Miro con horror como el salón donde se está efectuando el brindis, es invadido por cinco personas desconocidas para mí en cualquier sentido, comienzan a gritar, dándo órdenes, los pocos invitados que no saben como defenderse salen corriendo del lugar llenos de terror y angustia, todos mis amigos se quedan a mi lado, incluida mi madre y mi familia, ellas, mi cuñado y mi sobrino eran quienes me preocupaban aún más, necesitaba una oportunidad de sacarlos de ese lugar para que no salieran heridos, miro a Shadow, quien está a mi lado, podía notar como sus orbes carmesí parecían dos grandes fogatas, su rostro se mantenía sin expresión, pero su simple mirada tiene la capacidad suficiente de intimidar a cualquiera que se cruce con ella. Una risa femenina resuena en el lugar, lo cual se me hace extraño, ya que nuestros invasores son todos hombres, una loba con pelaje de un tenue color lila, sus ojos naranjas los cuales observan con diversión la escena, denotan que nuestro enemigo no es de Möbius, debe ser de otro sitio, como dato adicional, de su cadera cuelgan dos espadas.

- Lamento la intromisión- dice fingiendo amabiidad- Agradeceme que no decidí entrometerme en la iglesia- sus disculpas son arrogantes algo que comenzaba a molestarme.

- No creo que deba agradecerte por algo así- gruñe el erizo hurano furioso- ¿No te bastó con amenazarme, que has vienes a capturar rehenes en especial a mi esposa?

- Déjate de melodramas estúpidos Shadow- dice la loba sin tacto- Tú no eres así, ¿Verdad?, ¿Proyecto Sombra?- al escuchar esas últimas palabras todo mi cuerpo se tensa, nunca nadie lo supo, nadie, él sólo me lo había comentado a mí y yo nunca se lo divulgue a nadie.

- Sigo siendo ese experimento- admite sin mostrar sorpresa- ¿Por qué he de alterarme?

- Cada vez entiendo menos a los caballeros de hoy día- se lleva los dedos a la frente, mostrando indignación melodramática- Adoras cazar a tus presas, adoras asesinar a los culpables, adoras todo lo que engloba a los trabajos sucios de los reinos... y ahora ¿Prefieres dedicarte a cambiar pañales?, nunca creí que terminarías siendo parte de esos típicos clichés.

- Dark...- murmura mi hermana a su esposo- ¿Dan a escuchado algo de la conversación?

- Está fundido- responde en susurros- Además le he puesto auriculares y música relajante.

- La vida puede ser cliché pero...- observo como dos de los guardias de la loba caen al suelo, miro sus espaldas, viendo como de a cuatro cuchillos clavados, pero no muy profundos, era raro que estuvieras en ese estado por un patetico rasguño- Tengo personas que prefieren hacerlo por sí mismos- una flecha con una cuerda en el extremo opuesto a la punta, pasa por delante de la ojinaranja, por ella aparece una eriza castaña deslizándose sobre la cuerda de la flecha, atacando a la loba pero no obtiene resultados.

- ¡¿Asuna?!- chilla Night aterrada- ¡¿Dónde estabas metida?!, ¡Me preocupaste mujer!

- Deja las preocupaciones a un lado- dice sería bajando de la cuerda- Supuse que esto podría pasar, así que decidí traermelos- los demás aparecen.

- ¡La idea fue mía!- gruñe Melphies molesto- ¡Deja de querer llevarte el protagonismo!

- ¡Cállate!- le grita rubio- ¡Me molesta oír tus gritos!

- Tienes bajo tus alas a una bola de idiotas- dice la ojinaranja menospreciando a los chicos.

- Ninguno estuvo bajo mi ala, sólo la chica que ves frente a ti- responde Shadow con arrogancia.

- Si le llamas querer borrarme de la faz de la tierra a "estar bajo tu ala", irónicamente suena estúpido.

- ¡Oh miren nada más!- exclama la loba mostrando una pizca de interés- ¡Pero si eres esa pequeña eriza castaña que conocí hace tiempo!

- Tampoco me agrada volver a verte Rei- dice la ojimiel con asco- ¿Reclutando niños?

