitas de él.

- No puedo decirte aunque quisiera preciosa- sus orbes esmeralda me observan atentos- Son asuntos confidenciales, pero como no se encuentra tendré que esperar a que haga acto de presencia, así que nos vemos después- dice y desaparece ante mis ojos, lo busco por el lugar y no lo encuentro.

- ¿En qué está metido Shadow?, ¿Hay alguna otra cosa que me oculte?- escucho el claxón del auto y recuerdo a Tails, corro a la puerta, tomo mis llaves, abro y cierro la puerta con seguro y camino al auto.

- Ya te estabas tardando demasiado- dice divertido- Es sólo por una noche, ¡No toda la semana!

- Disculpa, tuve que entrar al baño, al parecer algo del desayuno me sentó mal- me disculpo nerviosa haciendo una mueca, no quisiera contarle sobre el amigo de Shadow, porque eso me llevaría al tema del experimento y no quiero defraudar la confianza que me dió en el momento que me confesó todo.

- No me menciones nada mas- se apresura a decir- ¡Anda sube rápido!- dice dándole unos golpecitos al asiento del piloto- ¡Sonic dijo que iría a quedarse a casa!

- ¿Sonic?- pregunto mientras me subo al auto.

- Si, espero no te moleste que lo haya invitado- dice mirándome con cautela, le sonrío para tranquilizarlo.

- Tranquilo, no me molesta, ¡Como los viejos tiempo!- lanzo mi mochila a la parte de atrás y enciendo el auto- Ya verá ese erizo, voy a vengarme de la última que me hizo- digo maliciosa mientras aprieto el volante con algo de fuerza.

- ¿Hablas de la vez que te tiró ese bote de helado encima?

- Por supuesto, por culpa de él estuve toda pegajosa y oliendo a maracuyá por casi una semana, ¡Casi que no me quito el helado de encima!

- Un golpe bajo... No le hagas chilidogs aunque se ponga de rodillas y te suplique.

- Ese es parte de mi plan...- presiono el acelerador y comienzo a conducir en dirección a la casa de Tails.

......

- Bienvenido Sr. Shadow- me saluda Shane con respeto y una reverencia.

- Gracias Shane- digo tomando mi equipaje- Nunca creí que volvería tan pronto.

- De alguna forma algo me decía que vendría, pero de visita y no de paso- dice guiandome al carruaje que nos llevará al castillo.

- Eso mismo creí yo- llegamos al carruaje y subimos- Dime, ¿Cómo les ha ido a los recién casados?- pregunto buscando algo de plática para tratar de eliminar esta incómoda sensación de que algo malo está ocurriendo.

- Hasta el momento todo ha ido muy bien, mañana partirán a su luna de miel.

- ¿En serio?, creí que ya se habían ido- trato de mostrarme interesado para que Shane no note mi desinterés por el tema.

- Les tomó algo de tiempo en decidir a donde ir, logré escuchar que pasarían por Möbius cuando estuvieran de regreso para visitar a la princesa Amy- comenta.

- Eso la tomará de sorpresa y le gustará que le hagan esa visita- el recuerdo de esa pequeña eriza vuelve a mi cabeza, no he logrado sacarla de mis pensamientos desde que abordé en la nave que me traería aquí.

- Su armadura se encuentra en buenas condiciones, la reina nos ordenó que la limpiaramos y la lustraramos una vez por semana, tal parece que tenía el presentimiento de que volverías a usarla.

- Nunca he podido comprender el sexto sentido de las mujeres, es una molestia.

- Puede que sí, pero de algún modo, eso les ayuda en muchas cosas.

- De ser así Rose se hubiera dado cuenta tiempo antes de que ese estúpido de Sonic la engañaba, debió ser ese amorío empalagoso que le tenía- digo con asco y Shane se permite reír un poco.

- El amor tiene esos efectos y más en las mujeres que apenas están experimentando ese sentimiento por primera vez, no piensan o no creen que pueden llegar a ser engañadas- explica dejándome sorprendido, sonrío de medio lado.

- ¿Acaso eres un experto en el amor?

- No exactamente, lo sé porque a mi hermana le pasó igual y cuando se permitió amar a otra persona pasó lo del accidente y bueno...- agacha su mirada, se tensó tan rápido tan solo mencionar a su hermana.

- No debí preguntar lo lamento- me disculpo, conozco a Shane durante tantos años que siento pena por él.

- No se preocupe- dice negando con su mano derecha, vuelve a mirarme y me sonríe- Aunque duele, ya logré superarlo y a sobrellevarlo, lo curioso de todo, es que ella se enamoró de usted- alzo una ceja sin poder creer sus palabras- Pero al darse cuenta lo mucho que observaba a la princesa Amy, le dolió mucho saber que no tenía oportunidad con usted, duró así de deprimida por un mes mas o menos hasta que apareció otro erizo... Lamentablemente no pasó mucho tiempo con él, aunque se le notaba más alegre y el brillo volvió a sus ojos.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes?

- No lo ví necesario, además se le notaba muy feliz observándola.

- El amor es tan complicado como el significado de la vida.

- Concuerdo con usted Sr. Shadow- el carruaje se detiene, el recorrido al castillo se me hizo más corto de lo acostumbrado, tal parece que la conversación me interesó más de lo que debía.

Bajamos y Shane me ayuda con mi escaso equipaje (no me dejó llevarlo por nada del mundo), entramos al gran lugar y soy recibido por la reina Victoria, quien lleva una gran sonrisa en el rostro, hace mucho que no la veía sonreír de esa forma tan alegre y pura, sonrío con sorna al saber de donde saco tanta inocencia Rose, se acerca a mí y me da un abrazo como viejos amigos, aunque mi postura actual es que soy su yerno y ella mi suegra, nunca creí que eso llegaría a pasar, pensé en la posibilidad en algunas ocasiones pero veo que no ha sido del todo imposible, le devuelvo el gesto, segundos después nos separamos.

