Discusión

- Bueno... para serte sincera...- mi voz es interrumpida por una voz chillona y aniñada que proveniene de mis espaldas, volteo y veo a una conejita con lágrimas en los ojos y una gran sonrisa- Cream...- digo con dulzura.

- ¡Amy!- se acerca a mí y me da un abrazo- Me alegra verte, ¿Dónde estuviste?- le correspondo el abrazo.

- Perdóname Cream- le acaricio la espalda- Estuve algo deprimida y no quería salir de casa, pero ya no pasará de nuevo eso te lo aseguro- me observa y le sonrio.

- Eso espero o le diré al Sr. Sonic que te saque de casa- mi sonrisa desaparece y ella me mira confundida- ¿Ocurre algo con él?.

- Hay Cream...- suspiro pesadamente- Ese erizo es el causante de mi tristeza.

- ¿Qué fue lo que te hizo Amy?- me pregunta Tails, guardando sus herramientas en su caja y me mira preocupado.

- Pues bien...- me siento en el sofá junto a Cream, ella apoya su cabeza sobre mis piernas y se acuesta- Lo que pasó fue que...- soy nuevamente interrumpida por una voz femenina que conozco muy bien.

- Oye Tails, Knuckles te...- se interrumpe al verme- Cariño, milagro de verte, ya me estaba empezando a preocupar por no saber de tí- se acerca a mí volando y me abraza, le correspondo el abrazo.

- Rouge a mí también me alegra verte- sonrio nostálgica siento lágrimas en los ojos, ella se separa y me mira.

- ¿Qué pasa?, ¿Acaso fue ese inepto que tienes de novio?- dice amenazante y preocupada.

- La verdad es que sí- digo con tristeza y limpiando las lágrimas rebeldes que se deslizan por mis mejillas.

- Comentanos- dice Rouge tomando asiento en otro sillón- Si es algo demasiado grave creeme que voy y lo hago añicos yo misma.

- Hay Rouge, no seas tan agresiva- rio un poco pero ese momento de felicidad no dura mucho ya que es opacado por la tristeza.

- Cariño, si el erizo se lo tiene bien merecido no tengo porque darle un abrazo y agradecerle por el hecho de que te tenga así- dice apoyando su rostro en uno de sus puños cerrados y señalandome un su dedo índice de su mano libre.

- Quizás tengas razón- la apoyo y sorbo mi nariz.

Les relato lo que pasó al encontrarlo y verlo besandose con otra, también les comento la riña que hubo entre Shadow y yo y la verdad a ellos no les sorprendió de a mucho el hecho de que yo volviera a pelear con él, tenemos tantas diferencias que no logramos aunque sea soportarnos, termino mi relato diciendoles que hice estos últimos tres días.

- Ahora mismo voy a buscar a ese cretino- dice molesta la muercilago poniendo sus manos en sus caderas- ¿Quién se cree para engañarte de ese modo?- dice casí gritando- Cuando lo encuentre no querrá haber nacido y haberse metido con mi mejor amiga- dice y se da la vuelta para salir del taller.

- Espera Rouge- dice Tails, bloqueando su camino- No te desgastes, Sonic debe de estar por estos lados, así que pronto llegará.

- Eso me ahorra más energía- dice acomodandose su guante derecho- Lo haré pagar.

- ¿Cómo que pronto llegará?- digo sorprendida levantandome del sillón casí llevandome a Cream por delante- No pienso verlo a la cara todavía- digo desesperada y ansiosa.

- ¡Ammes!- al escuchar esa palabra y esa voz palidezco ya que viene de mis espaldas, volteo en cámara lenta esperandome lo peor y veo como le faltan como dos metros para entrar al taller.

- No...- balbuceo- No...- entra y se acerca a mí con la intensión de abrazarme pero antes de que lo hiciera le doy una fuerte bofetada haciendo que su rostro se gire bruscamente hacia la izquierda, voltea a verme confundido y molesto, pone su mano derecha en su mejilla, fue tanta la fuerza que le dejé la piel roja y la mano marcada- ¡No te atrevas a tocarme!- le grito con miedo y nerviosa, retrocedo dos pasos acercandome más a Rouge quien lo fulmina con la mirada.