- Ya sabes pequeña Aoi...- dice sonriendo, espera un momento, ¿La llamó Aoi?, ¿Su nombre no es Asuna?- Es mi trabajo.

- ¿Su nombre es Rei?- pregunta el erizo azabache de antes, el que fue a hablar con la ojigris en la cabaña-mansión.

- He sido descubierta- dice melodramática- ¿Y tú Asuna?, ¿O prefieres que te llame Aoi?, nunca creí que tú familia siguiera viva.

- No poseo familia- dice fríamente- Me he tenido a mi misma todos estos años, desde que decidiste dejarme con vida Rei.

- ¡¿Qué he sido entonces para tí Asuna?!- le grita un erizo rubio, ese debe ser su hermano mayor- ¡¿Una forma de supervivencia?!, ¡¿Jamás te interesé?!

- Estas admitiendo algo que he sabido desde hace no mucho...- habla con seriedad, sin mirarle, siento que alguien me toma del brazo, veo a una eriza castaña exactamente igual a Asuna a mi lado, voy a gritar pero me calla, miro a los lados intentando ver a los demás, sólo veo a Sonic quien tiene una espada en su mano, entro en pánico.

- Tranquilicese princesa- habla la castaña con voz suave- Ya me he llevado a todos sus amigos a un lugar seguro, el príncipe Sonic ha decidido quedarse a luchar- quita la mano de mi boca.

- ¡¿Estás loco Sonic?!- chillo en un susurro.

- Siendo príncipe me enseñan a manejar espada, estos últimos años he perfeccionado mi técnica- me sonríe- Pagarán por interrumpir tú celebración Ammes.

- Sonic...- le devuelvo la sonrisa- Gracias...

- Hay que irnos ya- me toma del brazo y me jala con cierta brusquedad- Acabaremos con todo esto rápido.

- Cuando termine todo... ¿Me contarás quién eres realmente?- le pregunto.

- Hay cosas que es mejor no saberlas princesa- dice con voz fría- Sólo le diré que mi verdadero nombre es Asuna, Aoi es mi nombre falso, mi nombre es lo único que me queda de mi pasado- salimos corriendo del salón, seguimos corriendo- No se preocupe por nada, me aseguraré que Shadow salga de esta.

- Gracias por la ayuda- agradezco un tato desilusionada, esa no era la respuesta que esperaba.

- No agradezcas- responde con modestia.

Ni un juramento bajo la luna puede impedir que sigas haciendo lo que solías hacer ¿Verdad?, los problemas te siguen, aún después de tanto tiempo.

........

- ¡¿No piensas contestarme nada?!- sigue reclamando- ¡¿Sólo admitirás que ya sabías que yo no soy tú familia?!

- ¡Bruno!- le grita el caballero puro- ¡Deja el tema!- se le notaba irritado- ¡Nunca fuiste un gran hermano mayor a decir verdad!- le reclama- ¡Jamás conociste el dolor con el cual ha tenido que cargar!, ¡Asuna ha sufrido durante toda su vida!

- ¡¡Tú no te metas que esto no te incumbe!!- le gruñe- ¡¡Esto es entre ella y yo!!, ¡¡Déjate el estúpido papel de mejor amigo!!

- ¡¡Nunca he fingido nada!!- le grita con ira- ¡¡Quiero a Asuna como si fuera mi propia familia!!- grita- ¡¡No vengas aquí a querer reclamarme algo!!

- ¡¡Callense los dos!!- les grita furiosa la eriza- ¡¡No me importa que tengan que reclamarsen!!- les lanza unos kunais alargados a cada uno, los cuales esquivan- ¡¡Ya no volverán a saber nada de mí en la vida!!, ¡¡Dejen las estupideces de juegos de infantes!!

- ¡¡Eres una desagradecida!!- le grita con odio el ojionix- ¡¡Y yo que pensé que podría hacerte feliz como un hermano mayor normalmente lo hace!!

- Creo que hemos llegado al final de un punto muerto...- menciona la loba desenfundando su espada, la mueve entre sus dedos como si su mango fuera el de un cuchillo normal.