- Sr. Shadow es bueno tenerlo de nuevo por aquí- dice mientras comenzamos a caminar por el lugar.

- A mi igual Victoria, aunque sólo sea de paso.

- Es una lástima, me hubiera gustado que mi yerno pasara tiempo con nosotros- me quedo por un momento estático al escuchar la palabra yerno salir de sus labios- Pero no puedo interferir con tus trabajos, a mi difunto esposo le hubiera gustado saberlo.

- Después de todo, gracias a él fue que nació el caballero oscuro- digo con algo de nostalgia, el rey Kenai (que en paz descanse), fue como un padre para mí, después de todo, yo no fuí concebido y tampoco me desarrollé en el vientre de alguna mujer, así que no conozco el amor de padres en realidad, pero al estar al lado de Victoria y Kenai, pude entender un poco de que se trataba, de alguna forma fuí feliz el tiempo que él estuvo vivo.

- No lo digo tanto por eso Shadow- dice llamando más mi atención- El caballero oscuro nació con el propósito de cuidar de mí y de mis hijas ya que fue la última petición de Kenai al morir, estoy muy agradecida contigo por haber cuidado de nosotras todos estos años, aún cuando dejaste de aceptar trabajos y sobre todo, por haber cuidado tanto de mi hija Amelia.

- Cuando nos volvimos a encontrar era cabeza dura... aunque aún lo sigue siendo, ha cambiado desde que la conozco, me es gratificante saber que estuve ahí aunque ella no lo notara, viendo como crecía y como formaba su carácter.

- Aún recuerdo cuando Kenai creyó que querías hacer algo con Amelia, me pareció muy gracioso su actitud de padre sobreprotector, como si tuvieras esa clase de pensamientos siendo tan joven- ríe al recordar anécdotas del pasado, me limito a sonreír, vaya sermón que me llevé ese día- Tengo que dejarte, tengo cosas que atender- nos detenemos- Las mucamas limpiaron y ordenaron tú antigua habitación por si tienes interés en quedarte esta noche en ella.

- Me parece bien, con su permiso- hago una reverencia y me alejo por el lado contrario por el cual Victoria se ha ido.

Camino a las escaleras muy tranquilo y metido en mis pensamientos, a mitad del recorrido me siento observado, aprieto la mandíbula al saber quien es, solo espero que no se haya cruzado con nadie de por aquí o tendré que dar muchas explicaciones y no tengo tiempo para darlas. Acelero el paso, termino de subir las escaleras y camino por los amplios pasillos, al llegar a la habitación, abro la puerta, desenfundo el arma que estaba enganchada a un cinturón, entro al lugar y cierro la puerta tras de mi, siento su presencia en el lugar y apunto hacia un sitio donde se aprecia una oscuridad absoluta a estas horas del día.

- Se que estas ahí- digo petulante- Ahorrame el tiempo de dispararte y volarte los sesos.

- Tan cariñoso como siempre- menciona una voz profunda y burlona, unos orbes color verde esmeralda hacen su aparición en mitad de la oscuridad- Me fue más fácil encontrarte de lo que pensé, aunque por un momento creí que estabas en Möbius y o sorpresa, descubro que viniste aquí por trabajo, ¿No es que lo habías dejado?- sin dejar de apuntar con el arma, con mis poderes caos creo unas esferas de energía de color rojo que iluminan el lugar dándole al lugar un aspecto tenebroso.

- No lo acepté por gusto- respondo con simpleza- Si me has buscado debe ser por algo importante, pero antes que me contestes a eso quiero saber esto... ¿Fuiste a ver a Rose verdad?- su silueta parecida a la mía comienza a notarse por la luz rojiza que emanan la esferas de energía.

- Claro que sí, estaba tan confiado que te encontraría en su hogar que revelé mi identidad ante ella.

- Ya veo.

- Realmente hermosa y para nada comparada a la clase de gustos que tienes, pero no soy nadie para criticarte Sombra- sale por completo de su escondite- Un comunicado me ha llegado de un reino que por un momento creí extinto por la guerra, pero tal parece que logró sobrevivir y ahora está batallando para volver a lo que era antes, lo cual se ve imposible.

- ¿Qué tengo que ver yo con ese antiguo reino?

- Han solicitado tú ayuda para protección para atentados que tienen previstos en unas cuantas semanas, obviamente les dejé muy en claro que ya no estabas en servicio pero me rogaron de rodillas para que te encontrara y te informara la situación para ir a ese lugar.

- Tengo otro trabajo previsto, ¿Por qué no te encargas tú de eso?

- Primero, baja el arma, no pienso hacer nada y menos en presencia de tú familia- alejo mi dedo índice del gatillo y guardo el arma en su funda- Gracias, segundo, aunque tenga el parentesco necesario para hacerme pasar por tí, ellos te piden a tí específicamente, no puedo luchar contra ello.

- Pues que busquen a alguien mas- camino hacia la cama matrimonial sin bajar la guardia- Ya estoy ocupado.

- ¿Se puede saber qué clase de misión tienes?

- Exterminar- menciono y lo veo sonreír con interés.

- Trabajo sucio... bien, como siempre los reyes no se quieren ensuciar las manos ellos mismos, prefieren que otros lo hagan, como odio a la realeza.

- Toda la vida te has quejado de la realeza y ¿Das tus servicios a la misma personas que odias?, eres muy irónico por no decir que eres un idiota.

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