- ¡¿Qué rayos te pasa Amy?!- grita con ira y con intención de acercarse a mí, Rouge me toma del brazo y me jala detrás de ella encarando al erizo azúl- No te metas Rouge, estoy hablando con Amy.

- Ah no- dice con desprecio- Claro que me meto, no dejaré que le hagas más daño emocional a mi amiga así que ni te atrevas a acercarte a ella o te las verás conmigo, ¿Me oiste niño bonito?- lo amenaza sacando su frustración e ira hacia él.

- ¿Daño emocional?, ¿De qué diablos hablas Rouge?- dice ignorando la amenaza.

- No te hagas el idiota- respondo con desprecio y dolor dejando a Rouge con la palabra en la boca- ¡Te ví Sonic!- le reprocho con ira mientras las lágrimas aparecen de nuevo- ¡Te ví besandote con otra el día de nuestro aniversario de un año!- su rostro furioso cambia a uno de sorpresa y luego a uno serio- ¡No puedes negarmelo!, ¡Te ví yo misma cuando te buscaba para darte tú maldito regalo y me sales con eso!.

El silencio abunda cuando doy mi último reclamo contra ese erizo que amo tanto pero que en estos precisos momentos aborrezco con el corazón, suspira frustrado y se aleja para sentarse en uno de los sillones sin apartar la mirada de mí.

- ¡Responde!- le exige Rouge- ¡Ten las agallas de aceptar lo que hiciste!, ¡No te quedes callado maldito desgraciado!.

-¿Qué quieres que te diga?- responde serio y distante- No puedo negarlo después de que me dejé pillar así de fácil- las lágrimas se detienen y la tristeza se va convirtiendo en ira pura- Es cierto- dice descaradamente apartando su mirada y mirando a la salida del taller- Estaba con otra chica y la verdad, ella es mi novia- vuelve a hacer contacto visual con mis ojos- Desde hace mucho tiempo antes que tú Ammes.

- ¡¿Cómo?!- dicen los otros tres presenten.

- ¡¿Estás diciendo que Amy solo fue un plato de segunda mano?!- le reprocha el zorro molesto- ¡Hasta tienes tal descaro de decirlo tan relajado!, ¡¿Qué no te da vergüenza?!.

- Eso suena muy cruel, yo lo llamaría la forma de que por fin me la quite de encima.

- ¡Así que todo fue por una sucia artimaña tuya!- digo indignada- ¡Claro!, ¡¿Por qué no me dí cuenta?!, ¡Tú no podrías haber cambiado tan rápido de parecer, después de que siempre huiste de mí!- digo diciendole verdad tras verdad saliendo del campo de protección de la murcielago- ¡¿Cómo fuí tan estúpida?!- un recuerdo fugaz de unos ojos carmesí pasa por mi mente, me acerco más a él y me mira serio y despreocupado- Eres despreciable- escupo con desprecio y le planto otra cacheta en el rostro marcando más lo rojizo de su piel- ¡Ya no puedo seguir creyendo tús mentiras!.

- Amy...- dice la voz de Cream.

- ¡Largate!, ¡No quiero volver a verte!- le exigo autoritaria apuntando a la puerta- ¡Nunca en la vida me vuelvas a dirigir la palabra y mucho menos me digas Ammes!, ¡¿Me entiendes?!.

- Entiendo perfectamente- se levanta y me encara- Debo admitir que extrañaré como lo hacias, eras algo agresiva y eso me gustaba- me pongo roja de la ira y hago aparecer mi martillo para darle lo más fuerte con él estampandolo contra el piso.

- Eres un maldito hijo de perra- digo roja de la ira- Si te vuelvo a ver te juro que no te golpearé en la cabeza, te golpearé en un lugar donde sé que te dolera y te hará sufrir mucho más de lo que puedas esperarte- finalizo desapareciendo mi martillo y dandome la vuelta- Rouge, te lo encargo- digo friamente saliendo del lugar.

......

Al salir del taller me dí cuenta que el sentimiento de amor que tuve alguna vez, fue reemplazo por odio, un odio puro que dudo que pueda ser borrado con facilidad, me arrepiento de tantas cosas que llegué a hacer, como por ejemplo darle mi virginidad a ese bastardo y creer en sus frases y palabras bonitas que creía que solo me decía a mí pero siempre estuve equivocada y me dí cuenta demasiado tarde.