- Será la primera y última que concuerdo contigo- hablo con seriedad poniéndome a la par de la ojimiel- Te estas arriesgando demasiado- hablo en voz alta, para que no esperen que planeamos algún as bajo la manga.

- Ya no me importa eso- responde con simpleza sus ojos se encuentran con los míos- ¿Una última demostración y pérdida de cordura?

- Suena bien, así terminamos más rápido.

- ¿Más rápido?- nos pregunta con burla la loba- Mis bebés no mueren tan deprisa.

- Entonces nos divertiremos todos un buen rato- dice el de vetas verdosas.

- Oh... pero esto no tiene buena pinta todavía- menciona, mis orejas alcanzan a percibir un crujido o algo parecido, miro al techo y veo a otros tres tipos con algo en sacos, lo dejan caer.

- ¡No me friegues!- exclama furiosa la castaña- ¡Todos a cubrirse!, ¡No deben olerlo!- dejan caer lo que parece ser un polvo azulado, la eriza a mi lado golpea el suelo abriendo una protuberancia, saca su puño sosteniendo un trozo del suelo, abro los ojos con cierta sorpresa, eso nunca me lo esperé, lanza el trozo del suelo al techo destruyendo ese lugar, los tipos lo esquivan menos unos, quienes reciben el impacto de lleno, me toma del brazo y me jala hacia ella, me pone una especie de mascarilla de oxígeno.

- ¡Impresionante!- algunos fragmentos del techo comienzan a caer, el polvo llega a nosotros- ¡Nunca imaginé que tuvieras esa especie de fuerza!- su voz se escucha distorsionada por la máscara antigas que lleva puesta, miro a la eriza, quien no lleva nada puesto.

- ¡¿Estas demente?!- le grito- ¡¡Puedes morir!!

- Soy inmune- responde- Tengo un antídoto que contrarresta muy bien el efecto de este polvo, lo único que me queda es dispersarlo en un ambiente distinto- dice mirando el lugar.

- Que mala suerte- dice la tal Rei con gracia- El oxígeno sólo hace que se propague más fácilmente el efecto...- se ríe sintiéndose poderosa.

- Si, pero la lluvia afortunadamente no lo hace- responde, los ojos naranjas de nuestra atacante brillan luego de que le dijeran esas palabras.

- Eso explica porque ha despedazado el techo- una voz familiar y distorsionada se escucha a mi lado, Melphies lleva una máscara antigua- Antes de entrar aquí, ya estaba por llover- al mencionar sus últimas palabras un trueno se escucha a lo lejos, por los orificios que Asuna ha creado, el agua comienza a caer.

- Ingeniosa- la felicita la loba- Has progresado mucho durante estos años.

- Cállate maldita sea- gruño molesto- Esto está comenzándome a hartar- veo al caballero puro llegar a la espalda de ella- ¿Estas segura de ser una asesina?- pregunto para intentar provocarla o por el momento, distraerla un poco.

- ¡Ja!- exclama divertida- ¿Dudas de mi sano juicio cariño?- me pregunta sonriendo de forma escéptica.

- No me digas cariño idiota- bufo con fastidio- Es extraño que ninguno se haya lanzado para atacar a no ser que esperes que seamos nosotros los que comencemos el combate.

- ¿Lo has notado?- dice- Ya hemos comenzado.

- ¡Todos!- se escucha el grito apresurado del rubio- ¡Alejense de su posición!

- ¡Melphies!, ¡Llévate a Shadow!- le ordena, este refunfuña, ambos nos separamos- El enemigo sólo puede situarse en cuatro lugares específicos- habla esta, mientras se acomoda sus guantes oscuros- Arriba.

Del techo comienzan a llover kunais, invoco mi espada espiritual, la convierto en un escudo y con esta cubro al ojiesmeralda y a mi, la castaña hace lo mismo, a lo lejos distingo a Jey esquivando las armas con la ayuda de su espada, el rubio está fuera de mi rango de visión. El sonido de metal contra metal se detiene, quedando todo silencioso.

- Derecha e izquierda- menciona Asuna, de ambas direcciones aparecen de a dos enemigos para luchar.

- Esto se torna interesante- menciona el azabache de vetas verdosas.