El sol bajó y fue reemplazado por nubes grises quitándole el ambiente cálido y hasta agradable para ser reemplazado por uno frio y deprimente, perfecto para cualquiera que desee que la vida te diera una bofetada y te haga reaccionar antes de meter la pata bien feo, pero lamentablemente esa bofetada es reemplazada por una caida de cara contra la cruel y oscura realidad.

Me estado sentada en esta banca durante las últimas horas y solo miro hacia un punto fijo, el horizonte, nadie ha venido a buscarme, supongo que piensan que quiero mi espacio y la verdad eso quiero, aún me cuesta trabajo meterme en la cabeza que el idiota de Shadow esté en mis pensamientos, aunque me duele saber que nunca lo he escuchado y siempre me he ido de cara al estanque.

Maldita sea la vez que me enrollé en todo este maldito lío, maldita sea la vez que conocí a ese miserable erizo azúl de ojos color musgo, maldita sea la vez que caí a sus pies por sus estúpidas palabras bonitas, maldita sea la vez que entregué lo más preciado que poseía a un bastardo que nunca me valoró, maldita sea la vez que me enamoré de él.

- Soy una completa estúpida- digo mis primeras palabras luego de las últimas horas y solo para recriminarme todos mis errores.

- ¿Hasta ahora te das cuenta?- escucho una voz gruesa y fria a mi espalda, una extraña sensación de alivio me recorrió todo el cuerpo, volteo y me encuentro con sus ojos color sangre mirandome fijamente.

- Lamentablemente sí- lo admito y el no dice nada, rompo el contacto visual y vuelvo a mirar el horizonte, noto por el rabillo del ojo que se sienta a mi lado y mira al horizonte- ¿Vas a decirme "te lo dije Rose"?, porque la verdad no estoy de ánimos para tus insultos.

- Debería, pero me doy cuenta que lo aceptas sin que te lo reproche, así que paso esta vez- medio sonrie y volteo a mirarlo encontrandome con su mirada- Me enteré de como casi acabas con tú ex, me sorprendió, ya que lo agresiva no se te ve todos los días- dice con una sonrisa en el rostro, una sonrisa burlona y sínica pero para nada sincera, ¿Cómo se verán sus sonrisas sinceras?- Deberías serlo más seguido.

- Perdería el encanto muchas gracias- digo sonriendo picaramente y siguiendole el juego.

- Al contrario- mi sonrisa desaparece y lo miro confundida- Te daría más carácter y dejarías de ser tan ilusa.

- Ya se me hacía raro no escuchar el insulto, pero quizás tengas razón, aunque fue un momento de ira- bajo la mirada- Sus últimas palabras me dieron ganas de ahorcarlo.

- Siempre he querido hacerlo pero lo veo más como una pérdida de mi tiempo así que lo ignoro completamente.

- ¿Cómo es que puedes menospreciar tan fácil sin sentir remordimiento?.

- La costumbre y...- se interrumpe dudando en seguir o callar y decir algo más, suspira frustrado- Y porque la vida hizo eso conmigo.

- ¿A qué te refieres?- pregunto dudosa.

- No creo que seas lo sufiencientemente madura para escuchar algo de mi historia así que te quedarás con la duda.

- Pero eso quiere decir que me dirás ¿Cierto?- pregunto dudosa, si soy muy curiosa, lo admito.

- Quizás Amelia y deberías dejar de ser tan curiosa, ¿Has escuchado ese refrán que dice que la curiosidad mató al gato?- pregunta alzando una ceja.

- Pero murió sabiendo- contraataco.

-Touche- responde seco el azabache.

- Debo admitir que hablar contigo me subió algo el ánimo, gracias.

- Esa no era mi intención pero no es molestia- admite con una sonrisa ladeada.

Un bostezo se escapa de mis labios y siento el cuerpo cansado, recuerdo que no he dormido muy bien los últimos días y la verdad por el cambio de emociones constantes no me afectó tanto, hasta ahora, los parpados me empiezan a pesar y la vista se me empieza a nublar.

- Shadow... se que dije que te odiaba pero...- no pude terminar mi frase porque el cansancio me ganó, lo último que recuerdo antes de caer dormida es haber caido o haber sido puesta sobre algo cálido y hasta suave.

- Ya te acostaste no puedo negarme y quitarte de encima- escucho su voz gruesa antes de caer dormida.

......

Al despertar siento algo suave y blando debajo de mi espalda, abro de a poco los ojos para acostumbrarme a la luz, pero me encuentro con una oscuridad total, alcanzo a distinguir algunas de las siluetas de las cosas y me doy cuenta que estoy en mi habitación, ¿Cómo llegué aquí? y... ¿Dónde está Shadow?, ¿Fue él quién me trajo a casa?, no recuerdo nada después de que acomodé mi cabeza en su regazo.

Me sonrojo al pensar en aquello, debí molestarlo e incómodarlo por mí acción, pero ahora que recuerdo, Shadow no me dijo nada respecto a eso. Me gruñe el estómago y me averguenzo, como si alguien me hubiera escuchado, me levanto y al poner los pies en el piso de madera, inmediatamente siento frio.

¿Qué diablos?, no tengo mis botas puestas, me encuentro descalza, ¿Shadow me lo habrá quitado?, el calor sube mi rostro y toco todo mi cuerpo (no piensen mal), tengo mis ropas puestas, solo me despojó de mis zapatos, suspiro tranquila y salgo de mi recámara para ir al piso inferior y tomar un bocadillo nocturno. Al terminar de bajar las escaleras siento una extraña presencia en el lugar pero decido ignorarla e ir a la cocina, abro la nevera y la luz me molesta los ojos, parpadeo un par de veces y busco que hacer de merienda.

- Mira en el microondas, ahí te dejé algo- escucho una voz ronca que me hace sobresaltar- Tranquilizate Rose- dirijo mi mirada a la sala y me encuentro con un par de ojos color rojo carmesí.

- ¿S-shadow?- balbuceo- ¿Qué haces aquí?.

- Vine a dejarte, ¿Qué no es obvio?.

- Eso lo sé, pero ¿Por qué te quedaste y me hiciste algo de comer?.

- Preguntona como siempre- suspira y la luz se enciende dejando ver su figura azabache- Se te notaba en las hojeras que no habías dormido muy bien y escuche varios gruñidos de tú estomago.

- Que vergüenza- susurro con las mejillas rojas- Alto, ¿Sabes cocinar?- pregunto sonriendo sin creerle.

- Claro que se, ¿Que creías?, no soy un inútil que no sabe hacer nada- se levanta y se acerca a la barra de la cocina- Abre el microondas- ordena.

Rodo los ojos y hago lo que me ordena, al abrirlo me encuentro con un plato y encima de este hay un emparedado con tomate, lechuga, queso, jamón y a su lado una taza de té (el cual debe estar frio), lo saco y pongo sobre la barra.

- No estoy a dieta ¿Sabes?- bromeo sentadome delante de él.

- Sabía que dirías eso, como prácticamente son las horas de la madrugada, es mejor que no comas algo muy pesado, de nada- se aleja de la barra y me da la espalda caminando a la puerta principal.

- ¡Espera!- digo saliendo de la cocina y acercandome a él- Puedes quedarte, no hay problema, hay una habitación de huéspedes al lado de la mía.

- Ya no tengo nada que hacer aquí, no tengo porque quedarme- dice sin dejar de darme la espalda.

- Sabes muy bien la clase de persona que soy y no te dejaré salir por esa puerta, ¿Cómo le dirías tú...?- pongo mi mano derecha en mi mentón pensando.

- Eres tan insoportable e inmadura- dice frio pero con algo de aire divertido.

- Si lo sabes, que no se te haga raro mi insistidera.

- Bien- dice derrotado y se da la vuelta- Para ahorrarme tú insoportable insistidera aceptaré, pero que no se te haga raro que me largue temprano.

- Que mal y yo que quería cocinarte algo, por las molestías que te he causado- digo con una inocencia impresionante, le doy la espalda y camino a la cocina- Bueno, será después.

- Eres muy molesta Amelia- admite molesto, sonrio victoriosa sentandome para probar su emparedado- Aún me sorprende el hecho de que hayamos pasado un buen tiempo sin sentir las ganas de matarnos mutuamente- se acerca y se sienta delante de mí.

- Quizás sea porque ya acepto lo que siempre me reprochabas y sigues reprochandome- le sonrio.

- Tiene algo de sentido.

......

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