- Cada arma, posee en su filo una especie de veneno- comento al coger un kunai y lanzarlo a uno de mis enemigos, el cual no lo esquiva- Esas armas tienen algo, de ser así, ellos serían inmunes al ataque, mi instinto dicta que sus espadas también- el ruido de los metales chocando inunda el lugar, en menos de diez minutos acabamos con los enemigos.

- Y por último- la voz de la ojimiel me distrae un momento- Abajo- noto como dirige su mano hecha puño al piso, creando un temblor no muy agradable, provocando que perdamos el equilibrio y caigamos al suelo, el piso comienza a desquebrajarse, de las grietas, se comienza a apreciar una especie de trampa- Retrocedan- menciona cuando el temblor se ha calmado- Esta arma es horrible- corre, adivina y especula, esa no es la misma niñata que conocí hace años, ha cambiado demasiado.

- Ni lo sueñes caballero puro- este se detiene quedando estático, le faltaba unos metros para llegar a la loba- No podrás llegar a mí- un nuevo oponente aparece sirviendo de escudo humano.

- Ya no hay nadie mas aquí.

- En eso te equivocas- al reconocer esa voz volteo a verlo impactado, debía estar fuera cuidando de los demás- He decidido ayudar.

- ¿Tú?- pregunto con burla- ¿Acaso sabes manejar una espada?

- Aunque tú no lo creas darketo- cuatro atacantes se abalanzan sobre nosotros- Te demostraré que el título de la nobleza sólo es una simple mentira.

- Eso quiero verlo- acepto el reto.

Comenzamos a detener y lanzar ataques, miraba de reojo a la rata azúl, no confiaba para nada en su juicio, pero cada vez que miraba, él poseía la ventaja un poco, lo cual me toma algo desprevenido pero lo dejo pasar, es algo minúsculo a lo que nosotros cinco podemos hacer.

- ¡Bruno quítate de ahí!- escucho un grito agitado del caballero puro, miro al rubio quien está esquivando ataque, pero lo están obligando a retroceder demasiado, un tipo con un sable que tal parece tenía veneno en su filo, lo esperaba con ansias sangrientas de matarle o al menos, hacerle una herida superficial y dejar que el veneno actuara- ¡Bruno!

- Sabía que debía dejar de joder tanto con las mujeres u hombres y enfocarse más en el manejo de la espada- niega aburrido Melphies.

- ¡Ya deja de quejarte!- gruñe el príncipe de Soleana- ¡No tenemos como ayudarle!

- Es su problema- respondo con frialdad- Cada quien tiene sus propios problemas, no podemos  arriesgar nuestro propio pellejo por ayudarle.

- ¡¿Qué clase de caballero eres tú?!- me reprende Sonic.

- El que sigue sus propios criterios y decisiones.

- ¡¡Asuna!!- escucho el grito de horror y preocupación- ¡¿Qué diablos has hecho?!

Volteo a mirar y quedo boquiabierto con lo que observo, la muy descuidada en un intento desesperado, dejó de lado su contrincante y se interpuso entre el sable y el rubio, los otros oponentes fueron derrotados por el clon de esta, devuelvo mi visión, viendo a mi oponente, esto se está alargando demasiado, invoco mi espada espiritual y remato al sujeto apuñalandolo en el pecho.

- ¡¡Asuna!!- el grito de Jey no se hace esperar- ¡¡Pequeña!!

- ¡¡No me llames pequeña!!- grita consiente de su alrededor- Retrocede Bruno.

- ¡¿Estas loca?!- acabo con otro enemigo y volteo a verlos, la toma y retrocede con ella- ¡¡Estaba envenenada!!

- No importa- dice- El contacto con Rei desde hace tiempo, me hizo crear antídotos sobre varios venenos, este no es letal- veo un pequeño frasco vacío- Antes de interponerme me lo inyecté y mientras el sable me penetraba, comencé a curarme.

- Eres una completa suicida- suspira- ¡Estas demente!

- ¡¡Sigue así y te juro que te mato!!- le amenaza mi copia.

- No es para tanto.

- Esto se está tornando tedioso- la voz llena de fastidio de la loba resuena en el lugar- Creo que es mejor comenzar a asesinar en serio.